Partida Rol por web

La mirada de Numa se pierde tras el cristal de la puerta del aerotaxi una vez ya está cerrada. No ha conseguido alcanzar al terrorista aunque confía plenamente en las habilidades del testarudo mercenario.

Ascendéis hasta unos metros por debajo de los niveles del tráfico regular de Coruscant acelerando a todo lo que dan los motores corellianos de un simple aerotaxi. Sin duda iba a resultar difícil alcanzar a una lanzadera, pero no resultaría imposible, dada la versatilidad del aerotaxi y su reducido tamaño que, acompañada de la destreza de un buen piloto, conseguiría dar caza al objetivo.

La torre del canciller se encuentra a pocos kilómetros de vuestra posición, tras un gran encendido de motores que han respondido a la perfección y una inmejorable salida, os habéis acercado considerablemente hasta la lanzadera, que ya podéis divisarla a lo lejos, lo suficiente como para estar fuera de rango de cualquier intento de ataque.

Con los ojos totalmente en blanco y fijos sobre la lanzadera voy dando sutiles giros a los mandos, fundiéndome con la maquina en un sólo ser. Bueno, quizas no tanto.

Pero esto era una carrera y no pensaba ser del equipo perdedor, Nakor confiaba en nosotros, el senador confiaba en nosotros y lo más importante.. esos 7000 creditos confiaban y aguardaban por mí. Aparte del orgullo claro, a orgulloso solo me igualaba el blandengue con rastas.

Arqueo la ceja al comprobar que el arma del terrorista deja de funcionar, al parecer por cese de energía en su célula... Ya debe de ser muy despistado y estúpido para no haberlo revisado antes de venir a una misión como ésta, pero por mí mejor.
Por un momento llego a creer que será un poco razonable y se rendirá, por lo que empiezo a levantarme con relativa lentitud.

Sin embargo demuestra estar algo más pirado de lo que yo mismo creía al lanzarse hacia mí como un desquiciado, así que vuelvo a disparar asegurándome de que esta vez no fallo, apoyando la mano libre sobre el comunicador para usarlo en cuánto pueda bajar la guardia.

El bravo piloto esquiva acrobáticamente un par de gigantescas columnatas que delimitan el rango del tráfico y asciende una vez más hasta situarse apenas 15 metros de la lanzadera terrorista.
De repente, sin esperarlo, la lanzadera cambia bruscamente de rumbo saliendo del área de tráfico regular e internándose Coruscant abajo por entre la arquitectura del planeta. Se mueve rápidamente con continuos zigzags escurriéndose entre los más altos edficios y esquivando vallas eléctricas de publicidad y otros obstáculos que encontráis por el camino.
La escotilla superior de la lanzadera se abre de pronto y por ella aparecen hasta la cintura de dos terroristas humanos del Mayal con un par de blaster como armas, con las que empiezan a dispararos atareadamente.

El terrorista acaba cayendo bruscamente al suelo de espaldas mientras emite un gruñido corto y seco. Tendido boca arriba, observas como el humo escapa de un agujero de 10 centímetros que le ha dejado el rostro irreconocible.

Los rodianos más pequeños sollozan extrañamente mientras una hembra te da las gracias mirándote con ojos grandes y lagrimosos en un perfecto básico (idioma base de SW).

Miras al cielo de Coruscant pero no alcanzas a divisar el aerotaxi de ninguna manera; tan sólo el tráfico regular navegando normalmente. Como les irá ?

-No podrá decir que no le avisé...- me limito a murmurar mientras observa la ahora humeante cara del terrorista que yace en el suelo. La verdad es que no siento cargo de consciencia ni pena por él, sin embargo los inocentes rodianos son otra cosa.
La que parece ser la madre no tarda demasiado en venir a agradecerme la ayuda, y la verdad es que sólo por eso siento que ya ha valido la pena... Estoy convencido de que Quaad, Numa y Eeth pueden apañárselas perfectamente sin mí. Al fin y al cabo sólo quedaba un terrorista más. A lo sumo dos...

-¿Ha llamado ya a urgencias médicas?- le pregunto a la rodiana más que nada para confirmarlo, sacando de mi extenso cinturón repleto de cachivaches el comunicador.
-Se requiere patrulla en las pasarelas de Control de tráfico, repito. Una patrulla en las pasarelas de Control de tráfico de inmediato... Y traedme algún aero-vehículo, tengo prisa- corto la transmisión y no puedo evitar sonreír absurdamente.
Ahora sé cómo deben sentirse los cargos militares con subordinados, la verdad es que no está nada mal poder disponer de lo que necesites... Aunque sólo vaya a durar durante éste trabajito.

