Partida Rol por web

Sky High

¡Bienvenidos a Sky High! (OBSOLETO)

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07/12/2013, 21:36
Royal

El viaje había sido largo y agotador. Emprendiste un vuelo desde tu país natal hasta Estados Unidos en un avión privado con pasajes pagados, en el avión eras el único pasajero, excepto por la azafata y los pilotos, por lo que podría decirse que había sido un viaje bastante solitario.

Luego de unas horas llegaste al aeropuerto, donde un automóvil te estaba esperando. El chofer vestía un elegante traje y tenía entre sus manos un pequeño estuche negro. Luego de que te ayudar a cargar las valijas y mochilas en el maletero, te entregó el estuche que contenía dos pequeños audífonos, explicando que debías llevarlo todo el tiempo el tiempo ya que funcionaba como un traductor universal. 

Luego de subir al automóvil, éste se puso en marcha hacia un destino desconocido. Después de varios minutos, frunciste tu ceño con desconcierto. El auto paró en lo que parecía ser un vacío estacionamiento de un restaurante de comida rápida que parecía cerrado. Allí habían otros jóvenes más, algunos sentados en los viejos bancos de madera y otros de pie, como si estuvieran esperando algo.

El chofer bajó tus maletas y dijo que debías esperar a que el autobus venga a recogerlos. También agregó algo de que saludaras a tu nuevo equipo, ya que los verías bastante seguido a partir de ahora. Sin decir nada más, el hombre subió al automóvil y se marchó por donde había llegado.

Notas de juego

¡Empezamos!

Nota: En el estacionamiento se encuentran sólo ustedes 8, y no hay ninguna otra persona más por ahi cerca. Pueden hacer algunos posts para conocerse hasta que llegue el autobus a buscarlos.

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07/12/2013, 22:09
Laura Ávila Yagami

Subió a aquel avión, que curiosamente había sido fácil de encontrar y realmente barato, lo que viene a ser ¡Gratis! Pues vaya, si que empezaba bien ésta cosa de ir a la academia esa. Pese a que en el avión sólo estaba ella, loq ue le hacía sentirse cómo una celebridad en un avión privado, no se aburrió, por que se había llevado su DS, la cual tuvo que esperar a encender hasta que ya habían despegado. Maldito electromagnetismo.

Finalmente, llego a su destino, y allí un autobús la recogió, y una vez, iba sola, preguntándose cada vez más si no había sido engañada, y en realidad se abalanzaba una trampa, en dónde la capturaría una mafia, y entonces le convertirían en una yonki esclava que haría lo que fuera por unos gramos... Ella misma se sorprendía de que su mente pudiera llegar a crear fantasías horripilantes cómo esas. Se entretuvo mirando el paisaje, aunque el paisaje final al que llegó le dejó un tanto desilusionada.

Se había esperado algún lugar impresionante, con un edificio altísimo, extenso, con tecnología puntera. ¡Pero allí sólo habían unos cuantos bancos y varios jóvenes más! Se fijó en que casi todos parecían muy raros, claro que ella tampoco era quien para decir nada, yendo toda de negro cómo una goth loli cualquiera, sólo que sin falda con volantes. eran molestos.

Recogió su equipaje y se ajustó esos auriculares que le habían dado, aunque al poco se los quitó para sustituirlos con sus cascos normales y así escuchar la música que traía guardada en su móvil. Era hora de un poquito de Melendi, que quería reírse un rato. Se sentó en uno de los bancos, con una enorme sonrisa y balanceando la cara de lado a lado mientras tarareaba un poquito.

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07/12/2013, 22:39
Camille Delfidia

La despedida había sido en exceso triste, en parte por mi culpa, no es que me importara mucho estar un tiempo lejos de mi familia, me consideraba independiente, pero al ver a mi madre llorar quise evitarle ese dolor y por lo tanto bloquee esas emociones en ella con lo que mientras ella mágicamente se sentía mejor yo rompía a llorar de forma incontrolable. Como si eso no fuera suficiente los intentos de mis familiares más cercanos por animarme solo me abrumaron más por lo que estallé haciendo que todos terminaran llorando como unos chiquillos a moco tendido. Al menos en el viaje en avión tuve la suerte de estar sola lo que me dio tiempo para recuperarme y conectarme solo conmigo.

