Partida Rol por web

Specus Vespertilionum

SPECUS VESPERTILIONUM

Zuheros - MCDXLI Anno Domini.

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16/05/2014, 10:40
Daemonii

Notas de juego

Vigilad los destinatarios. Miquel se separa de vosotros.

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16/05/2014, 12:17
Anciana

No tardas en encontrar la humilde casita de adobe, y a juzgar por la cantidad de hermosos geranios que la decoran no hay duda; aquella debe ser la casa de la muchacha que había mencionado el guardia Juan.

Tras golpear la vieja madera de la puerta, ésta se entreabrie y unos ojos rodeados por una curtida piel llena de arrugas te escudriñan; ─Buen día mozo. Veo que non sodes de aquí. ¿Que se vos ofrece?. ─Saluda, afirma y pregunta. Todo ello sin terminar de abrir la puerta.

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16/05/2014, 18:43
Miquel Barrat
Sólo para el director

Si tuviera un gorro quizas se lo quitaria. De hecho vendria bien para mostrar algo mas de respeto ante al señora. Como no es el caso, Miquel se conforma con inclinar un tanto la cabeza, en una burda imitacion de reverencia, mientras lleva la diestra flojamente al pecho.

-Buenos dias señora. Mi nombre es Miquel Barrat. Como bien dice, no soy de estas tierras, pero estoy residiendo en una cabaña, junto a la casa de Tobias y Maria*. Quizas ellos le son familiares, el tiene una gran barba muy distintiva, y su mujer vende nabos en la misma casa. Vengo a solicitarle un favor en su nombre, si es posible.

Se veia nerviosa, y si lo que le habia pasado a la tal Barbara era lo que pensaba, tendria motivos sobrados para estar en guardia. Mejor ir con calma.

Notas de juego

tobias y maria tenian apellido? no lo recuerdo.

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17/05/2014, 00:11
Anciana

La mujer asintió ─Claro que conozco a Tobías et su esposa. ¿Qué se les ofrece? ─al parecer no estaba al corriente de los últimos acontecimientos.

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17/05/2014, 01:26
Miquel Barrat
Sólo para el director

-Ha ocurrido... una desgracia. Como bien sabra, el hijo del conde fue muerto hace poco +guardo silencio un segundo, estudiando su rostro. Eso no seria noticia para ella, pero queria ver como le sonaba+... y Tobias ha sido acusado de ser quien lo hizo. Si los conoce, sabra que el barbas tendra sus defectos, pero no es un homicida, sea que el hombre lo merezca o no. 

Junto las manos frente al pecho, en un gesto similar a una plegaria.

-Es mi amigo, y le debo algo. Por eso necesito ayuda para limpiar su nombre, señora. Usted debe entender a que me refiero.

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17/05/2014, 10:27
Anciana

La anciana se persigna al escuchar lo del muchacho Fernando ─Válgame el señor. Toda una desgracia, ya lo credo.

Y mientras hablabas ella simplemente asiente, como intentando adivinar a donde quieres ir a parar aunque sin conseguirlo; ─entiendo, empero, ¿como podría aquesta anciana ayudarvos?

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17/05/2014, 10:35
Miquel Barrat
Sólo para el director

-Barbara..- responde suavemente.- Uno de los hombres del conde me ha confiado que ese... el tal Fernando... estuvo con esa muchacha, la que supongo es vuestra hija, la tarde antes de que lo mataran.

Respira hondamente. Esto era lo dificil.

-No puedo ni deseo imaginar lo que esa... persona, por llamarlo asi, pudo hacerle. Tambien soy como vos, alguien del pueblo, y sé sobre los abusos que los que se dicen nobles cometen. Pero quizas ella vio algo que me ayude a esclarecer este asunto... ¿Podria tener unos momentos para hablarla, señora?

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17/05/2014, 10:42
Bárbara

Al escuchar tus palabras la anciana se tambalea, posa el dorso de su mano en su frente empapada por sudores fríos y con la otra consigue aferrarse al marco de la puerta evitando así caer al suelo.

Le sale al paso una bella moza de larga y dorada cabellera; ─¡Yaya! ¡¿qué vos ocurre?! ─su furiosa mirada se clava en ti.

Lleva a la anciana al interior y te cierra la puerta en las narices. Tras unos minutos esperando allí plantado la puerta vuelve a abrirse.

─¿Quién sodes et que habéisle dixo a mi yaya? ─inquiere airada la muchacha que ha de ser Barbara.

