Partida Rol por web

Snowpiercer 2: Ice Breaker

Vagon de Ocio

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21/09/2017, 19:54
El revisor Paco

Esto es lo que pasó.

Solo fue el inicio. Podéis creerme o no, pero es la verdad.

La portada de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA del lunes 14 de abril del 2014 hacia eco del demoledor informe del grupo internacional de expertos de la ONU en el que se daba un ultimátum: los científicos exigían reducir las emisiones al menos un 40% en los próximos 35 años como única vía para salvar la Tierra. El estudio defendía el crecimiento industrial y demográfico con menor gasto de energía.

La primera página del diario destacaba también la dramática situación de Ucrania, con enfrentamientos armados entre la Policía y el Ejército de Kiev con rebeldes prorrusos en el sureste del país.

¿Creéis que eso era lo importante? Yo creo que no.


El cambio climático fue inminente.

Una realidad, y el aumento de temperatura también. Los polos se desintegraron, literalmente, haciendo crecer e inundarse todas las zonas costeras. Los glaciares pasaron a mejor vida y se hundieron para siempre en las aguas cálidas que los rodeaban. Algunas ciudades importantes quedaron sumergidas cuando el agua llegó hasta el corazón de las mismas.

 

Con todo la extinción humana estaba llegando a su fin. Llamémosla Primera Oleada, algo no carente de ironía.

La gente emigro al centro de los continente, a las montañas. Allí donde el agua no podría llegar. Pero tras varios años del desastre, las aguas empezaron a remitir. Y remitir. Y remitir. Y remitir...

Las inundaciones solo fueron el principio del calentamiento global. Porque cuando hay mucho agua y mucho calor, es fácil adivinar lo que pasaría a continuación. Sequías. Segunda Oleada.

Hay muchas cosas que se perdieron en las primeras oleadas, vidas humanas, daños materiales irreparables, flora y fauna... Pero hay algo que nunca cambiará por mucho que el mundo se vaya a la mierda: Las clases sociales. Si, el gobierno siempre seguiría su curso y fué éste el que propuso intentar parar la segunda oleada antes de que no quedase nada de agua en la tierra.

Por ello se puso en marcha un plan preventivo bastante ambicioso que consistía en mandar a la atmósfera varios satélites con unos preparados químicos que harían enfriar las capas medias de la atmósfera, y con ello a las nubes que se dibujaban en el horizonte, en señal de lluvia, pero que solo parecían crecer por la evaporación masiva.

El agua nunca llegó. No como tal.

El experimento se les fue de las manos y acabó enfriando las nubes mas de los que se deseaba, provocando la Tercera Oleada. Frio extremo. El agua bajó en forma de nieve y llegó para quedarse. Para siempre. El ciclo del agua se rompió por un experimento del gobierno y una nueva era de Glaciación se adueñó de la Tierra.

Y la gente murió. Toda vida en la tierra, murió.

No todos, en realidad.

Un visionario! El señor Wilford. Un científico brillante, ingeniero mecánico, dispuso que el experimento no serviría para nada. Y tuvo razón. Pero antes de que se enviara nada a la atmósfera, creo 3 trenes de energía renovable y autónomos. Invirtió su fortuna en crear una vía que rodease la Tierra y con ello poner en marcha sus trenes, cargados con la mayor cantidad de gente posible, que pudieran vivir dentro el resto de la vida.

Se seleccionó a la gente cuidadosamente. Sobre todo a los que creyeron en el señor Wilford. Nuestro salvador!! Los trenes se pusieron en marcha con los últimos supervivientes de la especie humana y para cuando la gente del exterior se dio cuenta y el experimento falló, fueron a buscar a Wilford. Pero ya era tarde. 

El tren había abandonado la estación dejando al resto de la humanidad a merced del frío extremo, avanzando por una vía que circunvalaba la Tierra. Recorrería las nevadas y heladas praderas, colinas y montañas, valles y océanos helados. Viendo pasar los vestigios congelados de lo que anterior mente se conocería como la civilización de la humanidad. Ahora estatuas perennes, recuerdos helados y muertos, pues todo lo que había en el exterior estaba muerto.

Un tren que no se detendría.

Jamas!

Pero esto, son solo leyendas.

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21/09/2017, 21:27
Dj Train

La música sonaba a todo trapo en la zona de ocio.

Sobre todo en la zona de 24 horas. A veces podría resultar molesto, pero la mayor parte de la gente que estaba allí era para pasárselo bien y desinhibirse un poco bailando, fumando opio, follando en alguna esquina o bebiendo todo tipo de licores que había en una barra móvil.