Cuando vi a los que estaban allí me sentí un poco nerviosa, no es que tuviera problemas para relacionarme pero todos parecían extranjeros, obviamente no había ningún italiano. Al menos con el audifono podría entenderlos, aunque no me hiciera mucha ilusión usar el aparato que me dificultaría aún más escuchar mi música. "Al menos ahora estoy bajo control"

-Disculpen- alcé la voz casi al mismo tiempo que una chica rubia se aislaba del grupo- me presento soy Camille, pueden decirme solo Cam y bueno me alegra mucho por fin conocer a mis futuros compañeros de clases.

Era muy expresiva como la mayoría de la gente de mi país gesticulando con las manos y sonriendo abiertamente aunque manteniendo cierta distancia para evitar conflictos.

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07/12/2013, 22:51
Laura Ávila Yagami

Mientras escuchaba su música, abrió los ojos un poco y vió que otra de las chicas que había allí gesticulaba bastante, así que imagino que se estaba presentando. Mmmm... ciertamente le habían dicho que socializara, que iban a ser un equipo. Suponía que con eso se referían a una clase, ¿No? Pero eran poca gente, ocho personas para una sola clase.

Fuera como fuese, se levantó y paró la música para ponerse los audífonos, y se acercó a esa chica. Le saludó poniéndose bastante cerca de ella

"¡Hola! Yo soy Laura, Laura Ávila. ¡Encantada de conocerte!" Su cara tenía una sonrisa bastante prominente.

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08/12/2013, 00:33
Colette Dollet

Colette esperaba con ansias el día de poder alejarse de su hogar, pero ese día parecía no llegar. Cuando por fin lo hizo y se subió a ese avión, se sentía triste que sus padres no estuvieran con ella, pero sabía que era decisión suya.

Estaba tan asustada que no era capaz de leer la mente de ninguno de los tripulantes, o al menos eso pensaba ella. Todo el viaje no hizo sino recordar aquello que dejaba atrás y aquellos momentos que habían marcado su vida de una u otra manera. Su infancia, las amistades que tuvo, aquellas niñas que abusaron de ella, el apoyo de sus padres, aquellos profesores que habían marcado su vida. Todo eso sería sólo memorias de un pasado que no volvería.

Sin darse cuenta, su vuelo había terminado y por fin había llegado a un lugar. Al llegar a aquel parqueadero, Colette camina con delicadeza y timidez, caminando hacia sus compañeros e intenta permanecer serena, aunque su instinto de supervivencia le indicó entrar en las mentes de las dos jóvenes que se encontraban hablando. ¿Y si hablaban de ella? ¿Si planeaban hacerle algo? Por un momento se recogió y detuvo su camino pero al ver lo que pensaban las jóvenes, decidió adelantarse. Su cabello ondeaba suavemente y sus ojos se veían brillantes, casi como llenos de lágrimas pero era el nerviosismo. Se les acerca y con una voz dulce y con un fuerte acento francés capitalino, dice - Hola, soy Colette - mira a Camille y duda en si hablar o no pero luego dice - No debes estar nerviosa - guarda silencio y aún sin esbozar una sonrisa, se voltea y mira por dónde puede llegar el autobus.

Con su minifalda que parecía de un instituto y su camiseta de seda blanca, Colette se veía elegante pero sencilla. Llevaba su cuaderno de dibujos en las manos, junto con un lápiz dentro. Nunca lo soltaba, pues nunca sabía cuándo surgiría algo que le apeteciera dibujar. Llevaba un pequeño maletín en sus manos y esperaba que pudieran subirse rápidamente.

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08/12/2013, 10:39

Sir Arthur había supervisado personalmente a Robert mientras éste hacía las maletas, un lujoso conjunto de equipaje en tono carmesí que era más que suficiente para albergar la ropa del muchacho para dos vidas. Tuvo que reconocer que el hombre sí que había cumplido su palabra en cuanto a ocuparse, al menos, de su vestuario: tenía un armario lleno de ropa de distintos estilos, aunque todos seguían una línea bastante similar a la de los jóvenes ingleses de la actualidad. Probablemente el anciano se había encargado de contratar a alguien, algún asesor de imagen, para que le dijera qué ropas podrían gustarle al muchacho.

Una limusina les llevó a ambos hasta el Aeropuerto London City, y durante el trayecto ambos se mantuvieron en completo silencio. Quizás fuera que a Sir Arhur no le gustaban las despedidas, quizás es que eran personas de pocas palabras. No importaba. En vez de acudir a las terminales de despegue, el chófer dio un rodeo y entró en una pista privada, protegida por una valla y una cámara de seguridad. Allí esperaba un avión pequeño, privado, y Robert arqueó la ceja al verlo.

