Partida Rol por web

Menos mal que Ayu era más sensata y guardaba dinero bajo el cojín, o algo así, porque Ray, siempre vivía como si fuera el último dia y no mostraba reparos en comprar el material que consideraba necesario. Miro a Ayu y asintió solemne.

-Gracias por los créditos, te los devolveré, excepto si muero. En ese caso, reclama mi parte.

Lo decia en serio, daba por hecho que iba a morir tarde o temprano. Y fue a hacer las compras.

Tras recibir las coordenadas por parte de Ray, Raalo se despide momentáneamente y se marcha de la cantina. Por otra parte, luego de terminar de hablar, vosotros también hacéis lo mismo y una vez en el exterior vais en busca de cualquier tienda que venda los objetos que estáis buscando.

Mientras Nina se marcha diciendo que volverá pronto, el resto visitáis las diversas tiendas y con Kimbria como negociadora no solo lográis cabrear a más de un vendedor local sino también conseguir los trajes espaciales a mitad de precio. Satisfechos con la actuación de vuestra compañera mon calamari, os dirigís a los límites de Mos Eisley y allí os quedáis esperando a Nina, quien termina reuniéndose con vosotros luego de poco menos de una hora.

Tras separarte de tus compañeros, comienzas a buscar información sobre Jhan, lo cual te obliga a visitar principalmente cantinas, comerciantes turbios y otros lugares donde se reúnen los criminales locales. Teniendo que desembolsar varios créditos para pagar bebidas o para que más de un individuo “recuerde” algo, descubres que hay menos de media docena de balosar en Tatooine pero que ninguno coincide con la descripción de Jhan.

Decepcionada por no haber encontrado nada y también sabiendo que casi ha pasado una hora y que tus compañeros deben estar esperándote, decides abandonar la búsqueda y regresar con el grupo.

Con todas las compras hechas, emprendéis el camino de regreso a vuestra nave y aunque la mayor parte del camino por la arenosa superficie de Tatooine transcurre sin problemas, al faltaros poco para llegar escucháis de repente el sonido de disparos pero no el de una simple pistola sino de algo más grande, como el armamento de una nave. Temiéndoos lo peor, empezáis a correr pero tras subir a la cima de la duna que tenéis delante os dais cuenta de que la situación no es tal y como creíais.
Vuestra nave se encuentra suspendida en el aire a unos pocos metros del suelo y los cañones blaster disparan contra un grupo que está huyendo y que está compuesto por seis criaturas humanoides de tamaño pequeño y cubiertos de pies a cabezas por unas túnicas color café, claramente se tratan de jawas.

-¡Utiiiiinnniiii! ¡Aaaaaaaa! -escucháis que gritan los jawas entre muchas otras palabras que no llegáis a oír y muchos menos entender.

Analizando brevemente los patrones de los disparos, os dais cuenta de que quien pilota vuestra nave, que sin lugar a dudas debe tratarse de Trasher, apunta con cierto cuidado y dispara justo detrás de ellos, lo suficiente para no darle de lleno a ninguno pero si para que la explosión del blaster haga tanto ruido y levante tanta arena como para que piensen que es real. Claramente vuestro droide no quiere matarlos pero si hacerles pasar un importante susto.

Tras ver como los jawas corren todo lo que le permiten sus cortas piernas y quedan fuera del alcance de los cañones, vuestra nave finalmente aterriza y vosotros os dirigís hacia ella. Sin embargo, antes de que podáis subir a bordo veis como Trasher baja rápidamente por la rampa de acceso y se reúne con vosotros.

-*¡¿Bipp breeep douu dripp?! -exclama el droide- Druuu duuuo brappp driitt abrr diiiiup bruub daapp braaatt bruuup -agrega para luego continuar con otra larga serie de ruidos y pitidos.

Antes de poder responderle a vuestro droide, escucháis un ruido de motores y al giraros veis como un speeder se acerca a toda prisa hacia donde estáis. Sin embargo, al notar que quien conduce el vehículo lleva un casco que ya os es familiar, os relajáis.

-Hola amigos míos -os saluda Raalo levantando y moviendo la mano una vez que se detiene junto a vosotros- Cuando venía hacia aquí escuché el ruido de disparos y pensaba que ya os habíais metido en problemas pero por lo que veo, parece que no ha sido nada.

Acto seguido y sin salir de su speeder, el veterano de guerra levanta la vista y comienza a observar vuestra nave durante un breve instante.