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17/05/2014, 11:08
Miquel Barrat
Sólo para el director

Alzo una ceja. Era de entender al tal Fernando. En otro momento... Otro tiempo, antes de que una belleza asi, aunque muy distinta, le mostrara la verdad que escondian los rasgos angelicales de una mujer.

-... Le he dicho que sé lo que Fernando hizo, señorita. +responde con suavidad, mientras lentamente se envara+ Y tambien que necesito su ayuda. Sin usted, mi amigo Tobias sera ejecutado, y sus hijos creceran sin padre. No puedo comprender, lo que usted ha pasado. Pero necesito saber lo que sabe... señorita Barbara.

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17/05/2014, 11:44
Bárbara

La moza asoma ligeramente la cabeza, y tras mirar enderredor cuenta su relato con gran velocidad y carrerilla, queriendo zanjar de manera rápida el asunto.

Tras un breve resumen de los acontecimiéntos que ya Royo te había contado, Bárbara llega a la parte que te interesa; la acontecida extramuros:

─El difunto andaba borracho en demasía, empero el soldado, que habíame rondado en otras ocaciones, fué quien trató de forzarme mientras el hijo del conde habíase echado para recuperar fuerzas. En ese momento cogí una piedra y golpeé al malnacido en la nariz. Ansí logré escapar.

La muchacha se muestra bastante incomoda reviviendo el episodio ─Francisco... ese es con quien debedes de fablar.

Y sin esperar respuesta alguna por tu parte vuelve a darte con la madera en las narices.

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17/05/2014, 23:51
Amira al-saad

Me quedé sola en aquel lugar. Othmán parecía no estar presente en aquel momento aunque físicamente estaba junto a mí... y yo sin saber hacia donde moverme y hacia donde ir. ¿Qué debía hacer? Ayudar a Tobías era la única posibilidad de salir de ese lugar en el que no eran bien recibidos, pero bueno... yo tampoco me encontraba muy a gusto en tierras cristianas y más sabiendo que el señor de ese lugar sabía quien era y que me había escapado.

A Tobías no me dejarían verlo, pero quizá consiguiese hablar con Don Gonzalo viendo que yo era una de las cosas distracciones que podían apartarlo de los pensamientos de muerte y de la propia venganza infundada de matar al supuesto asesino de su hijo. Quizá pudiese hacerle ver que no estaba del todo claro que Tobías fuese capaz de matar a alguien, y menos al hijo de su Señor.

Con este pensamiento, me dirigí a donde normalmente solía encontrarse el Conde para intentar sonsacar sus pensamientos y tratar de modificarlos de alguna forma. Quizá mis palabras pudiesen hacerlo recapacitar.

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18/05/2014, 05:47
Miquel Barrat
Sólo para el director

Suspiro, mirando la puerta de madera. El otro soldado. Eso iba a ser algo mas problematico. En especial si el tal Francisco era mas que un hombre de armas... un asesino. Pensativo, Miquel se alejo de la cabaña, para regresar a la suya antes de volver al castillo.

Mientras caminaba, reflexionaba sobre la posibilidad que las palabras de la moza sugerian.Todos en aquella guardia inspiraban muy poca confianza. Eran muy bruscos, muy agresivos. Y ademas parecia que le tenia algun interes a la chica. Sin dificultad, podia imaginarse al soldado lastimado y rechazado, al tal Fernando gritandole por dejarla escapar... La ira que salia a flote y luego la muerte. Sin saber exactamente como habian matado al hijo del conde, era una buena posibilidad. E incluso si no fuera cierta, planteaba dudas que quizas pudieran explotarse a favor de Tobias. 

Pero, si iba a hablar con un hombre de armas, iria preparado. Asi que busco su gambeson y su gorra, asi como el bracamante y el cuchillo. Habia pasado tiempo desde que tuviera una gresca, y no estaba tan seguro de que tan bien le iria contra un verdadero soldado, si se llegaba a esas instancias. Pero al menos le permitiria sentirse mejor. Y de paso, podria preguntarle a Maria o a sus chicos, si ese tal Francisco habia sido uno de sus clientes...

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18/05/2014, 13:08
Francisco

No tardas mucho en encontrar al tal Francisco, es bien conocido por su afición al vino barato, a las pendencias en la cantina y a andar tras las faldas de las campesinas. Lo encuentras haciendo ronda en la muralla, algo distraído golpeando ritmicamente las piedras con la contera de su lanza.

─¿Se vos ha perdido algo? ─dice sécamente. Tiene la nariz rota, al parecer hay veracidad en la historia de la pedrada en la cara que te contó Bárbara.

