Partida Rol por web

-Bonita sonrisa - Pensé cuando le ví reir a Cameron. Parece que realmente podría tener alguna oportunidad con él. Por suerte ahora conocería más del pelirrojo con las pequeñas charlas. Aunque estaba claro que a quien sería dificil de conocer, era a Shizu. Reí por lo bajo al verle ir a por los gatos. Sin duda se le veia muy entrañable e infantil... - Todos hemos pasado por eso. Que mono - Pensaba para mi al verle. Aysha no tardó en decirle que fuera luego - Aysha, tranquila. Somos muchos para vigilarlo, y si podemos tomar algo en la zona de gatos no supondrá un problema. Está bien que juegue un poco mientras pedimos y esperamos.

No pude evitar empezar a poner etiquetas sobre la gente del grupito. Ya tenía claro que Jessie la tendría muy muy cerca, y ahora reconocía que Aysha se comportaba como una madre. El tio buenorro era Cameron y Shizu e Ivanna los peques activos.

También cuando escuché la pregunta de Aysha a Jessie, de nuevo me reí como con Ivanna al decirle de ponerle vestidos y de nuevo detrás de Jessie negué con la mano tratando de hacerle entender a Aysha que no lo hiciera. Esperaba que lo entendiera pues era hora de pedir - Bueno, será mejor que pidamos ya que hay un camarero aquí. Usted puede atendernos ¿No? - le pregunté por si acaso y luego pensé en lo que había para pedir - ¿Que vais a querer vosotros? Yo creo que pediré un café con pastas. ¿El café puede ser solo y doble? - No sabía cuanto había cambiado en 200 años el tema del arte culinario, pero esperaba que el café siguiera igual

Una vez ya en la cafetería, Shizu se dirigió en primer lugar hacia la zona donde estaban los animales peludos... que practicamente era tres cuartas partes de la cafetería -Por favor... no te los traigas a la mesa...- pensaba casi rezando, ya que de verdad que no me gustaban esos animales. Menos mal que uno de los camareros le dijo que no podía llevarlos... que alivio. Ya tendrá el tiempo para jugar con ellos, solo espero que no meterme con ellos porque alguien me lo pida.

El pensamiento de un contacto con felinos me hizo olvidar responder a Aysha sin querer -Ahh... si, será mejor que pida algo por mi... no tengo problemas en hacerlo...- dije con corte. A menos que alguien me dijera que quiere escogerme algo... en principio no tengo problemas en elegirlo yo.

También iba a responder la segunda pregunta de Aysha sobre que hacer... pero se me adelantó Liz, que tomó la delantera para decidir que hacer... por lo que entonces me quedé en silencio. Simplemente esperé a que ella pidiera para pedir yo luego -A mi... me gustaría pedir un te negro con unas pastas de coco... si no importa claro...- dije al camarero... se me hacía muy raro pedir en lugar de que me lo pidan a mi... casi estaba a punto de decirle que si quería me encargaría yo de hacer las cosas para que no tuviera que preocuparse.

Al seleccionar una mesa, vio a Shizu correr hacia el área de gatos emocionado, mas lo detuvieron cuando quería acercarlo a la mesa. Vio a Aysha salir como una flecha e Ivanna fue con más calma.

- Yo lo acompaño. Yo quiero pastas con salsa bolognesa y un capuchino - le guiñó un ojo y se dirigió a Shizu.

- Yo me quedo contigo, pero vamos a ordenar. Dime qué quieres y yo lo pido por ti para que puedas quedarte con los gatos, ¿de acuerdo? - acarició la cabeza del pequeño con delicadeza.

- Es bueno verte tan feliz -.

Un poco triste deje al gato en el sitio y me puse a acariciarlo hasta Aysha me llamo para que fuera con ella pero Ivanna y Lizbeth intervinieron para que pudiera seguir jugando con ellos. Me encantaban los animales y antes de que llegara Ivanna ya estaba sentado en el suelo con dos a mi alrededor, uno sobre mis piernas acostado y el otro a mi lado mientras acariciaba a ambos.

