Partida Rol por web

Sarah escucha a su sargento:

Cita:

Debías seguir manteniendo su fuego contínuo sobre las tropas enemigas si quería que sus compañeros pudieran acercarse a sus objetivos. Con esto en la cabezas la mujer afirmó por el comunicador.- Copiado. Siembro el terror con mi ligero. Vosotros intentad poneros a cubierto.

Dicho esto lo único que habló fue su blaster ligero de repetición. Seguía apostada en el altozano donde podía vislumbrar el movimiento de sus compañeros y del enemigo.

maldita sea, cae ya de una jodida vez maldito-Disparándole con todas sus ansias

A la llamada de su nombre, vuelve a la carga, direccionando sus disparos hacia donde le reclaman

Acompaña los disparos con un grito prolongado y sordo de pura rabia

Aprovechando los valiosos segundos de cobertura que Dakker y Sarah le dan, el sargento Breech se aproxima unos metros mas a las tropas sith, y toma una granada. Mientras los soldados sith se agachan y esconden para evitar la lluvia de fuego, Breech lanza la granada con una limpia parabola, que la hace caer limpiamente en el centro de la formacion enemiga.

Algunos gritos de confusion y panico siguen a la potente explosion, que levanta una gran polvareda. Con un fuerte estruendo, uno de los arboles proximos al radio de la explosion cae, aplastando a un pobre incauto.

Ja, debi haberme dedicado a algun deporte. Un lanzamiento como ese no le sale a cualquiera- Comenta Breech pletorico.

AL mismo tiempo que el cohete de Rusty vuela en pedazo el droide dañado, los certeros disparos de Nexu hieren al oficial sith, quien impedido, es incapaz de alejarse de la granada de Breech. Los soldados sith comienzan a mostrar preocupacion, ya que a pesar de ser mas, estan viendo como una pequeña unidad republicana los machaca sin piedad.

Entre la perdida de la cabeza de mando, y el ataque salvage de Hans, los soldados del segundo grupo hacen amago de intentar huir, abrumados por tantas bajas. El grupo de soldados republicano tambien redobla su ataque viendo surgir las dudas entre su enemigo, cobrandose mas victimas aun. Los disparos de las tropas Sith empiezan a ser dispersos y sin precision.

Mientras vuestra pequeña escaramuza parece empezar a tocar fin, otros combates mucho mas grandes y salvajes parecen combulsionar el bosque. Los sonidos de disparos y explosiones llenan la zona, y el cielo comienza a llenarse cada vez mas de aeronaves combatiendo, volando rapidamente de un lado a otro mientras bombardean la superficie y evitan el fuego enemigo. Esta muy claro que los Sith estan lanzando la tan anunciada ofensiva que muchos temian.

¡Están cayendo!

Esos pensamientos alientan a retomar la ofensiva. Cada vez son menos los objetivos puestos en la mira, a la vez que hay más dudas en el bando enemigo que está siendo aniquilado
Y pronto se cubre el cielo. Las sombras que despiden aquellas naves sobre sus cabezas llevan negros pensamientos a la mente del soldado. Aquello no puede ser buena señal, pero temblando no iba a cambiar nada

Vacilan, hay que presionar ahora. Y fuerte.

¡CORRED PERROS, CORRED!

Pese a que algunos disparos me pasan muy cerca no me lo pienso. Unos pasos más, otra ráfaga corta. Unos metros más cerca del enemigo, presionando, asustando. Veo caer al primero de los objetivos aunque solo parece herido pero el otro disparo se pierde lejos del objetivo.

Sarah, desde la ventajosa posición elevada en la que se encontraba, veía perfectamente cómo la iniciativa y las ganas dentro del combata habían cambiado de bando. Ahora estaban de su parte. Sonriendo por tal hecho, siguió con su fuego sobre las tropas enemigas a finde confundir aún más a sus enemigos.

pero algo en el cielo paró su concentración. La lucha que se había iniciado en el suelo, se había trasladado al cielo. Una terrible refriega se había intalado en él. Lo peor estaba por venir. Sin pensar más en ello. sarah abrió fuego contra su enemigo.

El sargento Dakon mantuvo la posición, así permanecía a cubierto mientras elegia un blanco alejado sobre el que disparar, como parecía que estaban cambiando las tornas decidió asegurar la baja permanente del Soldado enemigo, dos disparos alacnzaron al enemigo mandandolo al suelo con el pecho enegrecido.

Continuad presionando, Ese Robot tiene que caer...