Era lo que antiguamente se hubiera llamado "Sodoma y Gomorra". Normalmente en esa zona no había guardias, salvo que alguien se pasase mas de la cuenta y armara jaleo. Lo cual solía pasar con bastante frecuencia.

Pero mientras tanto, la gente disfrutaba de todo sin importarle cuando ni como. El resto de la zona de 1º era mas tranquila, mas llevadero todo y posiblemente mas normal. O pijo, según decían los de 3º. Por ello esta zona era la mas dedicada a los jóvenes ansiosos de fiesta y experiencias libres.

Las 3 estabais allí porque algún amigo os había llevado, posiblemente para ligar o bien por otro motivo. ¿Hacía falta alguno para pasárselo bien?

El Dj bajó un poco la música, lo justo para oirle hablar mientras hablaba en un tono muy divertido.

-Hola!!! Un poco de atención, por favor!- Dijo subiendo las manos para pedir silencio a los que se quejaban de que subiera de nuevo la música.

- Hoy es un día especial! Y deberíamos celebrarlo a lo grande! Y todo se lo debemos aaaa... Elizabeth Byrne!!. Por favor un aplauso para la cumpleañera, que hoy cumple sus 28 años!!-

Los vitores se repartieron por todo el vagón de la fiesta, casi apagando el sonido de fondo discotequero, mientras la gente se giraba hacia Elizabeth para mirarla con una sonrisa.

Al fondo del vagón , se abrió una puerta y entró alguien con una tarta de cumpleaños con las velas encendidas. Acto seguido la gente empezó a entonar el cumpleaños feliz.

- Sóplalas! Y pide un deseo!!- Gritó el Dj mientras subía de nuevo la música, aunque esta vez no tan alta, para que la gente difrutara del cumpleaños.

 

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22/09/2017, 00:05
Megan Simons

Era la primera vez que Megan entraba en ese vagón. Había oido hablar de el pero su padre era muy reticente a dejarla ir, dado que, mentalmente seguia siendo una niña. No obstante su madre le había convencido para que la dejara vivir un poco bajo el argumento de que tal vez nuevas experiencias la ayudaran a madurar. Megan no tenía la menor idea de que podía referirse pero la idea de poder explorar un nuevo lugar que no había visto antes le fascinaba lo suficiente como para estar de acuerdo. Entro en el vagón con luces de coleres muy bonitas. No le gusto la musica tan alta pero al rato se había acostumbrado. Miro con curiosidad a una pareja que "bailaba" muy juntos contra una de las paredes. Al chico se le habían caido los pantalones de tanto moverse y se le veia el culo. Megan sonrio colorada, soltando una risita infantil. Empezo a dar saltitos al ritmo de la musica y a mover la cabeza hasta marearse un poco. La musica bajo de volumen para avisar de un cumpleaños. Una chica cumplia 28 años y penso.-Bua, ¡28 años! es supervieja. Pero la chica que se acerco era bonita y tenía mucho estilo. Le gusto el pelo y la ropa y el maquillaje. Ella no usaba maquillaje, tampoco tenía muy claro como pintarse para estar guapa y sentia la necesidad de hacerlo, aunque como todo le causaba una gran curiosidad. Despues de que la chica soplara las velas se acerco con su mejor sonrisa y dijo.-¡Felicidades, soy Megan! Es la primera vez que vengo aquí.

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24/09/2017, 22:09
Elizabeth "Liz" Byrne

Hace demasiado tiempo que dejé de contar los días en los que estaba encerrada en esta jaula de oro cubierta de sábanas de seda y glamour, un lujo pasajero que no era más una falsa máscara encubriendo los vacíos que nos sentíamos por dentro.- Dudo que sea la única que me sienta así.- Mirar los perfectos rostros de los habitantes de primera con sus impecables sonrisas calcadas, practicadas posiblemente durante horas frente al espejo, simplemente por aparentar la grandeza a la que quieren aspirar sino quieres ser pisoteado.

Me cansé de ser una marioneta del consumismo y el dinero, de fingir que era parte del rebaño y tomar mi propia decisión de ser libre.- Hoy será mi última gran noche.

Miré mi reflejo frente al espejo del baño, comprobando que mis labios dibujaban una simple curvatura parecida a una sonrisa y la mirada cristalina destilaba cierto aire de tristeza y decisión.

