Partida Rol por web

Los dos tripulantes cruzan la sección donde los soldados, el mercenario y su mascota se encuentran. Apresuradamente desaparecen por la otra puerta, asustados por el semblante asesino del Orionita.

Desde el vuelo inicial y la misión anterior el rumor de Silky y Unger solo fue en ascenso. Un chisme rodeado de historias de asesinatos a sangre fría y misiones en la guerra que han desparramado mas sangre que una película de guerra del siglo pasado.

Camino satisfecho con los comentarios.

- Prefiero ser reconocido como un asesino que como un pusilánime.

 Los comentarios sobre mi acompañante me resbalaron.

 - He conocido a personas peores... De hecho, crecí con ellos.

 A continuación me dirigí al lechugino:

 - Disculpe, sargento. ¿Después de ver la estancia, podíamos llevar a Dientes de Sable a que le hagan una revisión en la enfermería, por favor?. Estuvo expuesto a gases nocivos procedientes de la nave cuando fuimos atacados por los klingons y quiero asegurarme de que no le queden secuelas...

- Vamos a guardar su animalito donde toca y eso ya se hará más adelante.

Estaba cansado de "pasear" al polizón, y encima tener que tratarlo como un invitado.

- Eso ya se lo pide a la Señora Comandante cuando todo termine.

  Ya me estaba tocando las narices el tipo este. Me estaba mostrando amable y colaborador, pero el obviamente seguía mostrándose beligerante y hostil. Definitivamente hasta yo sabía que un tipo así no pegaba ni con cola en la flota estelar.

 Tratando de mantener la calma, le respondí:

 - Miré, el bienestar de Dientes De Sable es importante para mí. ¿De verdad va a jugársela, si le pasa algo, con la capitana?. Hasta ahora yo he cumplido mi palabra y he hecho lo que me han ordenado. No creo que a ella le hiciera gracia descubrir que todo se a ido al garete porque uno de sus propios hombres a sido el responsable de ello. Le recuerdo que ahora los dos somos miembros de esta tripulación, como usted...

No sería de nada la coacción y el chantaje sentimental. Eso le indicaba una cosa. Era otra treta y parte de su plan.

- Su osito es resistente. Sobrevivirá. Hagamos lo que hay que hacer, y si es miembro de la dotación, obedezca, que es lo que hace un "miembro de la dotación".

No había sido dado de alta, no había sido nombrado como miembro de la Armada, no había sido. No era miembro de nada. - Es otra treta.

- Aviso a todos los tripulantes que se encuentren en la cubiertas B y C, aquí la capitana. Desalojen inmediatamente estas cubiertas y diríjanse a la cubierta D, repito, tripulantes de las cubiertas B y C diríjanse a la cubierta D, vamos a proceder a interrumpir el soporte vital para un desvío de energía. De Alba fuera.

El aviso general es acatado y llevado a cabo la evacuación de forma eficiente, dejando solo la tripulación mínima y vital para que la nave continué operando con eficiencia pese a la quita de energía principal del soporte vital. Desde luego que los tripulantes remanentes trabajan en esas cubiertas con el traje EM.

Los oficiales y soldados abandonan el puente en dirección a la cubierta de Ingeniería, hasta llegar a la sala del Transportador. Allí se les une el resto de los MACOs, completamente preparados para el combate inminente y la bestia compañera de Gaheris, el Sehlat llamado Dientes de Sable que fue dejado allí por el equipo de exobiologia. El equipo queda conformado por un grupo variopinto de tripulantes, soldados, bestias y participantes ajenos a la Excalibur.

Y en tan solo un parpadeo son transportados, gracias a los cálculos proporcionados por el oficial científico, al interior del monstruo, hacia el corazón de la maquinaria romulana y los Aenar prisioneros.

El camino hacia Ingeniería es lamentable, con los sistemas de soporte vital fuera de servicio los pasillos son túneles de oscuridad solo iluminados por las linternas de los trajes EV. Cristales de hielo decoran la cubierta al igual que toda clase de objetos en estado de congelación por el frio absoluto.

