Partida Rol por web

Intro ambiental.

Un vagón como cualquier otro del tren, a excepción que no tenía nada de nada en el. NI muebles, ni adornos... nada. Solo los mamparos metálicos del tren y unas ventanas grandes que daban al exterior, mostrando así el paisaje nevado.

Las puertas se cerraban y algunos consiguieron pasar al interior del siguiente vagón.

Aquellos que pasaron sin problemas se pudieron encontrar con una negrura absoluta. No había luces ni nada, simplemente oscuridad. Era como si hubieran saltado a la propia boca del lobo., en medio de la noche mas oscura.

Lamentablemente, otros no tuvieron tanta suerte.

Jake, a la mitad de su carrera, algo le frenó y se quedó enganchado en algún sitio metálico del marco de la puerta impidiendo su avance, mientras el hombre veía como la puerta se abalanzaba sobre él. Alan, alarmado, corrió hasta su amigo para intentar socorrerlo.

Cj y Rolan se dieron cuenta, demasiado tarde que la puerta iba demasiado rápido para que pasaran todos y, viendo a Jake quedar en medio, no tuvieron mas remedio que echar un paso hacia atrás, viendo frustradas sus ideas sobre avanzar. John no se amilanó y alargó su poderoso brazo para intentar coger a Cj, pero la puerta empezó a cerrarse ejerciendo  presión sobre su brazo. Afortunadamente para todos, incluido el brazo de John, las herramientas de Jake estaban sobre la Guía de la puerta, impidiendo el avance total de la puerta.

Rafaello era de mente retardada, si, pero no era tonto.

Sabía cuando algo iba mal, y viendo a la gente correr, él hizo lo mismo. Los gritos de Alan le alertaron y mirando la cara de preocupación de su amigo Kaidan, corrió para ayudar a retener la puerta. Esta había quedado bloqueada por las herramientas de Jake, pero pronto se romperían.

Como un poderoso Hércules, Rafaello puso su jorobada espalda contra los mamparos, y con las piernas y sus poderosos brazos, empezó a empujar la puerta hasta conseguir abrirla, lo suficiente para que pasaran un par de personas, liberar el brazo atrapado de John y que Jake consiguiera arrastrarse guiado por el tirón de Alan.

Cj y Roland consiguieron pasar, a tiempo justo de que las fuerzas de Rafaello fallaran y la puerta fuera a dar contra su pecho.

La escena era bastante escabrosa y los gritos de Rafaello se oyeron en la oscuridad. El crujir de su caja torácica partirse, se fundieron con los gritos del gigante. La presión era tan fuerte, que la puerta continuó su camino, aplastando músculo, tejido y al final, órganos internos. La puerta paró de cerrarse, pues había hecho tope con el cuerpo del gigante, y tan solo una ranura quedaba visible hasta el otro vagón. La sangre, sobre el marco de la puerta se derramaba empapando vuestros pies en la tenue oscuridad.

Con un gorgojeo, Rafaello moría aplastado, y sus ojos miraban a Kaidan, antes de balbucear unas pocas palabras.

- Solo.. quería.. ver las ...luces...-

Aquél vagón parecía llevar abandonado a saber cuantos años, ya que no había en él absolutamente nada, ni siquiera una mínima indicación de cual era la función que había cumplido hasta quedar en desuso. Quizás una zona de relax, con aquellas alargadas ventanas. Debía de ser de noche porque no se podía ver nada a través de ellas, así que el paisaje que tanto tiempo les había sido negado contemplar tendría que esperar un poco más. Tenían preocupaciones más urgentes, de todas maneras.

Apenas habían conseguido pasar la mitad, mientras que el resto se quedó atrás. Vio como Alan corría hacia Jake, que había quedado atrapado de alguna manera justo en el medio de la puerta. John también volvió hacia atrás, tratando de conseguir alcanzar a CJ, que no podía hacer otra cosa que mirar impotente desde su lado del tren. Al ver aquello, Kaidan, una vez con Olya ya en pie, también se aprestó a ayudar como pudiera a sus compañeros, aunque el poco espacio que les dejaba la menguante abertura, a pesar de haberse detenido momentaneamente, no les permitía demasiado margen de acción.

