Partida Rol por web

Avanzar... ¿en silencio? ¿yo?, deben estar de broma.

Miro en derredor a ver si hay guerreros que se queden para proteger a los que se quedan, de haberlos me voy con mis dos compañeros intentando no hacer demasiado ruido, de no haberlos me quedo con el grupo para protegerlos meintras hago una señal con la mano a los otros dos para que se vayan sin mi.

Mecagüen... Pero pregúntales por el pueblo... y por comida... ¡Igual hasta tienen comida de sobra! Me dan ganas de salir y preguntarles yo mismo...

A duras penas, logro contenerme e, inmóvil, espero a ver la reacción de los campesinos antes de bajar el arco y dar media vuelta junto a Artros.

 Yargor, Artros e Itán

El campesino mira como Artros hace amago de marcharse. 

- Eh... tú... tal vez te interese venir a la celebración de esta tarde... en el pueblo... habrá baile y bebida y comida de sobra... toda la gente de la comarca vendrá... - le grita mientras Artros trepa de nuevo por la ladera.

Una vez que Artros se retira el campesino se encoge de hombros y habla algo con los otros. Las mujeres corren hacia el carro y se suben mientras el hombre mayor arrea el animal y el carro se pone en movimiento cruzando el puente. El joven, se queda unos minutos en el puente antes de seguir en pos del carro con su brazada de leña al hombro. Los otros dos, esperan a que el carro llegue a su altura antes de seguirlo. Todo el grupo de campesinos se alejan por el camino al otro lado del río.

Artros regresa junto a vosotros.

Morrowir, Lilith y Kazurh

Morrowir, Lillith y Kazurh se mueven en silencio hacia delante y por encima del ruido del agua os llega una voz.

- Eh... tú... tal vez te interese venir a la celebración de esta tarde... en el pueblo... habrá baile y bebida y comida de sobra... toda la gente de la comarca vendrá...

Seguís avanzando hasta llegar junto a los exploradores y miráis por encima de las rocas. Allí abajo hay un puente que permite cruzar la fuerte corriente. Un grupo de campesinos se alejan por el camino en pos de un carro cargado de heno y con dos mujeres que cuchichean sentadas en el heno...

Artros regresa junto al grupo.

Al escuchar la invitación me vuelvo y hago una reverencia.

Al llegar al grupo alzo los brazos- bueno, parece que las costumbres por estos lares es invitarte a una fiesta después de apuntarte.

Hace días que no comemos en condiciones y seguramente habrá bebidas. Aunque también puede que sea una trampa, pero no le veo razón alguna.

Al llegar donde estaban todos, puedo oir lo que hombre grita para que le escuchemos Una fiesta? En el pueblo? Me acerco más para poder contemplar la escena y veo como un grupo de campesinos se marcha cruzando el puente que atraviesa el rio. De repente, veo llegar a Artros -Qué ha sido esto? No ha habido ningún peligro? Solo una fiesta en un pueblo? Realmente creí que era algo serio- comento incrédula, pues aún no temiendome lo peor, ir por estos lares es muy peligroso -No creeis que es un poco extraño? Invitarnos a una fiesta sin conocernos...No se si fiarme, aunque la verdad es que los alimentos y el alojo nos irian de perlas-

Tras deliberar en mi cabeza los ultimos acontecimientos, y frente a tal invitacion por parte de los campesinos, comento en voz alta mi punto de vista sobre el asunto -Llevamos mucho tiempo deambulando, y tanto las fuerzas como las esperanzas de nuestra caravana se van mermando poco a poco. Tal vez sea una trampa, lo tengo en mente, pero esta oportunidad no nos iria nada mal para ninguno de nosotros tanto para recuperar esa falta de fuerzas, como para augmentar nuestra moral...por lo tanto voto a aceptar la invitación- Expreso a mis compañeros mientras me siento en una piedra para reponerme un poco del cansancio acumulado por estos largos dias, y espero a escuchar sus opiniones para concretar si acceder o no a la invitación

Mi mente solo escucha dos palabras, fiesta y bebidas, y no dejod e sorprender al observar que los demas estan dudando. ¿Como alguien puede dudar en acceder a cualquier frase que contenga esas dos palabras?

- Genial, nos vendra bien esa fiesta, voy a ir avisando a los demas de que esta noche comeremos animados jajajaja

Me encaminod e vuelta al grupo grande aunque por el camino hago una parada para dar de beber a la comadreja y depues continuar para avisar al resto del grupo de la buena noticia.

 Cuando Kazurh les comunica la noticia al resto, todos corren hacia delante esperanzados hasta llegar a las rocas tras las que os ocultáis. Por primera vez, los campesinos parecen alegres y los chiquillos empiezan a alborotar de lo lindo. Hasta el señorito, su elfo y su escolta se acercan intrigados.

