Partida Rol por web

Ya no estaba en Swamsea. Reconoció el parque Hyde de Londres, aunque sus árboles eran azules y el agua de las fuentes flotaba en el aire precipitandose hacia el cielo a encontrarse con las estrellas. Su abuelo materno, Kafele, estaba allí, y se vio a si misma, de ocho o nueve años, jugando a atrapar las gotas de agua de la fuente.

Hm, no, no podía tratarse de su abuelo, no llegó a conocerlo pues falleció antes de nacer ella, pero el hombre que estaba allí era igual que las fotos que había visto de él. La pequeña Cleo, con cabello rosa y vestido amarillo chillón, atrapaba gotas y mas gotas con sus dedos, que se convertían en mariposas. De pronto, daba un salto hacia el interior de una de esas fuentes, y en vez de hundirse en el agua comenzaba a flotar, y flotar junto con las gotas.

Cleo, la Cleo que veía todo esto, había apretado fuertemente la mano de Andy un instante antes de ver a su mini yo saltar, pero luego se había relajado y había comenzado a reír fuertemente, viendo a la pequeña Cleo dar vueltas y mas vueltas en el aire, perseguida por su abuelo queriendo alcanzarla.

Bayhas escuchó atentamente las palabras de Yakub. Reflexionó sobre lo que había escuchado antes de hablar. - Owain debió encontrar la espada hace años. Igual colecciona espadas, porque el Gorchymyn Myrddin está convencido de que también tenía Excalibur en su poder. 

- No sé si la Orden de Merlín quería la espada que fabricaste para matar vampiros. Creo que lo que de verdad quieren recuperar es Excalibur. - Estaba bastante seguro de eso. - Pero tienen recursos y dinero suficiente para obtener casi cualquier cosa que quieran. Puede que quisieran la espada para enfrentarse a los vampiros... pero me parece más probable que simplemente vieran la oportunidad de adquirir un buen artefacto. - Hizo un gesto conciliador. Tenía mucho respeto por las opciones del viejo cazador. - Pero habría que tener en cuenta tu teoría, Yakub. 

Sacó un vial del bolsillo. - Lágrimas de hada. Las puedo usar para que la rosa que encontramos en el Palacio nos guíe hasta su dueño. Sería gracioso que fuera Calep. Entre lo que nos ha dicho Yibul y las fotos del móvil de Cleo, me temo que Calep no está quedando en muy buen lugar. 

- Y, Yakub... - Bayhas miró al hombre con gravedad. - Si quieres que te ayude a encontrar a ese vampiro... puedes contar conmigo. - Quería averiguar todo lo relativo a la boda frustrada, pero le debía varios favores a Yakub. Y no era común ver al viejo afectado por algo, lo cual impresionó al mago.

Poco a poco, Cleo recupero la consciencia. Estaba tumbada en la hierba junto a Andy mientras la suave brisa nocturna las despertaba.

Estaba contenta. Las drogas no eran peligrosas si se empleaban con un poco de cabeza. De hecho, sentia que podia aprender mucho de si misma con aquellas pastillas, elevar su consciencia a un nivel superior que le permitiria entender mejor aquel mundo oculto que trataba de estudiar. Palpo con satisfaccion las dos pastillas que le quedaban en el bolsillo.

-Deben... tener prisa para seguir unas... ordenes en esa... direccion tan tarde-murmuro Andy señalando algo invisible en el cielo con un dedo flacido.

El hada rodo a un lado para mirarla. 

-¿Como ha ido eso? ¿Has visto las estelas de los pilares del mundo?

-Toma, se te ha caído el móvil mientras estabas tumbada. 

Cleo se reía como no recordaba haberse reido en mucho tiempo. -No los veo, ¿qué son?- Preguntó al hada intentando ver lo que según elle había en el cielo. Se sentó, sintiéndose ligera y capaz de salir flotando. -Bufff, ha sido increíble. He visto todo y nada en absoluto. Gracias por los consejos, Andy.-

Recogió su móvil. ¿Cinco mensajes recibidos? Cuando los fue abriendo, la búrbuja de felicidad explotó en un instante. ¿¡Qué!? Se llevó la mano a la lengua, estaba segurísima que no era su boca, pero prefirió comprobarlo por si misma. Miró a la boca de Andy.

