Partida Rol por web

Los días que siguieron, fueron cuanto menos entretenidos. Los organizadores del torneo les habían preparado toda una batería de actividades y visitas turísticas, en las que ellos se hicieron la foto de rigor en tal o cual lugar emblemático, conocían a alguna personalidad local, degustaban la cocina nacional y mil cosas más. Tuvieron así la oportunidad de codearse con otras parejas finalistas de los cinco continentes, pero les dejaron poco tiempo para entrenar o ensayar algún número.

Ésto tenía su razón de ser. La competición tenía, como en el caso de la nacional, varias fases. La primera consistía en la  llamada "eliminatoria de grupo", donde se demostraba la capacidad de improvisación. Las parejas de baile se repartían en grupos mixtos entre los diferentes equipos nacionales, sorteados al azar, y un día antes de competir se les indicaba cual iba a ser la canción que iban a bailar la noche siguiente. En ésta eliminatoria, pasaban a siguiente las dos parejas con mayor puntuación en esa noche de baile. Había cinco grupos de cinco parejas cada uno, de la A a la F.

La segunda ronda eran las semifinales, que se disputaban la misma noche en dos sedes distintas. Para las semifinales, se daban tres días para preparar los números musicales, escogiendo en éste caso la canción. Los días que se daban eran alternos de modo que la semifinal de los ganadores de los grupos A a C se disputaba antes que la de los grupos E a F, de seis parejas cada semifinal. Las tres notas más altas de cada semifinal llegaban a la final, que era otra ronda similar, con 6 parejas. Se dejaban solo dos días para preparar el baile de la final.

La noche de la gran final se concedían tres premios de cuantía diversa para las tres primeras parejas. La tercera pareja recibía un premio en metálico de 30.000 terranotes a repartir entre ambos, más un viaje en un crucero de placer. La pareja que obtenía el segundo puesto recibía un premio de igual cuantía al de la clasificación: 150.000 terranotes, más un vehículo de gama alta valorado en 40.000 terranotes. Los ganadores se llevaban el famoso premio en metálico de medio millón de terranotes, además de un regalo a escoger entre un vehículo deportivo valorado en 150.000 terranotes o una propiedad inmobiliaria de un valor equivalente.

La primera clasificatoria de grupo estaba programada para el día 10 de junio. Era una noche calurosa en la ciudad, y las luces del distrito de ocio lucían con intensidad. El lugar escogido para la competición era la discoteca Mae West, que tenía una gran pista de sokkie. Los tickets para asistir como público se cobraban bastante caros, por que en aquella ciudad el sokkie era algo más que una diversión: era como una religión, un estilo de vida.

Otros participantes del torneo que no estaban en aquel grupo podían ocupar los asientos del "palco VIP" (normalmente, los reservados de la discoteca o sala de baile) donde seguían el desarrollo de la competición en una pantalla. No acudían todas las parejas, por que los asientos eran limitados y variaban en función del local. Otros preferían seguir entrenando para el día siguiente, o emplear su día libre en hacer turismo a su aire o disfrutar de las instalaciones del resort.

Las cámaras enfocaron a la joven que lucía uno de sus trajes atrevidos. A diferencia de las finales y semifinales, los presentadores se turnaban en las eliminatorias de grupo y había solo uno de ellos por noche. Como en el caso de los campeonatos nacionales, el jurado lo formaban dos personas de la Federación Internacional de Bailarines de Sokkie. En las semifinales y finales el jurado lo formaba un juez de cada una de aquella de aquellas parejas, 3 en las semifinales y 6 en las finales.

El local era bonito, moderno y tenía un equipo de sonido excelente. Quizá no era el típico local de sokkie per se, pero en Johannesburgo casi todas las discotecas de renombre tenían una buena pista para el sokkie e instalaciones apropiadas para practicarlo. Aquel baile era el deporte nacional.

-Buenas noches y bienvenidos al Mae West. Hoy, día 10 de junio, se disputa la primera eliminatoria de grupo en el campeonato mundial de sokkie. Abróchense los cinturones... -se giró para quedar de espaldas a la cámara, y luego se agachó recorriendo su cuerpo con una mano con un gesto un tanto lascivo- ¡Vienen curvas!