-Ah, un clase Ciudadela, hace tiempo que no veía uno. Vuelan como un bloque de duracreto pero son igual de resistentes -comenta Raalo más para él que para vosotros- Por cierto, me he traído alguien que nos ayudará con el trabajo -agrega el neimoidiano dándole unas palmaditas al droide de energía que está sentado en el asiento del copiloto- Si no logramos activar los generadores de la nave separatista, mi cúbico amigo podrá darnos suficiente energía como para que podamos movernos durante un tiempo con cierta soltura. Ahora, a menos que tengáis algo más que hacer, es hora de partir así que bajad el ascensor de carga para que pueda subir a bordo mi speeder. Si lo dejo aquí, con todos los jawas y tusken que merodean por las dunas no encontraré ni un botón cuando regrese.

Con los bolsillos más ligeros una vez más, todos fueron a la nave dispuestos a comenzar la misión, una vez pasado un buen trozo de aburrido desierto empezaron a escuchar disparos desde la dirección de la nave, enseguida Nina pensó que los imperiales los habían seguido del trabajo anterior y les emboscaban, pero por suerte los disparos eran de su propia nave hacia los pequeñas criaturas saqueadoras locales, este Trasher sabe como divertirse mientras esta sólo.

- Buen trabajo lata, pero seguramente esto lo ha escuchado todo el mundo a la redonda, mejor despegar cuanto antes - en eso llego nuestro contratista con otro droide a cuestas - cuidado con esa bomba con patas no la quiero cerca de mi.

"Buen tiro Trasher, es bueno saber que tenemos la nave bien protegida, pero como dice Nina, es mas que seguro que todo tatooine se ha enterado de lo que se ha montado, baja el ascensor de carga, que nuestro amigo necesita que guardemos su speeder. " me giro hacia Raalo, "No se nos habría ocurrido lo de llevar a un droide batería de esos, buena idea" me acerco a buscar un modo de bajar desde hay el ascensor para que suba el vehículo del neimoidiano, "Maldito trozo de chatarra, para que se queje de que lo dejamos solo"

Ayuz no dijo nada. Si, era buena idea llevar unas baterías de repuesto pero no le gustaba un pelo tener un droide controlado por un Neimodiano en su puñetera nave. Hablaría con Nina para que le echase un vistazo cuando no estuviera cerca su dueño pues se imaginaba una suerte de explosivos o algo peor dentro de aquel cacharro y no le gustaba nada.

*Traducción del binario: ¡¿Dónde os habéis metido?! Si no fuera por mi esos malditos jawas habrían desguazado toda la nave. Aunque por lo menos ahora se lo pensarán dos veces antes de volver a intentarlo otra vez.

-Vamos trasher, vamos -le acarició la cabeza metálica, mientras subía por la rampa, y le siguió hablando- sabes tan bien como yo, que lo único de valor que hay por aquí para desguazar són tus circuitos.

Una vez arriba de la rampa, cuando ya iba a entrar por la nave, escuchó la llegada de Raalo y se detuvo, les comentó que iba a abordar la nave con un droide y que necesitaba que le abrieran el acceso para su speeder.

Lo del droide le levantó suspicacias, pero tampoco tantas, ya que a dia de hoy era normal querer viajar con algún droide en vez de dejarlo libre por un planeta como Tatooine. De todas formas le iba a mantener el ojo y además, le iba a hacer un retoque a ese droide si tenía la oportunidad.

-Por supuesto Raalo, voy a abrirte.

Y fue a abrir el acceso para su speeder.

Tras los preparativos, se acercó a Kimbria, que les había logrado un descuento importante y añadió:

-Milady, me habéis impresionado, tenéis la lengua más suelta que el seguro del rifle de un gamorreano, mis felicitaciones.

 Me acerqué a Trasher y lo acaricié amistosamente, mientras le respondía, de manera afectiva:

 - Buen trabajo, pequeño, como siempre. Gracias por cuidar de la nave y cubrirnos las espaldas.

 El pequeño droide nunca dejaba de sorprenderme. Siempre se las arreglaba para sacarnos de algún apuro y nunca me parecía que se lo agradecíamos lo suficiente. Era un miembro más de la tripulación, que desempeñaba una labor más importante de lo que parecía a simple vista.

