Partida Rol por web

¿Una sociedad donde El terror sea el Dictador y donde no todos los magos tengan los mismos derechos? Pregunto algo fastidiada con este asunto.
Eso es Sadico, muy sadico.
Aunque sigo con ganas de seguir criticando a terrorifica mujer, me detengo al recordar que puede ser ampliamente peligrosa y yo estoy semi-indefensa.

-Entonces, si quereis el bien para nosotros y la comunidad mágica, porqué atacais como terroristas, sería más acertado hacerlo de buenas maneras- interrumpe a Aurora Ita, en su vos se notaba un tono desafiante, intentaba pillarlos, para acabar con esta farsa conversación.

Sonríe de medio lado, mirando a Ita divertida.

- Vamos... solo queríamos haceros una prueba de nuestro poder, nadie ha resultado herido, ¿verdad? - respondió sin dejar de sonreir, se encogió de hombros un instante - Si venís con nosotros podéis ser más poderosos de lo que sois... y podéis ser más fuerte de lo que sois, nosotros os podemos enseñar lo verdaderamente importante.

Andrés mira a la mujer, interesado.

Eso empieza a tener sentido. Dice en voz alta. El color poco a poco va volviendo a su cara, mientras se cruza de brazos y da un paso al frente, quedando junto a la slytherin.

-Poder, primero nos prometes un nuevo mundo, luego nos prometes  valorar nuestras opiniones, y ahora nos prometes poder-Ita calla un momento,  Para mirar a Andrés,pero siguió hablando- Pues verás, yo no quiero nada de eso, así que con vuestro permiso, yo me voy.

Desde luego, tenía muchas ganas e irse, pero tampoco le apetecía mucho dejar a sus compañeros allí abajo, además podría evitar que alguno de ellos, se exiliara, como la pareja de extraños.

Miro a la cara a Ita, y le hago una seña con la cabeza apuntando hacia el lugar por donde se habian ido los demas en seña de "vamos"

Me levanto, luego miro a Anais y a Andres Los de Slytherin son todos unos... Dejo sin terminar la frase porque ningun insulto me parecia suficiente para esa actitud tan estupida.

Por ultimo y disimuladamente miro a la extraña mujer pensando ¿Me dejara irme asi de simple?

Cojo la varita con fuerza, la alzo, me giro hacia Aurora y grito:

- ¡SECTUSEMPRA!

Un potente chorro de color rojo sale de la varita de Anaïs impactando al pecho de Aurora, que se cae totalmente inconsciente de espaldas al suelo... y su piel empieza a abrirse en finas grietas de las que empiezan a brotar sangre... empapándole la túnica.

Una cicatriz le ha aparecido en la mejilla izquierda, en la mano derecha y las demás son por debajo de su ropa...

¡Anaïs! El rubio grita, alarmado, tomando el brazo  con el que Anaïs sostiene la varita y bajándolo lentamente.

No era necesario hacer algo así... Le dice en tono de voz bajo, mirándola a la cara y sin atreverse a mirar a Aurora. Joder...

Ahor sí, mira algo asustado a Aurora. Vale, la chica se había pasado tres pueblos, pero Andrés habría preferido el método muggle. Tirarse de los pelos y de paso, si había algo de barro en medio...

Justo cuando el cuerpo inerte de Aurora cae al suelo, se agacha para y levanta el torso de la muchacha en posición vertical, miraba a Anais muy sorprendido, y bastante disgustado.

Increible, pero cierto, seguro que la desconocida sabía que ocurriría algo así-pensaba por esos instantes el muchacho, mientras sus miradas pasaban de Anais, a Andrés, pasando por la pareja de desconocidos

La mujer, en cambio de las reacciones que se podían esperar de ella... abre los ojos y la boca sorprendida.

- Vaya, vaya... que genio... - dice más para sí misma que para los demás, de hecho, mira de reojo al Encapuchado, su acompañante... y finalmente esboza una leve sonrisa, mirando nuevamente a Anaïs - Chica... realmente no estaría de más que te unieras a nosotros... pero deberías aprender a frenar tus impulsos.

Se acerca a Aurora, la cual sujeta Ita... saca de su cinto la cruz y señala a la muchacha... dice un susurro, una palabra totalmente inaudible... y la morena empieza a abrir los ojos lentamente... deja de sangrar y las heridas van desapareciendo lentamente...

Aurora intenta agarrar su varita, pero el cuerpo le duele demasiado, aunque la rabia que tenia en ese momento la lleva a gritarle a Anais: MALDITA ZORRA, TE JURO QUE TE MATARE Luego mira a Ita que la estaba sosteniendo y le dice Estoy bien, gracias.

No mas cuando agarre a esa Anais nada me detendra, me pagara esto pase lo que pase.

tranquila, nadie debe matar nadie, lo primero de todo es salir de aquí-le susurra a la la muchacha.

Pero a pesar de que Andrés me había cogido, y a pesar de los gritos de Aurora, yo sigo sonriendo levemente, de orgullo, posiblemente, mientras bajo la varita despacio.

- Creo que te ha quedado claro, Sangre Sucia, quién manda aquí. Así que estate un poco calladita y regresa en el regazo de tu papá y tu mamá, no vaya a ser que te haga más daño.

Miro a la mujer que la ha curado.

- Debiste tardar un poco más a curarla, no se calla ni debajo del agua.

Andrés frunce el ceño al escuchar a Aurora... Y es que era cierto, ¿no podía quedarse calladita? Ya eran 3 las veces que la pelirroja hablaba por hablar, sin saber y diciendo incoherencias. ¿No se daba cuenta de la situación en la que estaba? Ciertamente, se suponía que los gryffindor eran valientes, pero... de ahí a llegar a ese grado de estupidez...

Mira ahora de nuevo a la mujer. Parece que ha recuperado su forma de ser habitual.

¿Podemos volver al tema que nos interesa? Con ese nuevo poder que nos prometes... ¿Podría sacar a alguien de la prisión esa mágica? ¿Azka...?

Mira a Anaîs en busca de ayuda, pues no terminaba de recordar el nombre de susodicha misión.

Sonríe a Andrés López... una sonrisa gélida y amable a la vez, cargada de significado...

- ¿De Azkaban? - preguntó, tras ignorar a Aurora y a Ita, pues su principal objetivo ya había visto que eran Andrés y Anaïs - Claro que sí... de hecho, es uno de nuestros siguientes pasos... ¿por qué deben meter a la prisión magos y brujas que actúan conforme sus pensamientos? - vuelve a sonreir - Entonces... ¿os venís con nosotros...? - a Anaïs y Andrés.

Andrés asiente. La solución al enigma que tanto tiempo había estado buscando, estaba ahí ahora mismo, delante de sus ojos.

Por supuesto. Conocer a sus padres y obtener tanto poder... ¿Cómo iba a rechazar algo así?

Miro a Andrés, me ha gustado su respuesta... y vuelvo a mirar a la mujer, guardándome ya la varita en el cinto.

- Sí.

Respondo sin dudar.

La mujer sonríe mientras con un gesto de manos invita a Andrés y Anaïs a seguirla... el encapuchado se pone detrás de ellas y delante de los ojos de los otros dos alumnos desaparecen lentamente...

Es que estáis solo Aurora y tú, Ita. Andrés y Anaïs se han ido. Los demás salieron corriendo ^^