Partida Rol por web

- Sí, mi Señora Oscura.- Sólo de recordarlo se estaba ruborizando otra vez, dándole un tono rojizo al verde de su piel, de manera que le quedaba un extraño color marrón muy bonito.
- Yo estaba contento porqué nos estaban haciendo la revisión médica, y eso que se iba a ahorrar usted. Pero la verdad es que fueron unos momentos un poco confusos. La veterinaria parecía muy profesional, así que hice todo lo que me pidió. No se dejó nada. Me hizo pruebas de fuerza, de resistencia, de sensibilidad… Las pruebas no debieron salir muy bien, porqué las repitió una y otra vez. Yo estaba empezando a estar agotado y medio delirando, pero veía que eso era importante porqué lo hacía con mucho interés. Luego me empezó a decir cosas muy raras, como "guapo", "semental"… A mí ya no me llegaba la sangre al cerebro, e iba mascullando "gatitos…. gatitos…", y ella decía cosas como "harén de goblins" y "dominar el mundo".
Mis compañeros, como yo tardaba en salir estaban muy preocupados por mí. Entraron justo cuando la doctora fue a buscar más potecitos de muestras al almacén porqué ya se le habían acabado todos los que tenía en la consulta.
He estado pensando seriamente en ello, Señora, y creo que su plan tenía mucho sentido. Pero yo me debo a usted, así que me ofrezco para que le robe su proyecto. - Mmorpg se adelantó unos pasos con los brazos extendidos y las palmas hacia arriba. - No tenga usted reparos en copiar sus intenciones, yo le explico todo lo que me hizo para que pueda usted repetirlo. Debemos ser rápidos y adelantarnos! - dijo con ansias dando otro pasito.

—Vamoz... que se la quiso follar pero, ya sabez... No le funcionaba el azunto su malignidaz... Trató de arrancar y... —apostilló brevemente buscando hundirle aún más en la mierda.

De haber tenido alma o corazón, la tiernecita historia que estaba contando el goblin hubiera hecho algún efecto en vuestra Señora, pero tenía la misma pose de ir a arrancaros las entrañas que tenía siempre. 

- Pobrecito... - Sí, en realidad le estaba dando un poco de pena, pero por lo inocentón que estaba pareciendo. 

El goblin se ofreció para que vuestra ama pudiera copiar los planes de la otra mujer y eso complació a la Señora Oscura, pero claro, cuando Marco abrió la boca... 

- A ver, a ver... Me da exactamente igual si su cosa funcionaba o no, yo lo que quiero saber eso lo de la misión. 

La mujer miró a Mmorpg y preguntó lo que a ella le interesaba.

- ¿Descubriste su plan? ¿Te libraste de ella? 

Sí, así tenía que haber sido para poder continuar con la misión. 

Mmorpg estaba ya muy cerca de su señora cuando Marco habló.

- Si, claro. No le falta razón. La veterinaria me dejó muy agotado y no creo que pueda..."arrancar", así que si le parece lo dejamos para mañana. - Dijo haciendo gestos con las manos como si pidiera tiempo muerto.

La Señora quería más detalles sobre el tema, y eso puso feliz al goblin. - Pues cuando llegaron mis compañeros se me querían llevar. Yo les decía que no, que debía quedarme. Que tenía tanto que aprender sobre los detalles del plan...- Puso cara de derrota. - Yo estaba muy agotado y se me llevaron y no pude descubrir mucho más. Pero una cosa es segura. Su plan era tan sencillo como perfecto. Iba a hacer un súperejército de goblins con los mejores genes. Aquí los ve. - Dijo señalándose a si mismo con las manos.

No tenía más que decir. Aguantó la respiración esperando que eso satisfaciera a su señora.

La mujer lo miró y dudó por un momento, pues no sabía si terminaba de convencerle todo aquello, pero luego reconoció para sí misma que la explicación que había dado el goblin había sido una de las más convincentes que había escuchado desde que sus esclavos esbirros habían comenzado a hablar. 

En vez de ensañarse con la pequeña criatura verde, miró al resto de los esbirros y terminó posando sus ojos en el otro esbirro verde. 

- ¿Y se puede saber a dónde os llevasteis a éste? 

Ni siquiera su compañero lo tenía claro, aunque en aquel momento seguro que lo estaba flipando un poco y por eso no se había enterado de nada. 

