Partida Rol por web

Sonreía, agradado. Aquello ya si era un nivel decente. Más que decente, era un nivel propio de lo que aquello era: una final nacional. Parecía divertido por el comentario de su compañera, así que se permitió ser mordaz.

-Tienes razón. Contigo imagino que los hombres son un poco más simples: arriba y abajo, y poco más.
-Unos movimientos que seguro que tu no practicas mucho -le dijo.

Él se rió de buena gana, mientras el jurado deliberaba. Dió una vuelta sobre su propio eje, imitando un paso de baile. Se le notaba contento.

-Bueno, bueno. Parece que nos hemos quitado el mal sabor de boca del primer baile. Ésto si es un baile digno de una final de campeonato... y si no me equivoco, los jueces sabrán valorarlo.

Se giró hacia ellos, esperando que la puntuación llegara al marcador.

-9, una excelente nota para un excelente baile, si señor. Opciones de llegar a la final más que probables para Maxwell y Lambert. Merecidas.

Las cámaras captaron la reacción de ambos al enterarse de la nota. Ella le abrazó, sonriendo, y él le dió un beso, señalando luego al monitor donde aparecían. Saludaron a la cámara, saliendo de la pista, mientras la siguiente pareja se preparaba para ocuparla. Momento de máxima audiencia, así que lo aprovecharon para una pequeña cuña publicitaria del todavía mundialmente famoso ron Bacardí, hecho en Nazza-Duhni.

Cuando la cámara volvió a enfocar la pista, la pareja estaba preparada. Era "la albóndiga" con su pareja, una chica muy cute de ascendencia china. Formaban una pareja muy dispar y que casi movía a la risa, pero estaban dispuestos a demostrar que harían mal los que quisieran reírse de ellos.

-A continuación, Weisman y Zhong con un tema clásico en Afrikaans, "Kaalvoet Sokkie", de K.Darren.

En general, fue un baile armónico, sokkie clásico y de un nivel decente. Él aprovechaba la agilidad de ella para que le pasara por arriba y por abajo en acrobáticos saltos y agarres durante la canción, de un tono alegre y desenfadado. No fue un baile muy sensual, si no más bien "de coqueteo", divertido.

Era un nivel solvente, decente, pero aquella noche solo los mejores iban a ganarse los 150.000 e ir a Johannesburgo. Y aunque dieron un buen espectáculo, hasta el punto de que disiparon las dudas iniciales, su ejercicio empequeñecía enormemente en comparación con el último, que había dejado el listón muy alto.

La música dejó de sonar y ellos saludaron a las cámaras, muy alegres. El jurado puso nota, aunque fueron bastante duros con la pareja.

-7,8 para para la pareja. Quizá algo duro, pero sin duda por encima del primer baile de la noche. Todo depende ahora de las notas del resto, que esperemos que excursionen en los dígitos 8 y 9 para ganarse el derecho a visitar Johannesburgo.

Aplaudía, con un movimiento oscilante de sus pechos. La cámara a veces daba primeros planos de los bailarines más agraciados o de gente del público que destacaba, como la amiga de Dora, Cynthia, y sus también grandes razones.

-Bueno, llegamos al ecuador de la final australiana con el que será el cuarto baile de la noche. Conviene recordar el marcador.

-Nuestra próxima pareja será una de las más esperadas de la noche. Lamm y Marquand, el heroico trabajador condecorado durante el atentado del maglev.

Habían subido a la pista. Phil estaba nervioso y ella también, pero era natural. Sin embargo, habían practicado mucho aquellos días, de forma autodidacta. Habían pasado de dar dinero a una academia de baile, por que él siempre encontraba tutoriales en internet y buenos videos para sacar ideas y motivarles a probar cosas nuevas. El suyo iba a ser un baile atípico, fusionando algunos géneros diferentes de danza para conseguir lo que esperaban fuera un antes y un después en el mundo del sokkie.