- ¿y bien? ¿Es cierto lo que dice el enano? - interroga el señorito tratando de ver algo más allá del puente - Ha hablado de una fiesta, pero se me hace extraño aquí en mitad de la nada... 

El guardaespaldas se limita a mirar con la mano apoyada en el puño del arma y el sirviente elfo, se limita a mantenerse tras su señor con miedo en los ojos. 

Ahora, estáis todos los refugiados esperando a decidir la postura a tomar.

El grupo se anima al instante al ver las prespectivas, y eso hace que una sonmrisa aflore en mi rostro, asi que empiezo a andar de nuevo hacia el puente y escuchando las palabras del grupo del señorito.

- Mira que sois malpensado... siempre pensando en trampas de los engendros tenebrosos. - digo en voz alta al grupo - Pues yo voy a divertirme, quien quiera venir que me siga, a beber, cantar, y disfrutar de un poco de alegria para variar  Jajajajaja

Y dicho esto continuo con paso vivo a la fiesta.

Noto los ánimos de los demás frente a la idea de la fiesta La verdad es que necesitamos todos un respiro...Lo estamos pasando muy mal y desconectar un poco quizá no nos venga del todo mal, no todo tiene porque ser malo

-Está bien, yo también digo que vayamos, pero no dejeis de estar alerta por si algo ocurre, nunca se sabe-

Algo apartado del grupo, aunque aliviado de que Artros no haya quedado como un completo misántropo con esos campesinos, observo a los demás debatir, entre esperanzados y desconfiados, si aceptar o no la invitación a la fiesta. Pero, finalmente, el dios de la Razón y el Entendimiento posee a nuestro trastornado enano, lo que hace surgir una espontánea sonrisa en mi rostro, que dirijo a todos, y en especial a Lilith, antes de empezar a corretear como un niño en pos de Kazurh hasta llegar a su altura, momento en el que pongo una mano sobre su hombro y le comento, jovial:

- ¡Quizá tengan cerveza! Hace tiempo que no pruebo una.

La verdad, no me hace mucha gracia volver con esa gente, pero en fin, el clamor popular por estar con desconocidos bailando y bebiendo es descolosal.

Vale, a mi me da igual, como queráis, igualmente me voy a cargar un barril yo solito. Por supuesto serán bienvenidos los compañeros de brebaje.

 Una vez decididos a continuar por donde se han marchado los campesinos, os agrupáis y mirando a todos lados, empezáis a descender hacia el puente de piedra. El ruido del agua al correr bajo el arco, acalla el sonido de vuestras pisadas temerosas. Yargor, Atros e Itán abren la marcha y le siguen los demás, con el tío importante, su escolta y su elfo cerrándola. Los campesinos se mantienen en el centro temerosos y hasta los chiquillos están callados. Según cruzáis el puente la lluvia empieza a hacer acto de presencia. Al principio de forma tímida y luego a grandes goterones parece como si el cielo se abriese sobre vosotros. Al poco estáis calados hasta los huesos mientras los relámpagos y los truenos, sacuden las montañas. El viento se levanta y agita las copas de los árboles. 

Pronto os internáis en el bosquecillo al otro lado del puente y os hace sentir más seguros que cruzando el puente de piedra. Pero el bosquecillo cede de repente y bajo la cortina de lluvia os encontráis en un sendero que cruza entre campos de trigo verde y de un par de palmos de altura. Hay un carro solitario un poco más adelante pero sin gente ni animal de tiro simplemente está allí. 

El camino, parece continuar recto durante un buen trecho hasta perderse en un nuevo bosquecillo y por encima del bosquecillo asoman las torres de un bastión o fuerte hecho de madera y a su derecha, una alta torre de piedra con una bandera en lo alto; aunque desde esta distancia no divisáis el emblema.

La gran mayoria de mis acompañantes les parece bien la idea de ir a la fiesta, así que nos ponemos en marcha-Pues bien, vayamos hacia allí, pero eso si, manteneos vigilantes, quien sabe lo que nos podemos encontrar-

Tras pasar el puente por donde los aldeanos habian ido anteriormente, nos adentramos a un pequeño bosque donde se puede apreciar el sonido de un rio, y mientras vamos avanzando por un camino todo recto, hay un punto donde se aprecia una de las torres de un bastión. -Ahí debe de ser nuestro destino, pero...alguno de vosotros reconoce el emblema de las banderas?- pregunto a mis acompañantes

El camino ha sido lento, pues la lluvia nos ha dificultado muchos pasos y además estamos todos calados hasta los huesos, pero los ojos se nos iluminan al ver al final de un sendero un fuerte con torres Humanos...ahí debe ser donde se dirigian los campesinos. Intento observar a una de las torres, que tiene una bandera con un emblema que no consigo distinguir y que Morrowir se esfuerza por descifrar -Ves algo, compañero?- le digo mirandole a los ojos -Espero que sea el fuerte de los campesinos y que tengan leña para secarnos, pues permanecer así de mojados no nos hará ningun bien-

