Partida Rol por web

Jankowsky desconocía si los cuidados de De Alba curarían su cuerpo pero tuvo claro que si curarían su alma. Sentirla de nuevo tan cerca después de tanto tiempo le llenó de fuerzas. Observó a la capitana hacele unas rudimentarias curas a el y a Aakesh. 

-Me tengo visto en peores situaciones, esos cuatro Klingon están muertos, volveremos a casa.- Aseguró con firmeza. No sabía si fruto de las endorfinas que el contacto con De Alba había liberado en su cerebro pero el caso era que se sentía optimista como no se había sentido desde hacía ya demasiado tiempo. De hecho todo indicaba que comenzaban a controlar la situación y pronto controlarían la D5 mientras no vinieran más refuerzos.

La cubierta superior es ostensiblemente más espaciosa, con sus pasillos anchos y techos altos. A diferencia del nivel inferior aquí el daño es mucho mayor, particularmente en dos secciones donde las puertas blindadas cierran el paso al grupo de abordaje. Las paredes y pisos chamuscados demuestran la verdad reciente. Incluso las puertas y sus paredes linderas arden al tacto.

La sección de ingeniera es de libre acceso, aunque su estación de trabajo no responde a los intentos de operación por parte de los humanos. Al tocar sus botones un sonido estridente, de evidente negativa, es lo único que obtienen. Simplemente al observar algunos indicadores universales es posible adivinar la precaria salud estructural del navío y la delgada linea de seguridad que mantiene el reactor.

La enfermería es un sitio tan reducido como descuidado, que en apariencia jamás fue utilizado ni mantenido en condiciones. Los camarotes en cambio presentan un poco más de orden que los otros situados en la cubierta inferior.

Luego del corredor se encuentra el puente de mando y la proa, pero una pesada puerta bloquea el acceso. Detrás de la puerta las cuatro señales de vida no han cambiado de estado. El resto de la cubierta ahora se encuentra bajo el control del grupo.

Tras subir cautelosamente detrás del principal grupo de asalto, Aakesh pudo comprobar que la nave se encontraba en pésimas condiciones.

-Hemos de darnos prisa, creo que sólo hemos ganado algo de tiempo saliendo de la nave Orión. Un par de golpes certerzos y esta chatarra volará por los aires.

Con nosotros dentro

Tras un rápido vistazo comprobaron que las únicas señales que había eran las del puente. Aakesh observó unas escaleras que iban hacia el nivel superior.

-Comandante, capitán, si les parece bien nosotros vigilaremos este punto mientras ustedes intentan acceder a lo que parece ser el puente. Si hay alguien todavía en el nivel superior no les cogerá por sorpresa.

Aakesh volvió a realizar un escaneo, buscando más señales de vida o algún dato específico sobre el estado de la nave.

Una consola para enviar una señal a la Franklin nos vendría muy bien

Todo parecía tranquilo en la nave, después del sobresalto inicial el equipo de rescate campaba a sus anchas. Parecía que los sensores decían la verdad después de todo y tan solo mostraban 4 señales más que se situaban sin duda en el puente.

El equipo paso por la cubierta sin demasiada suerte en la enfermería al parecer estaban apunto de llegar al puente cuando una puerta de seguridad les cortaba el paso.. aquella puerta estaba especificamente diseñada para aquello, cualquier intento de sabotearla o fundirla con los phaser sería demasiado lento, cuando el puente estaba controlado por el enemigo.

No tenemos mucho tiempo, si la Frankling sigue hay fuera puede ser que ni sea consciente de que estemos aquí aunque esperemos que Elung pueda habernos visto con los sensores ya que las comunicaciones parecen imposibles.

James dejo en el suelo la mochila que portaba

Aqui tenemos la llave para esta puerta, Si alguien tiene experiencia en explosivos le ayudaremos.

Cristina había tenido la esperanza de poder hacer algo con ingeniería y encontrar algún botiquín en enfermería que les sirviera para Jan y Muk, sin embargo los klingons eran tan bárbaros como aparentaban... por carecer carecían de primeros auxilios tan esenciales en una nave, supuso que se curarían a escupitajos e insultos... El caso es que el tiempo, como siempre apremiaba y una nueva prueba en forma de puerta blindada se interponía en sus camino hacia los cuatro tripulantes del puente... entre los que debía encontrarse el capitán... aquel malnacido que condenó a su tripulación a meses de esclavitud y muerte, recordó perfectamente el episodio en el puente de la Excalibur cuando ambos comenzaron a insultarse mutuamente y el odio se apoderó de ella, sin embargo apretó el puño y mantuvo la sangre fría, la necesitaba si pretendía hacérselo pagar.