Hubo aplausos, y seguían escuchándose mientras retransmitían los primeros spot de la noche, del torneo y publicitarios. Regresaron de la publicidad con un pequeño reportaje, el que habían realizado sobre las vidas de la simpar pareja de Jason y Emily. Dos personas dispares en edad y trabajo: ella, una alumna de bachillerato que iba a estudiar en la universidad. Él, un trabajador de la noche con gancho para las mujeres.

Cuando el reportaje cesó, la presentadora hizo una pequeña introducción.

-Tenemos parejas de nivel ésta noche. Dos del equipo australiano, que tanto dió que hablar, una pareja española que quedó tercera en el campeonato europeo, dos segundos puestos del equipo de Nazza-Duhni y la simpática pareja marroquí que cautivó al jurado durante las finales africanas en Marrakech. Sokkie de altura del que van a disfrutar ésta noche, cortesía del canal Arcology y los patrocinadores del torneo.

Sonrió.

-Sin más, les dejamos con la primera pareja de la noche: los australianos Jason Kelly y Emily Sawyer con su versión de "Stronger" de K.Clarkson.

Emily llevaba un vestido sencillo de color negro, pero se trata de una tela condicional, que iba a cambiar de diseño en función de la canción y la luz que incidiera sobre él.

Jason había estado un poco raro aquellos días, pero no le había querido contar su "inusual encuentro". Cumplía cuando le tocaba con sus obligaciones sociales, e incluso volvió a animarse para compartir con ella algo más que palabras. Con todas aquellas preocupaciones, un poco de sexo desenfadado se agradecía.

Ella sonrió al principio de la canción. Parecía agradada por estar allí. Se la notaba más suelta, atrevida. De niña estaba pasando a ser mujer, y el campeonato tenía mucho que ver con aquella transformación.

Comenzó a moverse al inicio de la música. Era una coreografía efectista, que comenzaba con ellos separados, mirando al público, para luego tantearse más como depredador y presa que como hombre y mujer. Finalmente, estallaba en una orgía de gimnasia durante los estribillos.

Estaban en el reservado, a un punto de ver el baile de ambos. Las dos parejas australianas que no competían aquella noche, disfrutando de una copa y charlando. Phillipe había hecho buenas migas con Lambert, por que ambos eran currelas que habían pegado el braguetazo con sendas novias increíbles, que además eran amigas. Aunque el tipo era un poco más creído que él, por que era un guaperas, no se le subía a la cabeza. Era un tío bastante humilde, con el que se podía hablar de cualquier cosa y hacía reflexiones sorprendentemente profundas sobre temas de actualidad.

Kristal y Dora revisaban su PCPU mientras charlaban. Las chicas no dejaban de mandarles mensajes desde Melbourne, dándoles ánimos. Estaban todos a piñón con ellos, por que creían que eran parejas favoritas para llegar a la final y llevarse el torneo.

Habían cenado juntos antes de ir allí. Una cena al margen de lo que tenía programado el torneo, que en ocasiones les paseaba como si fueran ganado dócil. Comida italiana, un clásico, en un restaurante de renombre de la ciudad. Ahora tomaban una copa mientras veían como se les daba a las otras parejas.

-Espero que ya se te haya pasado un poco el chungo del señor ciego ese -dijo a su novia- ¿Has vuelto a tener pesadillas con eso?

La conversación atrajo inmediatamente el oído de Phillipe.

Estaba junto a su pareja, que ahora podía llamarse así en ambos sentidos. ¡Que buenas vacaciones se estaban tomando! Un respiro de su trabajo habitual y una oportunidad para conocerse mejor, y gozarse mejor, fuera de su medio habitual, con todos los gastos pagados. La verdad es que si seguían así, habría pocos sitios del resort que ellos no "mancillaran" haciendo manitas o algo más que manitas.

-¡Vamos, sois la caña! -dijo a la pareja que actuaba en ese momento, aplaudiéndoles.

Todo estaba bien, todo iba a pedir de boca, todo o casi todo porque Dora no dejaba de pensar en ese ciego que la había visitado en sueños, miró a Lambert con algo de aprehensión y negó, no le había contado eso ni a Krystal, de hecho el único que lo sabía además de ella era él.

-Eso no creo que se me pase nunca. Es que se veia muy serio y real.

La pelirroja tembló un poco y se apuró a beber lo que tenía en el vaso, después de todo aquella noche eran libres por decirlo de alguna manera y no importaba que tomara un poco de más.

-Tal vez no debería pensar tanto en ello.

