Partida Rol por web

Los jueces pusieron la nota: 8,7. La más alta de la nota, y les metía derechos en la semifinal. Costó que los aplausos cesaran, y tras ellos, se preparó la pareja final de la noche. Se trataba de los últimos de la selección del Norte de África y Próximo Oriente, que iban dispuestos a superar la nota de Jason y Emily.

La música sonó y ellos cruzaron los dedos. La pareja se desenvolvía bien, estaban bien coordinados. El baile era ambicioso, pero había algo... algo extraño. La ejecución final no fue tan sobresaliente como la de las parejas australianas, y a pesar de que se admiró la belleza de la chica de Dubai, los jueces no perdonaron: 7,9. Justo un punto por debajo de Jason y Emily. Hubo llanto por parte de ella, y decepción en algunos espectadores.

De éste modo, las dos parejas australianas pasaban a la semifinal del grupo A. Un paso más cerca de la final y todo lo que ello conllevaba.

El equipo estaba reunido en el reservado, donde la organización llevó unas botellas de champagne para que brindaran por el paso a semifinales de dos de sus integrantes. No podían relajarse demasiado, al menos la pareja de Dora y Lambert, pues al día siguiente tenían su eliminatoria en aquel mismo local.

-Excelente baile ésta noche el del equipo australiano. No queremos terminar la emisión de hoy sin hablar con ellos.

Se acercó a donde estaban. Lambert descorchó una botella y el champagne salió, derramándose un poco por el suelo. Ella acercó el micro.

-¿No os asusta coincidir tres parejas en la misma semifinal? Puede que parte del equipo se quede fuera en la gran final.

Dora tenía una copa en la mano pero considerando el evento que habían tenido tras no quedar primeros en la calificación, decidió que ella debía responder.

-No, nos asusta. Venimos a divertirnos y disfrutar, si quedamos fuera ya habremos disfrutado bastante.

Sonrió sinceramente.

-Y le desearemos buena suerte a los que si hayan llegado como nuestros compañeros hoy, así que, ¡salud!

Echó una mirada a Lambert, ellos ya lo tenían o todo o al menos ella lo tenía con él, con el nuevo trabajo y con lo que sabía que vendría.

        " !Hola Izelle! ¡Que guapa te ves hoy!  Por desgracia no pudimos ver bailar a Dora y Lambert, pero me ha agradado mucho como lo hicieron Kelly y Jason, así que me alegro que la representación Australiana pueda llegar tan lejos con este trío de buenas parejas y coreografías, solo nos faltan Kris y Philipe para que tengamos un representante en cada semifinal, claro que en lo personal me pareció que posiblemente merecían mejor suerte la pareja de Csazy y Kyra, creo que aprendí algunos buenos pasos de la Nazzadi y me gustaría conocerla después.  ¡Estoy tan contenta por lo que ha pasado! ¿Tu que piensas cariño? "    

         Respondió Coljay a la bella conductora tras tomar el micrófono y antes de pasarlo a Jerome para saltar entusiasmada con él para abrazarle y después de escucharlo caminar hacia las otras parejas de baile para darles un abrazo para felicitarlos

-No sé qué dirá Kriss, pero por mí, yo estoy disfrutando bastante y si no pasamos a la semifinal, no creo que me sienta insatisfecho... Eso sí, no pienso ponérselo fácil a los demás.

Sonrió y brindó a la proposición de Dora. -¡À la tienne!

Luego, comentó también:

-Tienes razón, Coljay. La Nazzady bailaba genial. Una pena.

Dos días más tarde, comenzaron las eliminatorias de los grupos D a F. Las parejas del grupo A a C habían entrenado duro preparando los números para semifinal A, que iba a celebrarse a la noche siguiente. El equipo australiano tenía en el grupo D tan solo una pareja, la de Dora y Lambert, pero todos les deseaban lo mejor.

Aquella gala era presentada por Zimmerman, y en ella iban a competir algunas parejas muy importantes. Por ejemplo, Anderson y Clark habían sido primer puesto del equipo del continente norteamericano, y esos dos canadienses pisaban fuerte. Pero los competidores más duros iban a ser, sin duda alguna, la pareja sudafricana, Dreyer y Venter, que habían ganado la edición anterior del torneo.

