Partida Rol por web

Gracias a las cartas de créditos de la dama Elaydren no os cuesta dinero embarcar en el galeón. El galeón de la casa Lyrandar abandona el puerto en la base de los acantilados de Sharn. Viaja a través de la Empuñadura hasta el estrecho de Shargon, permaneciendo cerca de la costa sureña mientras avanza desde las aguas de Breland hasta las de Zilargo. Desde allí, el navío impulsado por elementales entra en el río Ghaal para el tramo final del viaje hasta Rhukaan Draal.

La tripulación semielfa se encarga de la nave y de los pasajeros a bordo. Además de los aventureros, a bordo del barco se encuentran una docena de comerciantes, viajeros y diplomáticos. Muchos desembarcan cuando la nave realiza una breve escala en Korranberg, pero un puñado de ellos tiene previsto realizar el trayecto completo hasta la capital de la nación trasgoide. No obstante, la mayor parte del espacio de la nave está ocupado por caga y bienes comerciales.

Os encontráis en el tercer día de viaje y las raciones que os proporcionó la dama Elaydren se han reducido considerablemente quedando solo 3, las de Umber que ha preferido coger de las suyas, así como los odres de agua, por suerte viajan comerciantes con vosotros que os pueden proporcionar víveres.

Durante el viaje las heridas de todos habían sanados, a excepción de Paylis que era el que peor estaba y algunas de sus heridas seguían abiertas

Khala estaba muy interesada en el viaje del barco, nunca se había montado en uno y aunque acostumbrarse al bamboleo le llevó un rato se entretuvo mucho viendo los pájaros y peces que rodeaban el barco de vez en cuando.

La comida como era normal fue desapareciendo, de primeras no debería ser un problema ya que había gente que la vendía, pero Khala se preguntaba como se le daría pescar...

- Que interesante esto de navegar, pero eso de estar siempre rodeada de agua sin ver un árbol se me hace raro...  

El viaje en barco transcurría sin problemas, salvo que el agua comenzaba a agotarse.

Creo que visitaré a uno de los mercaderes...

El viaje en barco le trae a Pailys viejos de recuerdos, y se siente más tranquilo

Poderme unir a este grupo creo que podrá poner a prueba mi valor de nuevo. Debo hacer lo posible para poder serles de utilidad, y no resultar una carga.

El viaje el barco entre las idas y junto con la inevitable humedad, hace que las heridas de Pailys persistan aún, pese a haber cicatrizado casi en su mayoría. Cada noche, antes de comenzar su rutina de antes de dormir, intenta curarse él mismo usando el equipo del que disponía.

El viaje en barco es tranquilo. Una vez acostumbrada al balanceo de las olas, puedo pasearme con naturalidad por su cubierta y diversos camarotes. Siempre atenta, en busca de amenazas. La ventaja del barco, es que permite tener mejor control sobre las idas y venidas de los pasajeros. Además, hay menos caras que memorizar. 

Pasados unos días, los recursos empiezan a escasear. Por fortuna, viajamos con varios mercaderes con los que poder reabastecerse. Y tal vez no aprovecharan la situación para inflar los precios. También aprovecho para preguntar a los que tienen más pintas de alquimistas sobre la desconocida poción que me queda. 

La noche se presenta cálida y tranquila, y el trío de lunas del cielo refleja una luz fantasmal sobre el agua. Desde el interior del gran camarote que compartes con los demás mientras del grupo, un ruido te despierta, parece ser que eres el único en escucharlo, los demás duermen plácidamente, piensas que es producto del sueño o que lo has soñado, pero vuelves a escucharlo, esta vez más claro, es un extraño sonido rasposo, parece como si algo duro arañase el casco

El joven se despertó alarmado. Parecía que aquello no iba a ser más que un sueño, una de aquellas veces en las que se despertaba por la noche por una pesadilla o por un sobresalto repentino. Pero no, aquél sonido persistía. Fuera lo que fuera, algo intentaba arañar el casco.

-Despertad.-Dijo en voz alta.-Despertad, algo está arañando el casco.

La noche se presenta cálida y tranquila, y el trío de lunas del cielo refleja una luz fantasmal sobre el agua. Estáis en el interior del gran camarote que os han dado para que durmáis.

La voz de Umber os despierta apremiante:

-Despertad.-Dijo en voz alta.-Despertad, algo está arañando el casco.

Podéis escuchar en ese momento movimiento en la cubierta del barco, alguien está dando la alarma

Al escuchar a Umber gritar, Pailys abre los ojos y comienza a levantarse, preocupado por lo dicho por el joven. Y nada más que la alarma es dada, sin dudar, salta de la cama y se equipa su armadura.

Diablos

Se echa su equipo a su espalda, desenvaina su espada y se pone su escudo.

