Partida Rol por web

Borde, como él solo sabía hacer, con una voz rasposa y potente, que se pudo escuchar en todo el puente le soltó:

- Gracias por esta "escuelas por destinos" comandante.

- Menuda novedad que la comandante haga su trabajo, que si alguien de mayor entidad, sea ella quien venga a recibirle. Habrá descubierto la teoría de la re-materia.

- Como usted diga, capitana - digo antes de que abandone el puente.

Tecleo en la consola de navegación el nuevo rumbo, situándonos a una distancia prudencial de la otra nave.

- Uhm, los compensadores del flujo de plasma de estribor parecen algo obstruidos. Habrá que redirigir el refrigerante para evitar un sobrecalentamiento de la barquilla. Realmente estos ingenieros los sacan de la Academia y los ponen a reparar naves sin tener ni idea de lo que hacen. Antes de coger un destornillador deberían pasar un para de años a bordo de una nave para saber cómo funciona todo exactamente.

La capitana abandona el puente para ir a la bahía de las lanzaderas y allí reunirse con el sargento MACO y su gente para recibir al influyente político.

La comunicación con el capitán Narsu termina con cada quien retomando sus actividades pero sin perder un ojo en el horizonte. Incluso el fantasma de la guerra y otro más cercano para la Excalibur circula por el puente. Enemigos del futuro y entidades psíquicas complican la actividad de un simple encuentro entre naves de la flota como algo de extremo peligro.

Solo a cuesta de perdidas irremplazables todos han llegado a entender la seriedad del asunto sin dejar la unión que representa la fuerza en una tripulación.

Aakesh queda al mando y suyo es el sillón del capitán. Así hasta el regreso de la capitana…

Quizás el único punto de interés es la mal función de la estación de trabajo del oficial de ciencias, que requerirá de habilidades para volver a funcionar.

- Correcto señor Mukherjee. Mantenga la alerta amarilla. Gracias señor Jankowsky, además del phaser me llevaré también un comunicador.- dijo la capitana antes de irse por el turbo ascensor, ante el comentario de Lightman Cristina se limitó a sonreirMenos mal que las licencias de pilotos si que las dan a personal cualificado-comentó justo antes de que la puerta del ascensor se cerrase.

Aakesh quedó al mando. Comenzó a pasear por el puente observando las consolas. Ante las palabras de Lightman lanzó un pequeño bufido

-Parece que tampoco va bien la consola de ciencias. Avisen a ingeniería, quiero esa consola y ese compensador a pleno rendimiento lo antes posible.

Pasados unos minutos Aakesh se sentó

-¿Alguna novedad?, comunicaciones, táctica....

La consola parecía estar bloquead, sin responder a los continuos intentos del vulcano por acceder al sistema. Quizá algún problema en la reposición del viejo panel de mando.

Sirril dió un paso atrás para dejar a los técnicos revisar el cableado e intentar volver a conectar el sistema.

Señor Mukherjee con su permiso me retiraré a mi camarote para contactar con vulcano por si hubiera alguna noticia nueva mientras arreglan el panel.

Erika permaneció un tanto pensativa mientras continuaba tomando notas en su pad para no olvidar más tarde, era como su ayuda memoria últimamente. No por falta de ello, sino para tenerlas presentes en cada momento a modo de nota mental. De momento las cosas estaban tranquilas en el puente tras la retirada de la Capitán y Aakesh se encontraba al mando. 

- Bueno, si en el sector de Ciencias no explota algo sería muy raro. -  bromeó al esbozar una media sonrisa, bastante divertida por la situación. Haciendo mención a un laboratorio científico para quitarle un poco de hierro a la situación, dado que apenas comenzamos el viaje y ya tenemos los primeros inconvenientes técnicos. 

Luego cuando el vulcano solicita retirarse, la Comodoro le dedicó una mirada para luego regresar a su pad. Continuaba carburando mentalmente algunas cuestiones, era todo un tema no tener un ordenador a su disposición salvo en su Camarote. - Ya deberían haber puesto un pequeño sillón para mi. -  le digo a Aakesh mientras camino hacia el frente para contemplar el espacio. 

Aakesh miró a Sirril fijamente

-Puede comunicar con Vulcano desde aquí. Mientras tanto, mire de usar una consola auxiliar hasta que arreglen la suya.

