Partida Rol por web

Campeonato Nacional Australiano, 22 de mayo de 2086

Los telespectadores del canal "Arcology" en aquella noche de viernes pudieron sintonizar, por tercera semana consecutiva, el directo del programa "Dance!", presentado por Gaius Zimmerman...

DANCE! DANCE! DANCE!

Las luces definían su silueta trajeada, con una de esas telas pixeladas que reflejan la luz. Al encenderse, el presentador levantó el mentón solemnemente y, detrás de él, había una pista de baile.

-Bienvenidos a Melbourne, la joya de Oceanía. Dicen que ésta ciudad nunca duerme, que sus clubes están abarrotados de drogas, alcohol y decadencia. Pero ésta noche... -alzó el pulgar, desafiante- Ésta noche, cuatro parejas se ganarán el derecho a representar a todo un continente en el Campeonato Mundial de Sokkie... Damas y caballeros, disfruten del baile.

Sonrió, como solía, socarronamente, mientras la cámara se alejaba.

-Fama u oprobio. Esperanzas rotas o sueños cumplidos. Ésto es el Lonely Meerkat, en Melbourne, y están viendo... DANCE!!

https://soundcloud.com/mwahgirlsza/as-die-kat-weg-is

El video promocional del concurso. Una pareja bailando bajo la lluvia, con los pies descalzos, pero su baile no terminaba en aquel lugar. La misma pareja, el mismo baile, pero diferentes lugares emblemáticos del mundo, como las Torres Ashcroft en Chicago, la Torre Eiffel de París o los palacios de Stone Town en Zanzibar.

Terminado el pequeño video, un pequeño montaje introductorio mostrando las diferentes facetas de Melbourne, Australia y Nueva Zelanda. Sin duda los becarios del canal habían hecho un gran trabajo.

La cámara enfocó la zona chill-out del Lonely Meerkat donde estaban las parejas, engalanadas para la ocasión (también se valoraba el look de los concursantes). El público y prensa acreditada estaba detrás, vigilado por los guardias de seguridad de la empresa y el campeonato. Todo daba un aspecto muy profesional, tanto que no parecía el mismo local donde, semana tras semana, la gente iba a desfasar y divertirse.

La presentadora y su inseparable paracoches delantero aparecieron en pantalla, con una gran sonrisa, vistiendo un alegre conjunto con yukata amarilla y negra, con medias y lencería roja. Saludó a la cámara de un modo un poco estúpido, y habló al telespectador y a quien era el conductor del programa: Zimmerman.

-Bueno, bueno. Aquí estamos, Gaius, en Melbourne, acompañando a parejas que darán mucho que hablar. Ya conocerán por la prensa el caso de uno de nuestros participantes, Phillipe Marquand, que hace unos días recibió de manos del gobernador general de Oceanía una Medalla al Mérito Civil por su extraordinario heroísmo durante los infames atentados de hace unas semanas. Aprovechamos ésta retransmisión para sumarnos nuevamente al dolor de los familiares y el recuerdo de tantos héroes anónimos que evitaron una tragedia mucho mayor...*

Hizo una pausa, tratando de quitar hierro a un tema muy serio.

-Como decía, estamos aquí con parejas muy prometedoras -se acercó a la que tenía más cerca, que eran Dora y Lambert- Maxwell y Walker, que pasaron con creces como los primeros de su grupo durante la primera fase. Hay quien dice que son ustedes los favoritos para encabezar el equipo australiano en las finales de Johannesburgo. ¿Creen que la gente ha exagerado o se sienten preparados para aceptar el reto?

El día había llegado, bueno, uno de los días porque realmente habían trabajado mucho para poder llegar a esa instancia y si Dora hubiera podido seguramente estaría nerviosa pero ese no era el temperamento de la pelirroja, más bien estaba emocionada y lista para enfrentar cualquier reto que le pusieran enfrente pues estaba con Lambert. La sincronía que habían conseguido en la pista de baile reflejaba claramente la que habían conseguido en otra parte y sin embargo, ella sabía que aún podían dar más.