El suspiro de alivio de Cleo fue absoluto, mientras se dejaba caer de nuevo en el césped. -Joooooder, mamá me hubiera matado si realmente me hubiera perforado la lengua.- Rió, mirando hacia Andy con una sonrisa gigantesca. Iba a tener que hablar con varias personas, Billy entre ellas.

Suspiró. Bayhas le había respondido al mensaje con un meme (no sabía que el mago supiera sobre memes o tecnología en general), y se suponía que debía retornar con el resto. -Oye, Andy: gran fiesta, en serio. Hay que repetirlo otro día; aunque ahora que voy a empezar a trabajar va a estar más difícil cuadrar días. ¡Me contrataron en el sitio que me dijiste!- Dijo alegremente, se le había olvidado contarle.

Con un último intercambio de abrazos y agradecimientos, Cleo se despidió del hada y se dirigió hacia la dirección en que le había indicado Bayhas, preguntándose a qué "orillas" se refería. ¿Sería una palabra para nombrar el mal viaje?

Orion miraba a Yakub con fijeza. La historia que acababa de contar podía ser completamente verídica, parcialmente inventada o una patraña infame. Niños vampiros. Orion no había visto jamás a ningún niño vampiro.

—Yakub, ¿quién te ha hablado de esos vampiros que van matando familias y robando juguetes? —no pudo evitar un leve deje de incredulidad.

- Voy a por Cleo, esperadnos aquí. - dijo Bayhas, mientras miraba su móvil y escribía un mensaje rápido y se dirigía a la barra.

Al rato, vio a la chica. Le hizo un gesto para llamar su atención y cuando estuvo cerca le sacó la lengua. - ¿Ya estás mejor? Solo a ti se te ocurre, Cleo... - comentó, con tono de fingido reproche. - Ven, hemos encontrado a Yakub, vamos a hablar de qué hacemos a continuación.

Cleo achicó primero los ojos, con fingidos morritos por el "regaño" de Bayhas, antes de soltar una carcajada. -Mucho mejor, sin duda.- Dijo, metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta y avanzando hacia donde estaba el resto. ¿Cuando había llegado Yakub?

BAYHAS 

De vuelta al laboratorio, el análisis de la rosa revela que es un dispositivo mágico de un solo uso (ya gastado) con un conjuro de teleportación. Una baratija que se puede conseguir fácilmente.  En cuanto al portador, oh, cielos era... Nina.

Si el shock de esta revelación te mata, haz tu Movimiento Final. 

Si sobrevives al disgusto, dime, ¿qué vas a hacer?

ORION 

Hora de darle gusto a los colmillos. Hay una gótica solitaria bebiendo en una esquina de The Killing Moon. Pan comido para alguien de tu experiencia. Haz tu movimiento de alimentación y describe lo que ocurre. 

YAKUB 

Si quieres investigar sobre los vampiros, échate a la calle y dime a quién recurres (no tiene por qué ser de la Noche, ¿tal vez Mayanin?). Por cierto, ¿se te ocurre alguna teoría sobre cómo puede ser que un niño vampiro que no puede crecer ni desarrollarse haya sobrevivido desapercibido tanto tiempo?

O puedes dedicarte a reparar el arma de Gareth. 

CLEO 

Toca ir a trabajar pero el cuerpo te pide marcha también. Por suerte, puedes colocarte por la mañana (nada como una dosis de drogas demoníacas después de los chokocrispis) y darte una ducha antes de ir al restaurante. 

Tira por la drogaína. Dependiendo de cómo acabes, irás a currar de una forma u otra (o no).

— Una fuente de confianza — Dijo Yakub como única respuesta a Orion. 

Yakub miró el móvil y frunció su entrecejo. Luego vió aparecer a Bayhas y Cleo. Espero a que hablara mirando su lengua sin ningún tipo de disimulo.

— Me gustaría hablar contigo antes de irnos Cleo. En privado. — Dijo finalmente.

Ahora dirigiéndose a Bayhas.