Quizá no tanto, pero seguro que si impactaban en el concurso. Ella había puesto el listón alto: quería la nota más sobresaliente de aquella noche y quizá la consiguieran.

-Tranquilo, estoy aquí, contigo. Piensa que estamos en casa, que nadie nos está mirando -le dijo al oído.

Sonrió. Como aquella vez cuando conoció a Krys. Y, como aquella vez, le volvió a ofrecer la mano y le dijo:

-Vamos.

La elección de la canción fue extraña. Recordó una intro de una serie de manga japonés de los 90, cuyo estilo y movimiento creyó que se adaptaba perfectamente a lo que quería hacer. También aprovechó y vio la serie entera de nuevo, por suspuesto.

Se concentró. La canción era rápida y el baile apasionado, había que estar muy concentrado y a la vez sentir muy bien la música. Cuando comenzó, se dió cuenta de que no lo hizo por ganar, sino porque el baile lo merecía. El tiempo que habían pasado juntos entrenándolo lo merecía. Krys lo merecía. No, lo importante no era ganar, era mostrarles a esa gente qué es bailar sokkie, como dijo Krys ante la televisión. Ese pensamiento le quitó todo el nerviosismo acumulado como mágicamente.

La música comenzaba ya fuerte, pero iba aumentando el ritmo a medida que avanzaba. El estilo que eligieron fue uno en el que a la vez que aumentaba el ritmo, se entrelazaban aún más, de tal forma que el efecto de la ropa más el del baile diera la impresión de que eran una especie de ser de fantasía donde no se pudiera decir con seguridad dónde empezaba Phillipe y dónde Krys. Era un baile muy pegado, pero muy espectacular. De hecho la gracia del baile, que esperaba que los jueces apreciaran, es que en ningún momento la pareja dejaba de tocarse a pesar de hacer algunas técnicas muy complicadas. Esto era especialmente difícil en las partes donde Phillipe levantaba a Krys por encima de él. Lo más difícil, sin embargo, eran los últimos segundos donde el ritmo aceleraba tanto que la posibilidad de dar un paso en falso era enorme. Pero si salía bien, esperaba que fuera inolvidable.

La canción era corta pero el baile fue trepidante. Era como decían los japoneses, "la gota dorada", el destilado del destilado más fuerte. El sabor, por lo tanto, fue intenso. Las acrobacias que allí se vieron no habían tenido parangón con la de muchos oponentes en los campeonatos regionales, y diversos planos de la cámara señalaron que los jueces estaban perplejos, mientras los presentadores no cabían en si del asombro.

Los amigos de Phil habían conseguido entrar en el local después de hacer cola y ahora estaban flipando. Sacaron una pancarta que decía "Marquand, nuestro héroe" y que las cámaras retrataron. Al final de la música, y el juego de luces, Kristal le estaba besando, así que cuando se encendieron las luces la gente enloqueció.

Se reía de puro gozo. De hecho, aplaudía como una colegiala, entusiasmado. Los propios jueces se pararon a aplaudir. Aquello había sido... sencillamente... insuperable. Digno de la final del mundial, sin duda alguna.

-Estoy sin palabras, señoras y señores... Proféticas palabras de la señorita Lamm. Éste hombre, ésta pareja, son nuestros nuevos héroes. Favoritos al título por parte del equipo australiano, y no me extrañaría que se llevaran el trofeo de ganadores del campeonato nacional aquí, en Melbourne.

Se giró, mirando el resultado en la pantalla.

-¡10, señoras y señores, un diez como una arcología de grande! Merecido, si señor. Un excelente sokkie el de ésta pareja, que dará que hablar en las redes sociales.

Antes de subir a la pista de baile, alguien atrajo la mirada de Coljay. ¿Que hacía él allí, si se suponía que ya había vuelto a Japón? Parecía que se había quedado un día más, solo para verla competir. Se acercó a su hermano y él le dió un abrazo, diciéndole algo al oído. Algo que ella creyó que jamás escucharía en su vida.

