Partida Rol por web

El sentido del tiempo parecía huir de ustedes. Sabían que solo pasaron horas desde el primer momento que despertaron pero se sentía mas como eternos días que aplastaban sus hombros. 

Sin frenar ni un instante siguieron hacia adelante, por el camino contrario de donde apareció aquello que los hizo correr. Respiraban agitadamente, buscando aire, tratando de abarcar mas oxígeno de lo que eran humanamente capaces. Nunca experimentaron tal adrenalina. Justo entonces, cuando sus piernas parecían desprenderse de su cuerpo y la fatiga ganaba la batalla, contemplan delante suyo un cambio en el paisaje.

El angosto camino se ensanchaba, dejando lugar a un claro, un espacio sin árboles. En ese mismo pedazo de terreno, se encontraba asentado una rara construcción. A lo lejos parecía una casa, pero la realidad distaba de eso. Dicha construcción estaba formada por paredes de ladrillos, notan que formaba un rectángulo por afuera, pero quien sabe que laberíntico esquema se encuentre dentro. 

Una vez que terminan de focalizar su atención sobre este nuevo lugar, notan que no están solos. De inmediato el miedo vuelve a tomarlos enteramente. El corazón deja de latir, el cerebro encuentra la cúspide de sus funciones encargándose de controlar sus ojos, su vista. En ese momento aprecian que, al parecer, hay mas personas, mas seres humanos, mas...gente, entre ustedes. Lo pueden ver bien, con nitidez, gracias a los últimos rayos solares del día. Todos se quedan de frente sin decir una palabra, mirándose entre ustedes a lo lejos. Cada grupo separado por unos 25 metros de distancia.

La noche cae y deja todo en completa oscuridad.

Tiren de nuevo para desempatar.

Se encuentran completamente rodeados de la mas pura oscuridad. Comienzan a comprender lo que es la ceguera absoluta, sus ojos se llenan de negro y de soledad.

De a poco su vista se va acostumbrando, las pupilas dilatadas pueden distinguir mejor las formas, divisan las siluetas en la noche.

Aún con Fermín apoyado en su hombro, Lyssandra carraspea y coge aire.

-¿Vosotros también le habéis visto?-es una pregunta clara y si los otros han tenido un encontronazo parecido, sabrán a lo que se refiere. Está asustada, pero esta vez más que por la situación, por el efecto que el ser causó en el guardabosques, asique esta vez intentaría ser ella la que tirara del carro.

Mire hacia abajo...Si lo he visto o eso creo...Y luego gire mi mirada hacia otro lado, Quiero salir de aquí no entiendo nada de lo que esta pasando...

El aspecto de Simon se había deteriorado notablemente en tan solo unos pocos minutos. La aparición de aquel extraño ser y su imprudencia al abalanzarse sobre él le habían valido un buen castigo.

Simon estaba más pálido que nunca, no paraba de frotarse el brazo izquierdo en un pobre intento por mitigar el dolor. Además estaba lo del síndrome de abstinencia: los temblores habían evolucionado en un fuerte dolor de cabeza, y no podía parar de sudar.

Se habían encontrado con más personas a la entrada de una especie de casa, y al poco quedó claro que ellos habían pasado por experiencias similares a las suyas.

- ¡Joder, y tanto que lo hemos visto! - comentó Simon en un tono más alto de lo habitual. Estaba terriblemente asustado, aunque lo camuflaba con mal humor e insultos - Ese hijo de puta casi me arranca el brazo de cuajo y...joder - su voz perdió intensidad hasta quedarse callado. - Tengo que salir de aquí - dijo en apenas un susurro.

¿Pero qué es "eso" que nos persigue? ¿Qué le ha hecho a Fermín para dejarlo así? El dolor de la migraña se acentuaba en ese tipo de situaciones, y Gabriel tenía la cabeza como si fuera a estallar. Las primeras palabras que salieron de su boca fueron para Lyssandra.

- Oye, Lyssandra, ¿dijiste que eras estudiante de enfermería? ¿No puedes saber qué le han hecho a Fermín para dejarlo así? - Gabriel consideraba una insensatez la reacción que tuvo el guardabosques, pero eso no implica que no le importara proteger el precario grupo que habían formado.

Una vez hablado con la chica, alzó más la voz para hablar con el resto de personas presentes, los cuales parecían estar igual de asustados que ellos.

- Vale, ¿qué os parece si nos reunimos y lo hablamos todo con más calma, y sin tener que pegar gritos?

Lyssandra miró a Gabriel un instante y después a Fermín.
-no le golpeó,Gabriel, le hizo algo para... Inducirlo a ese... Shock..-la voz se le apagó y acomodó mejor al guardabosques sobre su hombro-a saber qué secuelas tiene-musitó de forma audible, con un tono de culpabilidad más que palpable, pensando que deberia haber tirado de Fermín en aquel momento...y pese a esas preocupaciones no se le pasaba por alto los sintomas de malestar y cansancio que tenía Gabriel, y la brusquedad que era provocada por sus propios malestares del otro individuo...
Gabriel tenia razon, deberian comportarse de forma civilizada.

Estoy bien, no os preocupéis. Les dijo Fermín.

Sin embargo la palidez de su rostro y su mirada perdida desmentían sus palabras. Desde el encuentro con aquel ser, Fermín se encontraba como ido. Y si antes había sido él el que inyectaba ánimos en el grupo, ahora daba la impresión de encontrarse desvalido agarrado del brazo de Lyssandra.

Mirad, allí hay tres personas más. Parecen perdidos como nosotros. Creo que deberíamos acercarnos a hablar con ellos.