Partida Rol por web

Cristina sentada en la silla, se dejaba llevar por el robot que amablemente se había ofrecido para aquel menester, salir de la enfermería le había venido bien... era como tomar el aire fresco. Su leve sonrisa al entrar en el módulo habitacional se esfumó cuando escuchó el mensaje de James... Eramos pocos y parió la abuela, pensó mientras apretaba el puño que le quedaba.

- ¿Cómo ha sido posible que la D5...?- se preguntó impotente y muy preocupada, la nave klingon era la clave de todo si la perdían lo perdían todo- Hay que hacer algo... ¿se han puesto en contacto con el equipo de tierra? si James no tiene éxito en la recuperación de la nave estamos perdidos- la capitana se había puesto muy nerviosa al ver a Clementine trató de serenarse pero no podía, no obstante consciente de que poco podía hacer salvo esperar que todo saliese bien y hacer su parte, miró a la doctora aún tensa - señora Kruczynski, Gabriel 1.0, me ha dicho que usted podría ayudarme a recuperar la memoria... hay algo que necesito recordar, ¿Puede hacerlo?

La Doctora luego de aquella intervención de horas, y una investigación a posteriori de las nanosondas que invaden el cuerpo de Cristina, se había tomado un pequeño receso para despejarse y así pensar en posibles soluciones para solventar lo que sucederá con aquella mujer. No obstante una vez aparece De Alba, Clementine le dedica una mirada que rebosa de ternura y mientras se queda un tanto pensativa ante la pregunta, decide responder. 

— No es un proceso simple. ¿Qué necesitas recuperar? Si es que puedo saberlo. — pregunta la Doctora mientras deja pasar el mensaje de James, no es que le reste importancia, sino que en temas espaciales con naves y sucesos alusivos, no capta una ni por asomo. Aunque es muy consciente de que todo ha cambiado tanto, que es imposible ir más allá. No obstante, su propia realidad le resulta sumamente curiosa porque ella tiene los recuerdos fragmentados y justo Cristina quiere recuperar los suyos... Al menos intentará que la mujer los recupere, esa es su prioridad. 

La actitud y las palabras de la doctora consolaron de alguna manera a Cristina, tener su mente ocupada era lo que mejor podía ayudar en su recuperación y si además era capaz de recordar los datos... mucho mejor.

— No es un proceso simple. ¿Qué necesitas recuperar? Si es que puedo saberlo. 

- Creerá que estoy loca...- comenzó algo titubeante- pero lo que necesito recordar son los datos de un Ipad que leí... sólo que fue a través de un sueño... o visión... últimamente me pasan cosas muy raras- sonrió nerviosa, era capaz de mandarla al psiquiatra... bueno al robot psiquiatra porque allí si recordaba bien, sólo había dos humanos y eran ellas dos- el asistente me ha dicho que era la más capacitada y que también el vendría bien a usted, me ha ofrecido documentación para recuperar la memoria, por lo visto tiene acceso a un gran biblioteca.

- el asistente me ha dicho que era la más capacitada y que también el vendría bien a usted, me ha ofrecido documentación para recuperar la memoria, por lo visto tiene acceso a un gran biblioteca.

Entonces el robot intercede para no crear un malentendido sin dejar de ayudar en lo posible a las invitadas del capitán Gamesh. Al fin de cuentas esa fue la orden hacia Gabriel, la IA, y por consiguiente al resto de la nave inteligente.

-Disculpe doctora. La base de datos sobre Neurociencias aplicadas y sus derivaciones sugiere, en sus estudios alternativos distintas terapias que favorecen la recuperación de la memoria en sus distintos niveles. Por tal motivo el paseo de la paciente de Alba acabó aquí en la sección habitacional para solicitar su ayuda. Si su campo no es el de la memoria entonces me disculparé e intentaré otros medios para facilitar la mejoría de la memoria de la paciente. Entonces la pregunta forma es ¿Puede usted doctora?-

— Comprendo. — responde Clementine al escuchar a la Capitán. Si bien al escuchar a Gabriel, un suspiro se permite dejar escapar de sus labios, decide intentarlo sin más. — Hace mucho tiempo que no hago algo semejante, es decir, me dedico a lo biológico en sí. No a la mente, pero... en mis años de Universidad hacíamos hipnosis y he aprendido algo de ello. — agrega al Doctora mientras se predispone a ello. 