- Señor Lightman, usted es el que tiene más pericia en el manejo de explosivos- le dijo al piloto, como capitán de la Excalibur conocía la hoja de servicio de todas su tripulación- el señor Stevenson y yo le ayudaremos- le indicó a modo de orden poniéndose manos a la obra.

Jankowsky había trabajado muy poco con explosivos, más allá de granadas de mano. Aunque en principio no le convencía la idea de permitir realizar esa tarea al piloto todo indicaba que era el más informado en ese campo por lo que no se opuso.

-Ten cuidado chaval, no nos vayas a volara todos.-

Mientras preparaban el explosivo, Jankowsky comprobó su rifle y se preparó para asaltar asaltar el puente. Si la explosión pillaba a los Klingon por sorpresa tendrían unos segundos valiosísimos para reducirlos rápido y sin bajas.

A Johnny le daba la sensación que todo ello no iba con él. Era como ver una holoproyección en la que el personaje principal tenia su cara, su cuerpo, pero que todo eso no le pasaba a él.

Inició la marcha escaleras arriba, pero sus compañeros y la compuerta cerrada le impidieron hacer cualquier locura... de momento. No sabia cómo gestionar todo aquello. La situación en la que estaban no le permitía llorar la terrible pérdida que acababa de sufrir, pero ya casi nada le importaba, sólo quería encontrar a su hermana y salir de ese infierno de una vez por todas. Y de paso llevarse por delante a tantos klingons como pudiera.

Permaneció en silencio todo el rato, era incapaz de articular ninguna palabra o sonido, por lo que asintió con un ademán de la cabeza. Se agachó para observar las cargas explosivas que depositó James en el suelo. No era su especialidad, pero seguro que podría lograr abrir esa condenada puerta y así poder acabar con esos klingons. Intentó colocar las cargas de manera que rebentaran la puerta, con la ayuda de Cristina y James.

Cristina viendo la tristeza en su piloto, comprendió que su mente no estaba del todo centrada en el trabajo que tenía entre manos... Algo comprensible como ser humano que era, pero De Alba era consciente de que no se lo podían permitir de manera decidió hacer algo más, posó una mano sobre la de Johnny, el tacto de la capitán era cálido y suave. Tras un suave apretón le ayudó a poner las cargas y ajustarlas.

- Nos vamos a llevar a esos "cabrones" por delante.

El análisis de Aakesh en esta ocasión es más acertado que nunca. También es coincidente con los eventos que suceden ajenos a él y su grupo…

En la cubierta superior no hay señales de vida, lo cual confirma que ellos tienen el dominio sobre toda la nave con la excepción del puente de mando. Allí, en la proa, cuatro posibles klingons sean los que controlan el puente.

Adicionalmente Mukherjee, por medio de su escáner personal, averigua que los sensores internos han vuelto a funcionar y que los amortiguadores de inercia funcionan por encima de su umbral, al 200% junto a los motores de impulso.

Entonces al mirar por una pequeña ventana al exterior descubre el horror que justifica los extraños cambios en la nave.

La D5 intenta embestir, en una maniobra imposible, a la Franklin pero falla en el último segundo. Al fallar el crucero Klingon rápidamente corrige su curso para en esta vez golpear con todo su morro la popa de la nave terrícola, forzando sus motores y amortiguadores al máximo.

En cuestiones de segundos ambas naves van a colisionar en una maniobra imposible para la anticuada USS Franklin y nadie, solo Aakesh, esta consiente de lo que va a ocurrir.

Las desgracias no acaban allí. El avezado plan de las cargas explosivas para tirar abajo la puerta blindada del puente falla por un error minúsculo, por un detalle obviado que en otra ocasión podría ser corregido, pero que en momentos álgidos como el actual acaban en tragedia.

Johnny con la ayuda de Cristina y James colocan la carga y se alejan del sitio sin tener en cuenta que el detonador tardío está mal calibrado.

Por consiguiente la explosión ocurre antes de lo previsto, lanzando a los tres muy lejos y provocando daños en todo el pasillo.

Finalmente el daño en la nave no es tan grave como parece y un boquete del tamaño de una persona en la puerta blindada ahora permite el paso al interior del puente de mando. Tanto Johnny como James y Cristina solo tienen algunos cortes por las esquirlas y el aturdimiento leve por la cercana explosión.