Tras escuchar vuestros cumplidos y recibir vuestras palmaditas, Trasher se sacude ligeramente y comienza a andar con orgullo en dirección al interior de la nave. Sin embargo, antes aprovecha para dedicarle unas palabras, o mejor dicho pitidos, a Ray ya que es a quien tiene más cerca y también quien está más alejado de Raalo.

-*Breep doooup dreep uuup deee drittt briiiip -comienza a decir el droide para continuar con otra seguidilla de sonidos.

Al oír el comentario de Nina, Raalo esboza una ligera mueca.

-Es un droide de energía, muchacha, no un detonador térmico ni una carga de detonita -le dice el neimoidiano a la balosar- Es mucho más probable que tu te dispares en un pie con un blaster a que este droide represente un peligro.

Al ver como desciende el ascensor, el veterano de guerra conduce su speeder hacia él y lo coloca en posición para luego subir a bordo. Inmediatamente, vosotros hacéis lo mismo y os reunís con el neimoidiano en la bodega de carga.

-Ya es hora de partir -os dice Raalo para luego girarse hacia Trasher y entregarle una tarjeta de datos- Toma amiguito, introduce estas coordenadas en el ordenador de navegación y demos el salto.

-¿Riiilt? -pregunta vuestro droide tras leer la información guardada en la tarjeta.

-Si pequeñín, el sistema Ryloth -responde el neimoidiano- Aunque nuestro destino está fuera de la zona que patrulla el Imperio así que no tendremos problemas con ellos.

"voy a dejar el equipo y prepararme para la misión" le digo a mis compañeros y me dirijo a mi camarote, donde dejo el equipo que no voy a necesitar o me va a ser demasiado molesto y intento acordader de que había en ese sistema, puede que no nos sea util, pero nunca se sabe.

- Raalo si ese droide pita un poco mas alto de lo debido no te tendrás que preocupar de disparos en los piés te lo aseguro - una vez le da las coordenadas a Trasher - que Ayuz dejas que mister simpático se haga el capitán de tu nave?

Sin mas me voy al camarote a comprobar el material.

Ayuz se sentó en la cabina y se preparó para el salto. Así que Ryloth, ¿eh? No había estado allí desde que fuera una niña, hace ya mas de 4 años, y no guardaba ningún recuerdo o añoranza por su planeta de origen. Pero aún así no le gustaba la idea de acercarse por allí. En parte por el control imperial y en parte por que... bueno, no quería saber nada de lo que podría haber sido su vida si no la hubiesen vendido como esclava y todo eso. 

-Preparados para el salto-avisó por el comunicador de la nave a sus compañeros.

*Traducción del binario: Yo que vosotros no me preocuparía de ese droide, los de su tipo son seguros y también más tontos que un bantha. Aún así, si queréis puedo darle un vistazo para cerciorarnos de que no guarde nada raro.

 - Si no te supone ningún problema, te lo agradecería, una vez que no estés ocupado... - Le susurré, una vez que Raalo no pudiera oírnos. Después nuestro contratador le dio a nuestro droide las coordenadas, mientras yo trataba de recordar con tranquilidad todo lo que sabía sobre el sistema Ryloht.

Mis ojos se iluminaron ante la mención del planeta, pero al instante agache la cabeza y oculte mis emociones.

-Preparada...

Dace le sorprendió por el fino oído que había mostrado al escuchar la conversación entre Trasher y él, ya que el droide había esperado a alejarse un poco del resto. Pero era lo normal, era un Jedi, y por lo que tenía entendido, estos se enteraban de todo, o casi todo. Con la orden 66 no les fue muy bien.

-El jedi tiene razón, confiamos en ti Trasher. Gracias, si tienes algún problema cuenta conmigo.

Efectivamente, por lo que respectaba a Ray, toda la tripulación era importante para él, incluido el droide. Si el hecho de que fuera de chatarra, significaba si estaba vivo o no... era algo que dejaba a los filosofos. Por lo que a él respectaba, Trasher estaba vivo y era más importante que muchos seres de corazones latientes.

Ayu avisó de que se iban a preparar para el salto, y fue con ella a auxiliarla, ya que era el copiloto.

Al sentarse a su lado, le dedicó una sonrisa a su compañera de vuelo, mientras escaneaba la nave, antes del despegue.

-Puertas selladas, ok. Estabilizadores armados, ok. Motores principales y auxiliares, ok. Armamento operativo, ok. Reservas de óxigeno, ok. Podemos despegar.