-Brilla ésta noche, hermanita. Eres la mejor.

Casi con lágrimas en los ojos, subió a la pista de baile donde aguardaba Jerome con una sonrisa.

Habían entrenado mucho aquellos días, en cuerpo y alma. Todavía no habían dado "el gran paso", ya que querían hacer las cosas bien. Sin embargo, antes de llegar al torneo, él le confesó que ya había roto con Towanda. No había, pues, ningún impedimento para que ambos pasaran a mayores. Pero antes del postre hay que comer el plato principal, y ese plato era el baile de ambos, aquella noche. Un baile que podría llevarles a un viaje de ensueño y un buen dinero... Un dinero con el que quizá, y solo quizá, podrían plantearse mejorar sus vidas.

La presentadora les anunció, y mientras él hizo un gesto divertido.

-Vamos allá...

          " Si me permiten un momento la palabra antes de participar y poder admirar a nuestros contendientes, quiero agradecer a mi familia por su amor, apoyo y obre todo por su confianza a pesar de los prejuicios iterraciales, a la empresa SentryTech por su confianza por emplearnos a Jerome y a mi como a tantos otros arcano - técnicos para colaborar con nuestros valientes soldados que usan a mechas como el que trajimos para luchar valerosamente contra tantos peligros en el exterior por nuestra seguridad, sin importar si son humanos o Nazzadis, así como lo fue mi padre y ahora lo es mi valeroso hermano, por favor demos todos un aplauso para ellos " 

         Entonces Coljay hizo una pausa para comenzar a aplaudir con las manos en alto para motivar que el público presente también lo hiciera antes de terminar diciendo:

           " Claro, ademas de apoyarnos en este gran baile y a todos aquellos quienes como yo misma logran superar sus propios complejos raciales para disfrutar la grandiosa oportunidad que nos da la vida para hacer con quien mas queremos lo que mas nos gusta, como en mi caso lo es bailar sokkie con ... Jerome Bennet, un valiente hombre que valientemente expuso su vida apenas hace unos días para salvar mi vida y mi honra de un par de hombres que les molestaba una pareja como nosotros paseara en la noche por esta ciudad y a quien le pido si lo desea, que seamos novios "    

          Cuando termino de decir lo anterior espero ansiosa la respuesta de su ahora pareja de baile antes de calentar y hacer estiramientos en el lugar designado para esperar su turno para bailar, Coljay no solo esperaba que lo dicho antes pudiese ayudar a motivarle a ganar un lugar para competir en el mundial de Johanesburgo y aunque no fuese así se mantuvo abrazado por el la mayor parte del tiempo, hasta que Shava su hermano se le  acercó antes de comenzar su turno de bailar y emocionada por su presencia  le abrazo para responder le antes de soltarlo y darle un puñetazo en el hombro por sorpresa:

          " Yo estoy muy orgullosa de ti querido hermanito como lo dije antes, quiero que tu también lo estés por mi Shava, yo te amo! "   

         Entonces la joven Nazzadi se dirigió lentamente hacia su compañero de trabajo lentamente mientras que se concentraba para comenzar a bailar la pieza de sokkie preparada y entrenada por la pareja, ambos vestían ropas combinadas claras que resaltaban su oscuro tono de piel, vaporosas, permitiendo imaginarse su torneada figura y ajustadas lo suficiente para dejar algo para la imaginación de los espectadores, al estilo típico de los Nazzadi, entonces ambos se descalzan solo para decir antes de comenzar a bailar:

          " Música ... maestro! "    

 https://youtu.be/_ObzcsZB95s

La música sorprendió, por que no era lo acostumbrado. Tenía un ritmo bastante monocorde, pero ellos supieron decorarla con buen baile. Fue una coreografía curiosa, de esas que seguro que se convertían en carne de redes sociales, con un baile muy pegados, sensual y gimnástico.