Sin embargo no tenía miedo, demostrándomelo al alzar el mentón de manera altiva y sostener la mirada, respirando hondo y comprobando cómo mi pecho se movía con el ritmo acompasado de mis latidos. Del bolso, situado sobre el lavabo, saqué una barra de labios carmesí, arreglándome el maquillaje que llevaba y quitándome con la yema húmeda de los dedos el sobrante. Aparte me aparté un par de pasos para comprobar que el vestido que había elegido para la ocasión también fuera el correcto, un ajustado traje corto de tubo rojo que acentuaba mis curvas, girándome de un lado a otro para comprobar todos los ángulos mientras, en los lavabos detrás de mí, podía escuchar una pareja tranquilamente follando.

Con el tercer gemido supe que debía salir de ahí. Cogí mi bolso de mano y abrí la puerta, dejando que la música retumbara en mis oídos y esquivando la masa de gente que se agolpaba a mi alrededor, moviéndose al son de la música, chocando unos con otros de manera despreocupada. Me moví por los laterales, cubriéndome con la pared y excusándome con una sonrisa de aquellos que me invitaban a bailar, marchándome antes de darle tiempo a una posible réplica.

Había ido a la zona de fiesta para despedirme, mirando cada detalle con especial atención como si fuera la primera vez que lo hacía. Fue entonces cuando escuché al DJ pidiendo atención y las réplicas restantes, provocando que mirara en la dirección curiosa por el motivo.

Elizabeth Byrne!!. Por favor un aplauso para la cumpleañera, que hoy cumple sus 28 años!!

Parpadeé varias veces al escuchar mi nombre, pero fui rápida en reaccionar y respondí con una amplia sonrisa y un “Gracias” mudo en su dirección, colocándome una mano en el pecho, teatralizando mi actuación. Tantas miradas pendientes de mí, felicitándome y aplaudiendo como si de verdaderos amigos se tratasen cuando hace un segundo posiblemente no sabrían mi nombre simplemente por aparentar era de lo que quería escapar.

Representé el papel que me había tocado, saludando a los desconocidos y charlando con otros sobre el día cuando vino la tarta, una encantadora adaptación con forma de tren y velas encendidas. Fingí emoción ante la canción, juntando ambas manos mientras entonaban las últimas notas.

Sóplalas! Y pide un deseo!!

- No sé qué pedir, ¿cumplir menos el próximo año?- Bromeé, soltando una leve carcajada mirando a unos y otros. Me coloqué frente a la tarta con los ojos cerrados y, tras pensarlo, soplé fuerte a todas las velas apartándome los mechones de cabello que hubiera sueltos para no mancharlos con la tarta.- Deseo que todo termine.

¡Felicidades, soy Megan! Es la primera vez que vengo aquí.

Me giré para encontrarme con una joven, acercándome a ella para poder escucharla mejor. Le puse una mano en el hombro, un gesto cercano al saber que era su primera vez en esta zona.

- Bienvenida Megan. Soy Elizabeth aunque, a estas alturas, ya debes saberlo.- Sonreí mientras cogía el cuchillo para cortar un pedazo de tarta y dejarla sobre uno de los platos. A su lado dejé una cuchara, tendiéndosela después a la joven.- Toma, seguro que vendrás con hambre.- Cuando cogiera el plato no pude evitar mirarla con cierto grado de preocupación, pensando en toda la vida que le tocaría por delante y lo joven que era. Además, había escuchado su trágica historia en particular, el accidente que tuvo y las secuelas que le dejaron, algo que me encogía el alma sin poder evitarlo. Esta vez sonreí con ternura casi maternal mientras me acercaba a su oído para susurrarle.- Nunca olvides quién eres, Megan.- Me aparté mirando hacia otro lado y cogiendo un trozo de tren para comérmelo, saboreando el chocolate.- Diviértete pequeña.

Dejé a cargo de repartir los trozos de tarta al primero que encontrara cerca, queriendo salir de aquella sala cuanto antes con un nudo en el estómago, aligerando el paso hacia la puerta de salida.

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24/09/2017, 23:40
Senia Crowell

No habia pisado una sola fiesta en mis dieciocho años de vida, es lo que tenia ser la hija del jefe de seguridad, que por encima era super protector, cualquier zona que se "desmadrara" un poco para su punto de vista no era apta para mi, y eso implicaba que TODOS los guardias lo sabian, asi que intentar colarse era un imposible.