La mujer de enormes pechos se acercó a ellos y claro, si eran los más cercanos era de esperarse. Dora sonreía a sabiendas de que se veía muy bien, con la seguridad que te da, no sólo saberte guapa sino estar acompañada de un hombre igualmente guapo pero además tan bien bailarín. Los ojos de la chica fueron a parar por dos segundos a los de su chico para luego responder con firmeza, seguridad, siendo agradable cómo podía.

-Yo creo que Walker y yo estamos listos para dejarlo todo en la pista y esperamos no decepcionar a nadie.

Sostenía la mano de Lambert con suavidad y sonreía como si eso fuera natural para ella, en realidad sonreía más desde que estaba con él.

-Nos hemos preparado mucho para llegar hasta aquí y bueno, si les gusta lo que hacemos, vamos a seguir haciéndolo.

La pelirroja había elegido un vestido en negro que tenía detalles en plateado y que le sentaba muy bien, la verdad era que le gustaba verse femenina y curiosamente mucho más ahora. Miró hacia el frente, dejando que Lambert dijera algo o si no ella se podía eatar la noche entera contando sobre sus ensayos y demás.

Miró a su reciente novia con una sonrisa de oreja a oreja. Estaban relajados, tranquilos, pero también sabían que esos 150.000 dólares por quedar seleccionados serían como maná para ellos. Le arreglarían la vida. Procuraba no aparentar nerviosismo y si una actitud relajada y masculina que convenciera a los jueces y cautivara a los telespectadores. Dora lo había dicho medio broma medio en serio antes del campeonato, "te tenemos que vender como un trozo de carne". Y él se reía.

-Bien dicho.

Sonrió, encantador, añadiendo algo más.

-Venimos a por todas, así que... espero que la competencia esté preparada. Y a todos ustedes... -dijo, señalando la cámara- Prepárense para ver buen sokkie ésta noche. ¡Gracias!

Sonrió por los comentarios de la pareja y pasó a los siguientes, que eran Phillipe y Kristal. Ella iba con un conjunto rojo pasión con pantalones de polímero inteligente que se apretaban como una anaconda.

-Marquand y Lamm, otra gran pareja. Aprovechamos para presentaros al héroe de Melbourne, del que ya hemos hablado antes. ¿Que siente, señor Marquand? Hay quien le llama "el campeón del pueblo", en referencia a su estátus socioeconómico...

Parpadeó, mirándole con una sonrisa.

-No quiero ser grosera. Pero es lo que dicen.

Miró a su chico, por que así lo sentía ahora. Estaba muy orgullosa de lo que había hecho, aunque él se había un poco... "impactado". Quizá el peligro no era lo que él esperaba, pero si había quedado claro que capaz de responder bien ante la presión. Todo lo que vino después, la fama (que él sentía inmerecida), las medallas y las entrevistas a los medios, era superficial. Aparte de la medalla, y un par de palmaditas en la espalda, no le habían dado lo que necesitaba: el dinero para hacerse su operación o una mejora de su estátus en el régimen de la Seguridad Social. Solo palabras bonitas y promesas.

-Si no quieres ser grosera, no digas groserías, chata. Pero me da igual lo que digan por ahí. Phil es un héroe, y lo más importante, es MI héroe. Y ésta noche va a ser también VUESTRO héroe. Lo vais a flipar.

A Phillipe cuando le preguntó la presentadora le volvió por un instante su timidez y se quedó en blanco. No es lo mismo atreverse en una pista de baile para uno mismo que ser consciente de que te miran miles de personas. Ya lo había pasado bastante mal con lo de la medalla. Es curioso cómo ante una situación de peligro no tuvo demasiados problemas (de hecho, casi no fue consciente de lo que pasaba hasta que todo acabó, quizás ése fuera el truco), sin embargo, ser consciente de que "le miraban" le cortaba un poco. Menos mal que Krys se lanzó a hablar. Le dio tiempo a preparar algo.

-Emm... Sí, hemos practicado mucho y... Esperamos pasarlo bien y... Ganar, porque sabemos que podemos.

A Phillipe le pareció que era la frase más estúpida que había dicho nunca. Miró a Krys como diciendo "lo siento, no me ha salido nada mejor" e intentó relajarse.