La cara de los jueces al principio fue extraña, por que no sabían muy bien si estaban viendo sokkie o que demonios era aquello. Sin embargo, al público le gustó aquel impasse y la historia romántica que había detrás, así como el desparpajo de la bailarina. Al final hubo un crescendo, en el que se permitieron algunas acrobacias, y eso pareció convencer al jurado, que había estado escéptico al final.

La música dejó de sonar y la gente aplaudió. Ella tuvo su respuesta en forma de beso, por parte de Jerome. En aquel momento, seguro que su padre estaba al borde del infarto en su casa. ¡Su hija, con un humano! No iba a ser fácil para ella, pero era el camino que había decidido seguir, y al parecer el público estaba entusiasmado con la idea. Las historias románticas eran muy del gusto de la sociedad del Evo Extraño.

Antes de que el presentador hiciera sus clásicos apuntes, cogió un micro y habló después de que los aplausos callaran.

-Felicitamos a la pareja por el valor demostrado, a la hora de escoger una canción diferente y un baile diferente. Sin embargo, recordamos que las normas del torneo son claras en torno al estilo de baile...

Hubo un silencio, tenso.

-Esperamos que la pareja tome nota para las finales, y practiquen un tema más acorde. Por que nos ha gustado mucho su forma de bailar. Gracias.

La nota apareció luego. No era tan alta como correspondería al baile que hicieron, pero ciertamente la pista no tenía los clásicos altos y bajos del sokkie, con lo que las acrobacias deslucían un tanto. Sin embargo, era una nota suficiente para clasificarse: 8,5.

-Bueno, eso ha sido curioso a la par que romántico. ¿No crees, viejo?
-Me he quedado de piedra -contestó Zimmerman.

Sonrió, apartándose el pelo de la frente. La pareja bajó ya de la pista de baile, cogidos de una mano y saludando con la otra. Ciertamente, podrían haber sacado más nota con un tema más discotequero, pero habían conseguido algo importante y era dar el campanazo aquella noche ganándose el afecto del público.

Tras una cuña publicitaria, la siguiente pareja estaba preparada en la pista de baile. Se trataba de una francesa afincada en Melbourne, Anaïs de la Pier y su novio australiano, John Higgins. El tema que se tocó y la vestimenta que llevaban era clásica, y quizá por eso la valoraran algo más tras el último número. Nunca hay que subestimar la psicología a la hora del reparto de puntos.

Sin embargo, el baile fue demasiado típico. Se asemejó al de la pareja Bomber-Nomanzy en que ella destacó mucho más que él en el componente rítmico y atlético. Hacían buena pareja, y sin embargo algo no acababa de cuajar. Su canción pasó sin pena ni gloria, pero el antedicho mecanismo del pendulazo recibió una calificación ligeramente superior al del primer baile de la noche, que provocó gestos de indignación por parte de Melkya Bomber, que negaba con la cabeza: 7,5

-Bueno, llegamos a la recta final del campeonato nacional australiano con los últimos dos bailes de la noche. Recordemos las puntuaciones.

-A continuación, la pareja más joven de ésta noche: Kelly y Sawyer.

Durante los anteriores bailes, Emily había estado junto a su prima, pero se ausentó durante el baile de Marcano para ir al baño. De esa forma, quedaron solos ella y su prima, y ella sonrió de un modo inquietante al hablarle al oído.

-No se que rollos te traes con mi prima, pero espero que ésta noche termine el sueño. Se ha pillado de ti, y supongo que lo sabes. Me ha dicho que no le sigues el rollo, no después de la primera noche. La tienes sufriendo, pero quizá sea mejor así. No te conviene pasar a las finales, Jason...

Se enfrentó a él de modo bastante evidente.