En definitiva puede ser muy tarde porque ambas naves van a colisionar y el aviso de Aakesh llega muy tarde para evitar la maniobra suicida de los Klingon. Pero no para evitar que todos sean arrojados lejos y sufran heridas mortales por el impacto…

Johnny agradeció la ayuda de su capitana, reconfortó algo su dolido y destrozado corazón, pero se notó que ambos no poseían experiencia en explosivos, pues estos detonaron antes de poder llegar a la zona segura. El piloto sale volando por los aires junto a sus dos compañeros. Algunos cortes y moratones por el cuerpo son la consecuencia, pero eso no hizo que disminuyera en su empeño de lograr entrar en el puente y dar cuenta a los klingons restantes.

El aviso de Muk le pone en alerta, y aunque sus movimientos son torpes debido al aturdimiento de la explosión, logra mantenerse en pie y no sucumbir a la sacudida con la otra nave.

- Estos klingons están locos, pero yo puedo estarlo más.

Se aseguró que llevaba sus armas y salió disparado hacia el boquete en la puerta producido por la explosión.

Cristina terminó cayendo hacia atrás dando con su ducal trasero en el suelo y su divina cabeza revotando de regalo. Tan aturdida como dolorida se levantó como pudo apoyándose en la fría pared para ver como Johnny salía corriendo hacia el boquete del puente...lo más prudente hubiera sido ponerse a cubierto... Pero ella simplemente no pensó con el arma en ristre y ganas de sangre klingon salió corriendo tras el piloto dispuesta a llevarse a cuantos bastardos se le pusieran por delante.

Aakesh observó los resultados del escáner y sonrió de oreja a oreja

-Sólo quedan esos klingon y....

De su rostro desapareció la sonrisa y pasó al horro

-¡Van a estrellar la nave contra la....!

La detonación de la explosión le impidió acabar. Salió disparado hacia atrás mientras una oscuridad envolvía todo a su alrededor. Aakesh en ese momento agarró su colgante de Visnhú, hasta ese momento no recordaba ni que lo tenía, pensaba que se lo arrebataron en la Arena, pero no, ahí estaba, y por un momento le pareció observar como una luz aparecía en medio de la negrura y allí estaba Visnhú, sonriendo. Aakesh abrió los ojos, seguía malherido pero estaba bien, habia aguantado la explosión, aunque no sabía como.

¡¡¡Gracias Visnhú!!!

Todo había resultado muy rápido e ignoraba si también habían impactado o no. Se levantó y usó el escáner.

-¡Ayuden a la capitan!, ¡acaben con esos bastardos!

Lamentaba no poder seguir a la tripulación, pero Aakesh era consciente de que no estaba en condiciones.

-¡¡¡Y si el capitán sigue vivo cuando tomen el puente, dejenme que le de un puñetazo!!!

A ver que me dice el escáner

Al estar preparado para la explosión en posición de ataque Jankowsky aguantó las sacudidas estoicamente. Y, aunque al principio se sintió preocupado por el estado de los improvisados "dinamiteros" se tranquilizó al ver que reaccionaban rápidamente. Uno de ellos, quizá demasiado rápido, la maniobra de Johnny le pareció a mismo tiempo desesperada y suicida.

-Con cuidado chaval.- Pero un asalto rápido era la mejor opción, colarse por el hueco abierto por la explosión disparando a discreción, podían pillar a los Klingon por sorpresa y también cargarse los paneles de control dejando la nave a la deriva. Al ver que la capitana seguía a Johnny hizo lo mismo y corrió tras ellos intentando adelantar a De Alba para, de ser necesario, hacerle de escudo humano a ella.

Artemisa, presta al combate, se agarra como puede para no ser una de las mil cosas que salen volando y se estampan. Eso de estanpar naves contra naves era una maniobra desesperada y suicida. O una de dos, o es su última oportunidad para redimirse de algo, o su vida no les importan como fanáticos. - Luchar con ellos va a ser malo. Buscó una granda, para que fuera lo primero que aquellos desgraciados "notasen".

No había tiempo que perder y ante la falta de artificieros Jonhny era la mejor opción, James le ofreció la mochila con los explosivos para colocarlos, el propio James y Cristina le ayudarían... al comandante no le hacía gracía que Cristina se expusiera de aquella manera pero sabía que necesitaba hacerlo en su pensamiento todavía había mucho pesar por lo sucedido en los últimos días y necesitaba ser de utilidad para intentar compensar su balance interior.

