Partida Rol por web

Condenado lanza el gancho sobre el organo, y consigue hacer que se enganche firmemente en una de las piezas de madera.

Impasible, Seltyel avanza y ataca a otro de los engendros.

Los espectros que estaban sobre el órgano seguían parapetados entre los tubos,  como si de alguna manera fueran capaces de mantenerlo en silencio, todo seguía cubierto de esa espesa y fría bruma cuyo epicentro parecía estar en el mismo órgano.

Mientras, abajo, los dos que quedaban en pie atacaron a los aventureros, uno de ellos lanzo sus garras desesperadamente sobre Seltyel, justo después de que el guerrero acabase de un golpe con uno de sus enemigos, pero solo consiguió hacerle un arañazo en una mano, el otro espectro que quedaba en pie ataco con su guadaña a Larissa, dándola un tajo en un costado. Parecia mas enojada por haber dejado escapar un grito que por el propio golpe.

Siguiendo las órdenes de Adshareb, el águila celestial remontó el vuelo y fue en contra del siguiente espectro, que se escondió aún más en el tubo para protegerse del pico del animal.

Por su parte, Adshareb realizó un conjuro rápido, y de la palma de su mano salió un pequeño proyectil de ácido, disparado hacia el Black Echelon que había atacado a Larissa. Pero el espectro fue más rápido y lo esquivó sin problema.

Larissa miró con odio a su enemigo...-Asquerosidad repugnante, miserable amalgama de huesos y mierda, puedo destruirte con sólo chasquear los dedos... pero estáis hiriendo mis subordinados.-

-¡Así que los sanaré!- y un manatial de curación se extiende de la mujer...

Y la herida de Larissa se cierra como si nunca hubiera existido mientras la mujer lanza rayos por los ojos.

-¡Me has estropeado mi precioso atuendo con sangre! ¡Es una pena que no tengas pelotas porque te las arrancaría! ¡Voy a destruirte a tí y a tu alma-guadaña para que vuelvas al puto foso del que saliste!- Larissa está fuera de sí, esperando sin miedo el siguiente ataque del monstruo, aunque retrocede un paso por si Condenado fuese tan amable de acercarse y destruirlo por ella...

La onda de Larissa cubre a los presentes cerrando sus heridas, después de que ni los ataques de Adshareb ni del águila que había invocado lograran impactar sobre ninguno de sus objetivos. Condenado tira de la cuerda para comprobar que tiene un asidero solido y se dispone a actuar.

Viendo que sus compañeros habían ignorado totalmente su oferta Condenado agarró la cuerda y subió personalmente hasta las teclas del inmenso órgano para, acto seguido avanzar hasta el tubo en el que se escondía uno de aquellos espíritus.

Con decisión, Seltyel ataca el enemigo que tiene delante. Cada vez quedan menos y eso mitiga el cansancio.

El guerrero dio cuenta de otro espectro casi sin inmutarse, Laryssa intentaba escapar de la guadaña de su perseguidor, pero no tuvo suerte, el filo oxidado del arma alcanzo el omoplato causándola un feo tajo que atravesó el hombro llegando a salirla por la espalda. La de Quadira aullaba de dolor..., mientras, sobre el órgano, condenado se vio sorprendido por las garras de uno de los Black Echelons que se escondían entre los tubos. Pese a que el monje estaba pisando las teclas del órgano, el instrumento no emitía ningún sonido. Quizás fue eso lo que le hizo despistarse por un segundo, tiempo mas que suficiente para que una de las garras le arañara profundamente el pecho del semiorco.

El águila se defendía sin problemas de otro de los espectros, mientras una ultima figura salió de entre los tubos y camino (también sin emitir sonido alguno) sobre las teclas del órgano.

El águila celestial seguía atacando con sus garras y pico al engendro, con una luz azulada envolviéndola.

Repitiendo el conjuro anterior, pero esta vez con mayor puntería, Adshareb volvió a lanzar un proyectil de ácido contra el Black Echelon que acosaba a Larissa.

Algo aturdida por el brutal golpe, Larissa comprende que esto va en serio y se retira para atrás tratando de enviar más energía positiva hacia ella y sus compañeros heridos

EL ataque de Adshareb y su aguila invocada contra los espectros, no pudieron acabar contra ninguno de ellos, mientras Laryssa, con algo de terror en su rostro, volvio a lanzar una onda curativa sin demasiada fortuna...

Condenado intentaba golpear a uno de elos espectros que brujuleaban entre los tubos del órgano, pero entre las teclas, bastante inestables, y el miedo a romper algo, fue totalmente imposible impactar a esa criatura que no paraba de moverse.- ¡Mierda!- Exclamó el semiorco dando un paso atrás para ver si su enemigo le seguía y salía de aquella maraña de tubos.