-¿No sabes lo que va a pasar si salís seleccionados? Harán uno de esos bonitos reportajes pre-torneo sobre el equipo australiano, en los que los periodistas se meterán en tu vida y la enseñarán a los demás. No podrás mentir. Todo el mundo sabrá en lo que trabajas: Emily, sus padres... Así que, por la cuenta que te trae, o eres sincero con mi prima o procuras caerte como un tonto en mitad del baile.

Ella sabía que a pesar de su apariencia de tío duro él era uno de esos típicos egocentristas que resultan ser unos cobardes. Conocía bien el tipo humano. Y sin embargo, aquellas palabras le mosquearon a él, le picaron. Aunque le pusieron entre la espada y la pared, ya que ese mismo orgullo personal había acariciado el sueño de llegar a las finales del campeonato.

Habían quedado muchos días para practicar y mejorar. Como se sentía incómodo con el hecho de hacerlo en un lugar privado, para no dar pie a que Emily buscara "su cariño", su prima le había pagado a ella unas semanas de academia de baile, por lo que podían usar las pistas de aquel gimnasio. Al no estar solos, cosa que él procuraba por horarios, se concentraron en practicar los pasos de baile bajo la supervisión de un monitor, que les aconsejó y enseñó trucos útiles.

A pesar de que a veces era un poco hosco, notaba que Emily seguía interesado en él. Pero él no vió el momento de contarle la dolorosa verdad, pensando quizá que no llegarían tan lejos, que el asunto se quedaría en un mero divertimento. Pero bailar se les daba bien, más que a la mayoría, y allí estaban, ganándose el derecho a entrar en las finales del campeonato del mundo.

Emily iba vestida muy a su estilo, una combinación cuqui y al mismo tiempo original y femenina. Ella le miraba con una sonrisa, no parecía nerviosa. Eso le descolocó un poco. Las palabras de su prima todavía bailaban en su mente, y no sabía muy bien que hacer con ellas. Sentía miedo por lo que pudiera pasar, pero tenía más miedo de hacer el ridículo delante de tantos telespectadores. Quizá quería demostrarse algo a si mismo, demostrar que podía hacer algo más, aspirar a algo más que a bailes privados y sexo remunerado con maduritas, inseguras y feas.

             Tras una coreografía fluida, dinámica, cadenciosa, pero poco marcada, con una fusión de pasos mas comunes de bailes como el funk, regué y bachata que de Sokkie con una sucesión de cargadas acrobáticas donde lucieron el físico atlético de ambos miembros de la pareja, aunque la Nazzadi no pareciera tan femenina como el Sokkie se estilaba, pero todo termino con broche de oro con el beso al final de la pieza, del cual se tardaron en despegar los miembros de la pareja un largo momento mientras que les aplaudían, entonces caminaron ambos tomados de la mano y Coljay le susurró a Jerome antes de separarse un poco para darle un fuerte palmada y choque de manos al joven humano antes de saltar a sus brazos para besarle apasionadamente:

            " ¡Lo hicimos cariño! ¡Somos una bala! "     

            Tras lo anterior la nazzadi solto al arco-técnico para correra fuera del escenario con su hermano para abrasarle sumamente alegre antes de decir:

            " ¿Que te ha parecido Shava? ¿te ha gustado lo que has visto? "   

Estaba flipando, real y metafóricamente. Menos mal que no había ido con la novia, por que así se ahorraba los comentarios. Y menos mal que no tenía intención de pasar otra vez por casa. Cuando le abrazó se rió, frotando su espalda.

-¡Si, joder, si! Ha sido la caña, pero...

Miró a Bennet por encima de su hombro.

-Tía, sabes que papá le va a dar un infarto con ésto. ¿Te va lo difícil, eh?

Había llegado el momento y no lo esperaba con las ansias que había previsto en un principio.

