Partida Rol por web

Lorna puso los ojos en blanco ante los rugidos que venían del dormitorio. 

-La nena se ha despertado. Yay.

Se echó dos terrones de azúcar al café con gesto ausente. 

Bien, era de esperar. 

- [Tranquila. Estás en mi casa. Ayer te pasaste con la bebida y te trajeron aquí para ponerte a salvo] - El latín de Bayhas era un poco menos arcaico que el de Nina, pero se podían entender el uno al otro.

Esta mañana, sin embargo, ya no parece tan buena idea haberte traído aquí.

Bayhas permaneció al lado de la cama, aparentemente calmado. No se le escapaba que la situación podía ponerse tensa muy rápidamente.

El móvil de Cleo vibró una vez más. La chica lo revisó, y por un momento se quedó confusa, teniendo que releer varias veces el mensaje.

-Rhiannon dice que si logramos escapar, los magos no van a seguirnos, que habremos salido de su juridicción.- Se levantó de la silla, y comenzó a andar de un lado a otro, aunque emitió un quejido leve, llevándose la mano al hombro. -La entrada a Arcadia está en el Círculo de Piedra. Al parecer para poder entrar se necesita de convencer al guardián, tener la mentalidad adecuada, y... una llave, que al parecer ella ya tiene.- Detuvo su paseo de un lado a otro. Cleo se veía alterada, como intentando procesar algo de lo que había leído.

-[¿Que me trajeron?¿A mí?¿Quién osó tocarme?¿DÓNDE están MIS ROPAS?¿TÚ...?]

Nina se puso de pie en la cama. El somier crujió como si le hubieran puesto un yunque encima y la cama se hundió con estrépito. 

Bayhas se sintió un poco ridículo sentado en un colchón en el suelo mirando aquella vieja camiseta universitaria hinchándose bajo la presión de un torso haciéndose más grande. Las escamas de las piernas se hicieron más evidentes a medida que la piel se oscurecía.

-[¿TE HAS ATREVIDO A MANCILLARME, BRUJO?]

- [Cálmate, Nina] - Dijo Bayhas, sentado en colchón y viendo cómo la mujer se ponía más y más violenta. - [Nadie te ha mancillado, he estado velando tu sueño] - Le dieron ganas de sonreír ante la idea de que alguien pudiera atreverse a mancillar a Nina, pero se esforzó en mantener una actitud neutra.

- [Ayer estabas borracha como una cuba en una sala que se iba a convertir en un baño de sangre. Consideré necesario sacarte de allí y pedí que te trajeran a mi casa. Te pido por favor que te calmes.]

Las manos de Nina aflojaron su presa en las solapas de Bayhas mientras volvian a ser delicadas y blancas. Sus ojos volvieron a ser los de siempre despues de parpadear. Se redujo considerablemente de talla. Incluso el olor a humo se hizo menos agobiante.

-[¿Y que ha pasado con mis ropajes...?]-Bayhas señalo con la cabeza los restos de la mesilla de noche-Oh... creo que te debo una nueva, brujo(*).

Chasqueo la lengua y puso mala cara.

-Tengo la boca pastosa. Me duele la cabeza. ¿Seras un cielo y me preparas...?

-... un te con dos bolsitas, leche y uno de azucar. "Gracias, cariño, tu obediencia es muy apreciadañañaña"-mascullo Lorna echando agua caliente en una taza. Vio que Orion le miraba divertido-¿Que?

Fruncio el ceño como si fuera a escupir dentro pero se lo penso mejor y dejo la taza en la mesa. Coloco al lado un plato con seis galletas digestivas dispuestas en forma de cara sonriente. 

—Nunca he oído hablar de un vampiro que cruzara las puertas de Arcadia —comentó mientras seguía risueño las evoluciones de Lorna con el desayuno de Nina—. Tampoco puedo salir a la luz del día y, lo más importante, no estoy dispuesto a abandonar mi ciudad. Es un sumidero maloliente, pero las drogas son baratas...

Miró a Yakub y a Cleo. 

—Pero... —alzó el dedo índice—. Puedo entretener a los demonios mientras escapáis. Con la ayuda de Bayhas y de las sorpresas de esta mansión tal vez pueda hacerles perder el tiempo lo suficiente para que alcancéis el Círculo de Piedra.

Cleo salió de su ensimismamiento, mirando hacia Orion. -¿De qué...? No.- Dijo, negando con la cabeza, con firmeza. -No. No vas a quedarte, Orion. De aquí vamos a salir todos, ¿de acuerdo? De un modo u otro.-

— Tampoco seré yo quien se vaya a Arcadia querida —

Yakub se puso en pié ayudado por su bastón después de dar un último sorbo a su té.

— Llevo demasiado tiempo en esta ciudad como para irme sin más. Encontraremos otra solución... o moriremos intentándolo. —

A pesar de lo catastrófico de sus palabras el viejo parecía en cierta manera animado. Ciertamente llevaba toda su vida en Swansea, y de alguna manera le había llegado a coger cariño a ese "estercolero".