Aakesh pulsó el intercomunicador

-Ingeniería, aquí el Primer Oficial. La consola de ciencias del puente no funciona y hemos detectado que el compensador de flujo de plasma de estribo parece obstruido. Repárenlos cuanto antes. También realicen un diagnóstico de nivel 1 de todos los sistemas de la nave y arreglen cualquier anomalía que detecten.

Una nave recién reparada y ya comienza a dar problemas. ¡Menuda chapuza!

Ante el comentario de la comodoro Aakesh sonrió

-Lo siento comodoro, pero dada la distribución y el espacio existente en el puente, el personal temporal de la nave ha de sentarse donde puedan. Use cualquier asiento vaco hasta que regrese el tripulante que lo use.

Un par de minutos después, mientras la lanzadera atracaba en la bahía, el ingeniero Harry Burgundy acudía al puente a efectuar las reparaciones sobre la consola del oficial científico y daba el parte al oficial a cargo.

-¡Comandante! El compensador de estribor está siendo alineado en estos momentos por el equipo de Ollander y aquí tengo el repuesto al subprocesador de la consola. Desde ingeniería detectamos el fallo en un repuesto colocado en la última reparación. Digamos que la calidad de las refacciones no es la misma que antes. – comenta Burgundy al extraer el panel de la consola y rápidamente cambiar el artefacto disfuncional. - ¡Listo! Asunto reparado. Sobre el análisis demorara media hora aproximadamente. Si notamos otro desperfecto le será notificado. Con permiso me retiro. Debo calibrar el relé de flujo de la sala de transportes. – y si no hay motivos por parte de Aakesh el ingeniero se retira pronto.

Aakesh suspiró

Las prisas nunca son buenas compañeras

-Gracias señor Burgundy, en cuanto estén listas las reparaciones informe. Señor Sirril, puede ocupar su puesto.

Aakesh observó la pantalla con detenimiento, apoyó los brazos sobre sus rodillas y dejó descansar su cabeza sobre sus manos, pensativo.

¿Que estará pasando con nuestro invitado? Seguro que nos envían a una misión de alto riesgo

Los ojos se abren de par en par cuando escucha el tono con el que se dirige Aakesh hacia el Oficial científico, no se imaginaba que al estar una vez al mando se comportaria tan serio y cortante. - Si lo viese el Almirante seguramente lo pondría a él... -pensó tras dedicarle una mirada que no reflejaba nada en si. 

- Gracias Oficial Mukherjee, noto que le sienta bien el mando de la Excalibur. - Afirma esbozando una sonrisa mientras observa a cada uno de los que allí estaban, incluido al ingeniero que recién había terminado de reparar el ordenador de Sirril. 

Una vez que todo vuelve a la normalidad, considerando que Aakesh estará controlando hasta el mínimo detalle, decide ir a la Sala de Situación nuevamente quizás pensando en retirarse después, para hacer una revisión de la tripulación. 

Una vez más Sirril se preguntó el porqué estaba en aquella nave, todo había ocurrido muy rápido y se había visto de nuevo embarcado en aquella nave de forma imprevista.

La hostilidad de los humanos resultaba más que evidente así como la des o fianza manifiesta del primer oficial.

Por suerte Sirril no era humano para darle importancia a todo aquello y mandarlo a la mierda o hacerse la víctima simplemente espero a que arreglaran su consola para volver a su puesto sin siquiera mediar palabra.

Un mensaje aparece cuando estas con el ordenador:

Por la noche nos reunimos para hablar sobre la información obtenida. 

Aún atenta a la pantalla que se encontraba sobre la mesa en la Sala de Situación, envía un mensaje al vulcano mientras abre una ventana de búsqueda en incógnito para investigar sobre ese tal Anton Scmidt. 

Ya a la espera de saber un poco más de aquella persona con la cual comparte apellido, apoya ambas manos a los costados de la mesa golpeteando el borde con sus dedos mientras baja la información. 

Anton Schmidt – Contralmirante

ND-238-0128-LZ 

Nombre completo: Anton Schmidt – 2096-2151

Organización, cargo y periodo activo: Comandante (UESPA – Agencia Espacial de la Tierra Unida) 2117/2130

Organización, cargo, periodo activo y numero de alistado: Contralmirante (Comando de la Flota Estelar) 2130/2150 ND-238-0128-LZ

Lugar de origen: Rottingen

Familiares directos: Lars Schmidt (padre), Käte Ruhl (madre), Anne-Katrine Schmidt (hermana), Freya Schmidt-Ruhl (hermana).