Entonces Raffaello entró en acción, sin que nadie se lo pidiera, a pesar de que no les debía nada a aquellos que sin previo aviso habían interrumpido en su vida y la habían puesto patas arriba. Interpuso su enorme cuerpo entre la puerta y el marco, y usando su igualmente enorme fuerza consiguió hacerla retroceder lo suficiente como para abrir un pequeño pasaje. No desaprovecharon la oportunidad. Jake consiguió desengancharse ayudado por Alan, y CJ y Roland se escabulleron por la abertura que dejaba el cuerpo de Raffaello. Justo en el último momento.

El gigantón, que se notaba que estaba haciendo un esfuerzo descomunal por la rojez y expresión de su rostro, y el sudor que lo recorría de arriba a abajo, no pudo aguantar más. Kaidan lo agarró del brazo, tirando de Raffaello hacia sí, pero la puerta ya se cerraba sobre él, avanzando impasiblemente ante los gritos que empezó a emitir el grandullón a medida que su cuerpo era aplastando lentamente. Por debajo de los gritos se oía el ruido de los huesos crujiendo al partirse, mientras que la sangre empezaba a salir disparada en pequeñas explosiones cuando la presión provocaba que alguno de los órganos reventara, manchando la cara de Kaidan al ser el que estaba más cerca.

A pesar del inmenso sufrimiento que padecía, Raffaello todavía tuvo fuerzas para decir unas últimas palabras. Kaidan se dejó caer de rodillas al suelo, totalmente conmocionado, sin poder responder siquiera al que durante unas pocas horas había sido su amigo, que de todas formas ya no podía escucharlo. La cabeza del grandullón estaba caída hacia un lado, con la boca en una mueca y los ojos abiertos y llorosos. Lo único que se matenía todavía medio erguido era el brazo que Kaidan seguía sujetando de manera inútil, y que soltó al darse cuenta.

De rodillas frente al destrozado cuerpo del que los había salvado a cambio de su vida, Kaidan bajó la cabeza, y se echó a llorar en silencio. Se pasó las manos por la cara, pero al bajarlas vió que estaban llenas de sangre. La sangre de Raffaello. La sangre de su amigo. Las lágrimas corrieron por sus mejillas, mientras un leve susurro salía de sus labios - Esto se tiene que acabar... tiene que acabarse...

El panorama es dantesco. Parece que este tren se guarda una sorpresa más desagradable a cada vagón que pasamos. Incluso este, que técnicamente está deshabitado, nos ha regalado esa última visión del pobre desgraciado siendo aplastado por la puerta. 

Tratando de ignorar el cadáver despachurrado, me arrodillo junto a Kaidan, y le retiro la sangre del rostro con la manga del jersey.

-Vamos... -murmuro, con voz queda, ayudándole a ponerse en pie. Él me ha ayudado a no morir aplastada, qué menos que tratar de evitarle un shock.

Realmente, creo que todos estamos en shock, de una u otra forma. 

Me froto el entrecejo, agotada. Sé que el enorme panel que hay a un lado del vagón es una ventana, es como la de la sala de guardias. Y si está todo oscuro, es que debe ser de noche ahí fuera. Los de Primera deben estar durmiendo plácidamente en sus putas y lujosas literas. Y mi padre...

-Tenemos que seguir -joder, estoy sonando como una perra insensible. Y mirándonos... veo que somos pocos. Muy pocos-, los que se han quedado atrás tendrán que abrirse paso como puedan, como haremos nosotros. Les dejaremos las puertas abiertas conforme las vayamos desbloqueando.

Hincho el pecho en una respiración profunda, y luego miro a mis compañeros.

-Roland, Jake, Alan, ¿estáis bien? ¿Estáis heridos? -Me aseguro de que sólo tengan magulladuras. La oreja de Roland no tiene buen aspecto, así que rasgo un trozo de tela de una de mis capas de ropa y se lo aprieto contra la sien, esperando detener la hemorragia. Con la conmoción del vagón de suministros, CJ no ha podido hacer mucho por él.- Tenéis que abrir esas puertas.

