Partida Rol por web

Miró a Hope como incitándola a qué había que hacer. La verdad es que no le sorprendía estar en la Sala de Máquinas. Ultimamente pasa más tiempo en ella que en cualquier otra parte, así que una visita más, sería como siempre.

- Tú dirás.

De todas maneras, para ella, todo aquello sabía que tenía una función vital, pero realmente era un escenario más de combate, angosto, con cañería, canalizaciones, depósitos, controles, mil sitios donde esconderse y otros tantos  desde  donde ser atacada. - Tendríamos que construir edificios con instalaciones parecidas, y poder realizar allí prácticas de combate, para estas ... cosillas.

Luego de haber extinguido un fuego generado por su propia ignorancia, decide desde el raciocinio buscar una forma de salir y como cuenta con un traje que lleva puesto, se atreve a dar sus pasos hacia atrás mientras abre la puerta por la cual ella misma había salido por orden de James. No tenía alternativa y tampoco es capaz de quedarse quieta, no cuando su incapacidad para maniobrar con sistemas, es tan nula como peligrosa. 

Ellen comienza a comprender la estructura mecánica del computador central de la nave, o M.A.D.O. también llamado.

Cada módulo tiene una función, y dependiendo de la importancia es posible que una función importante abarque más de un módulo. Haciendo cálculos ella determina que las funciones primarias y lógicas del computador han sido desconectadas. Esto se puede arreglar reinsertando los módulos en sus nichos pero lo que no puede hacer es sustituir los módulos perdidos. Según el recuento la sala contiene cerca de dos mil módulos lógicos y faltan seis de los diez módulos principales, los necesarios para activar por completo a M.A.D.O.

También descubre Ellen que la información se puede acceder desde el Centro de comando (el puente). Desde allí lo único que puede hacer es utilizar la consola de diagnóstico que solo sirve cuando M.A.D.O. es plenamente funcional. Para llevarse los módulos importantes necesitará un par de bolsos, porque los realmente importantes son aproximadamente ciento cincuenta.

Cabe destacar que el computador controla absolutamente todo a bordo de la Discovery…

Cuando la puerta del pasillo, que da acceso a la sala circular, es abierta por Clementine, el aire contenido en el sitio donde ella estaba es expulsado hacia afuera de la nave por alguna fuga que desconoce. Posiblemente sea por la puerta que Ellen y James acaban de forzar para ir hacia la proa de la nave y llegar al puente de mando.

Por lo tanto el silencio se apodera de la escena. Al no haber atmósfera solo la respiración de la doctora es la única compañía dentro de su traje espacial, porque incluso el comunicador personal del traje no funciona. La única iluminación es la del traje y una linterna hallada poco antes.

(8)En la recamara de aire y compresión no hay implementos. Es de forma cúbica con bordes redondeados en todos los lados. Hay puertas herméticas en ambos lados de la compuerta. Esta sala conecta dos pasillos. Uno situado al frente y otro inmediatamente a la derecha.

(9) Las paredes, el techo y el piso están cubiertos con herramientas en abrazaderas y correas. Casi todas las herramientas necesarias para probar y reparar el interior del Discovery se almacenan aquí. El otro almacén de herramientas (según un cartel en la pared) se encuentra cerca de la sección de antenas.

Una puerta hermética elíptica de esta sala tiene dos señales, que leen:

"Solo se permite personal autorizado con certificado H.19"

"Área ultra limpia – Ingresar con trajes de vacío".

La puerta se encuentra arriba de tres escalones y una pequeña escalerilla inclinada en 45 grados.

(11) La recamara de aire lleva a un pasillo corto adelante, de cinco metros aproximadamente, donde la sala de herramientas lleva a otra sala con una escalera plana, ubicada contra la pared que por la misma se puede acceder al nivel superior y al centro de control. La escalera se halla en el final del camino.

(6 y 5)Inmediatamente a la derecha de la sala de aire un tubo de acceso se abre directamente a otro pasillo un poco más largo. En el extremo del pasillo, una puerta hermética conduce a una escotilla que conecta todos los niveles. Una puerta normal en el lado delantero del pasillo conduce a una sala cerrada con un mecanismo simple.