Cierra los ojos un momento, y acariciando su colgante de Heironeous, susurra un breve rezo:

Que tu luz nos ilumine y nos dé fuerza y coraje para poder sobrevivir

Dicho esto, se siente un poco reconfortado y sale por la puerta del camarote

Los gritos de Umber me sacaron de mis meditaciones nocturnas. 

¿Acaso el barco esta siendo atacado?

Entonces se me ocurrió llamar a mi fiel compañero sapo.

-Franz, amigo -le dije mientras lo tomaba cariñosamente entre mis manos- te soltaré en el agua para que vayas a investigar. Pero no te arriesgues. Si ves peligro regresa de inmeditato.

Khala abrió mucho los ojos y se puso su armadura ligera, no quería llevarse un golpe por no protegerse, pero al contrario que sus compañeros no comenta nada, es malo hablar y decirle a todos donde estás, no saben si hay algo peligroso ahí fuera o es una falsa alarma.

Con el arco preparado Khala se junta con los demás.

El sonido del grito de Umber despierta a todos menos a Mercy y Kyra que siguen durmiendo plácidamente. Khala y Paylis comienzan a ponerse la armadura ante la atenta mirada de Umber, mientras Qualion corrió hacia las escaleras que daban a la cubierta con su sapo en mano para intentar encontrar respuestas

Corres hacia la cubierta, estás a punto de subir las escaleras que dan a la cubierta cuando escuchas el sonido de la batalla, escuchas choques de espadas, gritos de dolor

-¡Qué alguien nos ayude nos están matando! -se escucha a uno de los tripulantes del barco desde la cubierta

Estaba a punto de llegar a la cubierta cuando escuché los gritos de desesperación de la tripulación.

-Parece que no será necesario enviarte, amigo -le dije a Franz. Luego me dirigí a mis camaradas- Parece que hay una batalla sobre la cubierta. Tal vez podamos emboscar a los atacantes, si diseñamos una buena estrategia para salir a la cubierta.

El primer intento por despertarme resulta inútil. Tener una familia numerosa te enseña a tener un sueño profundo. Los siguientes gritos si me hacen abrir los ojos. 

Aun medio dormida, escucho las palabras de Qualion. Bostezo sonoramente, exagerando un poco el gesto. -Creo que sería un suicido- contesto. -Si son muchos, acabarían rodeándonos. Pienso que sería mejor aprovechar las zonas estrechas, como en el Yunque Roto- Me levanto y cojo mi espada y escudo, sin preocuparme de ponerme la armadura. -¿Sabemos cuantos son?-

Me despierto sobresaltada por la proximidad al camastro donde dormía. Oteo a mi alrededor, tratando de acostumbrarme a la luz ambiental. Al comprobar que hay varios compañeros poniéndose la armadura, me pongo en pie.

Tras escuchar la alarma, mi primera intención es la de comprobar si hay un tonel al que poder agarrarme en caso de necesidad. Y posteriormente, con la cabeza más centrada y menos dispersa por el efecto del rápido despertar, procedo a guardar mi armadura en el morral, en el espacio de mayor capacidad disponible.

Mucho me temo que se trata de un nuevo embite del Señor de los Filos, y prefiero tener el morral donde pueda controlarlo. Tras esto, salgo tras los pasos de Kyra.

Kyra sugirió aprovechar los rincones oscuros bajo la cubierta en vez de arriesgarnos a salir a la superficie.

-De acuerdo -dije volviendo sobre mis pasos- Intentaremos emboscarlos aquí, si es que deciden bajar. Recemos para que no se les ocurra algo como desviar el curso de la nave.

El joven comenzó a vestir su armadura.

-Me parece un error.-Dijo mientras se preparaba.-Dejar en manos incapaces el destino de la nave solo nos pone en peligro. Lo sensato es salir y combatir. De otro modo quedaremos a merced de esos invasores y de lo que sea que pretendan hacer con nosotros o la nave. Haced lo que os plazca, pero yo voy a salir a luchar.

Al ver como Kyra y Mercy dejaban la habitación para salir al exterior, Pailys se siente un tanto tonto por haberse quedado poniéndose su armadura, mientras sus compañeros salían, así que deja su armadura en la cama, y se prepara para salir al exterior.

No creo que tengamos tiempo para esto. Dice mirando a Khala

Envaina su espada, prepara su arco, y sale detrás de Mercy

Va a tocar no acercarse mucho al enemigo esta vez…

Las palabras de Umber me hacen replantear mis ideas. Y tiene razón. Además, bien podrían ingeniárselas para hundir el barco con nosotros dentro mientras les esperamos. Asiento con la cabeza. -Vamos pues- Añado, partiendo tras el. -Sin locuras, que vamos a pelo-