- Viajaras solo - respondió Sir Arthur, esbozando una sonrisa - El sitio en el que vas a estudiar es exclusivo, Robert, pero no tengas miedo. Allí no encontrarás príncipes ni duques: sólo chicos como tú que tienen un don especial.

Un apretón de manos, como caballeros ingleses que eran, fue la única despedida. Mientras el chófer se afanaba en llevar las dos maletas en que se había convertido todo su vestuario, Robert dedicó una última mirada a Londres y a Sir Arthur. ¿Cuándo volvería a verlos? El anciano le había dado un teléfono móvil, aunque insinuó que en la academia no lo podría utilizar, pero que si necesitaba algo, lo que fuera, le llamara. Él estaría allí cuando él lo necesitara.

El vuelo fue tranquilo. Una azafata pelirroja con acento irlandés se afanaba en hacer de su trayecto lo más cómodo posible, y tras unas horas, finalmente se atrevió a conversar con ella. Esto hizo que tanto las comidas como las horas de sueño fueran más apacibles. 

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08/12/2013, 10:50

La siguiente limusina se detuvo junto a la entrada, e inmediatamente el chófer descendió del vehículo para abrir la puerta a su cliente. Sin embargo, éste salió por sí mismo, sin esperar a que el hombre le atendiera.

El chico parecía vestir el uniforme de algún colegio privado inglés, aunque de forma descuidada: la corbata suelta, las mangas de la camisa remangadas y el cabello rebelde. No parecía tener mucho interés en mantener las apariencias. Con una mano en el bolsillo y otra llevando el negro maletín, observó el restaurante de comida rápida y las tres jóvenes que allí esperaban. El chófer acercó hasta él dos maletas de lujo, no muy grandes, que había sacado del maletero de la limusina, y se despidió con un ligero saludo al que el joven correspondió con una agradable sonrisa. Luego, el chico apoyó el maletín en una de las maletas, y avanzó hacia las chicas.

Ahora que lo veis más de cerca, podéis ver que es un chico alto, delgado y algo pálido, aunque no enfermizo. Tiene los ojos azules y vivos, y el cabello castaño. Parece que va a hablaros, pero luego recuerda algo, y se coloca el dispositivo en la oreja.

- Buenos días, señoritas - su voz es grave, y con un fuerte y elegante acento inglés - Soy Robert, ¿estoy en lo cierto si aventuro a decir que estaban esperando un lugar algo más... impresionante?

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08/12/2013, 12:52
Imre Heller

El viaje habia sido tranquilo, realmente un poco aburrido si Imre lo pensaba, habia estado escuchando musica, viendo la pelicula del avion, la tipica pelicula aburrida de abion, leyendo y jugando con su consola portatil. Por fin habian llegado al destino, un restaurante de comida rapida en EEUU, Imre sonrie al pensar en la idea de ser recogidos en un restaurante de comida basura en EEUU. Al abrirse la puerta se coloca el audifono y sale del vehiculo, el hombre que habia alli le ayuda a sacar las maletas.

Cuando se da cuenta de los que estan alli ve como todos tienen mas o menos la misma cantidad de maletas y al ver que el tiene dos mas que el resto suspira mientras piensa:

- Seguro que ahora se creen que soy un pijo que lleva muchisima ropa, bueno cuando estemos en un sitio menos publico sacre a Henriketa de la maleta

Los alli presentes pueden ver a un chico normal, con una sudadera con capucha y unos pantalones vaqueros, lleva dos maletas con ruedas, una de ellas es bastante grande y podria caber una persona perfectamente, ademas lleva una bandolera y una maleta de mano mas, el chico se acerca mientras se pelea con las maletas y dice:

- Hola, parece que llego algo tarde, jaja

Extiende la mano a cada uno y dice con su marcado acento aleman:

- Soy Imre Heller, un placer

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08/12/2013, 13:02
Laura Ávila Yagami

Cuándo se quiso dar cuenta, ya habían otras tres personas allí. Una era una chica con un cabello verdaderamente bonito "Parece buena persona..." pensaba Laura cuándo la veía. Luego, habían llegado también dos chicos. Uno iba bastante desaliñado, aunque le quedaba bien y esa despreocupación hizo reír un poco a Laura.