Entonces al seguir los pasos por el pasillo principal encuentra la puerta elíptica abierta, aquella que da el acceso a una sala pequeña pero peculiar. (10)

El ingreso a la sala del computador principal se hace por medio de una antesala de descompresión que existe luego de subir la escalerilla y acceder por la puerta elíptica. La antesala es pequeña, con apenas espacio para una persona a la vez pero sin embargo al no haber atmósfera en ambas secciones entonces no es necesario utilizar los mecanismos de descompresión. Se puede pasar libremente en cualquier dirección.

Otro dato peculiar fue encontrar otro robot de mantenimiento destruido allí dentro y varias marcas de golpes contra la puerta secundaria. El robot presenta el mismo daño que los anteriores.

Ingresando a la sala del computador un cartel identifica torio lee “Centro de Memoria Lógica” “M.A.D.O.15-725”. La misma es un espacio octogonal completamente liso y pulcro, iluminado desde el interior de sus paredes y a través de unas rendijas que sirven de nicho para los módulos lógicos, del tamaño de un cassette. El centro de memoria no tiene suelo ni techo, siendo las cuatro paredes completamente iguales, con sus ranuras de módulos y un par de pantallas y un teclado.

Al no haber gravedad la única forma de desplazarse es mediante el impulso al igual que en espacio abierto, o también sujetándose de las paredes y avanzando de a poco.

Un rápido examen revela que hay varios módulos extraídos parcialmente y un par faltante.

Las pantallas tienen un cartel parpadeante que dice “ERROR”.

Clementine al asomarse encuentra a sus rescatadores examinando el interior de la sala del computador. Al no existir sonido alguno no pudierón darse cuenta hasta ahora. El otro problema es que tres no caben en esa sala pero ella puede interactuar desde la entrada, tal vez arrojando un tornillo para llamar la atención de ellos o haciendo señales con su linterna.

Y así como en su ignorancia casi destruye un pasillo envuelto en llamas, regresa un poco torpe al lugar donde estuvo anteriormente para encontrarse con los oficiales que la habían rescatando. Es que tras haber quedado encerrada, sin miras de que más gente esté esperando del otro lado, se ha quedado sin opciones viables, sólo seguir el camino antes transitado para encontrar una forma de salvarse. 

Como es de esperar, jamás se había movido en gravedad 0 y el resultado es ver a una persona pequeña de tamaño, vestida con un traje naranja, golpearse con fuerza sin sonido emitido por el contexto mismo del entorno en cada pared que se le ha cruzado en el camino. Por suerte el traje se mantiene, es que la ayuda de sus manos y la necesidad misma de maniobrar, la han forzado a desenvolverse a duras penas. Al menos hasta que la estabilidad llegó a sus manos. 

Ya un tanto cansada por el ajetreo, intenta respirar profundo mientras contempla a los oficiales. No sabe cómo llamar la atención, es el efecto del lugar que parece un eco sordo alejado. No sirven los gritos, ni los golpes, así que pensando un poquito más allá, coge un tornillo que tras lanzarlo, pega en el casco de uno rebotando en el otro. Pero lejos de escuchar el sonido que produce tal acción, si resuena en el interior de sus cascos. 

Y mientras saluda con una sonrisa, indica con las manos que no pudo salir, haciendo gestos que parecen hasta graciosos, pero intenta explicarse dentro de un traje que le queda bastante grande. Sólo que al darse cuenta de que era imposible entenderse así, recuerda que ha cogido un anotador con un fibrón.

QUEDÉ ENCERRADA, TUVE QUE VOLVER PORQUE NO ESTABAN LOS OFICIALES Y LA PUERTA NO ABRE.

Ya luego de escribir la nota, aguarda por una respuesta. 

Pasaba la mano por los módulos mientras analizaba la estructra del computador. Era ya evidente que el núcleo de la nave se encontraba allí, con información crucial que requeríamos, pero que de obtenerla supondría la destrucción de la Discovery, su misión y sus tripulantes vivos y no vivos.

"SI LLEVAMOS MÓDULOS LA NAVE NO FUNCIONARÁ"

Escribí en mi DataPad, para que Stevenson leyera.