A cada paso que dabamos, la realidad se volvía cada vez más y más cruenta. Había conseguido pasar tratando de ayudar a Jake, y viendo también como Kaidan y Olya estaban ya en este vagón, pero sin duda el sacrificio que había hecho aquel que era el nuevo amigo de Kaidan, fue el que nos dió a todos la oportunidad de continuar, y a la vez un poco más de sufrimiento por la realidad - Ahora me alegro que Sarah no esté aquí.

El sonido era lo que nos confirmó el sacrificio, y el derrumbe de Kaidan por tratar de salvar a su amigo, el que me encogió el corazón. Me acerqué lentamente detrás de Olya, para posar mi mano sobre el hombro de Kaidan y ofrecerle apoyo igual que ella - No se merecía morir así... pero ha sido un heroe. - Mientras Olya lo ayudaba entonces a levantarse, yo me arrodillé frente al cadaver sacando un trapo de uno de mis bolsillos. - Se que no es lo mismo, pero todo se merecen ser recordados - Finalmente cerré los ojos del grandullon y puse el trapo encima, como cuando se lo hacían a los de tercera.

Ni tiempo para un funeral, ni tiempo para llorar. Lo sabía muy bien, pero la manera en la que lo demostraba Olya me hizo preocuparme. Miré a los demás poco a poco cuando preguntó si estabamos bien - ¿Y tu Olya? ¿Y los demás? - Terminé su pregunta, aunque realmente necesitara a los ingenieros del tren, estabamos atrapados - Por ahora no podemos avanzar. Así que es mejor esperar y reponernos hasta que Megan y Sarah consigan abrirnos las puertas. - Miré a todos uno a uno y expliqué - Lo de antes era el reinicio del sistema. Si fue Rhazes quien pulsó el boton, estamos en un problema. Sin embargo si fue el señor Lebedeva... aún tenemos tiempo. Pero las puertas ahora solo pueden abrirse desde alante y de manera manual.

Lancé un largo suspiro mirando especialmente a Kaidan, a John, a Jake y finalmente al grandullón que acababamos de perder. - Hemos perdido mucho... demasiado... - Me crucé de brazos mientras me apoyaba en una pared... ¿O era un ventanal? Que más daba. Me presioné las manos al cuerpo especialmente allí donde había guardado lo que Kaidan me dió - No podemos perder a nadie más... - No lo soportaría

La pregunta de Alan toca algo dentro de mí que me había negado a explorar desde que había comenzado toda esta locura.
No, no estoy bien. Estoy a mil jodidas millas de estar bien.
No puedo evitar que me tiemble el labio inferior, en previsión de un llanto incontrolable. Pero no puedo dejar que me vean. No puedo dejar que cunda el desánimo, no ahora. Así que sin decir nada, me retiro a un rincón, tras algunos trastos, y me encojo sobre mí misma, acallando los sollozos con la mano.

Cada vagon era un sufrimiento para cada uno de nosotros ... salte en el ultimo intante, cuando el gran hombre intentaba mantener la puerta abierta y evitar de otros fueramos aplastados por esa puerta, pero sin poder mirar hacia tras escuche el sonido, detrozando a ese horrible ... pero honorable ... ser que estaba preparando las barritas por lo que parecia ... y lo que era aun ma importante un amigo para Kaidan.

No pude mirar atras ... el sonido era ...era imposible de describir .. huesos destrozados, y chorreones de sangre ... debia de ser dantesco y estaba ya cansado de tanta mierda, tanta sangre ,... tando sufrimiento ..., solo podia ver mas ...