—Paramoz a comer su malignidaz, para llevarlo a los bañoz para que se vistiese —empezó a explicar manteniendo la presión sobre el anterior. Realmente un goblin promedo gustaba de hacer 5 comidas diarias para mantener su tipín pero sabía que la señá no lo entendería—. Y mientraz, nos pusimoz a debatir un plan que pudiéramos llevar a cabo dado que todo hasta ahora estaba siendo un dezaztre. Fue entonces cuando sucedió. Dos gatoz entraron disfrazadoz de pollos, y la gente empezó a mirarloz como si fueran cuquiz y les dieron todo lo que llevaban encima.

—Si. La comida del lugar que elegiste era buena, lástima que te pasaste con las bebidas. Creo que la aparición de los gatitos hubiera sido una buena oportunidad  de arruinar la popularidad de esos suavecitos engendros. Lástima que te había dado la borrachera triste y no hacías más que llorar porque ningún plan funcionaba. 

Lo de que sus esbirros se drogaran o les diera por emborracharse empezaba a ser algo que pasaba muy a menudo y la mujer, no tenía claro de por qué siempre se daban a esas cosas para olvidar. 

- ¡Ni que les mandara cosas tan difíciles! - Pensó vuestra ama negando con la cabeza. 

Entonces miró a Marco, que ahora parecía estar sobrio al menos. 

- ¿Qué es eso de que te emborrachaste y te pusiste a llorar? ¿Y dónde entran en eso los pollos, gatos o lo que carajo fuera eso? 

La verdad es que la mujer estaba empezando a perderse con los razonamientos raros de sus esbirros, pero bueno, esperaba que enseguida la sacaran de dudas. 

—Harim no lo entendió mi señá —señaló defendiéndose—. Estábamoz allí y vinieron loz gatoz disfrazados de polloz para atracar aquello, pero de tan cuquiz que eran pues todo el mundo les daba a gusto sus joyas, su dinero, ya me entiende su malignidaz. Fue aquello lo que me hizo llorar de la pena, y entender aun más si cabe la misión sagrada que teníamos señora. Fue por eso por lo que dije de abalanzarme al ataque sobre los pollos, pero en ese momento ese Stiven se puso en medio y me tiró. Fue cuando se lió todo...

Vuestra ama tenía que reconocer que había cosas tan "cuquis" que a la gente le daba por ponerse de lo más vomitiva, pero no tenía muy claro si eso de abalanzarse a por ellos de aquella manera hubiera sido el movimiento más acertado. De todas maneras, algo en la historia de aquel esbirro no terminó de gustar a vuestra señora porque negó con la cabeza. 

Por unos instantes, el pequeño ser verde temió que la ira de la Señora fuera en su contra, aunque poco había faltado por lo escueto de su respuesta, pero en el último momento, la mujer pareció pensárselo mejor y miró a Estiven, que llevaba demasiado tiempo callado para cosa buena. 

- ¿Por qué detuviste a tu compañero? ¿Qué pasó con esos pollos? - Bueno o gatos disfrazados de pollos o pollos de gatos, el caso es que era parecido. 

- Mi adorada señora oscura. Yo hacia un tiempo que me estaba carteando con un youtuber influencer streamer, de nombre el clave el Gato Panda.  El tipo tenia lo mejor de los dos mundos, videos de gatitos y videos de panda, consejos de comida y cuidado facial, y descuentos en productos anti ojeras. 

Le había pedido auxilio, diciéndole que era el padre de la niña del pollito, ya sabéis la del "el pollito la ha liaó". Bueno a lo que iba, que le convencí de que necesitaba un ejercito de Gatos disfrazados del Pollito para hacerme con una cadena de televisión y volver a poner de moda el video de mi supuesta chiquilla. 

Y aunque al principio pensé que eran enemigos, reconocí los refuerzos. Por eso estamos aquí tan tran..., por eso estamos aquí mi malignidad de Ebano Uranio empobrecido.-

El becario estaba intentando con todas sus fuerzas sonar veraz, a pesar de tener el cuerpo completamente machacado y estar mas el el otro barrio, el barrio de la gente pobre y con una mala sanidad, que en aquel castillo de ensueño. 

