Partida Rol por web

- Aunque pensándolo bien, me perdería toda la fiesta. Ahora a esconderse, he oído algo.

me escondo detras de un armario para estar oculto

Con bastante dificultad ya que ninguna de las dos tenéis demasiada fuerza, comenzáis a avanzar a paso lento mientras cargáis al dormido investigador. Tras recorrer prácticamente medio trayecto, empezáis a cansaros pero antes de que podáis tomaros un respiro, de la esquina que tenéis delante aparece súbitamente una persona. Se trata de un hombre de menos de cuarenta años y complexión fuerte que además de llevar un uniforme del Consorcio, porta un auricular manos libres, una carabina blaster y un bastón aturdidor que cuelga de su cinturón, claramente se trata de un miembro del personal de seguridad de la nave.
Al veros, el hombre se acerca a vosotras dando largas zancadas, sin apuntaros con su carabina pero si manteniendo siempre el dedo en el gatillo.

-¡Alto! -ordena el de seguridad- ¿Qué ha pasado aquí? ¿Por qué lleváis a las rastras a ese hombre?

Tras apurarte a guardar el modulo de datos y dejar todo como estaba, finalmente le abres la puerta a la zeltron.

-Bien, aunque debo reconocer que estaba empezando a pensar que no me abrirías… -te responde con dulzura Veexa mientras te acaricia suavemente la mejilla con su mano.

Inmediatamente, la zeltron entra en la habitación y al llegar al centro de la misma, se detiene y se gira hacia ti.

-A pesar de me encantaría prestarte toda la atención que mereces, antes tengo que buscar una cosita que dejé aquí… aunque no recuerdo donde -dice Veexa acompañando sus palabras con una delicada risa- Mientras me esperas ¿Por qué no vas sirviendo un par de copas?

Observo al de seguridad acercarse y ya se desde antes de que hable que va a haber problemas. Aún así mantengo la calma y le miro directamente a los ojos, una táctica arriesgada pero que se supone así que la gente te crea más fácilmente.

Estábamos hablando con este caballero cuando tuvimos una discusión y nos alejamos un momento. Al volver a encontrarlo parecía que había bebido de más, así que lo estamos acompañando a nuestro cuarto para que la duerma hasta que lleguemos al destino. Aunque debo reconocer que no pensé que pesase tanto, un poco de ayuda no nos vendría mal.

Pongo mis ojos brillosos cuando digo lo de "este caballero" y hago que se me trabe un poco la lengua, como si yo también hubiera bebido algo.

¿Verdad que sí, compañero? Nos vamos a nuestro cuarto, el que compartimos todos, y seguro que estaremos mejor cuando lleguemos.

- Este chico siempre ha sido un flojo bebiendo, y por una vez en su vida que se va con dos mujeres atractivas a su cuarto, no lo va ha recordar - Nina le guiña un ojo al guarda - supongo que llevando tantas armas será fuerte, así que echenos una mano, este chico es más pesado de lo que parece.

Tras escuchar vuestras palabras, el de seguridad hace una mueca con los labios.

-Esperaba no tener que lidiar con borrachos hasta después de la cena… -murmura entre dientes el hombre, aunque inmediatamente después se dirige a vosotras con voz clara- Está bien, os ayudaré, pero cuando se despierte decidle que la próxima vez tendré que informar a sus superiores.

Acto seguido, el segurata cuelga la carabina en uno de los ganchos de su cinturón y ocupa el lugar de Ayuz, colocando el brazo del investigador sobre sus hombros y agarrándole con fuerza, lo que alivia en gran medida el peso que tiene que cargar Nina.
Con Ayuz guiándoos y con Nina solo teniendo que hacer un pequeño esfuerzo ya que prácticamente es el de seguridad quien hace toda la fuerza, recorréis la distancia que os falta y al llegar a vuestro camarote, el hombre deja al inconsciente investigador en la cama de Ayuz.

-Si se despierta… digamos, con el estómago revuelto, buscad a uno de los droides de protocolo y pedidle que os envíe un grupo de limpieza -os dice el segurata- Y si no mejora para antes de la cena, llevadlo a la enfermería. De seguro los droides médicos podrán darle algo para que se le vaya la borrachera…

Sin nada más que agregar, el hombre se despide de vosotras y se marcha de vuestro camarote para continuar con su ronda.

Con el que ahora duerme profundamente en la cama de Ayuz, ya son cuatro los investigadores que habéis reducido, aunque todavía os faltan la zeltron y el jefe y su segunda al mando. A pesar de que os habéis distribuido los objetivos, todavía estáis a tiempo de darles una mano al resto de vuestros compañeros… aunque también podéis confiar en que ellos solos lograrán su cometido y dedicaros a disfrutar el viaje.

- Bueno ahora que tu cama está ocupada será mejor que duermas en la mía cariño - estaba claro que la balosar estaba encantada con la idea - pero primero tenemos que contactar con los demás.

- ¿Hola Ayuz y yo hemos ayudado al joven que se encontraba mal como vais los demás?- descarto ha Dacen no vaya a estar usando el sable con el que le doto la naturaleza.

 Asentí antes de responder, mientras me disponía a servir las bebidas que había solicitado:

 - Lo que mande la señorita.

Cuando por fin llegamos a nuestro cuarto, sonrío al de seguridad. Así lo haremos, gracias por todo. Quizás si nos encontramos y estás fuera de servicio pueda compensarte invitándote a algo. Aunque mejor si no es alcohólico añado con una risita antes de despedirle.

Las palabras de nena me hacen tragar saliva y ponerme colorada. Eso ha sido una propuesta directa, y lo demás son tonterías. Pero no creo que tengamos tiempo para cosas como esa, aunque no puedo evitar imaginarme a Nina sin ropa.

Aparto rápido el pensamiento mientras me concentro esperando la respuesta de nuestros compañeros y deseando por una parte que necesiten ayuda y por otra que no la necesiten.

Casi de inmediato, Ray os responde y ambas podéis escuchar su voz a través del comunicador de Nina.

-Regular -responde el comando, aunque curiosamente lo hace en voz baja- El líder y su segunda están discutiendo temas de trabajo en los reservados y por lo que hemos visto, interrumpirlos e intentar charlar con ellos solo complicaría más las cosas. Por eso, hemos decidido colarnos en su camarote y emboscarlos en cuanto lleguen -os explica Ray e inmediatamente entendéis por qué habla en voz baja- Si ya estáis libres, nos vendría bien contar con vuestros blasters. Cuantos más seamos, más probabilidades tendremos de reducirlos antes de que puedan pedir ayuda -acto seguido, vuestro compañero os pasa el código de acceso al camarote de los investigadores- Si vas a ayudarnos, intentad entrar sin llamar la atención. Además, avisad que sois vosotras, no queremos dispararos por accidente.

Mientras buscas unas copas e intentas decidir cual sería la bebida más apropiada, te dedicas ocasionalmente a mirar que es lo que hace Veexa. La zeltron está concentrada rebuscando tanto en los arcones como en los armarios y, al igual que tú, lo hace con sumo cuidado aunque no sabes si lo hace porque no quiere desorganizar sus cosas o porque no quiere dejar ningún rastro de su búsqueda… No estás del todo seguro, pero tienes la sensación de que está buscando el pad de datos que habías encontrado, aunque también puede que busque otra cosa que se te ha pasado por alto o que directamente has ignorado porque no te parecía importante.