      Decidido a dejar a los sith sin liderazgo, y al ver que nadie había abierto fuego contra su posición, R'all no se movió, cambió con el pulgar la modalidad del arma a fuego automático, apuntó contra el otro oficial y realizó dos disparos contra él. Cada acción la realizaba con aparente calma, con movimientos precisos y una expresión inmutable.

Malditos siths...han de caer todos-Rujo mientras lanzo una andanada contra el droide de combate sith-Caerás...como que me llamo Fynnizak!!-Digo con un rugido acompañando el sonido del arma.

El cohete de Rusty vuela directo a el droide que queda, quien no puede hacer nada. Impacto directo y vuela en mil pedazos, con una espectacular explosion. Los soldados sith, viendo que todo su fuego pesado ha desaparecido, deciden que es mejor huir ahora para luchar otro dia.

El oficial superviviente intenta retenerlos, pero un disparo preciso de Nexu lo abate, acabando con cualquier posible resquicio de orden que pudiera quedar entre las tropas enemigas. Vuestro fuego concentrado, junto al de los soldados republicanos, abaten varios mas mientras huyen, menguando su numero aun mas. Son muy pocos los que veis que logran huir.

En cuanto la situacion parece segura, uno de los soldados republicanos sale de su escondite y se acerca a vosotros, con cautela al principio; pero en cuanto ve vuestras armaduras, se aproxima con confiaza

-Santo cielo, nos habeis salvado de una buena muchachos!. Teniente McFadden a su servicio- Se presenta el soldado, mientras se quita el casco. Es un hombre palido, con facciones muy marcadas  y una barbilla prominente. Su armadura esta casi negra, entre suciedad e impactos, por lo que podeis intuir que ha visto bastante lucha, al menos recientemente.

Os hace una señal para que le sigais- Necesitamos que nos ayudeis con los heridos, tengo a 5 hombre malheridos, y 2 muy graves. Hay algun especialista entre ustedes?

Suelto un rugido triunfal tras ver a mis enemigos caer-Graa!!!-Alzando los brazos victorioso.

Luego veo llegar al soldado y me quedo atrás recogiendo mi equipamiento, sin ninguna prisa por lo que se ve.
Esto necesita cuidado y cariño, o se estropeará, y es un buen arma

      Al ser, junto a Baalik, uno de los más próximos a la posición republicana, Nexu se acercó al soldado que caminaba en su dirección, con el rifle al hombro. Una sonrisa iluminó su rostro, después de todo, estaba teniendo un buen día... "¿Había fallado un solo disparo?".

Nexu, de las fuerzas especiales - fue su breve respuesta a la presentación, aparte del saludo de rigor, realizado de forma poco formal - no soy un especialista, pero me defiendo, si disponéis de medpacs puedo suministrar los primeros auxilios de emergencia... aunque dudo que pueda hacer mucho con los más graves.

Tras los últimos disparos de "tiro al pato" repongo un nuevo cargador por si hubiera más acción dejando el arma lista. La llegada del soldado amigo nos hace reaccionar rápido.

Estoy como Nexu, no somos médicos pero podemos hacer remiendos. Empieza tu por un lado R'all, yo iré por el otro.

Durante un rato nos dedicamos a estabilizar a los heridos más graves si está en nuestras posibilidades y parchear al resto.

Quizá los más graves necesiten evacuación teniente, debería pedir un vehículo para ellos.

Dakon sacó un cigarillo y lo encendió, luego se acerco al teniente vociferando ordenes.

Crow vigila no vengan más refuerzos Sith!

Hans tu vigila nuestra retaguardia!

Dakker ayuda a Rusty a guardar nuestro juguet!

Al llegar al lado del teniente se cuadra y dice.

¡Sargento Dakon Coultier! Algunos de mis hombres tienen habilidades medicas como yo mismo, haremos lo que podamos por sus hombres, pero como el soldado Balik dice, deberiamos evacuar cuanto antes, no nos esperaban y les hemos dado una buena patada en ese culo negro que tiene, pero volveran con más gente y refuerzos de los que disponemos...

Se mantiene todavía en posición, durante unos segundos, observando. Como si no lo creyera del todo aún. Después se levanta para esconder una leve sonrisa victoriosa, que le permite darse cuenta del cansancio acumulado

- Sí, señor - responde a la orden de Dakon

Se acerca a Rusty con esa sonrisa

- Toda una joya, ¿eh? - dice refiriendose al arma - Más nos vale no perderla... Nos será útil