Pablo queda rendido una vez más ante Natalia, a su merced, por lo que sonríe una vez más antes de contestar. ¿Por qué no te acercas un momento a la mesa... y mientras yo me voy arrepintiendo?
Ahora apechuga xD
Natalia abre los ojos sorprendida, pero ríe. Se acerca a él para besarle, y le muerde el labio antes de acercarse a la mesita. Aprovecha para dejar la bandeja de fruta en el suelo y coger otro anticonceptivo. Vuelve a por Pablo con una fresa en la boca esperándo poder compartirla.
xDDDDDDDD Así solo conseguimos tener que esperarnos más para bajar! xD Ale, ahora te toca postear a ti la censura ;P
EDITO: eeeeeeeeeeeee! No me seas tramposo! >_< Solo has posteado el principio, no la censura! xDDDDDDD
Cuando Natalia regresó, Pablo la esperaba bajo la sábana y sus pantalones andaban tirados por el suelo.
Levantó la sábana por un lateral de la cama y arrebató la fresa de labios de la joven con un beso mientras la hacía quedar de nuevo encima suyo antes de volver a empezar con las caricias que acabarían por unir sus cuerpos.
Seamos realistas... tu y yo queremos bajar, pero estos dos no piensan hacerlo...
Tras la tormenta volvió la calma... Pablo abrazaba exhausto a Natalia, mientras la miraba fijamente, sonriente y complacido.
Ambos estaban tapados por la sábana, algo revuelta ésta.
A esto te referías?
Natalia permanecía apoyada en el pecho del chico, sonriendo.
¿Te imaginas que hubiese aceptado salir a bailar con ese chico? Ríe. Quizá ahora estaría aquí con él... Dice en tono divertido.
Tal vez... Contestó sin mucho entusiasmo. En ese caso supongo que yo andaría por allí abajo aburrido como una ostra. Menudo plan. Bromeó sonriéndo mientras la acariciaba con suavidad.
No lo creo... No habrías tardado en conquistar a alguna inocente... Dice mientras juega con su dedo en el pecho del chico. Y la que no estaría aquí sería yo...
Da igual, mejor no pensemos en lo que podría haber pasado..y pensemos en lo que sí ha pasado.... Le sonríe con picardía.
xD siempre me pillas en casa
Sí, será lo mejor. Respondió devolviéndole la sonrisa antes de cambiar un poco el tema. Bueno anda... ponme un poco al día ¿Qué me he perdido? Parece que habeis tenido sesión intensiva de acontecimientos, ¿No? Preguntó curioso.
Pues si te digo la verdad, yo tampoco llevo aquí desde el principio. Me puse enferma el día de la llegada y me reincorporé no mucho antes que tú. Y acontecimientos...si te refieres a la Gryffindor muerta, no se nada, ni siquiera llegué a conocerla. Se encoge de hombros. Decía todo esto con rudeza pero no iba a entristecerse falsamente, ni siquiera la había visto.
Lo único que sé es que fue atacada junto con una amiga en el bosque por algo. Tiembla solo de pensarlo. Pero la culpa fue suya, por meterse donde habían prohibido... aunque tengo que reconocer que lo prohibido me atrae... susurra con malícia.
Pablo reconoció la tentación una vez más en las palabras de Natalia... ¡Menuda chica! No obstante, él estaba agotado y le apetecía unos instantes de calma, por lo que siguió con la conversación interesándose por ella y no por la desconocida fallecida.
Vaya, ¿Estuviste enferma? ¿Qué pasó?
Nada grave... Un resfríado con unas décimas de más.. Dice sin darle mayor importancia.
En su cara se dibuja otra expresión de maldad, podría soltar miles de comentarios obscenos, pero se los calla.. de momento.
Apoya un poco los brazos en la cama, para mirarle a la cara. Le gustaba mirar a la gente a la cara cuando hablaba.
¿Qué hay de ti? ¿De dónde eres? Le apetecía conocer su lado...personal... porque del físico dudaba que quedase algo por descubrir.
Tratando de no perderse en los ojos cautivadores ojos de Natalia, Pablo respondió.
Soy de un pueblo llamado Pozuel, en Zaragoza... y he vivido en aquel lugar desde siempre. Allí, algo apartado del núcleo urbano hay un conjunto de casas, a modo de urbanización, donde viven unas cuantas familias de magos. Explicó mientras recordaba con cierta envidia que el resto de vecinos utilizase magia mientras que en su casa apenas la usaban.
Desde pequeño he estado inscrito en colegios de muggles, rondando de uno a otro por mi "baja eficiencia escolar" Añadió, pronunciando con burla la referencia a su nivel de estudiante muggle.Dichosas costumbres familiares... jej...
Natalia ríe por el tono que utiliza.
Bah.. qué sabran esos muggles sobre tu eficiencia.. le dice levantando una ceja.
¿Costumbres familiares? ¿Hay alguna razón por la que tus padres no quisieran utilizar la magia? A Natalia se le pasaba por la cabeza alguna especie de mala experiencia o algo.
El chico se encogió de hombros al tiempo que contestaba. Mi familia se toma la magia como un "don" que tenemos con respecto a los Muggles y que por ello se debe abusar de ella.
Pablo, pese a que no compartiera las ideas de su familia en cuanto a la utilización de magia, estaba acostumbrado a ellas desde pequeño, por lo que no supo bien cómo explicar esa extraña costumbre a Natalia
Ya veo..contesta pensativa Natalia.
Está claro que sea un don o no, somos superiores a ellos. Dice con mucho orgullo. Desde pequeña su padre le había inculcado ese pensamiento, y nadie le haría cambiar de opinion. Pero tampoco es que debamos abusar de ello. Eso sí era algo, a lo que había llegado ella y lo que la diferenciaba en parte de su padre.
Simplemente no les veo como iguales. Acaba resumiendo con una gran sonrisa.
Está claro que no lo somos. Dijo Pablo, coincidiendo con ella. La magia permite superar con creces las limitaciones humanas, no veo motivo para querer limitarse de esa forma.
El chico se incorporó de la cama y se acercó nuevamente a la mesa a por algo de beber. ¿Quieres algo? Preguntó mientras se servía una cerveza de mantequilla.
Natalia observaba a Pablo, con un dedo en el labio y una ceja levantada...
Ponme otra de esas.. Dice como si estuviera en otro mundo.
Cuando el chico vuelve, levanta su cerveza de mantequilla. ¿Por nosotros? Pregunta para hacer el brindis con una leve sonrisa.
Por supuesto Dice haciendo chocar su cerveza con la de ella, aceptando así su invitación al brindis.
Tras dar un largo trago, se quedó mirándo unos instantes a Natalia antes de preguntar. Hmm oye, ¿Querrás que bajemos un rato al baile, o prefieres amanecer mañana aquí?
Uff...eso suena muy tentador.. dice después de dar un buen sorbo a la cerveza. La verdad es que tenía mucha sed.
Pero bueno...no creo que sea la última vez que nos veamos.. le dice con malícia en la mirada. ¿No? Le dice más inocente.
Se levanta sin pudor y busca su ropa interior.
No, yo tampoco lo creo. Dijo al tiempo que comenzaba a vestirse, poniéndose por segunda vez los pantalones negros y localizando con la mirada el resto: camísa y túnica junto a la puerta y zapatos en la pared contraria, al otro lado de la cama.
Una vez semivestido, se sentó en la cama de piernas cruzadas mientras miraba a Natalia. Entonces... ¿Qué prefieres? Inquirió de nuevo, cediendo así la iniciativa a la chica.