Anton Schmidt proviene de una familia con historia militar de más de dos siglos de antigüedad y antecedentes políticos en la antigua Unión europea. Sus estudios en la agencia espacial Europea lo llevaron a trabajar desde temprana edad en UESPA, donde quince años después se fusiona con otras agencias para conformar el Comando de la Flota Estelar de la Tierra Unida.

En ambas agencias Anton llegó alto en la escala de mando, tanto por su influencia familiar y habilidad innata en la cadena de mando, así como en su pericia de pilotaje en los distintos prototipos de ambas agencias.

Pese al historial al momento de su temprano retiro Anton fracaso en su primer examen de ingreso a la academia de la UESPA, y al momento de ingreso se encontró con numerosas dificultades éticas y escolares durante su carrera de cadete, pero logro superar las dificultades hasta convertirse en el primer novato en ganar el torneo académico de pilotaje simulado. Representado como profundamente moral, muy lógico, e inteligente, Anton fue un maestro de la diplomacia y el debate; resolviendo los problemas aparentemente insolubles entre múltiples partes, a veces siendo implacable, pero con sabiduría. Aunque tales resoluciones fueron generalmente pacíficas, dejando la acción como último recurso.

Antes de su retiro, Anton fue participe activo en los diseños estructurales de la clase NX, proyecto que abandonó junto a su prometedora carrera a tan solo un año del lanzamiento de la NX-01.

El resto de su tiempo de vida lo pasó recluido en el sistema binario Sirius, lugar de una de las colonias Terrestres. El fin de Anton llegó durante la noche, mientras dormía por causas naturales.

Mientras mantengo el rumbo creo notar cierta tensión en el ambiente. Realmente Mukherjee hace lo que cree conveniente, pero supongo que hay maneras y maneras de decir las cosas y maneras y maneras de interpretarlas.

Esbozo una sonrisa al saber que están arreglando los compensadores, eso permitirá un vuelo más estable y no tener que vigilar constantemente los avisos de sobrecalentamiento. En situaciones de batalla puede ser un engorro tener tantos elementos que controlar.

Aakesh sonrió ante las palabras de la comodoro

-Mando temporal comodoro Schmidt -respondió esbozando una sonrisa- me conformo con que me siente bien mi puesto de Primer Oficial

Y así será durante un tiempo. No quiero ascender a capitán tan rápido

Parecía que no había más novedades en el frente, por lo que Aakesh procedió a relajarse unos segundos, pero sin bajar la guardia. Seguía estando en guerra y podrían sufrir un ataque en cualquier momento.

A Jankowsky no se le había pasado por alto lo a gusto que se sentía el hindú cuantdo estaba al mando. Lo observó poniéndose cómodo en el sillón que hace escasos minutos ocupaba De Alba. Realmente no parecía un mal líder pero uno ha de aceptar su lugar. A lo largo de su carrera militar había conocido a mil y un trepas en el ejército, y se había topado con superiores que apenas contaban con experiencia en el campo de batalla y hay muchas cosas que la academia de oficiales no enseña.

Tampoco se le escapó la buena relación con la comodoro que, después de su último comentario, había dejado claro que lo prefería a él al mando.

Giró la cabeza pensativo y abrió una comunicación con Unger.

-Unger, aquí Jankowsky. Quisiera conocer la situación en la bahía de lanzaderas, avísame cuando lleguen nuestros invitados y cuando se encuentren con la capitana, me gusta estar informado. Gracias.

El no saber qué estaba sucediendo en la bahía le ponía nervioso. Aunque Unger a veces se comportaba como un grano en el culo no le cabía ninguna duda sobre su capacidad para proteger a la capitana, pero, aún así, le hubiera gustado estar en su lugar.

Aakesh escuchó como Jankowsky llamaba por el intercomunicador a Unger. Se giró y le observó, quedándose a la espera de escuchar las palabras del orionida. En cuanto el oficial táctico le miró Aakesh hizo un gesto de asentimiento. A punto había estado en más de una ocasión de ponerse en contacto con la capitán para saber de su situación, pero se había contenido. No quería parecer nervioso o ansioso ante la tripulación, ni agobiar por su comportamiento a la capitán.

En ese momento de espera, observó al nuevo oficial táctico.

Jankowsky parece haberse aclimatado bien a su nuevo puesto. Su experiencia en el campo de batalla nos vendrá bien, aunque tengo mis dudas de si será tan hábil en el manejo de las armas de la nave. No es lo mismo un fusil que un cañón de una nave interestelar....