Partida Rol por web

El sol se oculta y el día pasa mientras los héroes reponen sus energías, listos para así continuar con la faena. La nave ha estado siendo reparada pero la enorme cantidad de daño con sufrió con un ataque del que por poco no salen vivos no es algo que se repare en pocas horas y quizás necesiten de días para poder tenerla en condiciones aceptables de uso.

Los héroes despiertan y la luz del día ya se ha marchado. Parece haber un revuelo general en Sefresna pues hasta los mecánicos han dejado de trabajar. Todos parecen reunirse en la tosca habitación de tecnología que tienen en la colonia.

 Preocupado, miré a mis compañeros y les dije:

 - Será mejor que vayamos a ver lo que sucede. Puede que haya novedades...

Abro los ojos algo mareado después de las intensas curas a las que he sido sometido, me tomo un momento intentando asimilar donde estoy y todo lo que ha pasado en las últimas horas. Al incorporarme sobre la camilla, repaso mis heridas comprobando que la mayoría han cicatrizado.

Me pongo en pie y comienzo a vestirme, sin parar de pensar en lo que nos espera. Mientras me visto puedo ver algo de movimiento en el exterior, parece que algo pasa pues el revuelo va en aumento.

Como un acto instintivo compruebo que mi arma esta cargada y apunto antes de apresurarme a salir y acercarme al origen de los sonidos.

Estaba sentada en la sala común de la nave, con una taza de café en las manos, había descansado suficiente para sentirse bien, pero aun así seguía sintiendo esa punzada en el estomago. No podía dejar de pensar en como aquel hombre había derribado a Roogbor con un simple gesto de su mano y además, según los jedi, era el "débil". La presencia más fuerte aún estaba presente, ¿de que sería capaz?

Abandona sus pensamientos cuando Gaheris advierte que deberían ir a ver que sucedía en el exterior, asiente al jedi sin mediar palabra y tras dejar la taza sobre la mesa, se levanta y camina hacia la muchedumbre.

Me recupero del trance de Fuerza y dejo reposar a mis compañeros mientras paseo por la colonia, pensativo.

Cuando se produce el revuelo, acudo presto a ver qué sucede.

-¿Pero qué...?

La wrooniana presiona sus ojos con los puños, aún medio dormida. El trance la ha dejado muy... ¿relajada? ¿atontada? 

-...Lo que sea. ¿Qué demonios de ruido es ése?

Finalmente se levanta de su camilla deslizándose hacia el exterior mientras busca con la mirada a su compañero wookie.

Rogboor salió del trance desorientado y algo confuso. Todavía pudo sentir un escalofrío cuando acarició las zonas dañadas por los látigos de energía oscura. Suaves cicatrices adornaban su peluda piel allí donde los rayos de Amon habían besado su cuerpo.

Intranquilo por las recientes experiencias, el wookie buscó algo en que entretenerse. Una cuadrilla de ingenieros de Sefresna habían empezado a reparar la maltrecha nave, así que Rogboor se sumo al grupo sin mediar palabra, echando una mano en lo que fuera necesario y aprovechando para familiarizarse con las caóticas entrañas del destartalado transporte YX-1980. Las horas pasaron sin ruido, como de puntillas, enfrascado en el trabajo manual que tanto apreciaba el viejo wookie. No fue hasta que se oyeron unos gritos desde el exterior que Rogboor abandonó la nave, frotándose las engrasadas manos con un trapo más engrasado todavía.

Algo estaba ocurriendo...

Examino a aquellos que van saliendo del trance, comprobando que se encuentran bien. Después, cuando se produce el alboroto, acompaño a mis compañeros a investigar.

Despues de descansar todo lo comodamente posible y comer algo, acudo rapidamente hacia el revuelo montado, sabiendo que ahi estaran, probablemente, todos mis compañeros.