Tal vez pero nunca podía aunque quisiera, tomárselo tan a la ligera. Esbozó una sonrisa para la pareja que les acompañaba, se podía decir que eran todos amigos.

-¿Un tipo ciego en un sueño? Los sueños, sueños son, ¿no? No pienses mucho en ello...

Obviamente no se creía lo que había dicho él mismo y esperaba que no se notara mucho que la única palabra cierta en la frase era "un tipo ciego" porque lo que es cierto es que sospechaba (qué va, estaba seguro) que el tipo ciego que le había visitado a ella y el tipo ciego que le había visitado a él era "lo" mismo. Lo mejor para mantener la salud mental era no pensar en ello, desde luego... Si algo había aprendido de su madre, es que estas cosas hay que tenerles respeto y también olvidarlas. Podría decir que era una especie de sana superstición en esta época. Lo mejor era hablar de otra cosa antes de que se notara mucho.

-Cambiando de tema, ¿Quiénes creéis que son la mejor selección? He visto en la red a algunas parejas alucinantes de otras arcologías...

Ella creía que él tenía razón pero es que no era tan fácil, no podía simplemente olvidarlo. Compartir con Lambert aquello era una cosa pero con los demás, la cosa se tornaba distinta. Además, no era que ella hubiera hecho mucho caso a eso en otros momentos de su vida, ¿por qué ahora le importaba tanto? Y son embargo estuvo de acuerdo con él.

-Si, creo que tienes razón...

Bebió un poco más y echó una mirada a su amiga, tenía un tipo interesante y se le veía contenta, eso estaba bien.

-Hay de todo pero espero que los ganadores estén en esta sala.

Y lo esperaba de verdad, aunque más deseaba ganarlo ella con Lambert. Tomó la mano de su chico y sonrió.

-Aunque deseamos mucho ganar, les deseamos suerte, ¿no es así, extraño?

Jason miró al público, luego a Emily y después al suelo. Cogió aire y lo soltó despacio, concentrándose en lo que debía hacer. Tenía que reprimir las ganas de irse corriendo, pero logró mantenerse allí, en la pista de baile, sin perder la compostura y fingiendo una sonrisa. Se ajustó el cuello de la camisa de vivos colores que llevaba y que tenía casi desabrochada, revelando parte de su musculado pecho.

Cuando empezó a sonar la música, se giró hacia su compañera de baile y se acercó a ella como habían pactado, casi como si la estuviera acechando. La miraba de arriba abajo y parecía que en cualquier momento fuera a saltarle encima.

Tenía que hacerlo bien. Si no... Bueno, no podía pensar en eso en aquel instante. Tenía que centrarse y quitarse de la cabeza todos esos pensamientos.

Cogió a Emily de la cintura y le dio un par de vueltas, inclinándose sobre ella a la vez que la chica se dejaba caer hacia atrás, quedando sendos rostros a unos milímitros durante ese instante. Luego continuaron el baile sensual que cada vez iba a más. Más energía, más movimiento, más contacto.

Acabó la canción abrazándola por detrás como si le besara el cuello. Se dio cuenta de que estaba temblando y deseó que no la hubiera cagado, como siempre. Si los jueces veían el mínimo error, todo se iría al traste, como siempre...

Sonrió por lo que Dora dijo. Había quedado claro, al menos entre líneas, que no quería hablar en público aquel tema de la pesadilla. Así que no volvió a sacarlo. Lo que si hizo fue contestar a Phil.

-Pues he oído cosillas de otras parejas. Está todo en la web del canal, por cierto. Dicen que en el equipo de Sudamérica hay parejas fuertes, sobre todo los argentinos. Y los favoritos que son los de aquí, el equipo africano, que son los que suelen llevarse el campeonato casi siempre.

Hubo aplausos tras el fin de la actuación. Había sido buena, de hecho muy buena, pero llegaban a una fase del torneo donde ese tipo de bailes se volvían frecuentes. Los baremos subían, y conseguir notas altas era cada vez más complicado conforme uno se adentraba camino de la final.

-Magnífica exhibición de la pareja australiana. Sensualidad en estado puro. Ahora, veamos como la puntuan los jueces...

Se giró para mirar, tardaron un poco más de lo normal en deliberar.

-¡Ocho! Bien hecho. Os dejamos con el reportaje de nuestra próxima pareja.