Mientras Ayu empezaba a despegar, le dijo en confidencia:

-Voy a echar una cabezadita, avísame si hay problemillas, o te entra el sueño.

Sin perder más tiempo, Ayuz'bepa hace despegar la nave y para cuando alcanzáis el espacio exterior Trasher termina de hacer los cálculos hiperespaciales así que inmediatamente dais el salto.

Mientras viajáis por el hiperespacio, no solo aprovecháis para prepararos para el trabajo sino que Dacen y Gor Did'hosu os comentan lo que saben de Ryloth aunque Raalo os vuelve a aclarar que no pasaréis ni cerca de él. Por lo visto el planeta está bajo el férreo control imperial, el cual no solo explota los recursos de este sino que también se dedica a oprimir a los twi’lek, usándolos como mano de obra forzada e incluso vendiéndolos como esclavos. Sin embargo, el Imperio no gobierna sin oposición ya que el veterano de las Guerras Clon Cham Syndulla lidera el Movimiento Libertario de Ryloth, una aislada fuerza rebelde que últimamente ha cosechado más derrotas que triunfos pero cuya determinación de hierro hace que todavía sigan presentando batalla y sean la última llama de esperanza para los lugareños. Además, Trasher no tarda en comunicaros sin que el neimoidiano se entere que su droide está limpio y que no solo no oculta ningún dispositivo explosivo sino que su programación es la básica, o sea que sencillamente es lo que demuestra ser: un simple (y tonto según vuestro R5) droide de energía.

Debido a la cercanía del sistema Ryloth, el viaje no resulta ser demasiado largo aunque aun así tenéis tiempo suficiente para escuchar las anécdotas de Raalo, las cuales aparte de ser variadas y entretenidas parecieran que forman parte de un suministro prácticamente ilimitado. De todas las que el neimoidiano os cuenta, hay dos que os llaman más la atención: La primera es de las Guerras Clon y cuenta como durante el bloqueo a Pantora una jedi togruta más joven que Talikah usó la Fuerza con él para obligarle a dejarla pasar al bloque prisión que custodiaba y aunque eso hizo que le degradaran y lo enviaran al frente, el neimoidiano le está agradecido ya que de lo contrario habría terminado en Mustafar con el resto de su unidad y allí hubiera muerto cuando el aprendiz del Emperador fue enviado para asesinar a todos los líderes separatistas. Y la segunda es de luego de la desactivación del ejército droide y la desmilitarización separatista y trata de cómo se coló en una de las fábricas droide, pirateó a cinco droidekas y escapó con ellos aunque al ser perseguido por los soldados imperiales se vio obligado que dejar uno atrás para cubrir su huida. Además, cuenta que tuvo que darle uno a un contrabandista como pago para que lo sacara del planeta y lo llevara a Tatooine y tuvo que vender otro para conseguir dinero para armar su negocio, en cuanto a los dos restantes todavía los tiene y son los guardias que actualmente custodian su tienda.

Para cuando finalmente la nave sale del hiperespacio, todos os reunís en la cabina del piloto pero para vuestra sorpresa no veis nada, ni crucero separatista ni ningún resto visible de este, solo la infinita oscuridad del espacio. Inmediatamente, vuestras miradas se centran en Raalo.

-¿Qué esperabais? ¿Que fuera tan sencillo como ir de un punto a otro? -os dice el neimoidiano con total calma- La nave fue localizada hace días y como está a la deriva es lógico que haya continuado moviéndose. Ahora hay que usar los escáneres de largo alcance de la nave y buscar restos, una vez los hayáis encontrado podréis trazar el vector de movimiento del crucero a la deriva.

Ni bien Raalo termina de hablar, las alarmas de vuestra nave comienzan a sonar.

-¡Tiritt douu driipp! -exclama Trasher mientras se mueve inquieto.

-¿Cómo que dos cazas TIE acaban de salir del hiperespacio? -pregunta Raalo con una más que obvia sorpresa- Es imposible, los imperiales no patrullarían tan lejos de Ryloth -agrega mientras adopta una actitud pensativa.

Mientras veis desde la cabina como dos puntos lejanos se mueven a velocidad reducida, Trasher vuelve a lanzar otra serie de pitidos. Según vuestro droide, todavía no os han detectado aunque por la forma de moverse, pareciera que están buscando algo pero no sabéis si es a vosotros o a alguien o a algo más.