Al llegar la chica pregunto que quería y me lleve una dedo al labio mirando hacia arriba mientras pensaba que quería y mas importante como pedirlo. Tras pensarlo unos pocos segundos me levante con cuidado del que el gato acostado sobre mi regazo no se cayera, agarre de la mano a Ivanna y la arrastre hasta el cartel con las ofertas del día para señalar las galletas y volver con los gatos, se notaba que estaban muy acostumbrados a tratar con gente y no tardaban en ir hacia quien fuera que entrara en su zona.

Cuando llegaron al café, Cameron oyó la respuesta de Aysha y rió entre dientes, pero la conversación terminó y se dedicó a mirar gatitos. En ese momento no podía enternecerse realmente, tenía la cabeza en otro lado, sin embargo demostró actitud tranquila y neutra en lugar de una entristecida.

A continuación sentó el trasero en la mesa elegida por todos y prestó atención a las conversaciones. Shizu tratando de robarse un minino le hizo gracia y sonrió, mas permitió a las chicas encargarse de él como madres.

Ni bien Liz solicitó pedidos, el pelirrojo contestó enseguida:
—Café negro.
Luego se metió en su mundo.

Aysha se permitió una sonrisa condescendiente ante la situación y se sentó en una zona donde pudiese ver a Shizu con tranquilidad. Sí, reconocía que lo sobreprotegía, pero era el más pequeño del grupo y sentía terrible que alguien tan joven perdiese la vida que conocía por un fallo del experimento de la criogenia. El resto era mayor (dudaba de Jess), pero podían sobrellevarlo mejor.

-Yo quisiera un café de nueces sin leche y una tarta de quesocrema-. ¡Por fin bebería café! Estaba muy ansiosa por eso y no podía ocultarlo por estar sonriendo como pequeña-. Espero que esté rico como hace dos siglos.

Vaya que era raro mencionar siglos en vez de meses, semanas... o años. Pero debía aceptarlo y no ensimismarse con cuestiones que le darían crisis existenciales si continuaba de esa manera.

-Y en lo que nos traen e Ivanna ayuda a Shizu a pedir... ¿De qué les gustaría hablar?- a ella le daba curiosidad realizar una pregunta que podría traer recuerdos incómodos, pero prefirió lanzar la pregunta de una vez antes de que tal tópico arruinase el ambiente.... si es que mejoraba-. ¿Por qué... por qué ustedes entraron al proyecto de criogenización?

Ya todos habiamos pedido. Shizu estaba con los gatetes, Ivanna ayudandolo a pedir, y el resto en la mesa sentados. Lo que no esperaba era que el primer tema de conversación, fuera tan directo, ni tampoco esperé que ese tema saliera por parte de Aysha. Simplemente pensaba que a lo mejor querría olvidarlo pero, daba igual. Miré a Jessie con una sonrisa medio alegre, medio preocupada y luego miré a Aysha para responderla.

-Bueno... Fue una oportunidad que vieron mis padres. Yo no quería entrar... ni tampoco lo esperaba - dije reduciendo el tono y mirando a otro lado - pero me metieron en este programa de forma... si prefieres decirlo así, no voluntaria... - Aunque realmente fue por la fuerza... - No dije mucho más acerca de ello, aunque la pregunta se quedaba colgada con respuestas tan pequeñas, si es que todas eran pequeñas - Podrias haber empezado por preguntas más simples  - reí.