La mujer no podía ni imaginarse porqué Estiven llevaba tiempo carteándose con un personaje que usaba antiojeras, pero si algo había entendido ella, es que este esbirro era de lo más extraño. 

Claro que luego lo de la televisión sonaba un poco descabellado. 

- Desde luego, no sé si llamarle bobo o decir que es un genio... - Pensó vuestra ama escuchándolo. 

Además, ninguno de sus compañeros dijo nada, así que vuestra ama pensó que no estaría mintiendo demasiado si los demás simplemente guardaban silencio. 

- Bueno y entonces... ¿qué? 

Sí, vuestra ama no es que fuera lo más paciente, pero precisamente eso formaba parte de su encanto. 

- Tele Chinco.-

Fue lo primero que respondió el secuaz, pero viendo que eso no explicaba nada por sí solo.

- El contenido de esa cadena es basura, basura tan infame que hasta hace vomitar a la basura. Pero tienen un efecto anestesiador de cerebros en los humanos corrientes. Haciendo que de normal tontos, se comporten mas tontos aun, como si saber si Mengano pudiera sobrevivir de verdad en una isla comiendo atún en lata. Ya me entiende.- pero la señora seguía sin entender.

- El caso es que con nuestro grupo de pollos, nos internamos en las instalaciones de Tele Chinco, que chinco era aquello, y que pena daba, pero al menos pudimos hacernos con el control del Aquí hay Mermelada.

La idea, era usar a los pollos para mandar mensajes subliminales, o no tan subliminales, de que los gatos no molaban, porque te dejan lleno de pelos, y sobre todo te arañan los sillones y las cortinas. Motivos mas que suficientes para detestar el animal. Pero si conseguimos que la gente les prestara menos atención, podríamos hacernos con el control mundial, ejem, podríamos ejercer un medio de presión goblal para usted, mi estimada Señora de la Oscuridad Obnubilante.

Pero una vez con todo dispuesto, y con el regidor rigiendo que era la ora de pro regir, Marco Salió disfrazado de Bote de Mermelada gigante, diciendo que era una Abusón Real, o no se que royo, y que lo iban a secuestrar si no había una cabalgata de LGoblinTiQ+ y yo perdí el control de la situación. Era sencillamente demasiado bizarro.

Marco, cielo, explicale a la señora que pretendías hacer.-

Estiven de vez en cuando tenía buenas ideas, aunque ya había dejado claro que las ideas sólo no servían para nada, pues siempre se le estropeaban los planes. Quizás, debería dejarse de llevarlos a cabo y que otros lo hicieran peeeeero, no, no tenía manera de Señor Oscuro así que nada, vuestra ama diría que aquel esbirro moriría tal que así, siendo un esclavo esbirro. 

Si conseguían llevar a cabo lo de mandar los mensajes, sería un logro, pero claro, ahí apareció alguien cagándola o eso decía al menos Estiven, que parecía que nunca tenía la culpa de que sus planes no salieran bien. 

- Sí, Marco, explica eso antes de que meta tus restos en un bote de mermelada de verdad. 

Vale que era un enano verde, pero aún así tendría que hacerle mucho daño para que cupiera en un botecito de esos.

—Mi señora, lo que pasaba era sencillamente que el equipo de Tele Chinco le gustó la idea de la existencia de los goblins, de su malignidad —explicó con una sonrisa irónica, estaba seguro de que esto le dejaría perdido—, este señor se fue de la boca y claro. Enseguida llegó la serpiente de dos cabezas, una llamada Jorge Javier y la otra Belén... Pal sálvame que me querían meter, me encerraron en el Bote y yo sólo quería huir... Terrorífico mi señora, terrorífico. Lo que escuchó este botarate con idea tan pésima como la de ir a la tele era que quería que me salvaran de los abusones de allí...

—La explicación más sencilla es la verdadera, ya lo explicó Goblinermo de Ockham. El principio del mordisco goblin se llama...

- Pero mi buen Marco. No es muy cierto, que acabaste siendo la estrella de ese Show de Sálvame de la Serpiente, y que en vez de salir de allí a la primera oportunidad, estuviste borrando los tatuajes a una rana, porque según tu infinita sabiduría Goblinacea, eran afrodisiacos y con eso conseguirías miles de novias Orcas.-

Pregunto Estiven, con fascinación y asombro.