Partida Rol por web

El muro de niebla ondulante se alza ante vosotros, etéreo y sólido al mismo tiempo. Entrar en la abrumadora niebla es como adentrarse en un plano de existencia de otro mundo. La luz apenas se refleja a través de las cambiantes capas de vapor. El sonido se vuelve apagado y distante, incluso cuando se produce en las cercanías. El lugar presenta una apariencia opresiva y amenazante; un sentimiento de aislamiento y temor creciente se asienta en vuestros estómagos cuando os adentráis aún más en la bruma.

Os alegráis de viajar en el carromato impulsado por el elemental de tierra, de este modo sabéis que vais bien, de otro modo seguramente os habríais perdidos en medio de la bruma.

La bruma se abre para mostrar un paisaje desolado y baldío. El suelo está agrietado, quebrado y en algunos puntos se ha fundido hasta convertirse en vidrio irregular. Pocas plantas crecen en esta región, y aquellas que están a la vista tienen un aspecto malformado y peligroso.

A medida que os adentráis en las tierras Enlutadas os topáis con las ruinas de una máquina de asedio empleada en la Última guerra. Su mole aplastada se encuentra dispersa en un radio de tierra, y los cuerpos de un puñado de soldados de Breland yacen entre las piezas rotas.

Los soldados caídos tienen la apariencia de haber muerto hace apenas un instante, aunque lo más probable es que falleciesen hace más de cuatro años, durante la Última guerra. Aún así, sus heridas parecen recientes y no muestran el más leve signo de descomposición.

Entre los restos de los soldados muertos podéis ver tres esqueletos de lobos, pero son muy diferentes a cualquiera que hayáis vistos, pues estos esqueletos parecen retorcidos y deformes; incluso hay trozos de esqueletos humanos fusionados en la espinas dorsales de estas criaturas

Kyra por fin se alegró que tuvieran un destino, ella era una guerrera y había utilizado la cabeza muy pocas veces, solo para ser lo suficientemente astuta para que la espada del enemigo no le rebanara el pescuezo. Así que cuando Paylis comentó lo de iniciar la marcha hacia albohogar... Kyra guardó su arma y escudo y se puso bien su armadura avanzando junto sus compañeros.

Durante el trayecto descansó ya que el comerciante se encargaba de que su compañero elemental les llevara. Cuando iban entrando un muro de niebla los recibe. Después cuando la niebla se disipa el panorama es peor con un suelo gris agrietado, y soldados caídos que parecen haber caído hace un instante. - ¡Mirad qué raro!, es como si un lobo se hubiese fusionado con un humano. Entonces Kyra miró alrededor precavida de que algo los atacase.

- Vaya, vaya... Tal vez podríamos echar un ojo a esos cadáveres de soldados. Igual tienen pertenencias valiosas que podríamos usar en nuestro propio beneficio... - Comentó Pailys al ver como la muerte cubría todo el lugar.

- Ten cuidado Kyra. Solo la muerte nos aguarda en este lugar. Mejor será que lleguemos cuando antes a nuestro destino. Preferiría no estar aquí mas de lo necesario. - Le recomendó a su camarada.

Tras ver como su compañero guardaba su equipo para explorar la zona, el hizo lo contrario. Agarró su espada y embrazó el escudo pues aquel lugar no le daba buenas vibraciones al paladín y debía estar atento para proteger a sus camaradas en general y a el mismo en particular.

El paladín se mantuvo junto a sus compañeros, cerca de la caravana y siguiendo la marcha, sin perder de vista todo aquello extraño que les rodeaba. Por un lado esos extraños medio lobos medio humanos que comentaba Kyra y también fijándose en la extraña máquina que estaba destrozada. Usando sus poderes sobrenaturales, conferidos por su deidad, trató de detectar el mal a su alrededor, realizando una leve llamada a su dios en voz baja.

- O Valeroso Caballero, otorga tu gracia a tu humilde siervo y protégeme de la maldad. Alúmbrame en esta oscuridad y haz que mis enemigos sucumban por mi hoja... - Iba narrando en voz baja a modo de rezo.

Las tierras enlutadas hacían honor a su nombre, al bajar del carromato elemental, pudo sentir la desolación como si fuera una bofetada en la cara, como si hubieran abandonado su mundo y entrado en otro muerto y abandonado. La total falta de vida era una sensación abrumadora para Khala, tan acostumbrada a estar entre animales y árboles frondosos.

- Mejor no coger nada de esos soldados, todo aquí se siente mal... echaré un vistazo a esos huesos, aunque no soy una experta en magia.

Intentando no centrarse en la pesadumbre que la rodeaba, la cambiante examino los huesos.

Intentamos la idea de Mercy: Nos colocamos en los lugares indicados y esperamos. Pero nada sucedió.

-Valió la pena intentarlo -comenté mientras tomaba mis cosas- En fin. Pongámonos en marcha. Aquí corremos peligro.

El viaje fue largo y poco placentero: Al principio, la niebla no permitía ver nada, lo que lo hacía aburrido y peligroso a la vez. Mala combinación. La niebla dio paso a un paisaje desolado, lo cual, aunque lo hacía más predecible, no dejaba de ser peligroso.