— Prefiero jugármela con los hombres lobo. — 

Miró primero a Cleo, luego a Lorna y finalmente a Orion.

— Hasta ahora hemos estado viendo lo que pasaba en la ciudad, meros espectadores. Yurga, Eva, La Orden de Merlín. Tsk. Es la hora de coger el toro por los cuernos. Sokolov querrá una ciudad en la que poder criar a su nueva manada. Una ciudad que no sea la basura inmunda en la que los rakshasas van a convertir Swansea. —

— Propongo ir a verle y ofrecerle un trato. Si nos esconde durante el tiempo suficiente para recuperarnos y planear algo, podemos tomar el control... por supuesto tendremos que ceder una parte de la noche de la ciudad a su familia. ¿Que opinas Orion? —

Era un plan bastante malo, pobre y dependiente de que salieran vivos de ahí primero, y de que no les arrancaran la cabeza antes de poder dar alguna explicación... pero era mejor que dejar atrás todo. Además... todavía tenía que cumplir su promesa a Calep.

-Pero es que no sería dejar Swansea para siempre.- Dijo Cleo, mirando esta vez hacia Yakub. -Sólo hasta que se calmen las cosas aquí. La manada de Sokolov es muy reciente, estamos hablando de pedirle ayuda para enfrentar a un ejército de demonios y vampiros; incluso si los magos no están de su lado, siguen siendo demasiado para ellos.-

Sacó de nuevo su móvil, y les mostró el mensaje que había recibido de Rhiannon.

CHICA LISTA.

NO ESPERABA MENOS DE LA NIETA DE LA VENERABLE AHMOSE. SIEMPRE HA DICHO MARAVILLAS DE TI.

LA ORDEN DE MERLÍN NO PUEDE COMPROMETERSE ACOGIENDO A TUS AMIGOS PERO SI LOGRÁIS ESCAPAR ESO ESTÁ FUERA DE MI JURISDICCIÓN. 

¿RECUERDAS EL CÍRCULO DE PIEDRA? ALLÍ HAY UN PORTAL A ARCADIA. PARA CRUZARLO HACE FALTA UNA LLAVE, LA MENTALIDAD ADECUADA Y CONVENCER AL GUARDIÁN. LO DE LA LLAVE ESTÁ SOLUCIONADO. LA PRIMERA VEZ QUE NOS VIMOS TENÍAS "LA MENTALIDAD ADECUADA" (AUNQUE REQUIERE PRÁCTICA). SÓLO TENDRÉIS QUE CONVENCER AL GUARDIÁN PARA QUE OS DEJE PASAR. 

-La "mentalidad adecuada" supongo que se refiere a cuando estaba drogada.- Agregó. Repasó entonces un mensaje de Andy. -Asumí que con lo de que "lo de la llave está solucionado" se refería a que la tiene ella, pero Andy me escribió antes diciendo que las Hadas habían abierto la puerta. Supongo que es a eso a lo que se refiere Rhiannon...-

—No podréis salir de aquí para ir en busca de Sokolov o al Círculo de Piedra si tenéis que cargar conmigo. Y en cuanto me dé el más mínimo rayo de sol me convertiré en una bestia rabiosa cubierta de llamas —explicó el vampiro—. Los rakshasa ya están a las puertas, no hay tiempo para planes complejos ni para fugas de película.

Orion medía cada una de sus palabras antes de que salieran de su boca. Por eso hablaba en un tono de voz bastante bajo y pausadamente.

—Además, no estoy dispuesto a hacer ningún pacto con Sokolov. Ese hijo de puta es tan culpable de mi ruina como Yurga y sus carroñeros —levantó la mano para interrumpir a sus compañeros—. Es mi última palabra. Busquemos una manera de salir de aquí antes de que los demonios tomen la mansión por asalto. Yo seré vuestra retaguardia.

Cleo se mordió el labio inferior, intranquila.

-Podemos... podemos dividirnos.- Sugirió entonces, mirando a todos. -Confundir a nuestros enemigos para que no sepan a donde nos dirigimos realmente. Ir con Sokolov es enviar a todos los Rakshasas en su dirección, quizás se le haga más fácil esconder a uno o dos fugitivos que a todos. Yo... yo puedo volver a Londres.- No le gustaba esa idea, pero Rhiannon había dicho algo que no podía ignorar. -O puedo ir a Arcadia, o... No sé, hablar con Yibul. Opciones no me faltan.-

Miró al vampiro. -¿Tienes algún lugar en el que puedas esconderte, Orion?- La chica pensó un momento, y buscó dentro de su bolso, resoplando entre dientes por el dolor en su hombro. Le extendió entonces a Orion la llave del apartamento en las residencias estudiantiles donde se había estado quedando antes que su padre le avisara que iban a por ella. -Estoy segura que papá lo habrá revisado ya, por lo que no debería haber razones para que vuelva allí. Intenta llegar, escóndete allí. Promete que vas a intentar salir de aquí, ¿de acuerdo? No dejes que te maten.-

-Ah, si, los hombres lobo. Esos tambien son cosa de Bayhas-Lorna mordio una galleta recien mojada en su taza-Y drogas, que no falten. En el fondo, teneis suerte de que el cuerpo de policia este a sueldo de la mafia hindu o en cuanto me terminara el cafe me iban a faltar esposas...

