Partida Rol por web

Después de perder el conocimiento, la Mayor Boyd pasó de estar cómodamente sentada en un coche de lujo a estar fuertemente atada en una silla con bridas de plástico entre sus muñecas y sus tobillos. Con sus ojos vendados era lo máximo que podía adivinar sobre su situación.

Le ardía la garganta, probablemente por el efecto de las drogas que se vio obligada a inhalar en el coche; la lengua áspera golpeaba las paredes de su boca, buscando algún remoto lugar en ella donde hallar saliva; refrescante y agradable, que acallase el ardor que sentía en su faringe.

Había recuperado sus fuerzas y, pese a la desorientación inicial; estaba prácticamente segura de que no habían salido de la ciudad, o del estado al menos. Forcejeó con sus ligaduras, tratando de liberarse; aunque sin mas éxito que el lastimarse las muñecas.

Mientras mueves tus manos y tus pies en un vano intento de liberarte, oyes unos pasos que se acercan. Te detienes por unos segundos y alguien te quita la venda de los ojos... Un foco te ilumina la cara y te ciega por unos segundos, aunque rápidamente te acostumbras suficiente a la luz como para discernir perfectamente la cara del "Capitán Bryan Thomas".

Bienvenida a mis aposentos, guapetona -te dice sin inmutarse-.

Por lo que te parece, podrías encontrarte en cualquier almacén de la ciudad o cercanías, dentro de un radio de varias millas del sitio donde te secuestraron. En este momento te encuentras en la zona de oficinas, en la planta superior del almacén. Por las cristaleras puedes ver como en la planta baja se acumulan cajas y más cajas y parece que hay empleados que transportan esas cajas fuera del almacén.

Delante de ti, una mesa en la que reposa el foco que te ilumina, tus pertenencias (entre ellas tu ordenador) y, lo que más te preocupa... una serie de botes de cristal parecidos a los que pueden venderse en una farmacia, llenos de líquidos y pastillas y... jeringas, muchas jeringas...

El Capitán Thomas se sienta justo detrás de la mesa, en otra silla mucho más cómoda. Se echa para atrás con los brazos detrás de la cabeza, al parecer, disfrutando de la situación...

- Es evidente que no eres un capitán de las fuerzas aéreas... - murmuró raspándose con la lengua el paladar - No sé, que es lo que quieres, "capitán"; - espetó en un falso tono de angustia - pero seguramente se perdiese al destruir mi ordenador. - terminó observando a su alrededor.

Se ríe al ver el esbozo de triunfo en tu cara al contarle que has destruido la información del ordenador.

Lo sé guapetona, lo sé... Y debo decirte que no me preocupa... Puedo obtener toda la información que quiera de ti... ¿ves? -dice mientras sostiene una jeringa en su mano.

Aunque... si tú quisieras... -dice mientras se levanta de la silla y se dirige hacia ti- podríamos hacerlo de una forma mucho más... placentera...

Cuando acaba la frase se planta delante tuyo, te coge las mejillas con sus manos huesudas y te obliga a abrir la boca. Crees que quiere obligarte a beber algo, seguramente otra droga o parecido, pero en vez de esto te besa en la boca de una manera muy desagradable.

Como te he dicho, no quiero hacerte daño... 

Escupió en la cara del hombre tras ser besada por este, con semblante asqueado; respiraba de manera entrecortada por la rabia, estaba furiosa y cada vez que la llamaba "guapetona", se enfadaba mas. 

- Por desgracia para ti, - gruñó con el ceño fruncido - no tengo memoria eidetica. - continuó sonriendo con amplitud - Por eso instalé ese dispositivo, me es imposible conocer todos los detalles sin el ordenador. - sentenció manteniendo la sonrisa - No hay nada que puedas hacer, - continuó explicando - es imposible recuperar la información; hasta para mi. - terminó por decir entrecerrando los ojos, como si tratase de fulminar a aquel individuo.