Eventualmente, nos topamos con lo que parecían los restos de una batalla. Algo que llamó la atención de muchos de nosotros, fueron los restos de criaturas que parecían mitad hombre, mitad lobo.

-Si tuvieran otra forma, diría que son licántropos, pero me parece poco probable -comenté mientras examinaba los esqueletos- ¿Un experimento mágico tal vez?

Si mis sospechas eran correctas, puede que aún quedara algún rastro de magia en el lugar. Así que me concentré en sentir las vibraciones arcanas, si es que las había allí.

Tras encontrar las indicaciones que les llevarían a su siguiente destino, el grupo volvió al carro y partieron en un viaje que todo lo que tuvo de largo lo tuvo también de tranquilo. Mejor, podrían lamerse un poco las heridas. Y tampoco es que la niebla les dejara ver el paisaje.

Y para lo que había que ver...

Un cementerio de la última guerra. Lleno de despojos, tanto humanos como materiales.

-Estoy de acuerdo con Khala. Mejor dejar a los muertos en paz- Sobretodo, por el estado de los cuerpos. Deberían de haber sido pasto para los gusanos tiempo atrás. -Además, no creo que ese equipamiento sea muy útil. La humedad debe de haberlo corroído-

El viaje no fue todo lo malo, fue mucho peor cuando llegamos al destino, o al menos cuando se pudo apreciar el paisaje poco afable que nos rodeaba.

—No es natural. No toquéis nada— era un consejo, en realidad podían hacer lo que quisieran, no era su madre para estar detrás de ellos.

Bajé del carro, siguiendo los pasos de Khala, tratando de detectar algún tipo de huella mágica en todo aquello.

- Bien sigamos entonces, si hay algún cazador en el grupo, quizás pueda averiguar qué monstruosidad pudo hacer esto. Aunque quizás no sea suficiente si no tiene conocimientos sobre magia... Sería bueno para poder hacernos una idea de lo que pasó, pero si veis que no hay mucho más que podamos deducir... entonces mejor seguir la marcha, estoy de acuerdo con vosotros. Comentó Kyra que miraba a los muertos y alrededor para ver si estaban en un peligro inminente como creían la mayoría.

Detectas el mal en el lugar, son tres auras débiles de maldad, por lo que pronto lo atañes con los tres esqueletos de lobo que has visto

Buscáis rastros de magia, pero no hay presencia de magia en el terreno

Mientras todos parecen buscar alguna explicación a lo que ha sucedido ahí, otros prefieren marcharse, pero la decisión ha tardado mucho en llegar y dos esqueletos de lobos deformes saltan sobre el carro atacando a Khala y Kyra, por suerte para ambas, consiguen esquivar el mordisco antes de sufrir alguna herida

Kyra notó como dos lobos que habían salido de la espesura atacaron... sacó entonces su espada e intentó hacer un tajo al que tenía encima. Pero la sorpresa del momento hizo que se precipitara fallando el ataque.

En esta ocasión, Pailys estaba concentrado, tratando de discernir la maldad en los alrededores, por lo que aquellas bestias esqueléticas lo pillaron por sorpresa.

- ¡Cuidado, son tres! - Gritó, pero ya era tarde.

Normalmente podría usar de excusa que estaba concentrado buscando el mal, pero igualmente era una persona despistada y poco ágil y rápida al mismo tiempo. Digamos que no era su fuerte y nunca era el primero en casi nada.

Viendo el peligro y de como aquellos lobos huesudos se abalanzaban sobre sus camaradas, en el carro, el paladín lucharía por su vida y la de sus compañeros. Cuando llegara el momento, pues como era bien sabido, la premura no era su fuerte.

Khala consigue esquivar el golpe del lobo esquelético y retroceder para disparar contra el ser, mientras sus músculos se tensaban para usar su habilidad racial, una de las flechas se pierde y otra se clava en los blancos huesos.

Me encontraba concentrada, buscando indicios de algún rastro de magia que pudiera esclarecer algo todo aquel panorama, cuando aparecieron esos lobos, atacando a quienes se encontraban más cerca del carro.

Desde la posición en la que estaba, traté de evaluar la situación para actuar de la mejor manera posible.

Kyra desenvainó su arma e intentó atacar sin éxito al lobo que había saltado sobre ella, Khala tuvo más éxito, disparó dos de sus flechas, aunque solo una consiguió dar en su objetivo, por desgracia, el arco no parecía ser muy efectivo contra aquellas criaturas.

Pailys advirtió de una tercera amenaza y ésta no se hizo esperar, un tercer lobo saltó contra Mercy, pero la joven ya prevenida consiguió esquivar el ataque.

Los lobos que atacaban a Kyra y Khala siguen atacando en vano a las jóvenes, los lobos salvajes de aquella zona no parecían ser muy duchos en combate. El lobo de Kyra incluso al intentar morderla pisa mal y cae del carro

Tan absorto me encontraba en mi tarea de sentir vibraciones mágicas, que no me di cuenta de que muy cerca de allí, se desarrollaba un combate.

-¡Aguanten! -exclamé, mientras comenzaba a guardar mis cosas y a prepararme para el combate. Pero estaba tomando mucho más tiempo del que había previsto.

Kyra seguía fallando los ataques al parecer el lobo estaba tan junto a ella intentando morderla que era muy difícil acertarle con su espada.