El último tenía un acento marcadísimo, y la verdad, le daba un poquito de miedo. ¡Estaba demasiado blanco, ese chico! Parecía que le faltara sangre. Fuera cómo fuese, repartió un abrazo a cada uno, con sendas sonrisas y se presentó.

"Yo soy Laura Ávila, ¡Encantada de conoceros!"

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08/12/2013, 15:36
Zvonimir Chejov

El viaje en avión no era algo extraño para Zvonimor, el violinista Bosnio ya había volado varias veces en un avión para él solo, en esos largos viajes trataba de leer algo, relajar la mente y olvidarse de las preocupaciones normales del día a día, preocupaciones que cada vez eran más intensas, empezaría una vida nueva en un lugar nuevo, con gente nueva y debía viajar a la otra punta del mundo para hacerlo, eso no era algo que pasara todos los días (incluso para un violinista prodigio).

El viaje fue normal y sin muchas complicaciones, pero la limusina fue lo más raro, hablaban de un equipo, un traductor universal y lo acababan de dejar en un estacionamiento de un local de comida rápida, si bien Zvonimir estaba acostumbrado a que lo nomal no era precisamente lo único que existía, siendo él una prueba de ello, pero aún no podía disimular su asombro frente a estas cosas.

Al bajar de la limusina vio a un grupo de jovenes, todos más o menos de su edad, los miró asombrado mientras sostenía su equipaje en una mano y la valija del violín en la otra.

¿Este es mi equipo? ¿Que habrá querido decir con eso?

¿Hola?.

¿Funcionará este traductor universal?

Me llamo Zvonimir Chejov, y vengo de Bosnia, pueden decirme Z.

Al decir esto muestra una gran sonrisa, no quería darle una oportunidad a que pensaran que los europeos del este son unos frios borrachos, como suele pensar la gente.

¿Alguien sabe algo del autobús? ¡Esto es muy raro!

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08/12/2013, 16:08
Ekaterina Yakovlenko

Iba a echar de menos los abrazos de Nana. Despedirme de ella había sido lo más duro, aun cuando pensase llamarla en cuanto llegase. Pero también estaba excitada por la nueva escuela.

Todo nuevo, hasta la ropa. Bueno, en realidad era de segunda mano, pero Nana la había arreglado para mi y yo la sentía nueva. 

Nueve horas de vuelo, estaba claro que no podía salir bien. Lo había intentado, de verdad que lo había intentado. El despegue había estado bien, era la tercera vez que iba en avión, pero aún no me había acostumbrado a la aceleración repentina.

Y luego nueve largas horas de NADA. Si, llevaba ocho libros para leer, ¿pero cuánto tiempo creían que iba a durarme? En realidad cinco horas, 34 minutos.

Tres horas y 14 minutos hasta aterrizar. Y otros 12 hasta poder salir. El HORROR. Así, con mayúsculas. Además, no terminaba de sentirme cómoda siendo la única pasajera, con aquella azafata pendiente de lo que pudiera necesitar. Y lo que de verdad quería era ver la cabina del piloto.

Intenté entretenerme. No, en serio, lo intenté. Pero no me dejaban enchufar el ordenador, ya había memorizado las recetas que me escribió mi abuela y no había nada que hacer… miré mi reloj. Bueno, tal vez si... Desmonté el reloj y lo volví a montar. Incluso había optimizado un poco el funcionamiento para que la batería durase más. Eso me mantuvo entretenida unos largos, largos 202 minutos.

Uno podría pensar que 4 minutos, no son tanto. Mentira. No se me podía culpar. Lo había intentado y casi, casi, lo había conseguido. Un vuelo entero sin cambiar. Estábamos descendiendo y claro, lo que realmente quería era ver cómo aterrizaban. Es decir, cómo lo hacía el piloto. Así que, de alguna manera, cuando quise darme cuenta era la azafata.

Sólo que la azafata era más mayor que yo y con más tetas, así que la falda me quedaba exageradamente corta y decir que el jersey me quedaba ceñido era, en el mejor de los casos, una provocación. En fin, podía ser peor, pero por si acaso me puse la capucha y, si, renuncié a cerrarme el abrigo porque estaba segura de que la cremallera NO iba a cerrar.