Notas de juego

Te recomiendo eches un vistazo al último post que he colgado en la escena de Notas sobre las armas y armaduras.

Evidentemente la decisión de pertrecharte o no es tuya, aunque no te recomiendo ir de tal guisa para simplemente hablar con un guardia.

Confirmame en tu próximo post si finalmente vas pertrechado con tus "herramientas".

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18/05/2014, 13:19
Alberto Mendoza

Volvéis a dentro del castillo. Al parecer el alguacil llevó a Tobías a presencia del conde en la torre del homenaje y le entregó la daga que encontró en su cabaña. El conde, encolerizado, acusó a Tobías de haber asesinado a su hijo, cosa que según cuentan, este negó insistentemente; pero de nada le servió, pues don Gonzalo ordenó que lo encerraran en las mazmorras.

Al poco bajó don Gonzalo acompañado por el verdugo, quién hace las veces de torturador, y en este momento deben estar arrancando de la boca del campesino una confesión a base de sangre y dolor.

En la puerta, acompañado por dos guardias, os topáis con Alberto Mendoza ─El conde en aqueste momento non puede recibirvos, moros. Et si sabedes lo que vos combiene, non os meteréis en aqueste asunto. ─No sois del agrado de Mendoza, eso lo supiestéis desde que pisasteis el castillo por primera vez. ─Pronto acabará todo esto. ─Y es que, fuera cierta o no, pronto saldría de los labios de Tobías una confesión. Pocos tienen el temple necesario para no sucumbir al tormento del verdugo...

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18/05/2014, 20:58
Miquel Barrat
Sólo para el director

-Muchas cosas… +responde vagamente Miquel, con un suspiro. Mira por encima de la muralla, como buscando una conversación casual.+ Ahora mismo, unas monedas. El vino en este pueblo podría ser algo más barato. Me temo que voy a tener que trabajar si quiero seguirlo disfrutando y se me ocurrió que podría ver si hay lugar en la guardia. No soy amigo de los azadones, y además ustedes parecen ser los que mejor lo pasan.

Esboza una mueca que podría ser una media sonrisa.

 -Pero quisiera saber cómo es la labor realmente, si es pesado aguantar al conde y al alguacil, y esas cosas, antes de hablarlos… ¿Qué dices? Tu próxima ronda puede ir por mi cuenta.

Notas de juego

la conversacion puede ponerse violenta (mas con esas actitudes que tienen), asi que si, voy asi como dije :), pero aparte tiene el proposito de reforzar la caracterizacion.

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18/05/2014, 21:09
Francisco

─Parecedes homne de cuajo ─respondió Francisco, y después de analizar tu porte y figura añadió ─empero aquí, el temple, nos gusta que nos lo demuestren. Id e fablad con Hector el alcaide, es el quien encárgase de dar labor en la guardia.

─Cualquier labor es pesada, eso vos lo aseguro, empero la paga es decente et como homnes del Conde se nos presta respeto. Si finalmente conseguís el puesto, placeráme compartir esa ronda con vos. Agora dejadme, he de seguir con la guardia.

Formar parte de la guardia en principio era una mera distracción, aunque ahora pensándolo bien, quizá así consiguieras buena información e incluso, con suerte, colarte en la mazmorra donde retenían a Tobías.

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19/05/2014, 17:28
Miquel Barrat
Sólo para el director

-Adelante pues… y gracias por los avisos. Espero que nos veamos en la taberna para agradecerlo más adecuadamente. +se despidió del tal Francisco con cordialidad, para luego retirarse a paso suave en busca del tal Héctor. Ahora tenía una perfecta excusa para beber con aquel tipo, fuera cual fuera el resultado de la próxima entrevista. Y en su experiencia, nada afloja la lengua como un buen montón de vino entre pecho y espalda. Sería cuestión de estar atento a cuando el “buen” soldado se apersonase por allí.

Ya en el patio, reviso que el gambesón estuviera correcto, bracamante y cuchillo bien sujetos, y su cabello acomodado apropiadamente. No estaba fuera de forma (se necesitaba más de un mes  de pereza para arruinar el físico creado con años de dura labor), pero la pericia con las armas de la que podía hacer gala era, cuando mucho, modesta, aunque mejor que la de un simple campesino. Así que, aunque tenía sus méritos para ser un nuevo recluta, mucho seria causar la impresión correcta para ganarse la oportunidad.

Rezo mentalmente que pudiera darla con lo que tenía, mientras buscaba al alcalde.