Escuchaba como Kaiden lloraba, como la profesora sollozaba ... no podia mas ..., me levante y esta vez decidi no acercarme alli , no podia ... no queria ... no ... no ... ya solo podia tragar mi frustracion, mis miedos y todo ... esto ya era algo mas que personal ..., me levante y me dirigi hacia el enorme ventanal ... oscuro ... pero habia nieve por todos lados ... algo que no sabia que era ... pero era hermoso ... pero no podia disfrutar ... mi corazon estaba cerrado, intentando mantener a salvo los pocos sentimiento y emociones que aun conservaba y que si dejaba salir no podria salir ...

- Levantaos ... no ... no podemos para ahora ... - mi voz esta rota, pero parece que mantengo la compostura ... - Si no acabamos ya con esto ... cada muerte, cada perdida, cada amigo perdido ... habra sido para nada ... y ... salvar a aquellos que queremos que estan con esos asesinos ... - sin mirar el cadever del grandullon ni mirar a los dejas a los ojos para no derrumbarme ... me dirijo hacia la puerta siguiente y comprobar si hay algun tipo de mecanismo, donde poder cacharrear para poder seguir adelante ...

Miré a Olya retirarse con preocupación y Roland tratando de sobreponerse... por una vez estaba de acuerdo con el pero... - Roland, ya lo hablamos cuando lo planeamos, tras el reinicio de sistema las puertas solo se podrán abrir manualmente desde delante... Kaidan tiene Khronol pero... - Le miré aún destrozado - Será mejor reservarlo y confiar en que Megan y Sarah vendrán. Hasta entonces tenemos que descansar y reposar las heridas. Confía en ellas. - Y tras decir aquello me fuí a donde estaba Olya, no sin antes apoyar una mano en Jake

-¿Estás bien amigo? No me vuelvas a dar esos sustos ¿eh? Tenemos que llegar juntos y me tienes que presentar a esa chica que te ha enamorado... Ahora descansa compañero - Le di un leve golpe a Jake en el hombre para que intentara estar calmado. John era un hueso duro de roer sin duda, y Kaidan... necesitaba llorar. La que de verdad me preocupaba... era Olya, a la cual me acerqué y la hablé susurrando.

Aunque realmente, ni hablé. Me agaché para verla poniendo una mano en el hombro levemente tratando de tranquilizarla, avisando que estaba aquí. Dandole el geste de que me tenía aquí para lo que quisiera. Ella lo sabía pero igual... si hacía falta las palabras - No estás sola. - Dije mientras trataba de buscar su mirada - Puedes contar conmigo... para lo que sea... aunque haya ocultado aquello... Siempre estaré aquí, para lo que necesites. - Igual ya hablaba demasiado así que... solo ofrecí mis brazos, por si realmente quería llorar sin más.

Cero que lo dije, peeeero por si acaso, estáis completamente a oscuras. Puede que levemente iluminados por las luces de la puerta de Alarma (las rojas) como mucho ilumina vuestras caras a los más cercanos (1 o 2 metros)

Intento dar con el panel ... pero nada ...  - mierda ... no puedo hacer nada ... - golpeo con violencia de nuevo, incluso con la culata del arma ... incluso pensando en disparar contra la puerta ... o .... que demonios contra el cristal ... parecia mas endeble que las paredes de chapa.

- Joder ... tal vez podriamos reventar la ventana y salir de aqui ... ainque fuera por fuera ... tal vez podriamos entrara de alguna manera ... -

Escucho a Roland trasteando con la puerta. Me da igual que dijeran que no se podían abrir más que desde fuera, seguro que algo podemos hacer, joder.
Sin embargo, continúo reprimiendo los sollozos ocultando mi rostro entre los brazos, cuando una mano en mi hombro me provoca un sobresalto.
-Joder -Mascullo, con sorpresa, hasta que su voz me indica que se trata de Alan.

Torpemente, debido a la penumbra, me rodea con sus brazos, y, derrotada, me dejo hacer, enterrando el rostro en su pecho.
-No estoy enfadada contigo -murmuro, sollozando-. Pero tengo mucho miedo, Alan. Estoy acojonada. No quiero morir, no quiero acabar como Henry o como Ha Neul o... o ese pobre que nos ha permitido pasar.