Salí del avión a toda prisa, no fuera que alguien se fijase en que, de pronto, era una gemela perfecta de la azafata. Y así fue como llegué al coche y al punto donde, en teoría, nos recogerían para ir a aquella nueva escuela, Sky High.

Salí y cogí mi mochila, de esas del ejército que vendían de segunda mano en los mercadillos. La mitad iba llena de libros, pero tampoco tenía demasiada ropa, así que valía. Luego miré el parking y a los chicos que había ahí. Claro, necesitaban espacio para que pudiera aterrizar.

Terminé encogiéndome de hombros y acercándome al grupo de chicos que estaban ahí, con los auriculares puestos. Era ligeramente incómodo, casi prefería intentar aprender sus respectivos idiomas, pero claro, eso llevaría tiempo…

- Hola - Sonreí un poco, aunque me mantuve algo apartada, lo último que necesitaba era más cambios. - Ekaterina - me presenté con sencillez.

Y justo en ese momento recuperé mi aspecto. El encogimiento repentino hizo que mi faldita se levantase un poco durante un segundo. Miré a los otros y sonreí con inocencia.

- Ups - dije soltando una risa suave - Bueno, la cremallera ya cierra - dije bajando mi capucha y cerrando el abrigo. Sonreí de nuevo. Con suerte no volvería a cambiar en un rato…

Escuché la pregunta sobre el autobús que hizo “Z”.

- Ah… Es probable que sea una aeronave con rotor horizontal. - Miré hacia el cielo, buscando señales de algún tipo de distorsión en el aire provocado por una aeronave. - Es probable que tenga camuflaje y algún tipo de mecanismo para que no se escuche - entrecerré los ojos buscando alguna distorsión en el aire, pero obviamente no vi nada. Volví a mirar al resto y sonreí - Como me gustaría ver el plano de sus motores, tiene que ser interesante… - me corté a mitad de frase, probablemente pensarían que estaba loca.

Notas de juego

Siento el retraso, pero ayer salí y me levanté tarde XDD

PD: Veo que adoptaste el diminutivo Z ;) 

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08/12/2013, 20:20
Camille Delfidia

- Pues tu deberías ser menos desconfiada- le espeté a Colette sonando más agresiva de lo que pretendía "Puedo oler tu miedo a distancia" pensé, un poco arrepentida por mi reacción, realmente creía que era buena disimulando mis emociones y no me gustaba sentirme pillada de ahí que reaccionara a la defensiva- Lo siento no se de donde ha salido eso, realmente no estoy nerviosa bueno quizás si un poco, perdona mi actitud.

Como acostumbrabamos en mi país abracé a ambas chicas dándole palmaditas en la espalda, para demostrar que no estaba enojada ni nada, además eso me calmaba un poco y evitaba que tuviera una de mis explosiones, como llamaba yo a esos momentos en que todos alrededor caían bajo los efectos de mi poder. Más gente fue llegando esta vez si mantuve mi premisa de mantener cierta distancia, ya que la mayoría eran chicos y dependiendo de sus culturas quizás no estuvieran a gusto con un efusivo abrazo. Cuando llegó la última Ekaterina me pareció por un momento ver a alguien diferente  froté mis ojos ¿Estaría alucinando? quizás no, aunque por ahora sería mejor no hacer preguntas que derivaran en que los demás se preguntaran cual era mi poder.

- Bienvenidos todos a la parada del estacionamiento, para los que vienen recién llegando soy Camille o Cam, como les acomode.- negué con la cabeza ante la pregunta de Robert.- Yo en realidad no estoy decepcionada ni nada Rob, puedo decirte así? creo que esto es solo una parada antes de llegar a nuestro verdadero destino. Como dice Ekaterina no creo que el autobus que viene sea normal. Por otro lado seguro se ha demorado porque debiamos estar todos aquí. Solo tengamos algo de paciencia.

Acomodé mis dos maletas una sobre otra para sentarme cruzando las piernas contando mentalmente para calmarme  y no empezar a usar mis poderes sin discreción ni cuidado.

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09/12/2013, 16:34

Aunque Robert se mostró algo sorprendido por la familiaridad con que aquella chica de cabellos rubios le había saludado, pronto se recuperó y charló amigablemente con el resto de los recién llegados. Al menos, se dijo, ya sabía qué poder tenía uno de los estudiantes: una especie de multiformidad. Sin duda un poder maravilloso y útil.