La primera pareja de la noche era inglesa, Ethan Jackson y su esposa en la vida real, Sarah Cotten. La pieza era marchosa, y era admirable la energía que tenía él, que hizo un baile muy masculino y provocador. Sin embargo, su compañera de baile no estuvo tan rápida, y de hecho hubo un par de ocasiones en las que casi perdió el ritmo.

El jurado fue implacable: 7,6. Muy posiblemente, la pareja inglesa quedaría fuera de las semifinales y se despedía pronto de Sudáfrica.

Aplaudió, riéndose de buena gana.

-Bueno, creo que es la primera vez en el torneo que los papeles se invierten, y es la mujer la que se mueve con la gracilidad de un elefante.

Hubo risas crueles por el comentario. Con aquel presentador, la experiencia del concurso podía adquirir la categoría de bully. Pero aquel tipo de cosas vendían tanto o más que los pechos de su co-presentadora.

-Y ahora, sin más, vamos a por una de las parejas más prometedoras de la noche. Los australianos Maxwell y Walker ya nos cautivaron en Melbourne, y están aquí, en Joburgo, con ganas de meterse en la final.

Tras la publicidad, el reportaje de ambos. La verdad es que era una historia de amor conmovedora: él, un chico de fuera de la arcología, con el síndrome claustrofóbico y una madre afectada por la radiación. Ella, una princesa de clase alta que se había ganado un puesto de responsabilidad en el Ministerio de Información tras el atentado de Melbourne. Una historia de amor y superación entre clases que conmovería al público.

-Sin más, os dejamos con "Shut up and dance", de Walk the moon, por Maxwell y Walker...

Dora estaba lista, con un traje entero en color rojo brillante que se ajustaba a su cuerpo, se paró jutno a Lambert y saludó con una sonrisa y la elegante y delicada mano en alto, parecía una de esas chicas de antaño que hacían Gimnasia rítmica. Se notaba que estaba disfrutando de los aplausos, del momento, que se sentía y se sabía no sólo guapa sino capaz y además, estaba acompañada de un gran bailarín de Sokkie que como ella tenía una corazón enorme capaz de hacer estallar el de ella. -Pase lo que pase, esta noche y siempre serás mi campeón... Fue todo lo que le dijo, a él, al oído. Su forma de decirle que lo amaba y no, aunque tal vez los presentadores lo querían, ella no dijo palabras porque tras verse en el reportaje ella sabía que no necesitaba adornar nada y que todo lo que tenían que hacer era disfrutar y bailar como hacían cuando nadie los veía. Los primeros acordes sonaron y de nuevo se miró en los ojos de su chico mientras comenzaban a danzar.

Sonrió por lo que dijo, apenas tres segundos antes de comenzar. La verdad es que tenía razón. Ya habían cambiado sus vidas, y aquella estancia en Johannesburgo eran como unas vacaciones, solo que más competitivas. No tenían nada que demostrar, y al mismo tiempo, competían por el mero placer de comprobar hasta donde podían llegar.

Se notaba la complicidad entre ambos, la confianza necesaria para realizar todos aquellos saltos y acrobacias, que requerían una buena dósis de fe. Fue un baile cariñoso, según la canción, la historia de un encuentro casual que se convertía en amor a primera vista.

Cuando terminó la música, ambos quedaron abrazados, sonriendo, para luego mirar a la cámara. La gente aplaudió mucho y eso era buena señal.

Asintió, despacio. Éste baile había sido bueno, aunque Dora había estado un poco más lenta que él. Sin embargo, Lambert sabía como bajar un poco el ritmo para que fueran compensados.

-Excelente, excelente. El nivel al que nos tienen acostumbrados. Un baile sensual y con fuerza. Y ahora... la nota.

Apareció en el marcador.

-8,7. Nada mal, nada mal. Opciones de semifinal más que probables.

Envueltos en aplausos, bajaron de la pista de baile mientras saludaban.

La noche iba a ser dura. La siguiente pareja era africana, concretamente de Mali. Sekou Adokou y la voluptuosa Leila Konaté. Su baile era puro fuego, pasión contenida, y exuberancia africana. Tenían muchos puntos para pasar por delante de los australianos, y de hecho el baile estuvo a la altura, quizá ligeramente superior.

Sin embargo, de nuevo el problema de estar descompensados, y una historia no tan romántica detrás de la pareja, les hizo quedarse en un 8,6, justo un punto por detrás de ellos. Respiraron aliviados, aunque ahora venía uno de los platos fuertes del torneo y era el regreso de los campeones, líderes del equipo local, y uno de los rivales a batir más importantes del torneo.