Me odio por decirlo. Me odio por mostrar esta debilidad, pero estoy exhausta, y el calor reconfortante del hombre me empuja a desahogarme sobre él.
-Tengo miedo de que todo esto no sirva para nada.

Cuando la senti echarse sobre mi pecho, ya seguramente llorando, llevé una mano a su cabeza acariciandola para consolarla. Me gustó oir que no estaba enfadada conmigo, me alivió un gran pesar. Pero el miedo que decía sentir, no me era desconocido. Todos estabamos acojonados. Nadie quiere morir como los que ya han caido, ninguno... Es dificil pero... Es así - Olya, yo también estoy muerto de miedo. No puedo evitar pensar por un segundo, que tras pasar por una puerta podría ser yo el siguiente que muriera... Pero sin embargo eso no me detiene por una razón. - Fue entonces cuando llevé una de mis manos a su vientre y empecé a explicar

-Sarah, tu hijo, tu... - paré por un segundo, el cual cualquiera podría mencionar que fue algo incomodo y continue - John, CJ, Kaidan, Elaine, Jake y su chica, Megan y sus padres, Roger, Roland... Toda tercera. Todo el tren. Sí, sé que hay motivos más que suficientes para saber que si sigo haciendo esto para conseguir un minimo de libertad podría morir a cada paso que doy, pero mis razones para vivir son inmensamente mayores y más fuertes como para no rendirme nunca y por eso se que cada paso que dé, será tan firme que me mantendrá con vida, porque vosotros estais detrás mia, porque quiero protegeros, y por que quiero, al igual que los demás, una vida mejor para los que están por venir. - Entonces quité mi mano de su vientre y la pasé por su cara para limpiar sus lagrimas y tratar de mirarla.

-No te voy a pedir que seas fuerte, no te voy a pedir que continues si no quieres y no te voy a pedir que no hagas algo para lo que no estes preparada. Pero si decides continuar, ser fuerte y estar preparada para lo que venga, quiero que sepas que te voy a proteger hasta el final. A ti, a tu hijo, a Sarah... a todos. - Por un momento pensé que sonaba repetitivo pero... si era lo que sentía porque esconderlo - Siempre me tendrás cerca.

Las caricias de Alan sobre mi cabeza consiguen apaciguar mis sollozos durante unos instantes, reconfortándome. Casi me trasladaba a los buenos tiempos, cuando todavía estaba mi padre conmigo, cuando no se lo habían llevado. Cuando me protegía del frío y del miedo acunándome entre sus brazos.

No puedo evitar cerrar los ojos, y suspirar, mientras le devuelvo el abrazo a Alan. 

-No te voy a pedir que seas fuerte, no te voy a pedir que continues si no quieres y no te voy a pedir que no hagas algo para lo que no estes preparada. Pero si decides continuar, ser fuerte y estar preparada para lo que venga, quiero que sepas que te voy a proteger hasta el final. A ti, a tu hijo, a Sarah... a todos. Siempre me tendrás cerca.

-Gracias -susurro.

No hay mucho más que pueda decir. Tenemos que seguir, lo sé. Tenemos que seguir, porque volver ahora sería violar la memoria de aquellos que han caído para que lleguemos hasta aquí. Y si morimos, será luchando. Y no quiero que me rellenen de semen de un viejo retrasado de Primera, ni temer perder a mi hijo cuando llegue a determinada altura. No quiero tener que alimentarme del cuerpo de Henry, ni que esos nutrientes pasen a mi bebé, en mi vientre...

 Sé que tenemos que seguir, pero hasta que no nos abran por fuera, poco podremos hacer. Por muy diestros que sean Jake o Roland como mecánicos, poco pueden hacer a oscuras y sin herramientas. Y... y estoy exhausta. Todos lo estamos. Física y emocionalmente. Mi padre no tiene mucho tiempo, pero no hay mucho más que podamos hacer, salvo descansar. 

-Deberías ir a tumbarte, Alan... -comento con voz queda, al cabo de unos segundos-. Eres el líder, tienes que estar al cien por cien cuando todo esto se reanude. Siento que te haya tocado pringar, no debe ser agradable tener que tomar las decisiones difíciles.

