Hacia el final de la cubierta D se encuentra un amplio pasillo sobre los laterales de la bahía de lanzaderas. El pasillo es bastante amplio y contiene varias ventanas con vista a la popa y a las nacelas para finalmente acabar en la sala de observación.
La sala de observación es un gran espacio rectangular repleto de instrumental óptico que ademas sirve de ayuda en caso de necesidad. Últimamente, con el inicio de la guerra, la sección entró en abandono por no tener propósito de exploración ni científico. Es algo que la tripulación desea acabe pronto para volver a darle todo el uso que se merece como accesorio de exploración y ciencias.
A partir de aquí no marco a la capitana porque se salió de allí.
-Por supuesto.- Jankowsky se acercó a dos soldados - Acompañadle a ese lugar, si hace algo raro me avisais.- De nuevo se dirigió a Gaheris.- Te dejo con ellos hasta que sepa que hacer contigo, yo ahora tengo trabajo, la capitana nos pidió que te buscáramos una ocupación, en cuanto tenga algo te lo haré saber.
A Jankowsky no se molestó demasiado en parecer amable, salió de la bahía de lanzaderas rumbo al puente de mando.
Me voy al puente de mando.
- Cuando ustedes quieran, caballeros... - Les pedí con amabilidad, que nos guiaban, mientras Dientes De Sable, que permanecía sentado a mi lado, miraba toda la escena con curiosidad.
- Vamos pues.
Hizo un gesto con la mano, para que siguieran a una de las patrullas. El Gigante Verde caminaría a su lado. Otras dos patrullas les seguirían, no demasiado cerca.
Tras unos pasos preguntó: - ¿Y como entabló amistan con "Dientes de Sable"? Había sonado como ... "Con este osito". En la voz se hacía patente la curiosidad de una persona tendiendo de mascota a un oso. No hacia ningún gesto extrañó, pero consideraba que era una trampa más de este hombre para escapar. La duda era ¿Cuando? ¿Cuando haría presente su táctica?¿Cuando haría saltar la nave por los aires?
En su cara se podía leer: - No confio en ti. Pero estaba resignado a su destino.
- Es una larga historia...- Respondí, ignorando las miradas del tipo verde, mientras acariciaba a la criatura vulcana con cariño. -... Nos conocimos en una ocasión que fui a Vulcano.
- ¿Y qué espera de todo esto? ¿Destruir la nave o algo ... o tiene pensado ayudarnos con sus acciones.?
Estaba realmente sorprendido, ya que no quería hablar de su mascota. No solo por su negativa, sino por su resignación. Su anterior jefe al mando murió con un sacrificio personal. Él ya se daba por muerto, así que con esa resignación, caminaba tranquilo.
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Y hacer lo del cristal en el comedor...
Miré al tipo verde, con una sonrisa enigmática:
- No se yo si estoy en condiciones de rebelar nada, si la capitán a considerarlo oportuno no hacerlo. ¿Acaso no confía en su criterio?.
Estaba cada vez más cansado de este tipo.
¿Me va a contestar algo o siempre va a repercutir su voz con evasivas?
- Me pregunta cosas privadas o que no se si estoy autorizado a contarle. - Le respondí, de manera educada. - No pretendo ser grosero, pero no nos conocemos lo suficiente para rebelar detalles de mi vida privada y tampoco quiero hacer nada que dañe la confianza que la capitán a depositado en mí. En cualquier caso, ya le he dicho donde conocí a Dientes De Sable, así que no se que más quiere saber...
Se paró en seco y le echó en cara: - Su presencia aquí dificulta nuestra labor, que es la seguridad de la nave, y yo, como responsable de la unidad MACO embarcada, es mi responsabilidad. Qué menos, que su intervención y presencia aquí tenga una aclaración. No solo está siendo mal educado, grosero e impertinente, sino que además exige de nuestra confianza, y usted no muestra mota alguna de tener interés por ello, ni por ganarla ni por merecerla.
- Me da igual que quieran abrir un bote de mermelada, en cualquier parte de la nave, con la Señora Comandante presente, o si quieren jugar a las canicas con un pedrolo.
Estaba sinceramente cabreado, y hacía tiempo que tenía ganas de transformarlo en gachas...pero se estaba conteniendo. Se estaba conteniendo tanto que no tardaría en enfadarse del todo...y seguro que los hermanos MACO se liarían a tiros, tanto con este polizón como con su osita.