La siguiente pareja estaba preparada en la pista de baile. Eran los españoles, Clara Lazarrabal y Jesús Monturque, que ya habían participado el año anterior llegando hasta las semifinales. El tema venía casi al dedo, aunque el ritmo latino tenía menos altos y bajos que el sokkie clásico. Ella bailaba con una increíble agilidad y sensualidad, pero él pecaba del mal de muchos bailarines masculinos, y era ser excesivamente estático. Aunque la actuación fue buena, de hecho de un nivel alto, aquello eran las finales del mundo y los jueces no perdonaron: 7,5. Era una nota mediocre para esa fase del torneo.

El siguiente número atrajo numerosas miradas. La pareja nazzadi había recibido mucha cobertura mediática y por un buen motivo. Eran de las parejas supuestamente favoritas para llegar a algo más que la semifinal. Tenían mucha química en la pista de baile, y la canción era graciosa y pegadiza. Csazy era una bailarina de oficio, en un importante club de la capital de Nazza-Duhni, y demostró que era una mujer sensual, casi hecha de goma, con una capacidad increíble para realizar giros cerrados y alternarlos con unos movimientos cadenciosos, casi felinos, que hechizaban. Kyra, su acompañante, supo seguir el paso, pero estaba claro que ella tenía la voz cantante.

Sin embargo, la última fase del baile desmereció mucho, por que se limitaron a seguir un ritmo parecido y no aumentaron la cadencia. Los jueces fueron implacables con aquel desliz, y a pesar de los aplausos del público les concedieron un mísero 7,3, por debajo incluso de la pareja española.

Aplaudió por aquella última actuación. Hasta el momento, Jason y Emily habían hecho el baile más destacado de la noche, pero a nadie le cabía duda de que Bennet y Marcano iban a ir a por todas. Hubo una pequeña cuña publicitaria, al cabo de la cual se vió el marcador.

Jerome y Coljay subieron a la pista de baile y se prepararon para bailar, mientras en el reportaje sobre sus vidas, uno de los más entrañables del torneo, todos sus compañeros de la fábrica posaban al final en una toma de grupo, con pancartas y jaleándoles para que ganaran. Dos currantes de la industria armamentística con un sueño, y que además habían encontrado el amor. La clásica historia que llega al corazón del público.

-Sin más, os dejamos con la pareja australiana Bennet-Marcano y su versión de "You Are The Only One" de S.Lazarev.

Entretanto, la pareja había salido de la pista de baile para ir al reservado donde estaba su equipo, siguiendo el evento a través de la pantalla. Jason se había seguía un poco nervioso por que todavía faltaban dos bailes. Si los dos destacaban por encima de ellos... Ahora todo dependía de como fueran las dos últimas actuaciones de la noche.

Al contrario que él, Emily estaba muy contenta con haber llegado hasta allí, y se lo estaba pasando muy bien. Se tiró en plancha sobre Kristal, muerta de risa, y ella la abrazó. La chica estaba emocionada, y como era tan jovencita el resto la trataba como una especie de... de pequeña sobrina encantadora y dicharachera.

-Ha sido genial, genial. Seguro que quedamos segundos, como mucho.

Sonrió por aquello. La verdad es que había hecho muy buenas migas con la chica. De hecho, merecía convertirse en parte del grupo de sus amigas, eso si la universidad no se la llevaba a estudiar fuera de la arcología. Miró a Dora sacando la lengua, tratando de relajar un poco el ambiente, por que Jason tenía una cara de palo que se veía a la legua.

-Claro que si. No os vais a ir tan rápido del torneo, no señor.

Palmeó la mesa delante de ella, indicando un asiento libre.

-Anda, siéntate Jason y tómate algo. Estábamos viendo videos de otras parejas favoritas, aunque ahora hay que ver que hacen los nuestros.

-Oye, nada mal, Jason. Relájate, tranquilo. Es muy buena puntuación, ya verás como pasas. Y no sólo la puntuación, una coreo muy chula.

Se sentía un poco obligado a hacer que la gente se sintiera un poco mejor, el conocerlos ya hacía que quisiera que sacaran buena puntuación aunque al final fueran a ser rivales. Lo cierto es que también estaba nervioso, ¿podría mantener su nivel? Pero bueno, aún le quedaba tiempo para entrenar. Curiosamente, desde que estaba en Joburgo apenas usaba al PCPU, salvo para revisar cosas relacionadas con la competición. Entre la competición y Kriss no paraba. Y no podía estar más feliz. Nervioso, pero feliz.