Pero aquella noche era distinta, algunos de mis compañeros irian a la fiesta y ya estaba cansada de ser la unica que se quedara como un muermo, asi que hice algo que no debia, chantaje sobre mentiras.

El guardia que tenia que vigilar la zona en la que estaba era nuevo, un novato, asi que era el ahora o nunca, pues los veteranos me mandarian a paseo muy rapido, pero un novato que no tenia mas que un par de años mas que yo era presa facil, muy facil de echo.

Fue simple, o me dejas pasar y dices que no he salido de mi zona o gritare y llorare hasta que llegue mi padre y le dire que intentaste tocarme. Solo con la cara de panico que puso ante la idea de mi padre cabreado fue un mapa, asi que no tuvo otra opcion que dejarme pasar. ¡Mi primera noche!

Cuando llegue al vagon mis ojos se abrieron de par en par, aquello era una pasada ¡Yo queria un cumpleaños asi! no sabia quien era la cumpleañera pero me daba igual ¡Estaba en una fiesta! No me lo creia, aquello estaba abarrotado de gente, la musica sonaba, los cuerpos se movian bailando, era maravilloso. Fue entonces cuando el dj bajo la musica y hablo de la cumpleañera, entrando una tarta y todo ¡Que pasada! Fue entonces cuando vi a la chica, era mayor pero era preciosa, increiblemente preciosa, rezaria por conservarme asi de bien.

Al soplar las velas aplaudi como el resto con una enorme sonrisa. Ahora tocaba buscar a mis compañeros y comenzar a bailar.

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25/09/2017, 17:48
Megan Simons

Megan acepto el trozo de tarta, aunque le parecio raro ya que el primer pedazo era para el cumplia los años o un invitado de honor.
No tenía hambre pero nunca se negaba a nada que tuviera chocolate y dio un mordisco mientras la chica del cumpleaños le decia algo muy raro sobre ser ella misma. ¿Quien podía ser sino?.
Despues se movio entre la gente buscando la puerta.
Era una chica muy misteriosa y su forma de actuar desperto la curiosidad de aquella niña de cuerpo adulto que decidio, tarta en mano, seguir a Elisabeth a cierta distancia. Seguro que iba a algún vagón que ella no conocia u otro sitio que debía ser mucho más divertido.

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25/09/2017, 18:45
Briseida "Briss" Tuner

-Vaya, vaya, vaya!- Dije con una voz algo chillona desde detrás de las chicas.- Pero si es mi querida amiga Liz

Me mantenía a cierta distancia, pues no quería juntarme con la chusma del tren. Y eso que había chusma y chusma. Los pasajeros de tercera eran mierda que olían mal o eso tenía entendido. Liz era de las que se echaban perfume pero en el fondo seguía siendo la misma mierda.

-¿Como se siente una al ser cada día que pasa mas... insulsa? Ya son... ¿cuantos? ¿28 estúpidos años tirados a la basura, Liz?

Mis palabras podían ser hirientes, claro que si. Pero es que nadie de allí me llegaba a la altura de los zapatos y mucho menos esa chica que parecía un fantasma paseando por el tren. Era la rara y no merecía ni siquiera que tuviera un cumpleaños. Bah! Si no fuera por que su familia era de los mas ricos del tren seguro habría muerto dentro del urinario.

- Reconócelo. Eres una Friki. Peeeero te voy a dar una oportunidad.- ¿Porque? ¡Porque yo lo valgo¡ Joder, casi soy tan buena que ese tio que en los libros de historia dijo que se sacrificó por nosotros...como era... Gandhi! Eso! -Debes quedarte en "tu" fiesta, querida! No puedes irte...- me acerque a ella sonriendo maliciosamente con una mano en la espalda.

Mis amigas me animaban a que siguiera con ella. No era para menos! Yo era la popular de la sección y todos lo sabían. Asiq eu si yo me reía ellas también. Así de simple.

-... no a menos que pruebes tu... tarta!!- Grite en el momento en el que mi mano salió detrás de mi espalda y le tiró a Liz una porción en todo el pecho.

-¡¡Jajjajajajjaa,Tonta!! Te he hecho un favor! Ese vestido no te favorecíaaa... jajajaja.- Si es que tengo un corazón que no me cabe en el pecho!!