Me agarro fuerte tras ver que daremos algunas vletas mas de lo normal, cando todo vuelve a su posicion miro por la ventanilla a Nakor esperando que este todo bien y podamos recogerlo lo antes posible, seguia sin gustarme la idea de dejarlo solo, y menos en las circunstancias en las que estamos.

Tras el intento anterios de disparo me coloco para intentas ayudarlo de nuevo y ver si esta vez consigo dar o al menos distraer a su oponente.

Uno de los disparos impacta justo en el morro de mi lado sin que pueda llegar a evitarlo, por suerte el segundo es menos afortunado , no se cuantos más de esos podría aguantar el motor.

Joder, encima que esto es una chatarra y nos la van a freir..¡¡ disparad a esos malditos cabrones o nos tiran al abismo!!!

Jedi, si no tienes tostadora coge la mia.. llevo dos.

Vuelvo a prestar atención a la "carretera" y mediante arriesgadas maniobras voy ganando terreno a los terroristas, parece que al final habia una mínima esperanza de lograrlo.

Eeth asiente al piloto y recoge su blaster mientras saca la cabeza por la ventanilla del aerotaxi para disparar jocosamente al enemigo. Numa consigue impactar en uno te los terroristas de la escotilla, pero rápidamente es sustituído por otro humano. Los disparos blaster se suceden cuando de nuevo el piloto terrorista se la juega conduciendo el aerovehículo.

La lanzadera retoma la altura subiendo hasta un carril de tráfico regular cercano interponiéndose en la trayectoria de los vehículos que por ella circulan. El piloto sigue zigzagueando y maniobrando apuradamente pero esquivando arquitectura y vehículos prodigiosamente. En una de esas, con ánimo de evitar a sus perseguidores, hace un picado con la lanzadera hacia los niveles inferiores, donde el espacio entre edificios es más estrecho, y no está repleto de objetos que se mueven a gran velocidad.

Os percatáis de que ha retomado la dirección hacia la plaza del canciller...

La hembra rodiana asiente entre lágrimas cuando vuelve al regazo de su marido moribundo y los chiquillos cabezones de grandes ojos húmedos.
Alguien parece contestar al otro lado del comunicador.

- Si ? Quién es usted, algún guardia ? Indique sector de localización e ID de su placa. - La voz al otro lado resulta severa.

Te percatas de que, más que seguramente, los oficiales a cargo de la torre de control de tráfico hayan avisado a los servicios de seguridad de Coruscant y hayan visto lo sucedido.
Tal vez pierdas mucho el tiempo con el protocolo de seguridad, identificaciones de placa y esas chorradas gubernamentales, y maldices por no poder apresurarte hacia la plaza del canciller, donde seguramente esté toda la acción en estos momentos.
Antes de que el guardia acabe su frase a través del comunicador, acabas sonriendo cuando ves el aerocamión al otro lado de los brazos de atraque. Es lento, pero antes o después te llevará a tu destino. Claro que siempre puedes esperar a que te envíen otro más veloz...

La persecución sigue con su particular ritmo frenético , sin darme tiempo a tomar una bocanada de aire más de las permitidas. Sonrio cuando Numa abate a uno de esos perros, uno menos del que preocuparse. De pronto cambian de dirección y nos metemos entre el trafico, no me gustaba el panorama pero al menos de momento no habían venido a ponernos ninguna multa, solo faltarían las autoridades incordiando.

Toco el claxón sin parar mientras sigo esquivando alíenigenas histéricos , cuando ya estamos saliendo en picado le devuelvo el insulto a uno de ellos, aunque seguramente ni me oigan.

¡¡que te jodan a ti cara de cerdo!!!

Cuidado ahora pistoleros.. se acercan curvas peligrosas y no son las tuyas Numa!!

Con sumo cuidado voy entrando en el reducido espacio entre los edificios, si pensaban que iban a jugarmela con este viejo truco me estaban infravalorando demasiado..

-Le acabo de decir que me encuentro en las pasarelas exterior de Control de tráfico...- miro alrededor ceñudo, despreocupándome de los rodianos ahora que ya sé que están totalmente a salvo, al menos dentro de lo posible... La herida del macho sigue siendo fea pero ahí no puedo hacer nada, tan sólo esperar que la ambulancia llegue deprisa.
-¿ID? Tengo prisa y al final conseguirá que le amonesten a usted...- al menos eso intentaré cuando consiga hablar nuevamente con el canciller. Por el momento efectúo una pequeña carrera hasta el aerocamión supuestamente estropeado y le doy mi clave facilitada por el Canciller a través del comunicador, esperando que haya tenido la "gentileza" de catalogarla de urgente o preferente de algún modo.

De todos modos es evidente que no puedo quedarme quieto y sencillamente esperando, así que una vez transmitido el código intento hacer despegar el cacharro. No tengo nada que perder.