Jajajaja -se ríe mientras se limpia la cara con un pañuelo-. No tienes ni idea de lo que quiero guapetona...

Vuelve hacia la mesa y escoge uno de los botes de cristal. En él clava una jeringuilla y empieza a aspirar el líquido que hay en el interior.

Viendo que no quieres colaborar a las buenas... tendrá que ser a las malas. Es una pena...

Dicho esto empieza a acercarse hasta donde te encuentras atada...

Forcejeó de nuevo con sus ataduras, tratando de evitar que la aguja alcanzase su brazo, sin éxito de nuevo. Gruñó con rabia mientras el hombre hundía la aguja en su piel.

- Te mataré... - suspiró manteniendo la vista fija en los ojos del individuo con furia - Juro que te mataré por esto...

Antes que el Capitán Thomas pueda hacer nada, un hombre de edad relativamente avanzada, vestido con un traje negro de buena calidad irrumpe en el complejo.

Va acompañado de otro hombre, alto y corpulento... se podría decir que parece una especie de guardaespaldas. Éste viene arrastrando a otro hombre, que al parecer está inconsciente. Cuando llega hasta donde te encuentras tú, sienta al hombre en una silla y lo ata con bridas de plástico como las que te mantienen cautiva. Acto seguido le da un par de bofetadas para que despierte y el hombre empieza a recuperar la consciencia.

La paciencia nunca ha sido tu fuerte, n'est pas? -le dice el hombre de edad avanzada al capitán, que parece reconocerle-.

Me despierto al son de los bofetones 

- Con lo bien que íbamos...con lo de la descarga eléctrica y ... van y lo fastidia con un par de tortas mal dadas.

(la cabeza me dolía a horrores, sin duda alguna este tipo de dispositivos de aturdimiento son eficaces, En donde diablos me hallaba? de que se trataba todo esto? una prueba más como en la instrucción? me acorde de ella casi sin quererlo, como llegue a odiar a ese maníaco instructor... que le ibamos ha hacer, era hora de centrarse en el "status quo").

- Me decepciona usted Dr Jürguens!! yo le tenía por hombre de principios, pero raptarme... ha caído usted muy bajo. (fue entonces cuando repare en que no estaba solo en mi cautiverio) espero, digo mirando a la joven, que no se deshonre mas aún. 

Ah! Veo que ya está despierto docteur. Pero permítanme hacer las presentaciones... Dr. Donovan le presento a la Mayor Boyd. A estas alturas se habrán dado cuenta de que no soy quien aparento ser, bien sûr. Dejen que me presente yo también.

Al decir esto, parece tocar algo que lleva escondido en el brazo. Rápidamente la imagen del Dr. Jürgens desaparece y aparece la figura de otra persona.

El hombre, ahora con su aspecto real, os dedica una inquietante mirada...

Pueden llamarme François. Como también habrán adivinado el Capitán Thomas tampoco es Capitán del USAF, aunque bien podría serlo...

Supongo que tendrán muchas preguntas...

 - O por dios, tecnología Stragoth, porque los chicos del área 51 no aprenden a cerrar con llave el almacén? bueno ya hemos visto su truquito de magia, supongo que ahora vendrá la parte difícil. Puedo preguntar si tendré el gusto de ser torturado por agentes del NID o puede que sean uno más de nuestros bien intencionados amigos alienígenas?

A decir verdad la situación no me era nada cómoda, notaba un sudor frío bajar por mi espalda y ya mostraba evidentes síntomas de nerviosismo y, como negarlo, miedo. Con suerte me noquearian antes de empezar hablar de algo importante de verdad. y es que en estas situaciones me pongo hablar sin parar ni, al parecer, instinto de autoconservación.

- No tengo ninguna pregunta. - sentenció mirando a otro lado - Sin embargo, antes de iniciar mi postura oficial frente a un interrogatorio, - retomó la palabra fulminando con su mirada al tal François - le diré lo mismo que a su compañero. - tomó aire un instante para que el hilo de voz sonase como pretendía que lo hiciese, amenazante - Les mataré por esto.