La canción comenzó a sonar y el negro se iluminó en haces de luz. Parecía una tragedia, una ópera. La historia de un amor no correspondido, una búsqueda por hallar, por añorar, por reencontrarse con el ser amado.

Se fijaron en sus pasos, que eran precisos como el bisturí de un cirujano. A diferencia de otros bailarines que rebosaban actividad y energía, ellos se movían como dos felinos, cadenciosamente cuando debían, y explosivamente cuando el estribillo daba pie. Estaban dando una exhibición digna de mención.

Ella y Dora bailaron de forma muy similar. De hecho, en el baile con Lambert, él había bailado mucho mejor que su acompañante. No obstante, era una rival de altura, rápida, flexible y ágil.

Bailaron muy bien, aunque un experto no les habría calificado por encima de los 8,5. Sin embargo, el jurado les concedió un 9. La sospecha de que todo aquello estaba amañado comenzó a planear sobre el concurso, y ocuparía enormes discusiones en las redes sociales.

No obstante, Dora y Lambert pasaban a la final como segundos, a falta del último baile. Eso, si los elogios del presentador hacia ésta pareja eran vomitivos. Apestaba a favoritismo.

La última pareja de la noche les iba a hacer sudar, por que eran también favoritos al título. Los norteamericanos Ben Anderson y Mary Jane Clark eran otra pareja enamorada con ganas de comerse el torneo.

Bailaron con energía y mucho ritmo, despertando la admiración del público. A diferencia de otras parejas, estaban muy balanceados y eso era algo que el jurado solía tener en cuenta. A pesar de la sensualidad de la música y la pareja, y de que estuvieron casi a la misma altura que Dora y Lambert, el jurado se quedó un rato deliberando. Uno de los jueces recibió un mensaje en su PCPU, que vió fuera de cámara. Muy altas instancias habían hablado.

8,65, les situaba por encima de la pareja de Mali pero por debajo de Dora. Fueron unos momentos tensos, en los que ellos se acercaron a hablar con el jurado, y el presentador no sabía muy bien que hacer. Ben se puso nervioso y amenazó a uno de ellos con un dedo, comenzando a gritar que aquello era una injusticia.

El presentador se despidió sin hacerse eco de la polémica, y hubo que cortar la emisión cuando él intentó acercarse para mandar un mensaje a la cámara. Allí estaba sucediendo algo turbio, algo que posiblemente tenía que ver con sus sueños, con la aparición del hombre ciego y su apuesta. "Yo y mis amigos". Gente capaz de amañar un torneo, sin duda alguna.

A pesar de que habían pasado a semifinales, habían sucedido dos cosas que no parecían justas. Los sudafricanos no habían bailado mejor que ellos, y tanto los norteamericanos como la pareja centroafricana se merecía mucho más el puesto en la final que los antiguos campeones. El concursante americano seguía discutiendo, ahora fuera de cámara, y uno de los organizadores del torneo se estaba cabreando con él.

-Ésto no me gusta, chicos. Nos está favoreciendo algo más que la suerte o la habilidad.

Jason se encogió de hombros, claramente indiferente. Se cruzó de brazos y la camiseta ajustada que llevaba remarcó sus bíceps y pectorales. Le gustaba hacer esa pose para llamar la atención, pero al repetirla tanto se había convertido en algo tan natural que ya lo hacía sin pensar.

- ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de que nos descalifiquen por ser los favoritos del jurado?- preguntó con una sonrisa llena de sorna.- Eres más guapo que los demás concursantes y eso te hace ganar puntos. ¿Qué importa si es suerte, habilidad o alineamiento de astros? Si ganas, ganas.- hizo una pausa.- Y si pierdes, pierdes.

Se sentó cómodamente y miró al americano mientras discutía con todo el mundo.

- Que se acostumbre a perder. No siempre te sonríe la vida.- comentó molesto por esa actitud.- Se puede ir a llorar al hotel de ochenta estrellas que nos han reservado a todos, rodeado de salmón ahumado o mierdas de esas.

Dora observó con algo de molestia lo qur estaba pasando. Era obvio que Lambert pensaba lo mismo que ella por lo que dijo pero entonces escuchó las palabras de Kelly y casi lo fulminó con la mirada. Era un tipo raro pero no pensó que fuera un desalmado que no le importa nada en la vida. Negó con la cabeza al tiempo que miraba a Lambert.