— Es solo una teoría fundada en los datos que tengo. Por supuesto puede estar equivocada, así que debemos contemplar todas las posibilidades antes de actuar o tomar una decisión. Por otro lado intentaré volver a establecer contacto con Calep. Creo que si nos cuenta su versión podremos tener una perspectiva más amplia de la situación —

Miró el reloj de su muñeca y dio un suspiro.

— Creo que es hora de que me vaya. En cuanto hable con Cleo. Tengo algo de trabajo en la tienda — Cayó entonces que no había hablado acerca de Gareth.

— Oh, se me olvidaba. El viejo Gareth a aparecido en mi tienda. Parece que va a iniciar la caza de un dragón. Quizá sea nuestro Owain. Iré con él en un par de días. Quizá sería una buena oportunidad para conocerle y ganaros su confianza. Es un tipo duro y mal hablado. Pero le debo la vida... varias veces —

Antes de irse Yakub habló con Cleo apartado de los demás.

— No se si eres consciente de lo que estás haciendo Cleo. Bueno, si que lo se. No lo eres. Lo que si que no se es lo que pretendes conseguir en Swansea. ¿Hacer amigos sobrenaturales? ¿Entrar en su mundo? ¿Ser uno de ellos? —

Yakub negó con la cabeza.

— No eres uno de ellos. Jugarán contigo, se divertirán al principio junto a ti, luego a tu costa y al final te desecharán. —

— ¿Las drogas? — Prosiguió... cuando se ponía en modo abuelo regañón no había quien parara al bueno de Yakub — Cleo. Esas drogas no están pensadas para humanos. Ni aunque lo estuvieran. No se que quieres de mi... pero si siguen queriendo mi ayuda para lo que sea, si te importa mi consejo en lo más mínimo o si me tienes el más mínimo respeto. No volverás a drogarte. Ni con las drogas sobrenaturales ni con las humanas. —

El rostro de Yakub era serio y duro. Sin duda estaba juzgando cada expresión, cada movimiento y cada duda antes de dar la respuesta. 

— Si no puedes cumplir eso se acabó todo —

Básicamente lo que hace es retirar la función de lanzallamas y modifica el arma para que puede ser configurada de forma modulable. Repara el lanzallamas y lo deja como accesorio insertable en el arma pero sin instalarlo. Además crea otro módulo igual que el del lanzallamas pero que en lugar de lanzar fuego lo que arroja nitrógeno líquido. Este si que lo deja instalado.

Además hace una puesta a punto de todos los demás sistema de ataque que pudiera tener el arma, la deja engrasada y comprueba que no se encasquillará hasta dentro de un tiempo.

Así pues el bicho queda con las siguientes funcionalidades:

- Escopeta personalizada con un cañón extra.
- Ranuras para cintas de munición.
- Pequeña motosierra originalmente utilizada para podar acoplada a modo de bayoneta
- Culata reforzada con una cubierta de metal.
- Capacidad para incluír un módulo fabricado por Yakub
- Módulo de lanzallamas (no instalado)
- Módulo de lanza nitrógeno líquido (instalado).

La sonrisita que la chica había tenido al reunirse con el grupo se fue deshaciendo rápidamente escuchando al señor Yakub. Bajó la mirada, en una mezcla de irritación (¿Quién se cree para decirme qué hacer?), culpa (¿Tan mal actué, de verdad?), acabando en resignación.

-Lo siento...- Murmuró, sin atreverse a levantar la cabeza. -No quiero ser parte de esto. Pero, ¿acaso no habría usted hecho lo mismo en su juventud si supiera que tras el mundo "real" había más? ¿Habría querido seguir en la ignorancia, cuando el velo que lo cubre se hubiera levantado sólo un instante para ver en su interior?- La chica metió entonces su mano en el bolsillo, y sacó las pastillas que le quedaban.

-Ahí tiene.- Dijo entregándoselas, y se dio la vuelta, alejándose del señor Yakub y del resto, de camino a su scooter para volver a casa.