-Ya que vamos a conocernos todos ¿Qué tal que hagamos el tipico alcoholicos anonimos? - Sonreí mirando a todos y luego reí tontamente - Es decir: Hola. Soy Lizbet Elvengarden, procedo de Inglaterra, tengo 22* años y como ya habreis apreciado, soy heterochromatica. Me gusta aprenderme todo tipo de datos, literalmente nací con un coeficiente intelectual elevado y además aprendo rápido... Oh y me gustan muchas cosas, pero realmente tiro por lo sencillo... - miré el vestido que llevaba y sonreí rascandome la nuca - salvo algún que otro capricho. Y bueno ya sabeis como acabé en el programa así que esa parte puedo omitirla.

Luego miré a los demás y me encogí de hombros - Puede ser una buena idea ¿no? ¿Quién quiere ser el siguiente? - Miré a los demás especialmente a Cameron y a Aysha

Ivanna siguió a Shizu cuando este la arrastró y sonrió.

- De acuerdo - se rió.

- Veré si tienen zumos para ti - y se fue hacia la camarera a pedir la comida de Shizu.

- Unas galletas y un zumo - sonrió ampliamente y se acercó a la mesa un momento, justo a tiempo para escuchar a Aysha y a Liz. Su cara reflejó una notoria incomodidad ante la pregunta e Ivanna se congeló por un minuto. Su rostro se ensombreció y contó un poco de su historia siguiendo la dinámica propuesta por Liz.

- Soy Ivanna Falibenne, vengo de Italia, tengo 15 años y también soy heterocromática, solo que con diferentes tonos. En mi época, era actriz, cantante, y modelo y era bastante conocida, pero mi familia fue asesinada y nos quitaron todo lo que teníamos. Viví en la calle por un buen tiempo y, cuando supe del arca, rogué para que me dejaran entrar... - apretó los puños con fuerza y luego subió la mirada simulando la alegría que tenía antes.

- Es su turno, yo iré con Shizu - y se marchó.

Vaya... de un momento a otro el ambiente se había tensado un poquito con la pregunta de Aysha; aunque supongo que esa no fue su intención. Liz y Ivanna respondieron la pregunta y compartieron sus historias... Y a ambas las note incómodas aunque intentarán aparentar lo contrario; aunque Ivanna no tardó en querer apartarse del grupo después de responder... Y desde luego con su historia tampoco la culpo.

S-si queréis... continuó yo...- dije, esperando que si yo continuó no mirasen mal a Ivanna por irse... llevarme la atención aunque no me gustase -Ya me presenté en los laboratorios... pero bueno. Soy Jess Pennyworth, aunque mi nombre completo es Jessie Yanis Pennyworth...- me volví a presentar e hice una breve pausa... la verdad es que esperaba no incomodar con lo que diría -Vengo de Holanda, y tengo... 18 años. Desde siempre, he trabajado como parte del servicio de la familia Varians ya que mis padres también lo era; más concretamente, era asistente personal de su hijo, Ben Varians... el chico que... ya sabéis...- baje un poco la mirada al intentar apartar el recuerdo de Amanda hundiendo la mano en su cabeza abierta... pero intenté seguir para no interrumpir la presentación -Yo... ingresé en el Arca por orden de mi anterior señor... el quería mis servicios en el futuro y por eso me criogenizaron. No tengo demasiado más que contar... mi vida nunca ha sido más que servidumbre, por lo que... no hay mucho más interesante. Lo siento- terminé diciendo, dando por finalizado mi presentación.

Había conseguido que Ivanna me entendiera y encima me traería también un zumo, era perfecto. A pesar de la distancia escuchaba la conversación que estaban teniendo los demás. Yo ni siquiera sabía porque estaba aquí, porque me habían alejado de todo, porque era especial, que tenía de diferente, acaso era el poder ¿que aún no había usado? ¿Por eso estaba aquí? Antes de poder continuar esa línea de pensamiento, escuche los pasos de alguien hacía aquí, levante la cabeza y vi a Ivanna con mala cara.