-Pues si es por favoritismos prefiero que gane otro, al rato vendrán con que le debes algo a alguien porque te dio puntos extras o algo así. Paso.

Como la actitud de Kelly no le gustaba para nada, se levantó y se alejó de él para ir a mirar por la ventana, tampoco quería ver al americano haciendo el tonto porque a final de cuentas no iban a cambiar sus calificaciones. Además, el show había terminado por esa noche. Sonrió a Lambert desde donde estaba y le hizo una seña para que se reuniera con ella cuando ya no aguantara más. Esperaba beber algo con las chicas y sus parejas pero al parecer los ánimos no estaban para eso, aunque pudiera ser que ellas animaran a sus hombres y salieran por allí. Si no, lo haría ella sola con Lambert, ya que no podían tener más sexo como habían acordado. Empezaba a preguntarse si esa mierda valía la pena.

Phillipe amaba el sokkie. Y aunque las puntuaciones ayudaban a su equipo no estaba contento. Era de los que pensaba que un buen baile se merecía una buena puntuación antes que cualqueir otra cosa. Se le notaba en la cara la molestia. Claro, ahora eran los otros, pero ¿y si daba lo mejor de sí mismo y no le puntuaban justamente por motivos oscuros? No le gustaba nada no, así que no pudo evitar decirle a Jason:

-Esto no trata sobre si la vida es justa o no. Esto es sokkie... Sus bailes llenaban. Se merecían más. Tenían calidad.

Calló un segundo.

-Espero en mi caso sean justos conmigo. No me gustaría dar el espectáculo de mi vida para que me puntúen bajo sólo porque mi oponente es más guapo o porque algún interés oculto está detrás. O que me puntúen alto sin merecerlo...

También le molestaba (o más bien le preocupaba), aunque no lo decía en voz alta, la sensación de que les estaban abriendo un pasillo para conseguir algo... Algo que no entendían bien. Quizás era eso lo que más le irritaba. ¿Acaso han desencadenado algo sin ser conscientes?

Aquella misma noche iba a ser la semifinal A, pero dos horas antes, a las 7 de la tarde hora local, se celebró la eliminatoria del grupo E. Para el equipo nacional australiano, era la última eliminatoria antes de que esa misma noche se disputara una complicada semifinal donde competirían las parejas de Emily/Jason y Jerome/Coljay por colarse entre los tres primeros puestos y clasificatorios para la gran final.

En el grupo E había adversarios de altura, como los argentinos Portela y Negrotto, que en la edición anterior habían quedado segundos y merecido ganar más que los sudafricanos. En realidad, todos destacaban de una u otra manera, ya que de no ser así no habrían llegado allí.

Por coincidir con una semifinal, sabían que no mucha gente iba a ver aquella eliminatoria. Además, no había demasiado público, por que muchos habitantes de la ciudad habían salido de trabajar hacía poco y se concentraban en el plato fuerte de dos horas más tarde. Menos presión, quizá, pero los jueces estaban atentos hubiera o no público.

Iba relativamente sencilla, que era infrecuente en ella. Pero la base de maquillaje era la misma que llevaría en la semifinal. No obstante, no convenía revelar los modelitos de las grandes noches para una eliminatoria.

-Buenas tardes y bienvenidos a la eliminatoria del grupo E en el Campeonato Mundial de Sokkie. Les recordamos que ésta noche disputaremos la semifinal del grupo A, donde concurrirán grandes parejas. A las 21:30 haremos la previa de la gala, y a las 10 comenzarán las actuaciones.

Sonrió.

-Y ahora, sin más, les dejo con nuestra primera pareja de la noche.

Corte publicitario y el documental sobre ambos. Era una historia de amor loca y divertida, entre una secretaria con visos de artista y un currante de la arcología de Melbourne que soñaba con operarse y ser militar. Sin embargo, se dedicó gran parte del reportaje a alabar la figura de Phillipe mediante entrevistas con sus compañeros y amigos. En ellas, Sveta que le mandaba un beso y muchos ánimos. "El héroe de Melbourne", como le llamaban, y primer puesto del equipo nacional de Australia.

-Sin más, les dejamos con Marquand y Lamm y su versión de "Style" de T.Swift.