Atrás todos, será mejor que nos expongamos los mínimos posibles. Finalmente Johnny pareció poner la bomba bien pero el temporizador no pareció dar el tiempo suficiente. Los tres corrieron para ponerse a cubierto y justo cuando se ponían a salvo la carga explotó dejandoles desorientados por unos instantes.

La colisión entre ambas naves es tremenda, empujando con gran fuerza a todos hacia el fondo de la nave con peligro de muerte por la caída. Y solo gracias al aviso de Aakesh todos puedes asirse a algo y evitar ser arrojados contra el fondo del pasillo y escaleras. Una caída de ese estilo hubiera sido mortal para el más fornido de todos, sin excepción.

Lo que presencian desde las pocas ventanas es brutal, mas no decir que traumatice y desesperanzador. La nave Klingon embiste y destroza a la Franklin en un acto suicida.

En el choque la energía y todos los sistemas secundarios dejan de funcionar cuando explosiones por doquier incineran los circuitos y paneles adyacentes, dejando a la D5 a la deriva solo con el soporte mínimo vital y en penumbras. De la Franklin solo se puede deducir luego de la colisión inicial y las explosiones que la nave, o sus restos, caen bajo la influencia del gigante gaseoso que domina el cinturón de asteroides.

Además es difícil de concebir que la pequeña nave de la Flota Estelar pudiera sobrevivir a semejante impacto si apenas el crucero Klingon se mantiene en una pieza gracias a su robustez y escudos superiores. Desde luego esto es una preocupación lejana porque las cargas explosivas abrieron un boquete directo al puente y varios tripulantes de la Excalibur ingresan por el  en busca de venganza, siendo Lightman el primero.

Mientras Aakesh confirma la “muerte” de los sistemas de la D5 con su escáner, Johnny avanza hacia el interior del puente, tan solo adelantado por Diana que arroja una granada aturdidora al interior y dispara al primer enemigo que ve. Atrás le sigue Eduard y Cristina.

El enemigo sabe de esta treta, por advertencia de sus sensores internos poco antes de la colisión. Entonces la maniobra de ataque directo de todos puede acabar muy mal cuando los cuatro klingons les esperan agazapados y listos para disparar a todos con sus pistolas disruptoras. Pistolas que no tienen modo aturdidor. Armas diseñadas para una muerte eficaz, rápida y hasta honorable según sus códigos de guerra.

La granada de diana rueda por el suelo y solo pilla a uno de los klingons con la guardia baja cuando disparaba a Eduard. Entonces el artefacto explota, dispersando su energía aturdidora y dejando fuera de combate al enemigo. Un segundo después y el disparo mortal habría vaporizado a Jankowsky.

El primer Klingon dispara contra Diana, a quien hiere en el hombro. De inmediato vuelve a disparar a Johnny, directo al pecho.

Los otros dos Klingon restantes atacan a cristina y a Diana nuevamente. Este último disparo falla estrepitosamente, salvando la vida de la MACO femenina.

Un combate tan cerrado y desigual como este solo puede acabar de una sola manera. De una forma rápida y mortal para un bando…

Cristina tras el tremendo impacto se levantó como un resorte, tenía los oídos atronados y cortes y moratones por todos lados, pero su odio hacia los seres que habían condenado tanto a su tripulación como a la de la Franklin, sus rescatadores... Era tal que se olvidó del dolor de su cuerpo, lo único que le importaba era llevárselos por delante.

Por el rabillo del ojo vió como uno de esos malnacidos le apuntaba con el arma y disparaba, por instinto saltó hacia un lado mientras disparaba automáticamente su phaser con la diestra.

Había conseguido salvar a alguien con su lanzamiento, pero, no a si misma. Su hombro entumecido, engarrotado y dolorido no era capaz de obedecerla correctamente. Con la otra mano, y con miedo de ver su herida, intentando no exponerse lanzó otro artefacto explosivo. Le quedaba uno más, pero si no podía ponerse a funcionar ni cuerpo a cuerpo ni disparando, por lo menso haría mucho ruido.

- La siguiente la pongo en modo "destrucción".

La siguiente era la última. Sólo portaba 3 granadas. Creía que tenía 4, pero esta última no la encontraba.

- ¿La he perdido?

Mostraba sus dientes dolorida, apretados y tensando los labios, pero no soltaba prenda. LE dolía tanto que ni se podía quejar, pero el orgullo era lo que verdaderamente le impedía gritar de dolor.