¿Estaba pensando en su pasado? Era como yo, pero yo me lo guardaba todo muy en el fondo solo para mí. Prefería mostrar una sonrisa y hacer mas felices al resto que llorar sin remedio. Me levante y me acerque a la chica, cargaba con uno de los mininos en los brazos y un par mas me seguían de cerca. Entonces le acerque el que cargaba a Ivanna con una sonrisa inocente para que se animara. A todo el mundo le gustan los animales ¿no? Eso seguro lo animaba.

Ivanna se alejó velozmente hacia donde estaba Shizu y vio cómo el pequeño la miraba.

- No te preocupes, estoy bien – iba a acariciar su cabeza, pero el chico se levantó por un gato para luego, llevarlo a donde se encontraba la chica. Ivanna lo recibió con cuidado para no ir a dañarlo y le sonrió al chico de cabello plateado.

- Gracias, mi pequeño Shizu – le dio un beso en la mejilla izquierda, otro en la derecha y el último en la izquierda otra vez. Luego, le sonrió y siguió acariciando el gato.

- ¿Cómo quieres que lo nombremos? Seguro tiene nombre, pero pongámosle uno que sea solo nuestro – y le guiñó un ojo.

infló sus mejillas y mucho, mirando a Yu, pero dejando que hiciera lo que quisiera con la computadora, la verdad es que no le apetecía ayudar a esos malagradecidos pero sintió que de alguna forma se había comprometido a algo así, pero lo que tendría que hacer era ver si merecían ser ayudados. Jugar un rato a ser dios le estaba agradando bastante.

— bueno.. bueno, está bien, veré si los ayudo, cualquier cosa mantenme al tanto, mira que confío en ti — le guiñó un ojo y esperó dejar esa zona cero que se le hacía mucho más entretenida que estar en ese centro comercial, y debía ver aún si no se había metido en problemas — bueno, vamos Yu, vamos de vuelta con esos aburridos...  — no estaba convencida ni quería, pero esa sensación de estar en deuda le incomodaba. 

- bien, vamos... - te acompañó hasta fuera de la zona 0, revisando que no quedara algún policía despistado y creó su peana flotante. Esta vez volvías sin la bolsa de las sudaderas, solo con tus propias prendas, y las que cogiste para ti misma.

En el vuelo de regreso, Yu te explica que el chip que te ha dado sirve tanto para hablar con otras personas, como para pagar tus cosas, al parecer no había mucho, pero algo había. Si tenías en cuenta que acababa de vender su chaqueta y no sabías si algo más, no debía haber demasiado.

Para tener el "número" de alguien, solo tenías que tocar un chip ajeno con el tuyo, o conectarlo en una terminal si necesitabas llamar a uno del cual no dispusieras el contacto.

En cosa de unos diez minutos llegáis a la tienda...

Al entrar en la tienda no ves rastro de ellos, a un lado, a unos 8 metros, Iju sigue probándose guantes, y Vincent parece pensativo cerca, apoyado en una pared.

Os traen casi todo lo que habéis pedido a excepción de las pastas con salsa que pide Ivanna, obviamente el zumo y las galletas de Shizu las llevan a la mesa, pues no sería seguro para los gatos ingerir aquellas galletas, por eso las mesas están relativamente distanciadas de la zona felina.

No obstante una de las camareras se acerca a Ivanna y Shizu con un paquetito de 5 galletitas de gato y se las ofrece al muchacho con una sonrisa, para luego disculparse con Ivanna.

- disculpe, no disponemos de esas pastas que pide, si le podemos ofrecer otra cosa, estaremos encantados de darle a probar alguna de nuestras variedades. Si se acerca al mostrador y como disculpa, le dejaremos seleccionar una tartaleta a su elección, por supuesto no se la cobraremos...

Por otro lado podéis comprobar que los detalles están muy cuidados, dibujos muy precisos en los cafés, aromas intensos, todos los pedidos en sus propios platitos con un diseño felino, y también llevan un ¿salero? Posiblemente de azúcar.