Miro a Cleo.

-Tu pareces mas joven, ¿que has hecho tu? ¿Robar coches? ¿Asesina en serie? ¿Extorsion?

Yakub dio un golpe con la palma en la pared. Encima de su mano estaba el reloj marcando las 6:15 de la mañana.

— Venir a esta casa ha sido un error maldita sea. ¿Donde está Bayhas? —

Miró a Lorna. Suspiró.

— Nos vamos a ir todos de aquí inmediatamente. Si todo sigue como hace años debería de haber una salida secreta en el sótano. Como dije quizá ni Bayhas sepa de su existencia, así que puede ser bastante segura. Nos llevará a un par de kilómetros de la casa por un túnel subterráneo. Desde allí deberíamos poder dividirnos, o buscar un mejor escondite. —

Se acercó a Orion.

— Me temo que quedarte no es una opción amigo. Tu te vienes con nosotros. Ya veremos como gestionamos lo del sol. De momento en el túnel estarás a salvo. Con un poco de suerte ni encontrarán la entrada al túnel. —

- De acuerdo. - Sonrió mientras se ponía en pie. - Mira, iremos a la cocina y te lo pondré yo mismo. Después, te aviso, habrá que ver qué hacemos, porque me temo que los rakshasas están a punto de atacar la casa. - Se encogió de hombros. - Cosas que pasan.

Bien, había otro asunto importante, y la razón de que hubiera estado durmiendo ahí toda la noche. Un asunto importante que probablemente no se podía afrontar más que soltándolo y ya está. Adelante. - Escucha, Nina, hay algo que tienes que saber. En la cocina está también Lorna. Lorna Van Cliff. Yo fui el responsable de quitarle el tatuaje mágico. Y la he tenido escondida aquí unos días. Pero escucha, tengo una propuesta que hacerte. Libérala de la influencia del medallón, a ella y a su familia, y tómame a mí en su lugar. Yo...

Fue más o menos en ese momento en el que Bayhas se dio cuenta de que quizás no se había sabido explicar muy bien.

La conversación fue momentáneamente ahogada por un bramido ensordecedor.
-¡¡¡MISERABLE TRAIDOR!!! ¡NO ERES MEJOR QUE LOS DEMÁS!
La casa entera tembló. Una luz brillante como de un incendio entró en la oscura cocina desde el pasillo durante unos instantes. La ceniza del tercer cigarro de Lorna cayó dentro de su café.
-Mierda-dijo palideciendo-Sabía que esto era una mala idea.
La policía se levantó de un salto mirando a su alrededor. Se acercó a la ventana y la abrió. La cocina estaba en la planta baja: el jardín descuidado y selvático se mostró ante ella.

-¿DO TE ESCONDES, SANGRE DE JUDAS? ¡SAL PARA QUE TE RECOMPENSE POR TU LEALTAD?

Lorna resopló.
-Yo me voy de aquí. Os sugiero que hagáis lo mismo. 

— ¡¡ Lorna espera !! — Gritó Yakub. — No es seguro salir por ahí, si nos están esperando de verdad y te capturan te torturarán hasta que les digas todo lo que sabes de nosotros, y luego te matarán. Escapa con nosotros. Seguidme. 

El viejo agarró su bastón y comenzó a recorrer los pasillos de la casa, esperando que el resto los siguiera. Recorrió un par de pasillos hasta dar con la puerta al sótano. Solo esperaba que allí no hubiera trampas del mago. Una vez abajo se dirigió a la pared de la derecha y apretó dos de los ladrillos que se hundieron automáticamente, abriendo un pequeño hueco en la pared.

— Vamos. —

Yakub esperó a que todos hubieran pasado y entró el último, activando de nuevo el mecanismo de cierre, revisando que no hubieran dejado huellas que indicaran que aquella pared era su vía de salida...

La fotógrafa ni siquiera pensó en gritar. Se hubiera quedado paralizada de no haber escuchado a Yakub, y se apresuró a tomar la muñeca de Orion para tirar de él mientras comenzaba a correr detrás del viejo cazador. Las heridas le escocían, pero sabía que no tenían tiempo que perder. Al menos la dragona sería una distracción, y seguramente los demonios entrarían ahora, sin esperar el amanecer. Oh Dios, Bayhas...

Cleo se adentró en el túnel, y encendió la luz del móvil para iluminar el interior, comenzando a avanzar tan rápido como podían. No pienses. Ahora no es momento de pensar, sino de actuar.