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25/09/2017, 19:27
Megan Simons

Megan zuncio las cejas. Aquello que había hecho esa otra chica estaba muy mal. Elisabeth era buena, le había dado el primer trozo de tarta y esa otra chica le había destrozado el vestido en su día de cumplir años.
No lo penso, tampoco tenía una gran capacidad para hacer maquinaciones a largo plazo. Tomo el trozo de tarta que le quedaba y lo estampo en la cara Briss.
-¡Tú si que eres TONTA, TONTA Y MALA!- le grito cerrando los puños enrrabietada.-¡Y no sé que es eso de friki pero seguro que tú lo eres mucho, mucho, mucho de más!
Megan estaba cabreadisima y añadio.-¡Y eres fea, más fea que un culo haciendo popo! le grito antes de concluir sacandole la lengua con todas sus ganas.

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26/09/2017, 16:50
Elizabeth "Liz" Byrne

La hilarante voz de Briss me hizo detenerme en seco sabiendo que no iba a dejarme marchar, al menos no tan fácilmente. Me giré para encararme con ella con una fingida sonrisa, la misma que ponían todos al verla.

No la soportaba, ¿quién lo hacía dentro de este cubículo? Llevaba al máximo exponente todo aquello que odiaba dejando atrás la humanidad que debíamos de tener. Ser de primera no nos hacía parecer retrógradas, superficiales, despreciables, pero ella con su actitud sólo alimentaba aquél odio hacia nosotros.- No estamos hechos de oro, sino de carne.

Crucé los brazos en el pecho esperando a que terminara su discurso hiriente, dejando que se centrara solo en mí, sin responderle. Prefería que así lo hiciera, ya que clavaría sus uñas perfectamente cuidadas con mimo en mí, sabiendo que no iba a seguirle el juego en vez de alguien que le afectara sus ponzoñosas palabras.

Sin embargo el último movimiento lo vi venir tarde, observando cómo un pedazo de tarta manchaba el vestido que había elegido con tanto cuidado. Me aparté un paso, observando el estropicio y la mancha que había dejado a su paso los restos de chocolate, quitando con las manos los trozos de pastel. En ese momento escuché a mi lado a Megan encararse con Briss a pleno pulmón.

- Megan, basta.- Me interpuse entre ellas extendiendo un brazo y lancé una mirada a la joven morena de manera tajante, como una madre regañando a su hijo por una trastada. Lo último que quería era que perdieran los papeles, era justamente lo que Briss buscaba y parecía haber conseguido momentáneamente de la pequeña, quien no sabía cómo era la vida de primera más allá de los vagones.

Respiré hondo mirando esta vez a Briss. Había tantas cosas que me gustaría decirle más allá de la prudencia y la educación que me faltarían horas para terminar de expresarme.

- Me das pena, Briseida.- Pero mis labios opinaban de manera distinta a mi cerebro, formando una línea recta parecida a una triste sonrisa mientras me acercaba a ella para susurrarle y que aquellas confesiones quedaran solo para nosotras dos.- Algún día despertarás en tu mullido colchón y te darás cuenta que todo lo que te rodea no es más que un cuento. ¿Amigos? Si pudieran te venderían por joyas, o reirían por tus desgracias al igual que estás haciéndolo ahora. Vivirás y morirás completamente sola, como todos.- Ya no tenía miedo a decir lo que pensaba ni el qué dirán, pero al soltar aquello sentí que me quitaba una gran losa de encima que cargaba sobre mis hombros mientras volvía a separarme, volviendo a mi posición.- Disfruta de la fiesta en tu castillo de humo.

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28/09/2017, 21:30
Briseida "Briss" Tuner

Salté hacia a tras cuando la estúpida retrasada me tiró la tarta.

-¡¿¿Pero que narices haces, retrasada!??

Estaba por cogerla de los pelos y hacerla chuparme las botas rosas de piel que habían confeccionado expresamente para mi pero ella tenía la excusa de ser una deficiente. Algo que desde luego tampoco suponía un problema para mi.- ¿Sabes lo que he tenido que pagar por el vestido? Como vas a saberlo tu, niña tonta!!!

Luego miró con los ojos saliéndose de las órbitas a Liz mientras esta la hablaba.- ¿Te he dado permiso para que me hables? ¿A quien sermoneas, payasa?- Avancé un par de pasos hacia ella, empujé hasta que Megan cayó sentada al suelo y continué con mi furia hacia Liz levantando la mano para darla un sopapo, que ibamos a morir las dos de ese golpe: Ella de la ostia y yo de la onda expansiva!

La iba a romper la cara!!! Allí donde la iba a mandar no necesitaría una cara bonita. Iba a servir de aceite para la máquina del tren!!