Allí estaba, en un plató rodeado de bailarines casi profesionales, a juzgar por lo que había visto, y vestido con una ropa elegante pero suficientemente apretada para realzar su complexión atlética. Si su memoria no le fallaba, muchos, por no decir todos los presentes le sonaban de algo. Especialmente llamaban su atención Maxwell y Marquand. Al último lo recordaba por las constantes noticias sobre el atentado que prefería no recordar, aún sacudido por la experiencia. También cabía destacar su enigmático atractivo; su compañera no estaba nada mal tampoco. Maxwell era de esas mujeres que llamaba la atención allá donde fuera, o al menos eso pensaba Jason. No fue nada extraño que precisamente ellos dos (y sus respectivas parejas) se ganaran las mejores puntuaciones de la noche.

Había perdido la esperanza rápidamente. ¿A quién pretendía engañar? Sólo era un tipo de baja calaña intentando sobresalir entre la basura junto a una jovencita que creía estar enamorada de él. La situación era exasperante. Todos esos días practicando para que ahora fallaran y se fueran a casa con las manos vacías... Además, las palabras de Chloe no habían ayudado mucho. Básicamente había reducido sus posibilidades a dos: o perder y ser humillado, o ganar y ser humillado.

Pero se cansó de pensar negativamente. Mandó a la mierda a su conciencia, cogió a Emily de la cintura, le sonrió y le susurró:

- Bailemos.- su voz sonó convencida y determinada. No estaba dispuesto a rendirse ahora.

No tendría una compenetración tan grande con Emily como las demás parejas, novios felices que venían a por todas. Él era un don nadie y ella una estudiante recién salida del instituto, pero a estas alturas le importaba muy poco.

"Joder, me quiero divertir", pensó fastidiado. De algún modo, la actitud de Emily le insuflaba con seguridad. ¿Cómo no estaba ella nerviosa? La cogió de la muñeca, guiñó un ojo a su prima para que se tranquilizara y se puso con Emily en medio de la pista de baile esperando a que sonara la música.

- Vamos a darlo todo.

Empezó la música y, con ella, el baile. Habían quedado en jugar un poco antes de entrar a por todas: aprovechando el significado de la canción, él haría el papel de chico desesperado y loco por la chica, la cual se haría la difícil hasta el final. Él marcaría el paso, pero ella haría complicadas acrobacias para simular que escapaba de él o que, antes del momento más íntimo, rechazaba el contacto. Un baile de coqueteo y constante juego, tanto hacia él como hacia el público.

El baile fue un soplo de aire fresco. Sokkie clásico, enérgico y "con una historia" detrás del baile. Los gestos, la cadencia, el lenguaje gestual. El jurado valoraba mucho todo aquello, aunque se vió que Jason no era tan acróbatico como ella. Pero era, dentro de lo que cabe, lo normal en aquel tipo de bailes.

Acabaron con una sonrisa, frente a frente, mientras el presentador asentía despacio, mirando hacia el jurado.

-Buena exhibición de baile. Quizá no a la altura de otras parejas, pero si por encima de la media. Veamos que opinan nuestros jueces...

8,1. No era mala nota. De momento, y a falta de la última pareja, estaban los cuartos y se clasificaban para la final.

-Cuartos, y a falta del último baile de la noche.

El último baile de la noche. Los bailarines eran ambos asiáticos, aunque no de la misma región. Nakamura era un japonés afincado en Melbourne y Zadeh era hija de unos refugiados de Tailandia. La música era divertida, pero la coreografía no se correspondió demasiado. Le pusieron pasión, pero a veces eso no bastaba si no se tenía la técnica suficiente. De hecho, durante el baile tropezaron y protagonizaron una casi caída muy cómica, que les sentenció en la nota que recibieron: 6,8, la más baja de la noche.

El público aplaudió y la emisión estaba próxima a finalizar. Las cuatro parejas ganadoras se situaron en la pista, junto a los presentadores, y les dieron unas banderitas australianas para simbolizar el hecho de haberse convertido en el "equipo nacional".