"TENEMOS QUE IR AL PUENTE, HAY INFORMACIÓN IMPORTANTE"

No quería dar un veredicto ni una solución a nuestros problemas sin haber diagnosticado completamente el estado de la Discovery. Todavía existía la posibilidad de obtener la información sin apagar por completo cada sistema de la nave colonia.

Súbitamente sentí un golpecito en el casco y me volteé inmediatamente. Frente a nosotros se encontraba, en un aparatoso traje naranja, la médica que hacía unos minutos habíamos despertado de su letargo.

Extendí mi DataPad para que pudiera leer su mi mensaje.

"QUÉDATE CON NOSOTROS. ¿OXÍGENO?"

Desconocía todavía los pormenores de la tecnología terrícola de aquella dimensión y tiempo. Quizá su antiguado traje tuviese una cantidad limitada de soporte vital, lo que transformaría un pequeño inconveniente en un gran obstáculo al éxito de nuestra misión.

Aquello estaba hecho un desastre, tras el vistazo de Ellen las conclusiones parecían claras, poner a la tripulación en éxtasis en peligro no era una opcion.

James asintió a la ingeniera para ir al puente cuando sintió la presencia de la doctora. James sonrió asintiendo en señal de aprobación, tras aquello volvió a liderar la comitiva en dirección al puente esperando tener mayor suerte.

Alzando su pulgar, responde a todo dentro de ese traje grande mientras comienza a trasladarse mediante el impulso, pero no funciona para nada bien porque es más propensa a darse hostias contra las paredes. 

Al parecer estaba recibiendo un curso acelerado de como manejarse en gravedad cero, donde al principio era bastante patética en su labor, pero la convicción de la Doctora y su estado físico, la ayudaron a sobrellevarlo, necesitaría más pasillos así para dominarlo del todo. 

Una vez logra acercarse a los dos oficiales, simplemente intenta seguir sus pasos, le resultaba muy loco esto de "flotar", pero al menos ya estaba acompañada. 

James inicio la marcha hacía lo que debía ser el puente, aquella nave empezaba a parecerse más a una tumba colectiva que a una nave de salvamento, la cuestión era que podían hacer cuando realmente ellos mismos necesitaban ser rescatados.

El comandante echo un vistazo atrás para ver que le acompañaban cuando pudo percatarse de los problemas de la doctora en moverse con uno de esos trajes y en gravedad cero. James se acercó con un leve impulso hasta llegar a la altura de la oficial rusa, tras aquello le ofreció una mano para estabilizarla para más tarde guiarle hasta el extremo de su otro brazo, mirandola a los ojos para captar su atención intentaba darle unas pequñas indicaciones.

James señalo sus extremidades y levanto un dedo, indicando que siempre debía tener un contacto de su cuerpo asegurdado para no quedar varada en medio, lo segundo era visualizar su proximo movimiento y encararase a él para lo que se dispuso en dirección al puente haciendo una especie de flecha con su brazo y en tercer lugar se dio un ligero impulso recto con sus piernas de forma simultánea para evitar rotar sobre si mismo.

al llegar a la puerta James se dio la vuelta y le indicó con la mano que lo intentara.

Es evidente que su andar "disimulado" en gravedad cero era preocupante, no solo para ella, sino que para sus suertes es James aquel oficial que parece estar al mando, quien le indica cómo hacerlo. La mirada de Clementine roza ese halo inocente, que también refleja un desconocimiento enorme de estas situaciones, no solo porque ha sido evacuada con urgencia a una nave sin una preparación de por medio, creyendo que de alguna manera todo saldría bien tras la Tercer Guerra Mundial. 

Lo bueno es que tras conectar visualmente con aquel hombre, asiente conforme e intenta detener su cuerpo para no quedar flotando sin dirección y al ver como le enseña desde la práctica misma, muerde su labio inferior pensando en no llevarse nada puesto en el proceso. Tenía que salir bien, no había forma. 

Así que mientras asiente y sonríe divertida, ya que es raro que a Clementine no se la vea así por su forma dulce de ser, extiende su brazo una vez James está del otro lado y tras impulsarse repitiendo el movimiento avanza bastante rápido y ahí es donde comienza a complicarse las cosas. 