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28/09/2017, 21:37
Rhazes Crowell

En ese instante alguien paró la mano de Briss, evitando que llegara hasta Liz.

Era el Señor Crowell, el jefe de seguridad del tren.

En ese momento todo el mundo se dio cuenta de su presencia y casi todos pararon de bailar echándose a un lado. Incluso la mirada del señor Rhazes hacia el Dj hizo que este, de inmediato bajase la música a un nivel tolerable para una conversación.

Tras el iba un par de guardaespaldas, aunque el no era de esos que los necesitara. Pero bien tenía con él a su mano derecha, un tal Robb. Era un joven bastante atractivo, dicenq ue venía de la zona de cola. Si bien no hablaba mucho , tampoco era el mas sanguinario de los guardas. Pero por el contrario, si Rhazes decía algo, la orden la ejecutaba sin rechistar.

El señor Rhazes tenia mala fama. No era malo, pero si cruel con quienes incumplían las leyes dentro del tren. Se tomaba muy enserio su trabajo. Y a la única persona a la que le toleraba que lo llamaran por su nombre era a su hija, Senia, que casualmente estaba bastante cerca vuestra.

Al parecer, era su princesa y así la trataba. Un padre demasiado sobreprotector, posiblemente. El resto eran escoria para Rhazes, y en su carácter así lo demostraba.

- Señorita Briseida. Me temo que su actitud no es la correcta.- decía mientras sujetaba en alto la mano de la chica. - Y menos en el cumpleaños de alguien. - añadió mirando de reojo a Liz.- Y ahora, ¿alguien me puede decir que ha pasado con la tarta?- rio de forma que casi se os helaron los huesos a todos. Esa sonrisa no presagiaba nada bueno. Posiblemente un castigo.

- Cielo...- dijo mirando por encima del su hombro a su hija Senia.- Estas fiestas... no deberías estas aquí, cariño.

Notas de juego

Robb. Guardia personal de Rhazes.

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29/09/2017, 00:18
Megan Simons

Megan había terminado con el culo en el suelo, no era la primera vez pero se asustaba mucho cuando se caia porque tenía miedo de volver a hacerse daño en la cabeza. De modo que aunque no tenía ninguna herida por el empujon, las lagrimas le caian por el susto.

Ella no recordaba que le había pasado de pequeña pero el trauma de aquello la perseguia como un fantasma. Megan escucho al señor Crowell entre sollozos. Se limpio las lagrimas con el brazo y señalo a Briseida.
-¡A empezado ella! Elisabeth me dio... un trozo de tarta.... y entonces llego la chica de rosa...y fue muy mala...dijo cosas feas a Elisabeth.... y le tiro lo demas de la tarta... en el vestido.

Sollozo un poco más y continuo.- ¡Yo le dije que estaba siendo mala... y le tire un poquito de mi trozo de tarta... para que viera que no es divertido lo que hace a los demas... y que se parara....pero entonces me ha llamado retrasada y me a tirado al suelo!- dijo Megan y despues volvio a llorar a moco tendido recordando el miedo que había pasado al caer.
-¡La chica de rosa ha sido muy mala!¡Me ha hecho daño!

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01/10/2017, 13:23
Elizabeth "Liz" Byrne

Estaba dispuesta a recibir aquella bofetada cerrando los ojos como acto reflejo cuando me percaté que el golpe no llegaba. Alguien del público había interceptado la mano a tiempo, abriendo lentamente los párpados para encontrarme con el jefe de seguridad. ¿Cuándo había llegado? Con tanta gente no le había visto, era imposible ver nada, ni saber con quién tropezabas, aunque ante aquél escándalo me percaté del vacío que se originó a nuestro alrededor. Incluso me dio la sensación de que la música se escuchaba más baja.

Y ahora, ¿alguien me puede decir que ha pasado con la tarta?

Pensé en respuestas rápidas, pero todas eran contraproducentes por lo que las descartaba al instante. Miré de reojo mi vestido, todavía manchado con la tarta, el vestigio de lo que había sucedido y quería ocultar, aunque Megan opinara todo lo contrario, por desgracia. Miré a la joven, sollozando mientras se levantaba y explicaba toda la historia.

- Señor Crowell, si me disculpa este no es lugar para una niña.- Señalé a Megan con una mano. Sabía que era su primer día aquí, que estaba ilusionada, pero ya había tenido un encuentro con parte de la peor calaña de primera clase y prefería que tuviera la decepción de haberse tenido que ir antes a que la hubieran destrozado del todo.