- Sin problemas - respondió a Camille respecto a la forma de llamarle, con un ligero asentimiento - Creo que seremos compañeros de clase, así que cuanto antes sepamos de nosotros, mejor. 

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09/12/2013, 17:30
Zvonimir Chejov

Bueno, entonces no nos quedará otra opción que esperar.

Zvonimir mira al cielo, como esperando que una nave gigante aterrice a pocos metros de ellos, o caiga algo arriba.

Será lo mejor esperar, aunque eso no significa que no podes hacer nada. ¿Quieren hacer algo mientras esperamos?

El joven intentaba que el tiempo pasara rápido, si bien le interesaba conocer más cosas de sus compañeros también tenía intriga de como era este lugar al que iba a llamar hogar por un buen tiempo, y Ekaterina le acababa de agregar una nueva duda... ¿Como sería la nave que los llevaría?

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09/12/2013, 17:57
Colette Dollet

Colette se pone algo nerviosa ante la respuesta de Camille y temerosa, se corre un poco hacia atrás. Cuando Camille la abraza, Colette debe suprimir los escalofríos por un momento y sin quererlo, un mensaje telepático es enviado a todos los presentes, diciendo "No me lastimes".

Sin poder hallarse muy bien y con los ojos cerrados intentando controlarse, Colette tropieza con Robert y suelta un pequeño grito. Todos parecían muy cálidos y parecían compenetrarse fácilmente pero para Colette no era sencillo. Ella temía acercarse a la gente y estando rodeada de tantas personas, se ponía realmente nerviosa.

Abre los ojos y mira a Robert. Se veía algo asustada y con una voz dulce y suave, le dice - Perdona, no quería incomodarte - baja la cabeza avergonzada y se corre hacia un lado. Se aleja de todos un poco y se abraza a su cuaderno de dibujos. Era realmente el único contacto que no la incomodaba.

Sentía que se quedaría sola nuevamente, pues no estaba habituada a rodearse de gente y si iban a ser un equipo, esto le causaría problemas. Colette permanece con una expresión triste mirando al horizonte, en busca de algo de paz interior, pues si se desequilibraba, cosas terribles pasarían.

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09/12/2013, 18:29
Imre Heller

Imre se queda mirando lo que sucede algo sorprendido, cuando la chica habla sobre el vehiculo volador la mira como si mirase a una friki o a algun bicho raro mientras piensa:

- Creo que esa chica ha leido demasiados comics en el avion.

Tras esto se queda mirando lo que pasa y como una de las chicas se aleja un poco y se queda mirando al horizonte y como algunos hablan entre ellos, el se apolla sobre su maleta mas grande, la que podria entrar una persona adulta sin demasiados problemas y se sienta mientras piensa:

- Vaya, menudo circo de raritos estamos hechos aqui.

Para mirar al cielo y decir:

- Bueno, sea lo que sea que venga espero que no nos haga esperar mucho porque como sea la hora de comer, no creo que en este restaurante podamos comer demasiado

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09/12/2013, 18:43
Ekaterina Yakovlenko

Por un momento miré la conversación entre las otras chicas algo desconcertada. ¿Qué había pasado antes de que llegase? Por otra parte, no era asunto mío. No demasiado, el otro chico tenía razón en lo de que íbamos a ser un equipo. Pero qué tipo de equipo quedaba por ver. ¿Sería un equipo de estudio? ¿De trabajo? En cualquier caso Robert tenía razón y alguien tenía que empezar. 

Bueno, supongo que lo que nos ha traído aquí es... nuestras capacidades. - bajé la mirada algo avergonzada pero luego volví a subirla - Lo mio ya lo habéis visto - volví a apartar la mirada - No controlo los cambios, por eso estoy aquí. - forcé una sonrisa, Nana me había enseñado a afrontar los problemas y perseverar. Mi sonrisa se amplió cuando escuché a "Z" proponer que hiciéramos algo - ¡Si! Hagamos lo que sea, sentarse a esperar es un rollo. 

Pero antes de que pudiera escuchar nada más, sentí... ¿cómo describirlo? Como si alguien hablase en mi cabeza. No puedo decir que me hiciera sentir muy cómoda. Y aún cuando mis pensamientos fueran complejos y en ruso, no cambiaba eso. 

Bueno, mis poderes no son peligrosos. - Respondí al comentario mental. O al menos no lo eran mientras no cambiase en nadie con poderes peligrosos. 

