Partida Rol por web

Billy se sacudió la mano de Yakub de encima de un manotazo. Parecía que el colocón se le había pasado de golpe. 

-¡Basta! ¡No soy un tan joven... ni tan viejo... para que nadie me cambie los pañales! No me da miedo ni usted, ni el macarra del müllet...-miró a Bayhas, confuso. Se encogió de hombros-... bueno, ni tú tampoco. 

Se encaró con los cuatro sacando pecho. Miró a Cleo, dolido. 

-No te reconozco, Cleopatra -cuando se ponía serio con ella usaba su nombre entero-Dijiste que estábamos en esto juntos pero no es verdad: lo único que te importa eres tú misma y tus... amigos. Yo pensaba que era tu amigo también y me dejaste en casa de esos zumbados... y entonces llegó tu padre. Muy conveniente, ¿verdad? Me pregunto si te lo llegaste a bloquear después de... ¡joder, suelta el puto móvil cuando te hablo!

Con lágrimas en los ojos intentó arrancarle el móvil a Cleo de las manos pero sus reflejos no eran los mejores y la chica le esquivó fácilmente. Tropezó torpemente. 

-¡Búscate otro perro que te ladre!

Se dio la vuelta y, con pasos no muy serenos, se dirigió a la puerta. 

-¡Bill!- Cleo se le quedó mirando, mordiéndose la lengua, con los ojos húmedos. Al menos estaba saliendo del hotel...

Miró entonces a los otros tres, y se pasó la mano por los ojos. -Entonces... Ha-hablar con Bleeder y con Marcus, ¿no?- Dijo, estaba claro que se moría por ir detrás de su amigo, pero no iba a abandonar a los demás. Escribió otro mensaje rápido.

Bayhas había estado todo el rato observando la sala, asintiendo de forma distraída a lo que sus compañeros le decían. No llegó siquiera a prestar mucha atención a Puck. 

- Ummm... no se necesita una jaula enorme para encerrarme. - Parece que sí había estado escuchando lo que le habían estado diciendo. - Tiene más sentido que fuera para Owain... o para otro dragón. - Observó a Nina, bailando en el centro de la pista con Yibul. - Y, sinceramente, Yakub, me extrañaría que la Orden de Merlín tomara partido por Eva. O por cualquier otra facción. Intentan mantener una apariencia de neutralidad, aunque luego meten sus narices en todos los asuntos que pueden. Pero lo hacen de forma discreta. - Luego miró al anciano con una mirada en parte divertida y en parte sorprendida. - ¿Piensas estropear la fiesta? - Negó con la cabeza. - Pero, Yakub... ¿no eres capaz de intentar quemar todos los sitios por los que vamos pasando, ni siquiera una vez? 

- Escuchad, noto una presencia, al Otro Lado. Puede ser Bleeder Braddock. Pero me está costando situarlo. Si es enemigo de Eva, igual nos conviene hablar con él. Puede darnos información. - Miro a Yakub. - Tú lo conociste, ¿no es verdad? Quizá pueda convocarlo. Y a lo mejor puedes hablar con él. Deberíamos encontrar un sitio discreto desde donde hacerlo... - Sonrió - ¿Quizás podríamos ir a uno de los baños a que vacíes esa vieja próstata?

-Pueden intentar subir a los pisos que están en construcción.- Sugirió Cleo. -Están sin vigilancia. Además, la habitación donde vivía Braddock era en el 752. Seguro dan con él más rápido allí.-

Orion se quedó mirando cómo se iba Billy. Ese mierdecilla es un lastre para Cleo; me pregunto si... Las palabras de Bayhas le sacaron de sus elucubraciones.

—A ver, debemos tener en cuenta más factores. Los polacos no están aquí para hincar la rodilla y besar las botas de Eva y de Yurga. Craig escondió Excalibur en un matadero propiedad de Zarek (estuve allí una vez, negociando con el mafioso). Si éste ha encontrado la espada de Owain es posible que hayan venido a negociar con ella. Aunque Craig le vendió esa información a alguien... ¿A los RedBeat, tal vez? Si se lo hubiera dicho a Yurga, a Eva, a la Orden o a Nina, a estas alturas el matadero y Zarek habrían dejado de existir. Por otra parte, en esa jaula cabe mucha gente y fácilmente podríamos acabar los cuatro dentro con alguno más. ¿Qué cojones dijo el pirado de Carter sobre el Loco?

El vampiro se estrujaba las meninges pero estaba claro que no recordaba una mierda de lo que profetizó Carter.

—Bueno, qué más da. Cleo, vamos a hablar con Marcus a ver si se le suelta un poco la lengua.

Por algún extraño motivo y a pesar de lo que había sucedido con Amethyst, Orion comenzaba a animarse...

— Dijo algo de que necesitaría una alianza, poder mágico... pues por si sola no sería rival para Yurga. Quizá al final si que hayan hecho un pacto con los magos Bayhas. —

Miró a Cleo antes de que se fuera con Orion.

— No puedo ayudar a quien no quiere ser ayudado Cleo. Pero si cuando salgamos de la fiesta quieres traerlo a la tienda trataré de ver que le han metido en el cuerpo —

Cuando Orion y Cleo se fueron...