Espera que el brazo del oficial la detenga o una de las paredes, lo que primero suceda. 

-Mmmm... Deberíamos volver y avisar al comandante. Todo aquí parece en orden. ¿No quieres investigar nada antes de regresar?- pregunta Hope a su compañera militar. Ella solo es una mecánico sin dotes tácticas.

El trio nuevamente reunido por fuerza mayor decide ir al puente a probar suerte. La ausencia de los módulos de memoria faltantes quita posibilidad de reactivar el computador central, dejando el puente como última opción.

Cuando Ellen le pregunta mediante un mensaje escrito a Clementine sobre la cantidad de aire disponible en su traje esta no sabe que responder al alzar sus manos y señalar los pequeños botones y luces parpadeantes en su traje. Por lo tanto Ellen y James se aproximan a verificar el oxígeno disponible. La suma total de autonomía del traje es de tan solo quince minutos antes que la mujer se asfixie en su propio traje.

Por lo tanto aceleran la marcha, que con ayuda de James los tres llegan al puente de mando de la Discovery al subir por la escalerilla al final del pasillo.

La escalerilla conecta la cubierta superior, donde el puente de mando es la primera estancia y un pasillo detrás conduce a cuatro puertas simples.

El puente de mando es un sitio pequeño, con espacio para un piloto y un copiloto. Las paredes de la cabina están cubiertas de perillas y botones, rodeadas por luces indicadoras. Una vista del área hacia delante del Discovery es visible a través de las ventanas.

Desde aquí, los personajes pueden monitorear y controlar todas las funciones de la nave, incluido el soporte vital, y el motor atómico. Al costado frontal de cada asiento hay una terminal M.A.D.O., de la cual es posible acceder a sus funciones y coordinar con el computador principal.

El puente no está vacío. Un ocupante yace eternamente en el asiento del piloto en jefe, cubierto por cristales de hielo al igual que el resto de la cabina de pilotaje por la fugaz descompresión y exposición al vacío espacial. Detrás del asiento y sobre el suelo yace la mochila de oxigeno del traje espacial del piloto. Su mochila fue dañada por perforaciones.

El piloto parece dormir plácidamente, con sus brazos recostados en los mandos de la nave y el cinturón de seguridad lo mantiene unido al asiento. Su traje espacial es igual al de Clementine pero su color es negro, solo que su escafandra contiene cristales de hielo, lo cual es imposible ver su rostro detrás del vidrio. En su mano derecha sostiene un montón de módulos de memoria. La misma cantidad que falta en el centro lógico.

Entonces una alarma comienza a sonar en el casco de los trajes EV de Ellen y James.

Fue preocupante conocer que solo teníamos quince minutos antes de que la médica recién rescatada pereciera en su traje espacial. Los nervios recorrieron mis antebrazos como una estática crepitante debajo de la piel. Pronto aquella electricidad se volvió palpable en mis entrañas cuando la alarma de mi casco se disparó.

Fuese lo que fuese, era malo. Teníamos que tomar lo que pudieramos y salir pitando. Tomé los módulos lógicos de las manos del piloto y se los entregué a Stevenson, mientras a toda velocidad me avalanzaba sobre el computador de la nave, intentando obtener alguna respuesta en los breves segundos que nos quedaban antes de que fuese absolutamente necesario regresar.
 

Dijo con desdén: - Puedo buscar explosivos o algo, si quieres, pero si eso ya no lo han localizado los propios "entes" de aquí, la verdad es que no. El gesto de su mano fue un declinatorio, para no hacer allí más que hacer lo que ella pudiera. Era la especialista en aquellas máquinas, y ella solo miraba por allí, buscando eso, lugares donde esconderse, desde donde atacar o desde donde ser atacada. Era una combatiente, y era algo rutinario en su mente.

El puente no tenía un mejor aspecto, el capitán parecía haber muerto en la silla de mando y su cuerpo todavía se encontraba allí, James miró por los mamparos principales en busca de alguna señal o comunicación de la D5.