— No tengo ningún problema, eso sí... — afirma y le dedica una mirada al robot. — ¿Puedes grabar esto? — es que si bien es recomendable que todo quede registrado, le daría mayor coherencia revisarlo más tarde para unir las piezas del puzzle, incluso a Cristina le vendría de perlas. — Si está de acuerdo, la ayudo a recostarse en la cama para que esté cómoda y al no tener un péndulo electrónico, usaremos la inmersión mediante la imaginación. — va explicando mientras se incorpora y ayuda a la mujer para que se recueste en la cama. 

Una vez logra aquel menester, cuando ella lo disponga, Clementine comenzará... 

[...] 

— Haremos cuatro respiraciones profundas, necesito que te concentres en ella e intenta que vaya fluyendo. Al finalizar aquello, sentirás como el agua acaricia tus pies... Se siente muy suave, incluso si alzas la mirada descubrirás un paisaje... Cuéntame cómo es. —afirma la Doctora. 

Cristina agradeció la intervención del robot con Clementine pues parecía que al principio no la había entendido, así pues una vez todo aclarado la capitana se relajó un poco, con algo de suerte sería capaz de tener la información que todos necesitaban pues a la larga los datos de la ipad significaban un mínimo de éxito en el regreso a casa y por ende la derrota de los vampiros espaciales.

— Si está de acuerdo, la ayudo a recostarse en la cama para que esté cómoda y al no tener un péndulo electrónico, usaremos la inmersión mediante la imaginación. — va explicando mientras se incorpora y ayuda a la mujer para que se recueste en la cama. 

- Por supuesto doctora- le dijo tranquila dejándose ayudar y recostándose nuevamente en una camilla, una vez que se acomodó se quedó mirando a la rusa con la cabeza ladeada

— Haremos cuatro respiraciones profundas, necesito que te concentres en ella e intenta que vaya fluyendo. Al finalizar aquello, sentirás como el agua acaricia tus pies... Se siente muy suave, incluso si alzas la mirada descubrirás un paisaje... Cuéntame cómo es. —afirma la Doctora. 

Cristina giró la cabeza para mirar al frente y siguió las instrucciones de Clementine, inspiró y expiró profundamente dejando la mente en blanco para tratar de hacer fluir su mente, aquello sorprendentemente le resultó más sencillo de lo que pensó, seguramente sería gracias al yoga que había estado practicando, lo cierto es que se visualizó en un paisaje... uno que recordaba con total claridad y que estaba asociado a sus mejores años de infancia.

- Es... un bosque, un bosque de encinas y alcornoques, la brisa es suave la hierba del campo está ligeramente húmeda y las flores lucen sus mejores galas, a mi derecha hay un camino de tierra rojiza.

-  

— ¿Puedes grabar esto? —

Quien responde a la pregunta es Gabriel, la IA que controla al robot y hace de avatar.

Si doctora. Puedo grabar la sesión en video si así lo desea. Incluso registrar los cambios vitales de la paciente durante la terapia. –

 Posteriormente la sesión de terapia mediante hipnosis parece surgir efecto rápidamente y todo avanza sin dificultades. El silencio de la sala favorece la sesión cuando además Gabriel baja el nivel de iluminación para facilitar el trabajo de la doctora y ayudar en la inmersión de Cristina.

- Muy bien... Avanza por ese camino, sigue aquel sendero y dime a quien encuentras o que puedes ver... — responde en un tono muy suave, mientras Clementine va tomando notas, al margen de estar grabando Gabriel, ella necesita hacer apuntes para recordar momentos o guiar a Cristina en aquel viaje al centro más profundo de su memoria. Más aún cuando debe traspasar esas capas que le permiten ir hacia el punto de interés en ella. — Estoy contigo, respira profundo y sigue... — aconseja. 

Con la mirada le indica a Gabriel que pueda escanearla, por si se observa alguna actividad extraña en su cuerpo, ante todo su intención es cuidar a la Capitán para que no colapse por nada. El silencio reina en el ambiente, la Doctora aguarda paciente a las respuestas que pueda ofrecer De Alba mientras va experimentando este proceso, que fácilmente hacía siglos que no practicaba. Al menos no estaba tan oxidada como parece y esos conocimientos están allí. 

Cristina comenzó a caminar por el camino, mientras lo hacía se dio cuenta que lo hacía con los pies descalzos y que en vez vestir el uniforme de capitán lucía un vestido blanco con adornos en carmesí. La capitana sabía perfectamente donde se encontraba, era un lugar agradable para ella y su familia, solía encontrar paz en aquella propiedad y siempre había pensado que aquel sitio sería el ideal para pasar sus últimos años de vida...

