Partida Rol por web

Te echas a correr... y de repente, te encuentras solo en el pasillo. Los demás no te han seguido.

Miro confuso a mi alrededor. "Nadie a venido? Vaya, habré quedado como un gallina... bueno, ya que estoy sigo adelante... lo echo, echo está."

Decidido, continuo por el camino intrigado por ver hasta donde conduce.

Sigo andando cada vez más despreocupado y aburrido. "Y aquí estoy yo, esto de andar sólo no es nada emocionante"

Una extraña claridad aparece detrás de ti... cuando te giras descubres una extraña mujer con un largo vestido de color blanco, a pesar de que los pies sean casi transparentes, en su mano izquierda reside un candelabro con tres velas, las cuales parecen muy nuevas, como acabas de encender.

- Cielo... ¿te has perdido? ¿Dónde están tus compañeros?

Me paro de golpe y me giro lentamente...
Un escalofrío recorre mi espalda.

-No se donde están. Digo con voz temblorosa. -Se han quedado atrás.

-Pu...puedes ayudarme? Pregunto medio vacilando.

Mis manos empiezan a sudar a poco a poco, no me atrevo a sacar mi varita, pero de momento ese..."fantasma" no parece violento...

Miró hacia atrás, allá donde decías que estaban tus demás compañeros... su rostro mostraba preocupación, pero te volvió a mirar.

- No estés asustado... soy una fantasma de Sorgintasun, no debes temerme a mí...

Te sonrió.

Su sonrisa consigue que me relaje un poco. "Me recuerda a la sonrisa de mi hermana."

-Puedes sacarme de aquí? No se como he llegado hasta aquí y tampoco se como llegar a mi sala común. En mi voz se nota que estoy algo asustado, pero ya no es por ella, sino por el echo de estar perdido.

-Por cierto, cuál es tu nombre? Pregunto algo avergonzado. Nunca antes había tenido una conversación con un fantasma.

Te mira y vuelve a sonreir... finalmente asiente y te coge con delicadeza de la mano, puedes notar lo fría que está y aunque es levemente translúcida ella te agarra con fuerza.

Caminas un par de metros más hacia delante, y mueve el candelabro hasta que te muestra una puerta...

- A veces tenemos algo enfrente nuestros ojos y el miedo nos impide verlo...

Pero cuando preguntas por su nombre... simplemente sonríe.

Mi cara se pone roja de la vergüenza tras ver lo que tenía delante de las narices.
-Va... vaya. Lo siento. Me disculpo por nada.

Me dispongo a abrir la puerta, adelanto primero mi brazo y lento y dudosamente pongo la mano en el pomo.
Respiro profundamente y sin querer "aprieto" la mano del fantasma, como si temiera que fuera a desaparecer y dejarme solo de nuevo.

De un tirón abro la puerta de golpe, con los ojos entre cerrados temiendo lo peor.

La fantasma no desaparece de tu lado, pero inmediatamente que abres la puerta, con los ojos cerrados... notas el frío en tus mejillas y una suave brisa que te mueve la túnica y el cabello...

Bajo la cabeza instintivamente, pero a poco a poco me acostumbro al nuevo aire y voy levantando la cabeza a la vez que abriendo los ojos.

A pesar de la oscuridad absoluta puedes distinguir el bosque prohibido... y los extraños y escalofriantes ruidos que provienen de él...

Otra oleada de miedo me golpea. "No es aquí donde dicen que murió esa chica? Todo el mundo sabe que el bosque prohibido es peligroso!"

Con la mano libre busco mi varita en mi túnica y torpemente la saco de mi bolsillo. Mi mano tiembla ligeramente por el frío y por el miedo, pero al mirar al fantasma el tembleque disminuye.

Con una sonrisa tímida le pregunto.
-Vas a cuidar de mí? He oído que este bosque es aterrador y me gustaría llegar al castillo sano y salvo.

Niega levemente con la cabeza, mientras deposita en tu mano una única vela de su candelabro. Mira al final del pasillo, se escuchan pasos.

- Tus amigos están llegando... - y diciendo aquello... se va haciendo tan transparente hasta llegar a desaparecer...

El grupo va caminando mientras charlan no muy animados... y van entretenidos en sus cosas, no se esperaban encontrarse con Jordi, con una vela casi entera en la mano y con la mano sujetando el pomo de una puerta... que da al exterior, al jardín donde reside el bosque prohibido.

Mi mirada parece perdida mirando un poco por el lado del candelabro.

Ni siquiera advierto la presencia del resto del grupo, o eso es lo que parece des de lejos...

Veo una luz y a Jordi desde lejos y me acerco, no recuerdo que llevará luz la última vez que lo vi tuvo suerte encontrándola .

Jordi, ¿Donde te habías metido? ya me empezaba a plantear si esa extraña mujer te había reclutado para su causa...