James se detuvo por un instante para ver el cuerpo y el resto de la escena, visualizando como podría haber muerto aquel tripulante, si se trataba de una muerte violenta o de otra razón.

Las malas noticias nunca venían solas y si los 15 minutos de oxigeno del traje de la doctora no era suficiente una alarma empezó a saltar en el traje.

Era la hora de salir de allí, Ellen encontrado los bancos de memoria y sin la computadora activa de poco servían las consolas y controles del puente.

Así que era hora de iniciar el regreso, James anoto en el pad una pregunta para la doctora

¿Que le impidió salir de la estancia?

Un tanto expectante se queda quieta al ver como revisan su traje, quizás comprobando su oxígeno o algo diferente. No comprende para nada de estas cosas y cada vez se sisiente más fuera de lugar en medio de tanta tecnología espacial. Un pulpo en un garage no le hacía fuerza de lo perdida que estaba. 

Leyendo lo que está escrito en ese aparato, se pregunta que díantres es, pero lejos de ponerse a saciar su curiosidad, coge el blog de notas para escribir con el fibron. 

QUEDÉ ENCERRADA EN EL PASILLO, NO SE PUEDE ABRIR LA OTRA PUERTA. 

Termina de escribir, lo muestra y da vuelta la hoja para continuar escribiendo. 

 NO HABÍA NADIE DEL OTRO LADO, ENCONTRE EL TRAJE Y ME LO PUSE. NO TUVE OPCIÓN, LO SIENTO. 

Tras dejar dicho esto se encoge de hombros, se le acabaron las opciones, aún así, vuelve a escribir.  

¿QUÉ SUCEDE CON MI TRAJE?

Al mirar por las amplias ventanas en dirección a la D5 James ve una señal luminosa que hace rato se repite una y otra vez.

Se realizó un nuevo escaneo y se encontró algo que se pasó por alto antes: una bahía de lanzamiento abierta, parecido a un silo de misiles de los submarinos nucleares antiguos del siglo XX. De esa área proviene la radiación de las ojivas que se detectó antes. Esta bahía se encuentra en la popa de la nave, cerca de los motores y detrás de la sección de antenas. Procedan con cautela y respondan de inmediato.

Algo definitivamente no andaba bien. Desde el puente de mando se habían bloqueado los controles de navegación para que estos no pudieran utilizarse desde la sala de maquinas, y el computador central había sido apagado antes que fuera completamente redirigido sus permisos supremos a la sección de las antenas, donde la estación de astrometria reside allí.

El descubrimiento de Ellen no acaba ahí. En su traje – al igual que el de James – se activó la alarma de limite de radiación, la cual llegará a niveles nocivos en los próximos treinta minutos. Lo que sea que emana la cubierta inferior es mas fuerte aquí, en la cabina de los pilotos.

Según los últimos comandos ingresados por el difunto piloto la acción general fue varar la nave y cortar el acceso a la sección de proa de la nave. Al puente y todo lo demás que hay después de la habitación circular centrifuga.

Como punto positivo es posible aislar la cabina del resto del pasillo al activar el computador central y redirigir el soporte vital restante. Esa acción dará un respiro al traje de la medico y su creciente falta de oxigeno. Solo restará ver que hay en la sección de la bahía de pods, situada dos cubiertas abajo y sitio de origen de la fuente de radiación.

James al examinar visualmente al piloto no encuentra daños aparentes, lo que descarta una muerte por heridas. En cambio es posible la muerte por asfixia porque el tanque de oxigeno esta destruido. Tal vez el piloto sabia de su próxima muerte y sus acciones fueron determinantes para el destino actual de la Discovery.

Presioné botones y giré perillas para aislar la cabina del resto de la nave y así darle algunos minutos extra de oxígeno a la médica.

"EXPLORARÉ LA BAHÍA DE PODS"

Escribí en el DataPad para que Stevenson leyera, mientras señalaba el suelo en dirección a esa recámara.

"BUSCA UNA SALIDA DE AQUÍ, TENEMOS QUE VOLVER POR HOPE Y ARTEMISA"

Dicho esto, le extendí un pulgar a mis dos acompañantes y me escabullí en búsqueda del orígen de la radiación. Algo definitivamente no andaba bien.