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19/05/2014, 23:17
Amira al-saad

Sin duda, la mano derecha de Don Gonzalo no gustaba de nuestra presencia en ese lugar, pero lo que no sabía es que si mantenían a Tobías encerrado y acusado de la muerte del hijo de Don Gonzalo, nunca podrían salir de ahí y se estaría condenando a ver nuestras caras por mucho tiempo. Pero ¿qué debíamos hacer ahora? Miré a Othmán, que parecía más silencioso que de costumbre, pero luego volví mi mirada hacia Mendoza y baje un poco la cabeza. No le debía nada a ese hombre, pero recordaba como se había puesto el primer día.

-Parecía un buen hombre cuando nos conocimos y queríamos saber si nos había engañado con su palabra. Nos marchamos - dije bajando un poco más la cabeza y entonando mi voz más dulce y sumisa posible.

Esperé a que Othmán avanzase y se alejase de allí para caminar tras él y perder de vista a Mendoza antes de hablar con él en nuestra lengua para evitar que los secretos traspasasen las paredes de gruesa piedra.

-¿Qué deberíamos hacer? No podemos dejar que hagan nada a Tobías. Othmán abd-Allah, seguro que tú conoces mejor la forma de averiguar lo que ha pasado... yo solo sé de artes.

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20/05/2014, 18:13
Othmán abd-Allah

Me encontraba abrumado. El hecho de haber sido obligados a deambular por la edificación como almas errantes y sentir que los que nos rodeaban eran considerados traidores había minado mi cordura y mi entendimiento. Bloqueado como una paloma en una jaula. Había vagado tras los ropajes de Amira como su guardián silencioso, como un eunuco sin lengua, temeroso de dar un mal paso.

—Por favor, Amira—insistí confiriéndole un tono preocupado a mi voz— Debemos vigilar nuestros pasos y nuestra lengua, pequeña alondra. Casi desde aquí puedo escuchar los lamentos del pobre Tobías. ¡Imagina lo que nos podrían hacer a nosotros siendo moros!

Me di cuenta que hablaba demasiado alto. Miré alrededor, como nervioso. Parecía que la fuerza que Alá me había dado para emprender aquel viaje se esfumaba con el paso de los minutos. Así y todo...

— Creo que Tobía es inocente. Y es la llave para salir de aquí. Se ha quedado con nuestras joyas, las ha colocado en el mercado. Sin ellas no llegaríamos más allá del siguiente pueblo. ¿Qué hacer?

Meditabundo me apoyé contra la pared mientras procuraba no soltarme de los ropajes de la bailarina. Me daba seguridad.

— Debemos hablar con el cristiano. Creo que podríamos engatusar a los guardias. Aún guardo algo de dinero para comprar vino y tal vez yo podría colarme en las celdas. Si está vivo esta noche, quizás... ¡pero no quiero arriesgar tu vida! Sé que no te dañarían, siendo tan hermosa - añadí mientras le acariciaba suavemente, como con miedo, el rostro. - y a mi me da igual lo que me hagan si nos atrapan. Pero has de cruzar el mar. Otro paraiso te espera allende el Mediterráneo, no aquí entre sucios hombres de armas y castillos en ruinas. Debemos preparar un plan, un modo de entrar en el torreón.

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22/05/2014, 21:16
Hector Monteverde

Ahí está el de Monteverde, aparentemente ocioso como sesteando en el patio de armas. Aunque en realidad, anda ojo avizor como un aguilucho, estudiando a sus hombres, que entrenan con armas de madera. Con ferocidad luchan unos y se defienden otros, que de no ser de madera las armas habrían perdido ya a buen seguro sus extremidades, aunque a buen seguro de cardenales andarán llenos.

─¿Ansí que queredes formar parte de la guardia? ─dijo Hector con la boca torcida ─suerte tienes de que andemos necesitados de hombres, pues si un cuchillo grande es lo mejor que sabedes usar, en otros tiempos non me hubiera ni planteado fazeros prueba.

Llamó entonces a uno de los soldados, quién maza en mano se acercó a vosotros. ─veamos que sabes fazer muchacho ─espetó el alcaide tras entregarte una pequeña espada de madera. Seguramente aquel arma la usarían los muchachitos nobles en sus entrenamientos, pero era lo más parecido a un bracamante que por allí había.

Y tras la señal de Hector que daba inicio a la pendencia, se te encaró el guardia maza en ristre cuya maliciosa sonrisa adornaba su cara.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Comienza el combate.

Las armas son de madera, pero combatiremos haciendo las tiradas exactamente como si fueran reales.

El guardia te gana en iniciativa, por tanto declaras primero tus dos acciones.

Tu oponente va pertrechado con: gambesón, capacete y maza.