Pero tal vez aquello no iba por mi, porque de quien se apartaba Colette era de Cam. ¿Por qué? A mi me parecía simpática. Y entonces el chico de las maletas gigantes dijo algo sobre comer. 

- Nana me preparó Pirozhki y Blinis para el viaje - sonreí un poco - En el vuelo me dieron de comer, así que puedo compartir. Claro que me sorprendería que alguien con la capacidad de pagar un vuelo y coche privado para cada uno no haya dispuesto los medios para que tengamos comida... O tal vez esta sea la primera prueba - me encogí de hombros, pronto lo sabríamos. 

Notas de juego

Pirozhki y Blinis ;)

 

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09/12/2013, 20:06
Laura Ávila Yagami

tras repartir los abrazos, y quedarse relativamente quieta en lo que venían a ser los últimos cinco minutos, se fijó en la chica nueva, y cómo ésta cambiaba de aspecto, saliendo favorecida en el cambio, si se le permitiera pensarlo. Todos comenzaban a hablar, y de pronto, un fortísimo dolor de cabeza le vino y oyó que alguien hablaba dentro de su cabeza, pero no era ella.

Vio que la chica de cabello brillante, ¿Colette, era? se separaba y comenzaba a mirar al vacío. Se comenzó a preocupar un poco por ella.

"Bueno, yo ya he dicho mi nombre dos veces, así que no creo que sea necesaria una tercera, y en cuanto a mi poder... es algo gore." Comenzó a decir mientras andaba hacia la separada, y se acuclillaba junto a ella.

"Oye" le llama "¿Te pasa algo? Pareces preocupada". Ains... insistente inocencia...

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10/12/2013, 01:21
Camille Delfidia

- Es mi culpa, Collete se ha puesto así por mi causa.- suspiré quería guardar en secreto mis habilidades por más tiempo. Mi cabeza me dolió no quería lastimarla tampoco causarle angustia con mi actitud. Al menos sabía que esa emoción era solo de ella ya que yo no estaba paranoica.- No tengas miedo yo no voy a lastimarte ya te dije mi actitud fue solo el producto de mis miedos normalmente no estoy tan a la defensiva.

Me encaminé hacia donde estaba Colette, era peligroso que me acercara ya que podía contagiarme de sus miedos pero había creado una coraza en mi para poder contagiarle mi ánimo que ahora era calmado  en parte gracias a la calma que mantenían los chicos y la energía positiva que expedían las otras dos chicas.

- Lo que yo puedo hacer es difícil de explicar pero puedo darles un ejemplo- me acerqué lentamente a Collete para coger sus manos- no tengas miedo te haré sentir mucho mejor, ya que he sido quien te ha asustado.

Respiré profundamente a simple vista no parecía estar pasando nada pero Collete podría notar como su corazón se desaceleraba, de pronto se sentía un poco más segura y confiada, la gente alrededor incluso le parecía agradable en más de una forma. Era realmente agradable estar ahí con esas personas.

- En pocas palabras una de mis habilidades es... compartir mis emociones. Collete les puede hablar al respecto.

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10/12/2013, 03:52
Colette Dollet

Colette duda por un momento si contestarle a Laura pero nota que la joven no tiene malas intenciones. Luego, se le acerca Camille y la cara de pánico de la joven se hace más que notoria. Le toma sus manos y Colette comienza a temblar, pero algo extraño ocurre y se comienza a sentir mejor.

Los temores que sentía, la sensación de estar aparte, de estar sola, de ser rechazada por sus poderes, todo eso simplemente se esfumó y su rostro se fue tranquilizando. En un momento, la mirada de Colette se hizo serena y el brillo de sus ojos se hizo notorio. Una amplia y linda sonrisa se fue dibujando de a poco y por el momento, se pudo ver cuan hermosa se veía sonriendo. Suelta las manos de Camille despacio y dice - Bueno... Es... Extraño pero sí. Me siento mejor ahora... - sonríe a todos sus compañeros y luego le da un beso a Camille en los labios en forma de agradecimiento. Es algo que en su país era muy común, aunque no sabía muy bien si en otros países también lo era - Disculpa si eso te incomoda, pero gracias. Es una forma de agradecer de donde yo vengo - sonríe y mira a los presentes.

Con algo de vergüenza, les dice - Siento si los he incomodado con mi poder. No puedo controlarlo del todo bien. Soy telépata - no sabía si decir su otra habilidad. Tal vez todavía no era el momento.