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03/10/2017, 22:33
Rhazes Crowell

Rhazes escuchó, no sin armarse de paciencia, a Megan.

Soltó la mano de Briss y esta se echó hacia atrás como temiendo un reprimenda física por parte de ese hombre. Suspiró profundamente mientras miraba de reojo a Briseida. Sabia que era una niña mimada y demasiado mala con  sus tonterías y bromas. Pero su familia era la mas adinerada del tren, así que se contuvo lo suficiente para no darla una paliza allí mismo como habría hecho con otra persona.

-Bien. Es día de fiesta. Y mañana será año nuevo. - Se toco las sienes intentando ser amable por una vez. Quizá el contacto visual con su hija le hizo pensárselo dos veces. -Digamos que la tarta se le cayó... a la niña. Miró con cierta picardía a Megan.

-Como usted dice, los niños no deberían estar en estas fiestas, ¿verdad, señorita Liz? Quizá debería ir a cambiarse y llevarse a su... amiguita... antes de que pase algo, como que decida revisar las leyes del tren en las que pone que CUALQUIERA con 17 años es mayor de edad. Me temo que su cumpleaños ha sido cancelado. Ya ahora lárguese! Ensucia usted el buen gusto de la gente de 1ª con su traje... estampado. - Termino la frase con una malévola sonrisa.

- Señor Rob- Dijo dirigiéndose hacia su guardaespaldas que se cuadró de inmediato.- Lleve a la señorita Briseida a su vagón para que se cambien también. Y después.. que venga a mi despacho.- Dijo mientras la sonrisa burlona de Briseida se esfumaba de su rostro.

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04/10/2017, 02:35
Megan Simons

Megan abrio la boca para protestar. No era cierto que se le hubiera caido la tarta pero no dijo palabra, cerro la boca y miro a Liz susurrando un sentido.-Lo siento...me he cargado tu cumpleaños...
Aquel hombre no le caia bien. Le habian dicho que era bueno, que mantenia el orden y que si pasaba algo malo él les protegeria pero se dio cuenta de que eso no era cierto.
Ese hombre era malo, puede que no malo del todo pero si bastante malo. No queria volver a cruzarse con él.
Tendio la mano acia Liz esperando que la tomara y salir de allí cuanto antes. Por lo menos la chica mala iba a recibir una bronca merecida.

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04/10/2017, 12:08
Senia Crowell

Estaba en medio de la fiesta buscando a mis amigos cuando comenzó aquel caos, la gente empezó amontonarse al rededor de la zona y me vi arrastrada allí tambien.

Lo había entendido muy bien que pasaba pero parecía que la de rosa era imbecil profunda o una envidiosa, la del cumpleaños estaba intentando escapar de su propia fiesta y la otra... ¿Que le pasaba a la otra chica? No se, aquello a mi ni me iba ni me venia, así que mis ojos iban en busca de alguna cara conocida cuando...

Mierda...

Allí estaba, el final de mi fiesta.

- Cielo...

 Joder, ya me había visto... - Hola papa... - Murmure carraspeando y mirando a los lados, ni diez minutos llevaba allí, mierda y mas mierda.

- Estas fiestas... no deberías estas aquí, cariño.

- Ya... pero... - Pero nada, sabia que me sacaría de allí aunque fuera la vida en ello ¡Yo solo quería ir a una fiesta y ser normal un solo día! - Hola Robb - Murmure bufando y poniendo los ojos en blanco. Si al menos me dejara a Robb de vigilante me recreaba la vista no a ese inútil que he podido timar fácilmente.

Sutilmente comencé a caminar marcha atrás, quizás con todo el embrollo y las reprimendas aun consiguiera disfrutar un poco de la fiesta, podía ser un milagro o algo así, pero bueno la esperanza es lo ultimo que se pierde y ahora el tenia que ocuparse de aquellas tres, o dos o no se, la verdad es que no me había enterado de que iba la cosa hasta que ya había tarta de por medio, y no comiendo precisamente.

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05/10/2017, 15:11
Elizabeth "Liz" Byrne

Aunque me echara con cierta sorna agradecí el permiso de marcharme, era lo que llevaba esperando, ya que este breve pero intenso encuentro de escasos minutos había chupado todas las energías que me quedaban en el día. ¿28 años? Siento que acabo de cumplir 82.- Dejé los hombros caer pesadamente con un largo suspiro mientras apretaba el puente de la nariz y arrugaba el entrecejo, notando una leve jaqueca.