- Yakub... Da la impresión de que Calep no es trigo limpio. - dijo Bayhas. - Igual no deberías advertirle de que sospechamos de él. Pero es tu decisión. - No era costumbre del mago llevarle la contraria a Yakub, pero todo lo que rodeaba a Calep le olía bastante mal.

- Bueno, ha sido una noche muy divertida. - Movió un poco su vial con las lágrimas de Andy. - Os dejo, tengo trabajo.

*****

Al fin, la rosa terminó siendo un dispositivo de teletransporte... usado por Nina. Solo en su laboratorio, pensó en las implicaciones. Puede que la usara para escapar una vez las cosas comenzaron a ponerse feas. La otra opción es que la usara para traer a alguien de fuera...

Reflexionó durante un largo tiempo sobre ello. 

Al fondo de su laboratorio estaba en cortinaje púrpura que ocultaba la puerta de plata. Yakub decía que podía fabricar la llave, pero que necesitaba una escama de dragón. Dudaba que Nina se la diera, del mismo modo que él se había resistido a darle un vial de su sangre a Yibul.

El loco de Gareth pretendía cazar a un dragón. Era una oportunidad para conseguir la escama. Puede que fuera Owain. Puede incluso que fuera Nina. Aunque había más dragones en los alrededores de Swansea.

Fuera como fuera, si se implicaba, no dudaba que las cosas se pondrían feas. 

Se acercó a la cortina y la descorrió. Ahí estaba la puerta de plata. Impermeable a todo encantamiento. Imposible de abrir. Un secreto guardado en los sótanos de la casa de los Al Rashid. Una obsesión.

Volvió a correr las cortinas. Sabía que haría cualquier cosa para abrirla. Que traicionaría a todos los dragones de Gran Bretaña, aunque le dolería traicionar a Nina. 

Y puestos a traicionarla... 

... miró la funda de violonchelo.

Estrictamente hablando, no le había dicho que no pudiera echar un vistazo.

Se acercó a la funda. Concentró su poder para detectar las trampas mágicas más evidentes. Hizo un gesto... y la abrió.

Orion torció el gesto al oír hablar de Gareth y cuando Yakub mencionó su deuda con él y el asunto de la cacería comenzó a cabrearse. Gareth había acabado con casi todos los vampiros de Swansea y parte del resto de la fauna sobrenatural. No le hacía ni la menor gracia que el viejo andara en tratos con él. Pero, de momento, no podía hacer nada al respecto.

Aprovechó que todo el mundo tenía prisa por marcharse para hacer lo propio. Salió del campus y se fue al local. Tras la barra estaba Amethyst y sonrió al verla. Su socia se preocupó al ver su nariz y, a pesar de las protestas de Orion, le colocó el hueso de nuevo en su sitio con un crujido desagradable. Mientras lo hacía le señaló a una chica solitaria, sentada en la mesa tras el pinball de Drácula. 

Sin duda debía impresionar a todos con su apariencia: cabello largo recogido, piel pálida, maquillaje oscuro, tatuajes, algunos piercings de más para el gusto anticuado de Orion, un corsé de látex, una falda de gasa más corta por delante que dejaba ver unas botas altas de cuero y un liguero con medias de red. 

No le sonaba su cara pero se acercó a ella. Al principio la verborrea del vampiro chocó con el muro impenetrable de su desdén. Le miraba como a un pringado y únicamente sonrió un par de veces cuando él se puso a sí mismo en ridículo. Orion le siguió el rollo e involucró a Amethyst en lo que prometía ser una sesión de femdom a dos bandas. Una vez en el tajo la chica terminó, sin saber muy bien cómo, en una sesión de bondage con ella como plato único.

Orion se alimentó con cuidado e incluso le dio algo de su sangre a Amethyst. La chica durmió un par de horas en el dungeon improvisado y, con las primeras luces, Amethyst la invitó a un café y la acompañó sonriente y cansada hasta un taxi.

Yakub hizo un gran trabajo.

El viejo cazador examinó la escopeta asintiendo lentamente. La sujetó con una y dos manos, apuntó a diversos lugares y reprodujo los gestos de recargar y acuchillar con la motosierra. Parecía muy satisfecho.

-Gracias-la colilla de su boca apuntó hacia arriba-¿Qué te debo?