Al padawan no le gustaba la idea de disparar un blaster. Era tan...atípico de un auténtico jedi. Aún así, cogió uno de los de Quaad y se asomó por una ventanilla buscando un blanco claro. Intentó recordar lo que significaba disparar un arma láser. Afinó la puntería, se concentró, aguantó la respiración justo antes de apretar el gatillo y disparó.

Sólo esperaba que al menos, si fallaba, nadie tuviera que pagar su falta de costumbre.

A los pocos segundos de encender el motor del aerocamión y esbozar una sonrisa aguda, el comunicador emite una señal de llamada.

- Lo siento señor, no sabíamos quién era. Le enviamos un transporte ligero de inmediato. Una aeroambulancia ya ha partido de camino, debe estar al llegar señor.

Tan pronto lo dice, escuchas un segundo motor con un sonido más brusco y sobre uno de los brazos de atraque aparece la aeroambulancia que, en apenas unos segundos, dos droides médicos salen apresuradamente con una camilla médica plegable en dirección a los rodianos. Observas la escena conmovido cuando la rodiana se despide desde la lejanía de tí.

Apenas instantes más tarde, aparece al otro lado del brazo de atraque, un pequeño transporte que a pesar de su tamaño, parece bastante rápido. Un piloto desmonta mientras te dice:

- Su transporte, señor.

La persecución continúa a toda velocidad, lo cual no impide que los disparos no alcancen sus objetivos. Otros de los terroristas cae al vacío cuando un certero disparo del padawan acierta e impacta en su objetivo. Rápidamente, otro humano se coloca en su lugar y vuelven a disparar, aunque por poco tiempo...

De repente, y dando por imposible perder a sus perseguidores, la lanzadera cambia burscamente el sentido y cae en picado hacia... la plaza de la torre del canciller !!!
La lanzadera se detiene y el piloto la hace flotar encima de la plataforma central elevada mediante repulsores. Allí, el canciller supremo Valorum se prepara para dirigirse a los partidarios sentados en las tribunas dispuestas por toda la plaza.

El pánico cunde entre la multitud mientras la lanzadera de los terroristas sobrevuela la plaza, disparando rayos de blaster hacia la plataforma repulsora del canciller. Los guardaespaldas vestidos de azul de Valorum caen rápidamente ante la lluvia de disparos, y los terroristas comienzan a bajar en cuerdas de escalada, aparentemente para acabar con Valorum cara a cara.
Sin embargo, el canciller supremo salta de repente de la plataforma principal en un intento desesperado por llegar a la siguiente. la multitud se queda boquiabierta cuando Valorum alcanza la otra plataforma, trata de agarrarse y luego se desliza por el lateral. En unos instantes, se queda colgado precariamente de la parte inferior.

Los terroristas sonríen, Valorum no puede huir.

Aún estoy trasteando con los controles del tosco aerocamión cuando varios vehículos empiezan a atracar en las distintas pasarelas libres.
Me siento aliviado cuando distingo que el primero de ellos es la ambulancia, que se lleva a la familia de inocentes de inmediato dándoles la asistencia médica que precisan. Y por suerte sólo uno de ellos resultó herido.
Levanto ligeramente la mano a modo de despedida cuando la rodiana me echa un último vistazo, quedándome probablemente con cara de bobo antes de volver a observar con mayor mal humor el camión que se niega a responder.

Emito un gruñido y acabo por golpear los controles furiosamente, consiguiendo tan solo hacerme algo de daño a mí mismo hasta que veo detenerse a esa preciosidad.
-¿Para mí...?- pregunto perplejo, carraspeando enseguida para disimular mi asombro y acercarme rápidamente a la aeromoto -Buen trabajo, eh... gracias- me limito a decir antes de sustituir al piloto, disfrutando enormemente del nuevo vehículo con una sonrisa amplia y complacida.
Creo que hacía demasiado tiempo que no tenía algo tan interesante entre las piernas... habrá que ver cómo se porta.

Arranco sin cortarme en cuanto a velocidad y potencia se refiere, queriendo aprovechar el reducido tamaño del vehículo para poder tomar algunos atajos y adelantar con más rapidez. Siempre he sido algo temerario... bastante en realidad.

-Vete directo al Canciller! - Todo estaba pasando demasiado rapido, eramos uno menos y todo era muy caotico, solo esperaba que la guardia del canciller y los de la torre pusieran de su parte en este momento pues la cosa estaba muy complicada.

Vuelvo a sacar el blaster y disparar a uno de los terroristas.

Miro la situación con fastidio, no había conseguido superarles al final y se nos habían adelantado. Ahora teníamos que rezar por que todo saliera bien.

Numa, Eeth, os dejaré en la plataforma, yo iré a recoger al senador pero necesito que los distraigais y me deis cobertura. Si disparan aqui todos estamos perdidos.