Y todo lo que le he dicho, sólo porque me sentía asqueada de mí misma por haber comido esa mierda... qué imbécil soy a veces.

Kaidan se giró hacia Olya cuando sintió que esta se arrodillaba a su lado, aunque no dijo ni hizo nada más, ni siquiera varió el gesto cuando la profesora trató de limpiarle la sangre que le quedaba por la cara con su propia ropa. Se dejó levantar por ella, como si de repente se hubiera convertido en un autómata sin voluntad. Solo asintió al escuchar las palabras de Alan, que también se había acercado hasta él, y lo observó en silencio mientras le daba una última dignidad a Raffaello. Se quedó allí de pie, escuchando como los demás trataban de recomponerse y seguir hablando del plan para mantener vivos los pocos ánimos que quedaran y que el impuslo que los había llevado hasta alí no quedara en nada... a pesar del coste.

Vio que Olya al final también se apartaba y se encogía sobre sí misma en un rincón, y que Alan fue hacia ella, probablemente a tratar de animarla. Seguía preocupándose por todos de la misma manera que antes, a pesar de que lo que sufrían le afectaba igual que a todos Alan seguía tratando de labrar una oportunidad de mejora para los de tercera. En ningún momento había sentido que se había equivocado al ponerse de su lado. Todavía encerrado en sí mismo, pero necesitando simplemente sentirse cerca de otros, se encaminó hacia donde estaban y se sentó al lado de la profesora, abrazándose a sus piernas flexionadas y mirando fijamente al frente, viendo la misma oscuridad que había en casi cualquier lugar de aquél vagón.

Poniendo mi mano sobre la cabeza de Olya otra vez para acariciarla le respondí - Gracias por preocuparte por mi Olya. Pero precisamente por ser un lider, debería de calmar a ciertos individuos, y aún no sé ni como - Dije señalando medio con la cabeza medio con la mirada a Roland, sin saber muy bien si estaba acertando o no. - Pero por ahora, me vale con que descanses tu... - Entonces vi como Kaidan se acercaba cerca de la profesora y sonreí - O más bien descanseis ambos. - Con la otra mano fuí al hombro de Kaidan dandole un suave golpe haciendole saber que estaba aquí.

-A ti te digo lo mismo amigo. Si necesitas cualquier cosa por pequeña que sea, me tendrás aquí para todo. - Y luego llevé mi mano a su cabeza para acariciarle también. - Llora si lo necesitas Kaidan, pero sobre todo tomaté el tiempo que necesites para volver a la acción. Y gracias, por rescatarnos a todos... aunque tu también tuvieras que ver aquello - me refería obviamente al procesador de las barritas

-Todos nos merecemos un descanso. Y este es un buen momento para tomarselo - Fue entonces cuando levanté un momento la mirada buscando con ella a Jake principalmente, aunque el ruido que metía Roland no me pasó desapercibido.
 

Alcé la mirada mientras hablaba con Olya y Kaidan y miré a todo el vagón en general para finalmente decir - Roland, agradezcemos tus intentos y tus planes para avanzar pero, es imposible. Acuerdate, una vez se daba el reinicio habría que esperar la apertura manual del otro lado. Se que no me harás caso aunque te lo diga pero... Este es un buen momento para sentarse, relajarse y ordenar tu mente para aclararte y saber que hacer cuando nos abran. Te aconsejo que tu también lo hagas. - Y tras decir aquello a Roland, ni esperé respuesta, ya me había demostrado varias veces que su decisión era lo mejor para el, ahora que el decidiera si seguir mi consejo o tratar inutilmente de reventar la ventana.

Miré hacia Jake principalmente aunque los demás estuvieran al lado - Si quieres unirte amigo mio. - Le ofrecí mientras por otro lado me acomodaba junto a la Olya y Kaidan, abrazando mejor a ambos. Aunque por dentro, pensaba en otra cosa - Espero que no le haya pasado nada a Sarah...