Partida Rol por web

Curt mira con ansia la bolsa de Sergy y se empieza a plantear pegarle un tiro para hacerse con ella. Suerte que el compañerismo puede más que el "mono" (tanto rato en una bolsa, apretujado contra otros tios, une mucho). DEcide resignarse y echarle miraditas a Sergy a ver si se apiada de él.

Patxi salió raudo y veloz del baño, pero al encontrarse entre tanta gente de distintos planetas hablando distintos idiomas se queda bloqueado un segundo. Su pequeño cerebro flotando en su enorme craneo se satura de diversidad y se queda con cara embobado mirando a la gente que anda de aquí para allá.

En ese momento un grupo de humanoides con aspecto de rinoceronte pasa a su lado empujándolo y sacandolo de su ensimismamiento.

-Kauen zotz Patxi!- se dice así mismo- Hartu maleta bat... derrepente!- y comienza a caminar rápidamente hacia la cinta de maletas intentando no despitarse de nuevo.

Una vez allí espera pacientemente como un más hasta que una de las maletas se queda dando vueltas en la cinta. Al ver que nadie la reclama Patxi la coge disimuladamente y se dispone a volver al baño con sus compañeros.

Patxi se deslizó disimuladamente cerca de la cinta mientras silbaba el Eusko Gudariak y en un abrir y cerrar de ojos se apoderó de la única maleta que en ese momento se encontraba dando vueltas en la cinta.

Mirando a uno y otro lado, confirmó que nadie reparaba en el, de modo que se apresuró a volver al lavabo de señoras antes de que el dueño de lo recientemente hurtado fuera a quejarse de su hábil mano.

Patxi se acercó como quien no quiere la cosa hasta la puerta del baño de los chicos y la golpeó suavemente usando la contraseña universal...

Bat, bi, hiru, lau, bost sei zazpi, Real

Fuertes golpes hicieron vibrar la puerta del lavabo como si la fuerza de los brazos de un gorila intentara tirarla abajo. Semejante demostración de poderío solo podía significar que el "vasquito" estaba de regreso.

Sergy se apresura a abrir la puerta!

Curt observa esperando como un depredador al acecho. Los caramelos empiezan a ser necesarios. Y Sergy es su única salvación. Mentalmente se relame y se prepara para el salto mortal al ataque.

El enorme Narizón de las vascongadas se encontraba al otro lado de la puerta sujetando una maleta grande que sin embargo a su lado parecía minuscula. Había hecho su trabajo y traia consigo lo que todos esperaban.

Sergio, se apartó a un lado para dejar entrar a Patxi, cerrando la puerta tras el y todos pudieron ver como Patxi dejaba en el suelo la maleta con suma delicadeza.

Patxi dejo caer la maleta con delicadeza bilbaina. Después se agachó junto a la maleta con intención de abrirla, si es que la caida no la había abierto ya.

Curt, en vista de su irritante futuro inmediato, sale corriendo disparado hacia la puerta, pasando por debajo del brazo del vasco y al lado de la gente. Mientras corre se prepara para crear su precioso campo de fuerza, que de tantas le había salvado.
-¡¡¡Yo no voy a ser una tiaaaaaaaa...!!!-Grita desaforadamente en su huida.

- Vaya por Chtulhu -Acierta a musitar Sergy antes de que Curt salga llorando como una nena.

Patxi intenta agarrar por el pescuezo a Curt y levantarlo un palmo en el aire.

-Geldi hor!

La maleta dejo a la vista de todos un montón de trajes de folclórica de llamativos y chillones colores rojos, rosados y verdes, con lunares blancos. También habían diversos componentes, como peinetas y claveles para ponerse en el pelo. Todo un espectáculo andalúz que dejó anonadados a los presentes. Por lo visto Patxi había cogido la maleta de los únicos turistas terraqueos que se encontraban en el espaciopuerto.

Curt se movió agilmente alrededor de Patxi, esquivando su enorme mano con facilidad y dirigiendose hacia la puerta mientras miraba horrorizado el contenido de la maleta.

Curt activa rapidamente el campo de fuerza, en vista de que no le iba a ser tan fácil escapar. Poco a poco va cogiendo velocidad y atraviesa raudo como el viento la puerta, huyendo cual comadreja a la que intentan vestir de señora. De repente se le ocurre una idea magistral. Corriendo abre la puerta del lavabo de señoras con la pistola en la mano y gritando:
-¡Señoras, cuidado, que hay alguien escondido aquí para espiarlas mientras hacen sus necesidades!¡Salgan corriendo para que pueda atraparle!¡Soy de la policía de Malaga!
Para subrayar la afirmacion de ello saca su ajada y vieja placa de policia, que aun guarda como un preciado recuerdo.

Sergy, ajeno a esto, va ya por la segunda capa de maquillaje (sombra de ojos), dentro del servicio