Había dejado que la ropa la eligiese en parte Krys. No es que él no supiera elegir ropa, pero sospechaba que Krys iba a acertar mucho mejor. Se pasaron una tarde entera mirando ropa por las PCPU para pedirlas por correo urgente. Creía que el resultado no era malo. Los pantalones no eran muy allá: pantalones negros ajustados, que daban comodidad al bailar, pero a la vez quedaba bien y luego una camisa muy interesante. Aparentemente era una camisa ajustada que estaba hecha para enseñar bastante pecho masculino, no llevaba botones en la parte alta. También llevaba unos puños vueltos muy extravagantes cuya vuelta llegaba hasta casi el codo, lo cual no convencía del todo a Phillipe. Sin embargo, lo interesante era que cambiaba de color y de patrón en función de la posición del cuerpo, lo cual a la hora de bailar podía quedar muy bien... O ser un asco. Esperaba que en el baile combinara bien con la ropa de Kris.

           Tras haber sobrevivido Coljay Marcano al asalto junto con Jerome Bennet la pareja se unió más y la chica dejo temporalmente sus diferencias raciales y dejando que su relación avanzara hasta que el chico terminara con su novia Towanda; por otro lado se le ocurrió a la Nazzadi algo que le pareció una buena idea, así que al día siguiente se arregló sexy pero elegante para ir a hablar junto con Jerome con su jefe y pidió a este una cita con el director de la empresa para proponer le lo siguiente:

           " Señor, vamos a competir en las eliminatorias del Campeonato Mundial de Sokkie, transmitidas a todo el mundo y se nos ha ocurrido proponer les promocionar nuestra empresa con uniformes y sus Mechas dentro del concurso si nos ayudan con un financiamiento como apoyo logístico "    

            Entonces la chica les mostró una presentación con gráficas de costo - beneficio y dentro de dicha presentación expuso la idea de tener prestados para la presentación un par de Mechas tan solo para llamar la atención tanto de ellos, como de la empresa entre los espectadores del concurso

O

Presentaron a otras parejas entretanto (como a Jason y Emily, que aprovechó para saludar a sus padres, muy contenta), pero no se detuvieron demasiado. Eran muchos y la gente querría que pasar directamente al baile, pues ya habría tiempo suficiente para decir unas palabras sobre cada pareja cuando les tocara lucirse en la pista de baile. Terminó las entrevistas en la entrada del Meerkat, donde había un público numeroso que iba a seguir el encuentro en unas pantallas. Tomaban chocolate caliente y cosas así para quitarse el frío, mientras saludaban a la cámara esperando robar unos segundos de protagonismo.

Entonces, unos pasos mecánicos y los policías que apartaron a la gente de la vía. Dos pequeños mechas (desarmados) llegaron y se marcaron un pequeño numero de baile, divertido y sencillo. Se abrieron luego las carcasas para dejar bajar a sus pilotos, que eran otros dos concursantes.

-Éstas play-off están promocionadas por SentryTech, la empresa de armamento avanzado. Y aquí tenemos a dos de los bailarines de ésta noche, ambos trabajadores de la empresa, nuestra pareja más interracial: Bennet y Marcano.

Saludaron a la cámara y ella lanzó un beso a la misma. Sus trajes eran una versión bailarina y sexy de los uniformes que normalmente llevaban los pilotos de mechas. Tras una cuña publicitaria de SentryTech, en la que esforzados currelas vigilaban todos los detalles para que nada fallara en el campo de batalla, la acción volvió de nuevo dentro del Meerkat, de la mano de Zimmerman.

Sonrió como si lo último que hubiera dicho Izelle fuera un poco estúpido, e hizo una apostilla.

-¿Donde están las parejas interraciales cuando las necesitas, eh? Bueno. Damas y caballeros, estamos aquí con los jueces de éste encuentro, el afamado bicampeón Christo de Klerk y la señorita Grader, campeona nacional australiana en 2082. Ellos nos van a recordar cuales son las normas de ésta última noche de play-offs en Melbourne y cómo se va a decidir cuales serán las cuatro parejas que ganarán el derecho a representar a su continente en las finales de Johannesburgo...

Guiñó el ojo.

-Con un sustancioso premio de 150.000 terranotes para cada pareja, claro.

Se giró a la cámara con una breve sonrisa, que no era un gesto que él soliera tener demasiado. Su rostro era grave, y eso denotaba que iba a ser un hueso duro de roer.