Una muchacha que os está sirviendo os va preguntando cuantas queréis. Suponéis que habla de cucharadas, pero en lugar de eso espolvorea una, dos o las veces que le hayáis dicho ese "típico salero" o "pimentero" de bar.

Puede que os parezca poco, a veces parece que ni siquiera sale, pero la muchacha os lo sirve con su mejor sonrisa - se lo dejo por si quieren una más, esperamos que disfruten.

Con una misión que no le gustaba del todo pero con la oferta de decidir si ayudarlos o no, OA vuelve son centro comercial, cargando las cositas lindas que ahora tenía y viendo si encontraba al los mocosos, pero en vez de eso, halla a sus captores/salvadores/manipuladores “jefes” ¿dueños? Probándose ropa tal como si no hubiera pasado nada, la chica revisa la hora intentando determinar cuánto estuvo fuera, si, podría justificarlo con el cambio de look y él haberse perdido. Así que decidió eludir a la pareja, habían demorado bastante en elegir un par de guantes, advirtió la chicas dando pasos decidido si pero sigilosos en dirección contraria, no es que buscara al grupo particularmente pero era imposible negar su interés en saber si habían descubierto algo por su cuenta.

Caminó por las tiendas, ya tenía hambre y comer algo sería agradable, algo dulce, para variar y preguntó por alguna cafetería, o algo por el estilo. 

Cuando preguntas por una cafetería, te indican la más cercana, una cafetería con gatos...

No era la intención de Aysha el incomodar con la pregunta, pues lo único que buscaba era recabar información para conocer un poco más a sus compañeros y tener una especie de base para saber cómo tratarlos o que le brindasen datos para darle más contexto a la nueva vida inusual que cargaban todos. 

Hábitos de mi carrera, supongo. Pensó la castaña mientras sonreía con amabilidad y cierta pena a las "confesiones". 

-Disculpen si toqué algún tema delicado-añadió la peliverde cuando todos habían concluido con su presentación.- De verdad no buscaba ofenderlos-las historias de todos tenían un peso fuerte: Liz obligada, Ivanna  tan joven y perder a su familia, Jess con un destino sellado por su trabajo y el más cerrado fue Cameron. Aquello intrigó bastante a Aysha, pero no quiso señalar tal detalle sabiendo que el pelirrojo aún cargaba con sus cosas, tal como ella-. Y, para ser justos, continúo-faltaba Shizu, pero a él no le insistiría tanto-. Me llamo Aysha Flament, tengo 19 años y soy, o era, de Cánada; hija única, estudiaba Derecho y la guerra no afectó tan fuerte a mi país... o al menos no con situaciones bélicas.

Entonces, la mesera trae lo que habían pedido y, sin contenerse, dio un sorbo enorme al café como si se tratara de agua y soltó un suspiro resintiendo que su garganta llevaba un par de siglos sin ingerir su bebida favorita. 

-Bueno... y... pues... yo entré al programa porque...-impulsivamente se llevó una mano el listón que sostenía su corto cabello, el último regalo de sus padres-... en mi país se decidió por un sistema "equilibrado" para evitar favoritismos y cosas así:  cinco universitarios con carreras prometedoras a futuro, cinco profesionistas para que no hubiesen personas inexpertas, un millonario filántropo para que se usaran sus recursos legalmente, cuatro voluntarios de cualquier edad y género... y cinco al azar. Yo fui una al azar-dijo esto último con un gesto resignado.

Ella era consciente que su situación no era fatal bajo ciertos puntos de vista, pero era el peso con el que cargaba y del que sobrellevaría mientras siguiese viva.

-En fin, reitero mis disculpas-dio otro sorbo a su café para relajarse y soltó un gran suspiro-. Mejor cambiemos de tema... o al menos no tocar cosas que puedan arruinarnos la comida. ¿Sí querrán ir  a descansar luego de ir por las cosas de Shizu o quieren seguir paseando un poco?