Miré mi vestido manchado, ahora con una tonalidad un poco más oscura, de tarta cuando nombró el incidente, asintiendo con la cabeza. No quería ni me apetecía rechistar sobre ello, solo salir de allí y dejar de ser el centro de las miradas.

Lo siento...me he cargado tu cumpleaños...

De nuevo otra sonrisa fingida, esta vez triste, agotada, mientras le acariciaba con dulzura el cabello. Hace mucho que dejé de restarle importancia a estas celebraciones además de que este incidente me había demostrado que tenía razón, ya que sólo una desconocida, la niña, se había acercado para “defenderme” ante Brisseida, el resto sólo había estado mirando, posiblemente cuchicheando a mis espaldas con sus afilados dientes.

Fue entonces cuando vi la mano tendida de Megan. ¿Cogerla o no cogerla? Difícil decisión que había tomado hace mucho tiempo aunque, para ella, posiblemente no supusiera nada.

- Me gustaría estar sola ahora, ¿lo comprendes, pequeña? – Me alejé un paso, negando su mano.- Ve con tus padres, estarán preocupados.

Si nada más me retenía me marché de la fiesta sin mirar atrás por la primera puerta.

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05/10/2017, 18:09
Megan Simons

Megan sintio de nuevo ganas de llorar. Esta vez al entender que todo el mundo la veia como una niña pequeña y estupida, una retrasada que no merecia ser tomada en cuenta.
-Vale...- dijo apartandose de Liz.
Salio del vagón. Solo queria volver con con sus padres, ponerse otra ropa y meterse en la cama, ya que solo cuando estaba dormida podia jugar y ser feliz, sin que nadie la mirara con si fuera un bicho raro merecedor de lastima.

Su padre tenía razón, no pasaba nada bueno en aquella parte del tren.

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12/10/2017, 22:29
Rhazes Crowell

Robb se lleva casi a rastras a una enfadadísima Briss, que no deja de soltar serpientes por su boca justo cuando todo se apaga.

La música deja de sonar y las luces artificiales del tren se apagan todas de golpe. La única iluminación que hay es la que entra por los pequeños ventanucos del tren, iluminando muy pobremente la estancia del vagón. El único ruido que oís es el del traqueteo del tren, que, si no fuera porque es imposible parece que cada vez es menor y mas débil.

Las luces de emergencia se activan dejándoos a todos cubiertos con una luz rojiza que casi parece que hace daño a los ojos.

La gente empieza a murmurar y a hacer comentarios ¿Que está pasando? ¿Porque se han ido las luces? Como sea es algo nuevo y no parece normal. La gente se empieza a poner nerviosa y Razhes pide calma con un Grito imperativo.

-Silencio todo el mundo!- grita alzando una de sus manos. Inmediatamente todo el mundo se calla y aguarda como si fueran conejos asustados.

Robb, con Briss aun del brazo y visiblemente asustada ahora mismo, intenta abrir la puesta corredera del vagón y ve que está sellada y no se puede abrir. Por ello hace un gesto a señor Crowell y éste asiente con la cabeza. Saca el Walkietalkie de su cinturón y habla por el.

- Aquí Razhes. ¿Que ocurre?- Apenas se oyen un par de frases incongruentes mezcladas con interferencias. -¿Porqué han saltado las luces de emergencia? Quiero una respuesta ya!

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13/10/2017, 19:25
Elizabeth "Liz" Byrne

Antes de que pudiera vislumbrar siquiera la salida entre las cabezas de toda la danzarina multitud me uní al coro de incertidumbre al apagarse todo rastro de luz. Miré a un lado y a otro, como si esperaba que alguien respondiera aquél extraño silencio acompañado del traqueteo del tren o diera una explicación.

Un leve sentimiento de miedo me inundó, aquél del desconocimiento, de la oscuridad, de no saber qué va a pasar a pesar de conocer dónde estar y quién está a tu lado, pero ese desconcierto inicial me provocó un escalofrío en la columna, confirmándose con la repentina luz rojiza de emergencia.

Por la intensidad, puse la palma de la mano sobre los ojos entreabiertos, tapando levemente aquel dañino resplandor mientras oteaba a mi alrededor, buscando esta vez a Razhes desde mi posición, encontrándolo con aquél grito.

Atenta a lo que ocurría, intenté mantener la calma para que no estallara el caos generalizado, mirando de reojo la puerta de salida y esperando, al igual que el jefe de seguridad, la respuesta.