-Gracias, Gaius. Como todos sabrán a éstas alturas, durante la ronda final las parejas que optan para la clasificación deben hacer un número cada una. A diferencia de la ronda clasificatoria, en las finales cada pareja ha escogido una canción y se ha preparado un baile específico para ella, por lo que uno de los criterios fundamentales a la hora de calificar el baile es la coordinación o armonía entre la danza y el ritmo y letra de canción.

Sonrió de modo un poco falso, televisivo, antes de proseguir.

-Asimismo, se valoran los criterios generales de ritmo, sentimiento de la danza, compenetración entre la pareja y espectacularidad. A diferencia de los torneos nacionales, recordamos que en el caso de las finales está terminantemente prohibido el uso de drogas de baile, para favorecer un juego limpio entre las parejas y una mayor igualdad de oportunidades. Se trata de demostrar el entrenamiento adquirido, la coordinación desarrollada y "la chispa" que la pareja pueda ofrecer en la pista de baile.

Asintió, despacio, acercándose un paso más al espectador. Sus gestos eran amplios, en su tradicional estilo histriónico.

-Éstas son las normas del torneo, y todos las conocen. Nada de dopping, juego sucio fuera de la pista o lesionar al contrario antes de la competición. Cada pareja tiene la pista durante, como máximo, cinco minutos y medio para lucirse, dependiendo de la canción. Entonces estarán ellos solos, la pista y todo el mundo mirando, especialmente los jueces, que podrán nota a cada una de las actuaciones. Las cuatro mejores... entrarán en la lista de la fama, y ganarán un viaje con todos los gastos pagados a Johannesburgo para la gran final... y esos suculentos 75.000 cada uno, cortesía de Corporación Chrysalis y la oficina de Loterías y Premios del NGT.

Dió una palmada, dando por zanjada la cuestión. La luz de la sala de baile cambió y la atención se centró ahora sobre las parejas concursantes.

La tabla clasificatoria estuvo durante unos dos minutos en pantalla mientras la primera pareja se preparaba para salir a pista, después de unos pequeños anuncios de unas drogas de baile famosas de la marca "Astaire". La presentadora sonreía, y daba paso al cámara para que enfocara a la pista, a la primera pareja que iba a bailar esa noche.

-El campeonato está a punto de comenzar. La primera pareja está ya en la pista de baile. Se trata de Melkya Bomber, un marine dispuesto a comerse éste campeonato. Su pareja es Nomanzy Bayern, una farmaceútica que ha hecho del sokkie su pasión... destacamos su atrevido minivestido que, esperemos, no nos de alguna "sorpresa"...

Se dispusieron para bailar, aunque estaban algo nerviosos. Las luces se apagaron y comenzó la cuenta atrás.

-Os dejamos con "I really like you", de C-R Jepsen, interpretado por Bomber y Nomanzy.

El baile comenzó bien en la fase suave, con las parejas acercándose como si se tantearan, como si estuvieran de broma. Sin embargo, algo comenzó a fallar a partir del primer estribillo: el baile de él era muy estático y casi todas las acrobacias las hacía ella sin necesidad de ayuda. Era como... ver bailar a una peonza, muy ágilmente, en torno a un leño poco expresivo que se limitaba a ser adorado en plan "papito".

Pero aquello no era Caliente, era Sokkie, y en sokkie la pasión debe venir de la mano de ambos bailarines. De Klerk negó con la cabeza, mientras Grader compuso un breve gesto negativo, que las cámaras captaron. De poco sirvió la traca final, en la que la hizo girar varias veces contra si, incluso dando una voltereta en el aire. El ritmo de la canción no se correspondía con aquella explosión final en la que ella quedó inclinada hacia delante, con las nalgas muy cerca de la cintura de él, que levantaba una mano en señal de triunfo.

El público aplaudió, aunque no demasiado fuerte. Lo justo para dejarles ver que estaban calentando motores y les había gustado.

Se partía de risa cuando la cámara le enfocó. Sabía ser muy cruel cuando una pareja la cagaba, y eso hacía que la audiencia se mantuviera alta incluso en temporada baja. Se secó con un pañuelo, a pesar del maquillaje, que era prueba de esas cosas.