- Agua y mas agua, esto en als cuevas no pasaba, claro que no. Con toda la historia que tenemos los humanos podriamos haber aprendido algo.... tueneles, eso estaria bien. Tuenesl por debajo de tierra, cuando lluvia se usan, estas cosas no apsarian, no señor, pero claro, a los "señores" no les da la gana hacer las cosas bien.... cuando vea al Rey si me lo encuentro algun dia se lo digo, vaya que si, menuda mierda de asesores tiene. Unos buenos tueneles, que comuniquen con tabernas arriba, y se pueda beber cerveza fria, sii, bien fria..... y comida, mucha comida, un buey por la mitad, pero me comeria una mitad, luego la otra, y despues a chupar los cuernos... que rico...

Al ver el carro abandonado lo encuentro altamente sospechoso.

Les hago al resto del grupo una señal para que paren y vuelvo a sacar el arco.

Tenso la cuerda y doy un rodeo, al carro, mirando por su parte superior e inferior.

 Por desgracia, el estandarte está demasiado lejos para ser identificado y la cortina de agua no lo hace más fácil aún. Así que la idea de Morrowir es infructuosa y no consigue más que averigüar que es de color oscuro.

Según camináis, Artros, saca de nuevo el arco, y con precaución rodea el carro buscando no se sabe bien qué pero simplemente no hay nada. El carro está ahí sin mas. 

Seguís camino adelante hasta el siguiente bosquecillo bajo la lluvia que empieza a calmarse. Las rápidas nubes parecen abrirse un poco mientras camináis permitiendo ver algún breve retazo azul que se tapa enseguida. De manera, que al alcanzar el bosque la lluvia ha cesado pero el interminable goteo de los árboles os acompaña el caminar por un sendero embarrado. 

Tras el bosquecillo empieza otro campo de trigo verde y tras él, un pequeño valle alargado sembrado de trigo casi en su totalidad y por el centro del cual, corre un ancho riachuelo. Y al otro lado del río veis al fin Sothmere. Los campesinos que os antecedían están entrando al pueblo con el carro.

Sothmere, no es un asentamiento muy grande. Apenas hay una docena de casas y un gran granero de madera aparte de dos almacenes. Todo el pueblo está rodeado de campos de trigo y de altas colinas boscosas. Todo el conjunto crea un clima especial en el valle que favorece el cultivo de trigo. Hay un par de molinos de viento en las colinas más próximas al pueblo. En una colina cercana está el fuerte con la torre de madera que visteis y cerca de él, aún en construcción, un nuevo castillo pequeño hecho de piedra en cuya alta torre aún sin terminar ondea el pendón que visteis. Por desgracia para Morrowir, no reconoce la heráldica del estandarte. En las almenas del fuerte de madera y en lo alto de la torre podéis observar a los soldados en su lento caminar de vigía.

Desde la distancia, podéis observar en el centro del pueblo una serie de tiendas de vivos colores así como una especie de casetas. Hay banderolas colgadas de cuerdas. Aunque la verdad, todo parece muy mojado y no veis mas seres vivos que los campesinos que acaban de llegar, los soldados, y los animales que pacen por los alrededores.

El sendero que lleváis, desciende hacia el valle, cruza el río por un vado y sube hasta el pueblo. Las chimeneas de las casas, despiden humo y os llega un agradable olor a pan recién hecho. 

Los campesinos que os acompañan, parecen tentados de salir corriendo pero os miran con ansiedad. El ricachuelo se pone en jarras y mira el asentamiento. 

- Menuda pocilga... espero que al menos, tengan habitaciones en ese castillo de piedra... Izo, entérate en cuanto lleguemos... quiero la mejor...

El elfo, le responde rápidamente. 

- Sí, señoría.

El guardaespaldas se mantiene con los brazos cruzados observando la zona.

Artros nos previene de una emboscada y examina el camino ante nosotros. En tensión, desenfundo lentamente la espada corta y espero...

Afortunadamente, no se trata de ninguna emboscada, sino de simple dejadez de los propietarios del carro.

Extraño, que dejen aquí este material en tiempos de tan gran necesidad...

Pero sobrepasamos sin contratiempos el carro, y no tardamos en ver el pequeño asentamiento. Hambrientos y calados hasta los huesos como estamos, el humo de las chimeneas y el olor del pan es como la viva imagen del paraíso en la tierra, y a punto estoy de echar a correr junto a los campesinos, pero al ver que los demás no se lanzan, trato de mantener el tipo y caminar dignamente hacia el asentamiento, aunque no sin echar algún vistazo que otro al señorito, su esclavo y el guardaespaldas, cuando creo que no me están viendo.

Así que la mejor, ¿eh? Eso va a ser que tienes una bolsa bien repleta, pero quizá yo pueda ayudarte con eso...