- Quiero saber como va a terminar esto.
- No busco provocar ni causar problemas, sargento. Solo quiero hacer mis nuevas labores y no hacer nada que haga que la capitán lamente su decisión. - Le respondí. - Los detalles de por qué estoy aquí son confidenciales y no puedo rebelarlos sin recibir ordenes previas, es todo lo que puedo decir. Por favor, no insista, no es que no quiera contarle nada: Es que no puedo...
¿Por qué tengo la sensación de que responda lo que responda esto va a acabar en pelea? ;P
Una ayudita dire, por favor ;P
El tipo verde pone los brazos en jarras: - No me creo "náh", ya que si eso fuera así, es que piensa hacer daño, y además se escapará en teleportación. Puso la mano sobre su arma, y con un: - Atentos. Puso en alerta a toda la sección que les escoltaban. Tanto los dos de alante, como los de atrás, como la patrulla que les seguía de cerca. - Escuché perfectamente la conversación con la capitán. ... muy bueno el hacer que crea que está de nuestra parte, pidiendo asilo y trabajo como parte de la Armada. ¿Una trampa más?
Si esto acaba en pelea, con 4 soldados y un sargento disparando, teniendo en cuenta que uno de ellos es un francotirador y otros un tirador selecto, acabarías osa y tu ... bastante mal.
No se si terminará en pelea o no ... pero seguro que terminará.
Al ponerse los MACOS en alerta, un cambio se produjo en Dientes De Sable: De una actitud cariñosa y sumisa, se convirtió en una de alerta, con el pelaje de punta, mostrando los colmillos y las garras, gruñendo amenazadoramente:
Mientras le hice un gesto a mi compañero para que se mantuviera calmado, le dije al militar:
- Está claro que no me cree ni una palabra, diga lo que diga, ¿verdad?. Por cierto, ¿es consciente de que esos trastos no funcionan con mi amigo?. Lo único que lograrán es cabrearlo a base de bien...
Con los brazos en la misma posición, arma incluida, le contesto: - Si me dijera alguna verdad ... le creería, y ni las dice ni muestra interés por decirlas.
Hacía caso omiso a un oso, que se fundiría, con su dueño y con él. No temía a morir. Ya había dado la vida varias veces, y se negaba a dejar su cuerpo: - Igual esta es la definitiva.
- Ya le he dicho la verdad: Que no puedo contarle nada. ¿Quiere que le mienta y me invente algo?. - Le respondí, con calma. - No busco causar problemas a esta nave y su tripulación. Es todo canto le puedo decir, pero no puedo decir nada de lo que me trajo aquí y de lo que hemos hablado su capitán y yo. Hable con ella y si quiere compartirlo con usted, me alegraré, pero no busque sonsacarme algo para lo cual puede no estar autorizado...
Cuando la situación se encuentra a punto de explotar un par de tripulantes ingresan al pasillo de observación.
Dos jóvenes, de reciente asignación, observan con gran sorpresa la inusual reunión del mercenario, su mascota y los soldados, sin comprender lo que sucede.
- Este…. ¿Que sucede aquí? - pregunta el joven con una caja de herramientas en las manos.
La compañera del joven ingeniero también habla, solo que desde atrás de su compañero. Al parecer el enorme animal despierta el temor, y no es para menos. Siempre lo hace.
- Tenemos ordenes y debemos pasar por aquí – agrega, casi suplicando el paso por el lugar.
Miró con odio a los dos que irrumpían. Ya hablaría con ellos por entrometerse, y si no era un urgencia, tendrían que responder por su intromisión. - No le creo. Espetó con desprecio. - Además la conversación la he escuchado entera. - No preciso que me cuente cosas que ya se.
Sin dejara de mirar a los ojos al intruso ordenó: - Hermanos, continuemos. Su voz, extrañamente tranquila, no destilaba el mismo odio que sus ojos. Ignoró a los dos "aprietatuercas" y retomaron la formación, para continuar con este "paseo hipócrita".
Agradecido por la oportuna aparición de los dos tripulantes, les dedique un saludo con la cabeza. De hecho, le dediqué a la chica un pícaro guiño seductor.
Hannah, Hannah, no hay galaxia en la que no nos encontramos ;P