-Bueno, pues... sin duda alguna, he visto muertos que bailaban con más pasión que el señor Bomber. Una lástima, por que la señorita Bayern es todo fuego y pasión. Todos temíamos, o esperábamos secretamente, poder ver una de sus femineidades por accidente, pero he de decir que nos ha deleitado con una solvente demostración de coordinación y energía...

Se giró hacia el marcador, un momento.

-Bueno, pues aquí viene la primera nota de la noche... 7,2 para la pareja nazzadi, y me parece una nota muy generosa por parte del jurado. Si no nos enfrentamos ésta noche a una epidemia de cojos, y sospecho que no es el caso, me temo que Bomber y Nomanzy se despiden ésta noche del campeonato.

Su turno, mientras ponían el marcador. Se empolvó bien los pies, por que si la diosa fortuna acompañaba bien aquella noche, iban a deleitar a los espectadores con un espectáculo de sensualidad y gimnasia sin precedentes. Les indicaron que podían pasar a la pista y él miró a Dora con una pequeña sonrisa, susurrando algo al oído mientras las cámaras se preparaban. Un leve vértigo, quizá miedo, quizá excitación, quizá una mezcla de ambas.

-Venga, vamos a enseñarles como se baila... Ya sabes como va ésto.

Dora estaba lista para lo que venía por lo cual aunque si echó una que otra mirada a lo que sucedía en la pista, era verdad que aquello levantaba adrenalina si era que te gustaba mucho pero también era verdad que la pelirroja estaba muy concentrada por eso cuando fue turno sonrió y se preparó para lo que habían estado ensayando tanto y se lo merecían.

Se dispuso en la pista tras preparar muy bien sus pies y cuando escuchó los acordes de la canción que habían elegido, algo vieja pero era la idea, dejó a su cuerpo hacer lo que sabía en compañía de su Adonis personal, en realidad por sólo intentarlo era feliz.

El sonido recorría su cuerpo haciendo que las pulsaciones fueran al máximo. Eso era vida y por suerte había llegado perfecta al concurso. Además, ahora que su estatus había cambiado, podían disfrutarlo más que nunca y no estar tan preocupados por lo que pudiera suceder.

Habían escogido una pieza clásica donde las hubiere, casi con 100 años de historia, y esos detalles retro solían gustar al jurado. La danza, a diferencia de la primera, fue mucho más armónica y transmitió grandes dósis de sensualidad y energía en el estribillo. En ésta ocasión, quizá Lambert estuvo un poco por encima de ella, pero supo compensarlo potenciando las virtudes de Dora.

Ella era rápida y flexible, por lo que algunas de proezas físicas fueron realmente notorias, dignas de una gimnasta olímpica. La gente contuvo la respiración en esos momentos, sobre todo cuando ella dobló la cintura hacia atrás de una manera casi antinatural, aunque muy fluida, para hacer la rueda varias veces seguidas, describiendo un círculo en torno a él. Lambert saltó, tomó sus manos en el aire y la hizo girar, para terminar luego deteniéndola con la mano en el costado tras hacer que su torso pivotara sobre su brazo.

Bailaron lento luego, sinuosos, acariciando ella su rostro y él pegando las manos a su cintura, sobre las que ella puso la izquierda. Aquello subió el tono entre los espectadores, que quedaron anonadados con las sucesivas demostraciones de agilidad, que fueron in crescendo, pero sin perder el componente sensual.

Cuando la música cesó, ambos quedaron frente a frente, como en aquella pose del antiguo baile del tango, cogida ella por la cintura y en una pose elegante de entrega y desafío, con los rostros y las miradas muy juntas, a punto de darse un beso. Las luces se encendieron y el público enloqueció, aplaudiendo sonoramente, silbando y dando generosas muestras de que habían disfrutado con el baile.

Las amigas de Dora estaban allí, entre el público, y se emocionaron hasta lo indecible por aquella brillante exhibición de sokkie.

Fue difícil hacer que la gente dejara de aplaudir, por lo que el equipo de sonido tuvo que bajar el ruido de ambiente mientras ella hablaba. Tenía los ojos muy abiertos, casi de par en par. Le había sorprendido, y para bien, lo que había visto.

-Bueno... jejejejejeje... madre mía. Ojalá me hicieran eso a mí. ¿Que opinas, Gaius?