Todos se reúnen para ver qué es aquello que llama la atención de los colonos y ven como se agrupan alrededor de la radio. Esta, a través de la interferencia que produce por lo improvisada de su manufactura, se escucha una voz que transmite:

 - "Acá el Maestro Deerman Oneero y el Maestro Saren Vayami. Hemos venido pues recibimos una transmisión en la que se pide ayuda. Estamos en la órbita de Orinda intentando contactar con Sefresna. Respondan si nos escuchan..."

El mensaje se repite cada ciertos segundos pero con cambios en tonalidades que indican que no es una grabación sino una muestra de paciencia por parte del hombre.

En ese momento llega Langren y es informado frente a ustedes:

 - "Señor, han estado intentando contactarse hace pocos minutos. No le hemos contestado aún por las indicaciones que usted dio de no hablar con nadie. Parece que son unos maestros Jedi."

Langren les mira y les da paso al aparato con un gesto. Ustedes son quienes están al mando de la misión por orden del Senado y el Consejo Jedi, todo lo que ocurra es responsabilidad vuestra.

-Eh -dice Balael mirando a los dos aprendices de brujos-, ¿conocéis a esos Deerman y Saren? O sea, ¿os suenan sus nombres? ¿Son lo que dicen ser...? Lo último que necesitamos es que ese brujo oscuro del cual habláis se nos cuele hasta la cocina haciéndose pasar por Jedi. 

Al llegar puedo ver a la gente reunida en la sala de radio, al poco tiempo puedo escuchar por mi mismo la repititiva transmisión. El primer sentimiento es de desconfianza, no se a que transmisión se refieren pero se me ocurren ciertas posibilidades.

Tras escuchar los nombres miro los rostros de los jedis para intentar encontrar una respuesta en sus rostros a aquellos nombres.

Langren, Gaheris. ¿Habéis hecho alguna transmisión por canal abierto? ¿Si es así que decía exactamente?

Mi rostro muestra una expresión de preocupación y miro brevemente a Gaheris. ¿Habrá cometido un terrible error? ¿Habrá toda una red de conspiradores?

 - Tuve que informar al Consejo Jedi de la amenaza de los Sith, por si en caso de que nos pasara algo pudieran estar preparados. También pedí ayuda, para que nos ayudaran con el Maestro, aunque me dieron a entender que tardaríamos más en recibirla... - Respondí con gesto preocupado. - ... Aunque puede ser que quisiera La Fuerza que andasen cerca por casualidad y el Consejo contactara con ellos por ello...

Cierro los ojos y me concentro, intentando recordar si conozco de algo a esos supuestos maestros e intentando indagar en la Fuerza para que me guíe acerca de si sirven al lado Oscuro o al lado Luminoso de la Fuerza.

Mi rostro cambia completamente a una mezcla entre incredulidad y cabreo. Al ver a tanta gente alrededor hago una señal para que desalojen la pequeña estancia.

Cuando al fin el gentio espera fuera las noticias y nos quedamos dentro el equipo y Langren. Me dirijo al Jedi...

Quieres decir que has informado de nuestra misión y la supuesta presencia de Sith, no olvidemos que era un aprendiz, ¿por un canal abierto que cualquiera ha podido escuchar? Te recuerdo que nuestra misión era de alto secreto y ahora mismo tendremos suerte si medio imperio no sabe lo que hacemos aquí.

 Miré con gesto impasible a Haka mientras le respondía:

 - Conocía los riesgos, pero esto era demasiado importante como para no informar. ¿Hace falta que te recuerde lo que pasó la última vez que los Sith estuvieron sueltos por la galaxia?. Y por aquel entonces solo fueron dos, mientras que ahora parecen ser un número mucho más numeroso...

Conocias los riesgos, pero no los evaluaste bien. No admito lecciones de quien solo sabe lo que ha estudiado en los datapad. Muchos son los que rastrean las frecuencias en busca de imprudentes como tu, no era necesaria tal temeridad para hacer las cosas bien, ahora que hemos eliminado el bunker tenemos un respiro para pensar nuestro próximo movimiento no era algo de vida o muerte. Esto traera problemas.

Abro el comunicador
R8, establece un canal de comunicación seguro con el senador a través de la agencia. Avisame en cuanto este disponible.