— La idea de Cleo de subir a su vieja habitación creo que puede ser buena. ¿Además... podrías preparar algún tipo de portal entre esta sala y la habitación? Quizá podamos usarlo más adelante... —

Orion y Cleo se acercaron hasta donde estaba Marcus. El vampiro le había ofrecido cortésmente el brazo a la reportera, de modo que el chiquillo de Eva asociara rápidamente a aquellos dos con los merodeadores de las obras del Dragon. Había habido distintos encuentros por separado después, pero ahora mismo interesaba que viera que ambos estaban juntos, que siempre lo habían estado.

—Espero que la puerta que te instalaron mis gitanos sea de tu completo agrado. Me costó conseguir una pieza como aquella: tres capas de blindaje, insonorización y sensores. Y aun así no pudo resistir el ansia de un trol alcohólico —Orion estrechó la mano de Marcus a modo de saludo—. Quizás funcione con los rakshasa y, desde luego, ningún mierdecilla de los RedBeat podrá atravesarla. Contra magos no me sellaban la garantía, lo siento, esa gentuza se transforma en pedo de gato y se cuela por cualquier rendija —su expresión se volvió más seria—. Marcus, colega, ¿qué coño está pasando aquí? ¿Se ha vuelto loca nuestra querida Eva?

Cleo había procurado serenarse en el corto trecho hasta la barra, y había logrado componer una sonrisa. Dejó que fuera Orion quien liderara la conversación esta vez, pues parecía que había ya una relación más familiar entre ambos vampiros desde la última vez que se vieran los tres juntos.

Mientras Orion tanteaba el terreno y hacía las preguntas pertinentes, Cleo intentaba leer las expresiones y gestos de Marcus, para intentar saber si le estaba mintiendo o si trataría de ocultar alguna cosa de ellos.

-¿No te estás divirtiendo? Ya he visto la pelea que has tenido con tu chica. -miró a Cleo, divertido-Es curioso, pensaba que vosotros dos...

-¿Esa? Oh no, esa era la ex de mi chico.- Dijo Cleo. -Él quería ver si me daba celos, pero esa chica está taaaaaaaan obsesionada con él... Fíjate, si le estaba poniendo a elegir entre ella o yo.- La fotógrafa hizo un leve encogimiento de hombros, abrazándose un poco más al brazo de Orion.

Excalibur en manos de la gente de Zarek. Eso era interesante. Pero cada cosa a su tiempo. - No, Yakub, no puedo crear un portal permanente, ni siquiera uno temporal. Necesitaría tiempo y recursos. - Miró a su alrededor. - Voy a canalizar energía mágica, es mejor estar preparado. Piensa cómo podemos llegar a los pisos superiores, tú eres el de los planes. - dijo, con media sonrisa. - En última instancia puedo hacerme invisible y teleportarme al pago superior desde un baño... pero no puedo hacer lo mismo contigo y me gustaría que fuéramos juntos. 

Dejó a Yakub pensando sobre ello y empezó a invocar poder mágico. No fue sencillo. Giró con discreción su anillo mágico y obtuvo poder de su linaje, de su conocimiento mágico y del ambiente. Pero el lugar apestaba a muerte. Y había algo vigilando. Las sombras parecían crecer a su alrededor y Bayhas no pudo evitar la sensación de que estaba siendo observado.

-Sí... todos tenemos que elegir a veces.

-Cierto, y no siempre se está seguro si se está haciendo la elección correcta. Pero mi chico es un chico inteligente, y sabe cuando alguien y algo vale la pena.- Continuó con agradable sonrisa.

—La vieja Amethyst no puede competir con la nueva Cleo —Orion pasó el dorso sus dedos por los labios de Cleo en un gesto sensual y de dominio, rogando porque la chica no lo rechazase con repugnancia—. Tengo grandes planes para esta chica que, como habrás podido comprobar, es puro ingenio... y juventud. Marcus, hermano... Puedo llamarte hermano, ¿verdad? De hecho lo somos, hermanos de madre... Sé que eres un tipo leal y comprometido, me lo demostraste la noche que aplastamos a los RedBeat, por eso quiero ayudaros a ti y a —estuvo a punto de decir madre—... Eva. Porque llevo más tiempo aquí que vosotros y conozco bien a vuestros enemigos y aliados. Pero también tengo mis intereses.

Yakub asintió a las palabras de Bayhas y juntos salieron de aquella sala no sin antes coger una copa de cava de una de las personas que estaban paseando con ellas en bandejas. Caminaron hablando entre ellos hasta llegar a la puerta que daba a las escaleras. Allí había un hombre vigilando. Yakub miró cogió la copa y la tiró con fuerza hacia el pasillo contrario en el que estaban. 

Esperaba que eso fuera suficiente para que el tipo fuera a investigar y eso les diera tiempo a ellos a colarse en silencio por la puerta...

-Sí, nuestros planes a futuro consisten en abrir una serie de establecimientos de lujo y emplearlos como cabeza de puente para establecernos en Gales. Es una zona poco desarrollada por culpa de todas esa morralla faérica pero con un gran potencial. Ahora que están en retroceso es el momento de ocupar su lugar.

No mentía. Desde la desaparición de los grandes cazadores del Sur de Gales, el submundo vampírico había estado revuelto. La desaparición del dragón había creado más hueco del esperado. Y había muchos dispuestos a ocuparlo.

Una camarera cubierta de tatuajes con un peinado horroroso rellenó el vaso de Marcus y le guiñó un ojo a Cleo.

Orion alzó una ceja.