Al llegar frente a la puerta que lleva a ingeniería el soldado MACO toma la delantera, prepara una granada aturdidora y pregunta a Mukherjee.

- Cuando usted ordene señor. ¿Disparo a matar o uso el arma en modo aturdir? – dice en susurros al tomar posición junto a la puerta.

Ingeniería se encuentra en el momento mas álgido, con el combate en ciernes es cuando se requiere lo mejor de la tripulación y del motor de la nave. El menor fallo representa la muerte para todos a bordo.

Los técnicos de Ingeniería corren de aquí para allá, realizando ajustes al núcleo warp y correcciones de ultimo momento para lograr la sincronía perfecta en la mezcla de combustibles que alimentan el motor.

Todo parece en orden, salvando el trabajo agitado de la tripulación.

 Miro a mi alrededor, buscando algo que hacer:

 - ¿Informe de la situación?. - Pregunté a los tripulantes presentes, en voz alta, para que pudieran oírme en medio de tanto escándalo.

Al ver que su, ahora compañero, preguntaba enseguida intervino: - Calla leches, no molestes. Interrumpir a los que hacían su trabajo era entorpecerlo, y además, este personal no estaba bajo su mando. Hizo un gesto al técnico, con la mano, para que siguiera con lo que estaba.

Se giró y encaró al mercenario: - Hay cadenas de mando, y esta gente no está subordinada a ti. El mercenario estaba demostrando, desde su aparición en que era un estorbo, y así lo haría constar en su informe. - Ahora dependes de lo que haga yo, y lo que hagamos será lo que nos ordenen desde el puente, si no de la propia capitán...di quién este delego u ordene que nos pase instrucciones.

Naun pasa por allí cuando Gaheris le pregunta al primer tripulante que cruza, y al oír la petición decide acercarse a ellos.

- Hola sargento. ¿ Necesitan algo? Estamos un poco a tope ahora… - pregunta la mujer.

Debajo del brazo lleva un par de conectores EPS para la red del cableado que desciende a la sala del transportador.

 Saludé a Jennifer y le respondí, ignorando las impertinencias del lechuguino, con una gran y radiante sonrisa encantadora:

 - Hola, la capitán nos a mandado ayudar en cualquier cosa que pudiéramos hacer. ¿Que necesitan que hagamos?.

La embajadora entró a Ingeniería, y saludó a quienes estaban ahí, leyendo mentes para detectar traidores, si es que existían en esta línea temporal. 

 - Hola, la capitán nos a mandado ayudar en cualquier cosa que pudiéramos hacer. ¿Que necesitan que hagamos?.

- Será mejor que utili… -

Y la respuesta de Naun es truncada por la sacudida de la nave cuando es impactada por un torpedo enemigo. Todos se sujetan de lo que pueden para no caer al suelo y volver tan pronto como es posible a sus tareas frenéticas. Un conducto de refrigerante estalla cerca del grupo de Gaheris, Shirrazz y los demás.

- ¡No importa! Luego hablamos. ¡No toquen nada! - responde con prisa para desaparecer por una escalera que lleva al nivel superior de Ingeniería.

La verdad es que todos se encuentran bastante ocupados como para prestar un mínimo de atención a las visitas.

La embajadora, quien es la ultima en llegar, apenas logra una pizca de concentración en su habilidad. Tal vez pueda intentar de nuevo cuando el caos disminuya.

Shirraz sabía que la gente que ocultaba algo y que sabía que los andorianos podían leer la mente se ponían muuuy nerviosos en su presencia.   Así que, además de la lectura mental (fallida por la desconcentración asociada al torpedeo), intentó la vieja escuela de sólo leer su lenguaje corporal.  Ver que tan nerviosos se ponían, por encima de lo lógico de un ataque, al verla a ella. 

¿Había Jennifer subido por que era lo lógico o lo hizo nerviosa buscando alejarse de mí?   ¿Aquel técnico se fue realmente a reparar algo o fue pretexto para ponerse lejos de mí o acercarse a las armas?  

La intuición de Shrirrazz esta vez reforzaría su lectura mental.