- El camino tiene piedras, me pinchan en la planta de los pies mientras camino hacia adelante... hay también restos de hierba pisada, mis hermanos y yo hemos estado correteando hace poco, solemos venir cuando el duque decide tomar un descanso, al final se encuentra el castillo de la Tata. Seguro que cuando llegue habrá preparado un bizcocho de limón y yo tendré que decirle que libro acabo de leerme para hablarle de el- sonrió- ouch... me he detenido, se me ha clavado una astilla, no es nada... sólo estoy sangrando un poco. Finalmente llego al castillo... termino de quitarme la astilla, caminar por la gran alfombra me alivia los pies, mi abuela me está esperando en al biblioteca...

La terapia mediante hipnosis parece funcionar, porque sin demora Cristina regresa al sitio donde tuvo la charla consigo misma. La amplia sala de lectura del castillo se encontraba igual que en su sueño, con el mismo decorado y disposición de los muebles. Hasta la pequeña mesa ratona con el juego de té, el periódico y las galletas de anís. También el perfume del bizcocho de limón se cuela por el largo pasillo de piedra y cal.

La única diferencia con respecto al sueño es que los actores no existen en su recreación. Todo es perfecto en detalles salvo aquellas personas que interactuaron con ella en su viaje onírico.

Finalmente el objeto buscado espera en el lugar indicado, como si nunca hubiera sido entregado. El Padd de datos, con los difíciles cálculos sobre teoría de campo warp aguarda sobre el mullido sillón a que Cristina lo tome entre sus manos y nuevamente pueda leer los importantísimos datos.

Cristina a medida que fue recordando se volvió a ver a sí misma vestida con el uniforme de capitán, una vez en la biblioteca le extrañó no encontrarse con nadie y en un primer momento temió haber fracasado nuevamente, sin embargo al ver el Ipad se relajo y sin demora lo cogió entre sus manos.

- Estoy en la biblioteca... hay galletas de anís, té y el delicioso olor a bizcocho de limón de mi abuela, cuando la almirante vino a verme me había hecho probar una de esas galletas... están muy buenas... acabo de ver Ipad- anunció a Clementine- voy a leerlo- dijo mientras se sentaba en el sillón, cogía una galleta devorándola de un bocado y lo leía con avidez, debía retener los datos que su yo del futuro se había esforzado tanto en hacerle llegar.

Finalmente han llegado a ese punto, ahí donde la memoria parece estar intacta y no se refleja daño cerebral, ya que por la hipnosis la Doctora descubre que solo ha sido traumático, sin lesión. - Lee en voz alta...- pronuncia en un tono firme, muy suave a su vez para no perturbar a Cristina. Está claro que han llegado al punto interesante, allí donde aquella verdad oculta puede revelarse. 

Aún así, está bastante sorprendida por lo que escucha, está claro que todo un mundo hay detrás de esta mujer. Muchas historias que contar, experiencias de vida que la llevaron a este punto crítico, donde todo está en juego. Por un lado, Clementine sintió pena, pero por el otro, admira su fortaleza. 

- voy a leerlo- dijo mientras se sentaba en el sillón, cogía una galleta devorándola de un bocado y lo leía con avidez, debía retener los datos que su yo del futuro se había esforzado tanto en hacerle llegar.

En esta ocasión la información del Padd fue clara como el agua para Cristina, permitiendo su lectura y comprensión parcial. Debería memorizar cada parte de los cálculos para luego reescribirlos y poder entenderlos a fondo o simplemente compartirlos con sus compañeros para dilucidar entre todos la puesta en práctica de la teoría memorizada. Simplemente a Cristina todo aquello se le asemejaba a Klingon básico sin un manual de traducción a su alcance.

 

where and r is a radial coordinate centered at the ship: .

From this point onward it is useful to use the notation . Since the three-geometry is flat one may study curvature from an extrinsic perspective. The extrinsic curvature tensor of a t=constant surface is given by:

.

Now, of interest, of course, is how much the space-time is being stretched or compressed and, more importantly, what is the value as measured by the Eulerian observers. It is well known from differential geometry that the trace of the extrinsic curvature tensor provides this result:

. Let’s call this “the stretching function”. If we plug in the expressions for the original warp-drive above, this quantity yields:

. . In other words, proper time inside the ship equals proper time outside the warp bubble.

The Eulerian observers possess co-variant four-velocity given by . Therefore, the energy density measured along their world lines is given by

,

,

Cristina se aferró con la mano que le quedaba al asiento mientras leía la información, debía memorizarla para transmitirla a Clementine.