-Lo cierto es que, de todas formas, estar aquí ya es genial, ¿no? Tómate algo, como dice Kriss, seguro que tienes el gaznate seco.

Le pasó a Jason una bebida de las que había por ahí con una sonrisa amistosa.

Jason aceptó la invitación de sentarse y beber, pero no por amabilidad sino porque necesitaba hacerlo. Agarró la bebida y se la acabó en unos cuantos tragos. Se había dejado caer sobre el asiento, dando una impresión bastante menos digna de la que había mostrado en la pista de baile. Tenía una mirada antipática y apenas mediaba palabra con los demás.

- Gracias.- respondió de mala gana cuando acabó la bebida.

Cojlay y su chico eran los siguientes. En verdad no le importaba mucho que sus compañeros pasaran o no, pero tenía cierto interés en ellos. Al fin y al cabo, eran una pareja curiosa cuanto menos. Se removió en el asiento para adoptar una postura más erguida, aunque en su rostro aún se reflejaba una especie de hastío constante.

         Para Coljay la oportunidad del concurso era excelente, tan soñada después de lo ocurrido que disfruto casi cada situación como si nunca en la vida se volviese a repetir, los momentos a solas con Jerome, las pláticas cortas con su competidores y compatriotas de Sudáfrica, el Hotel, el paisaje, el lugar ... que prácticamente no ensayaron mucho, si acaso hicieron calentamientos, estiramientos y ambos disfrutaron de ver a cada uno de los competidores que pudieron ver para disfrutar el baile y darse ideas de como podía bailar juntos, solo hicieron un ensayo para ponerse de acuerdo para llegar de una manera llamativa juntos y para decir unas palabras de agradecimiento .... de manera que como lo acordaron ambos esta vez salieron a la pista con sus monos completos de Técnicos electro-mecánicos de la compañía en la que aun laboraban con un permiso de los dueños de la compañía para promover la empresa para gran sorpresa de los espectadores, confiriéndole a ambos un aspecto mas rudo, entonces la nazzadi pidió un momento para hablar antes de bailar, en el que dijo:

        " Muchas gracias sud-áfrica por recibirnos a todos nosotros como lo han hecho!  Nos hemos puestos estos overoles de trabajo para hacer un simple homenaje a los mecánicos de Mechas que en nuestro pais, el suyo y en el mundo logran que nuestros héroes en la linea de defensa puedan mantenernos a salvo y permitirnos un evento como este, por ellos esperemos divertirles y recordar les con respecto a las diferencias entre Nazzadis y humanos como dijo un compatriota suyo hace muchos años,...las barreras entre las razas deben disolverse pacíficamente ... uno llamado Nelson Mandela!   ¡A bailar Sookie! "    

        Dicho lo anterior se vieron por un momento tanto Jerome como Coljay por un momento con la mano levantada y acto seguido, como si fuesen disfraces para Streepers jalaron unos cordones por la parte de atrás y sus aparentes trajes de trabajo se abrieron para facilitarles quitarse los rápidamente, cayendo al suelo ... para dejar al descubierto un conjunto de trajes bastante brillantes con el diseño de mechas dibujados con lineas brillantes que lucieron en la oscuridad que tuvo solo por un momento el escenario mientras que la pareja recorría el escenario para acercarse y comenzar a bailar juntos al ritmo de la pieza pop rusa que les había tocado bailar, con una mayoría de pasos clásicos de Sookie, pero intercalando entre ellos pasos de tango y algunos del Sookie característico de Sudafrica.

Jerome puso su alma en aquel baile. Tenían que llegar a las semifinales, y más allá, a la final. En comparación a otras actuaciones de la noche, fue aquel un festival de pirotecnia, luz, color y piruetas. Había que admitir que hacían una buena pareja: ella tan, atlética y esbelta. Él, tan varonil y musculoso.

Se vió sokkie de gran calidad en aquella actuación, con el habitual crescendo, con piruetas dignas de la final, giros, frenadas y un baile alegre, casi socarrón, en el que ambos se medían en una suerte de espiral de cortejo que solo tenía parangón en la espectacularidad del mundo animal.

La música cesó y ellos quedaron, abrazos por la cintura, mirando a la cámara con una sonrisa. La gente aplaudió, casi fuera de si, y celebró aquel espectacular baile que pronto pasaría al ámbito de las redes sociales.