- Necesito algo con lo que apuntar las fórmulas... no debo olvidarlas- dijo mientras extendía la mano para que le diera alguna padd* y mantenía los ojos cerrados- también sería conveniente grabar lo que digo- sugirió hasta que finalmente leyó el contenido, algo que efectivamente carecía de significado para la capitán pero que cuando lo expusiera al resto de la tripulación, podrían sacar algo en claro.

Cuando terminó de leerlo todo y hacer las anotaciones de las formulas se mantuvo callada unos segundos.

Sin dudarlo Clementine no sólo tomó notas de lo relatado por Cristina, sino que ha grabado la sesión al completo gracias a Gabriel que se encontraba allí. Luego de tanto recorrido, tras descubrir la vida de aquella mujer, Clementine siente que es hora de volver a la realidad, dejando atrás aquellos hilos argumentales que han ofrecido esa respuesta tan necesaria para la mujer. Y mientras la mirada caoba de la Doctora se posa en la Capitán, pronuncia las siguientes palabras. 

— Una vez se apaga aquel Pad, descubres al girar sobre tu mismo eje que aquel camino ahora conocido para ti, surge de repente para ser transitado. Es hora de regresar, hora de despertar Cristina... — termina por decir cuando en aquel tono de voz melodioso y muy suave, le permite a De Alba un regreso fortuito, sin complicaciones y con el tiempo necesario para usar esas respuestas como una ayuda vital a su memoria. Es hora de recordar, de comenzar otra vez esta cuenta regresiva. 

Ya esperando el despertar de la mujer, Clementine se incorpora de la silla y va chequeando el pulso de la Capitán. Al igual que su temperatura corporal y si este instante de hipnosis trajo alguna anomalía imprevista. Cree que está todo bien, pero prefiere asegurarse para evitar un peligro mayor. Una vez que se cerciora de su estabilidad, la saluda con una caricia en la mejilla una vez abre sus ojos. — Bienvenida.  

Cristina desanduvo el camino que le había llevado hasta la Padd siguiendo la voz de Clementine. Cuando abrió los ojos lo primero que sintió fue la caricia de la doctora sobre su mejilla y la visión del rostro de la mujer observándola dándole la bienvenida, a lo que la capitán respondió con una sonrisa.

- Gracias- fue lo primero que dijo- sin tu ayuda no lo habría conseguido- le dijo sincera mientras trataba de incorporarse para no estar tumbada- ¿Lo has grabado todo, verdad? - añadió sonriente, segura de que lo habría hecho- no tengo ni idea de las fórmulas que te he descrito pero estoy segura de que a alguien le sonará- a continuación la española pareció pensar algo y mirando a Clementine le preguntó- además de la hipnosis posees conocimientos sobre psicología ¿verdad? Llevo tiempo queriendo descifrar algo que me pasa y no se si tu podrías ayudarme... Se trata de una especie de doble personalidad que vengo padeciendo desde que el brazalete se adhirió a mí... Suena a un caso grave, lo sé pero... ¿Sería posible ahondar lo suficiente en mi mente para conocer su naturaleza y poder anularla? 

Tras unos segundos en que esperó la respuesta de Clementine, Cristina se dispuso a narrale todo lo relativo a versión malvada de ella misma. 

— Todo ha sido grabado. — responde amable la Doctora. Luego cuando habla de las fórmulas, asiente conforme ya que en su caso no tiene idea de todo esto. Pero al menos en lo que se refiere a su salud tanto física como mental, ahí Clementine puede trabajar y será de gran ayuda para la Capitana. — Puedo intentarlo, mis conocimientos son básicos ya que no estoy especializada. Pero con probar, no te hará daño. — comenta y prosigue. — ¿Qué es lo que sientes? ¿Por qué crees que hay otra personalidad en ti? ¿Y porqué está relacionado con el brazalete? — pregunta sumamente interesada, siguiendo una línea de claro entendimiento así puede saber que está pasando en la mente de Cristina. 

— Recuerda que la mente ante los diversos traumas, genera ciertos estados que pueden ser temporarios. Cuando se habla de una doble personalidad, estamos hablando de un "Yo" dividido, lo cual es más peligroso aún. — explica la Doctora. — Intentaremos averiguarlo, pero primero cuéntame todo. — termina por decir, al tomar asiento y mirarla a los ojos con suma atención. 

Mientras las mujeres continúan su dialogo notan un pequeño tirón gravitacional, tal vez producto del movimiento de la nave al encender sus motores. Y antes que ellas pregunten la IA ofrece una explicación.

-Señoritas. Voy a llevar la nave a un sitio seguro por un tiempo. La anterior posición no era segura. Mis disculpas pero los amortiguadores de inercia no son tan avanzados como aquellos que conoce la capitana De Alba. -