Observó al doctor Donovan, lo había visto alguna vez en el complejo Cheyenne, aunque no tenía el placer de conocerlo personalmente, al parecer cuando se ponía nervioso tenía la lengua suelta; sin mediar palabra le hizo un gesto de negación, acompañado de una mirada de reproche y, volvió a mirar a los hombres que los retenían.

- Mayor Nicole Anne Boyd; - relató con firmeza - identificación, charlie, nueve, cuatro, cuatro, cero, seis, tres, omega. - continuó ladeando la cabeza levemente - Oficial de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos de América. - terminó mirando a su alrededor cuanto pudo.

Oh, no se equivoque, madamme. Los que van a morir son ustedes, pero eso será después... Ahora vamos a disfrutar de su presencia aquí. Calculo que tenemos unas horas antes de que lleguen sus amigos del comando stargate... Me han hecho un favor llamando a la base desde su teléfono, toda esta historia será más creible así, merci...

Je crois que vous n'avez aucunne idée... Vuestra presencia aquí significará la caída del comando Stargate... ¿Sorprendidos?

Frunció el ceño sin mostrar sentimiento alguno - Mayor Nicole Anne Boyd; - repitió - identificación, charlie, nueve, cuatro, cuatro, cero, seis, tres, omega. - sonrió levemente - Oficial de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos de América.

 - Ho si que interesante... "la caída del comando Stargate" Ho la la. deje de lado esta monserga fanfarrona, no le va nada el estilo de villano intrigante, pero claro des de su punto de vista es usted el héroe, el libertador... el patriota? 

Pudiera ser que la situación fuera desesperada, pero al menos había una mayor para apoyarme, apoyo moral quizas pues estando atada...bueno habra que pensar enalgo. quien pudiera ser el Dr Jackson, con su suerte a estas horas ya se habrían cambiado las tornas.

Oh! No me confunda Dr. Donovan, je ne suis pas un super villain. Sólo soy un hombre pragmático, algunos dicen a veces que soy demasiado frío, incluso para ser el malo... -dice mientras ríe a carcajada limpia-.

No me malinterprete, no estoy aquí por gusto... de hecho, vuestro planeta me repugna, pero por ahora me sirve... ¿Ve como soy pragmático? De hecho, sólo espero que llegue alguien más, para poder terminar la fiesta...

Él -dice señalando al Capitán Thomas- es más retorcido. Como ven también había preparado su fiesta particular -dice señalando las jeringuillas-.

Pero, antes de irnos, me gustaría que vieran algo...

Se gira hacia la ventana y con la mano hace un gesto para que miren a través de la ventana.

Oh, excusez-moi. No pueden ver desde esa distancia...

Thomas os acerca hacia la ventana no sin antes acariciar el cabello de la Mayor...

Ven... Son ustedes. Cuando el grupo de rescate llegue les intentará salvar a ustedes, con la salvedad que no serán ustedes. En ese momento se activará un dispositivo que hará explotar todo el edificio. Y se preguntarán... ¿por qué demonios va a cerrar eso el complejo Stargate? Este enigma se lo dejo para sus brillantes mentes...

Podéis ver como dos mujeres y un hombre están sentados en la planta superior del almacén. Están atados a una silla exactamente igual que vosotros y... tienen la misma apariencia. Sin duda han utilizado la misma tecnología que habéis visto antes...

Apartó la cabeza a un lado tratando de evitar que aquel hombre la tocase. Miró la zona de almacenaje, observando a las dos mujeres y el hombre que estaban atados; una aparentaba ser ella. No terminaba de comprender el plan de aquel hombre, en apariencia pretendían sustituirlos por aquellos dobles. Pero no entendía para que; podrían haber escogido a otros, había cientos de personas mas importantes y poderosas que ella y aquel arqueólogo. A la otra mujer no la reconocía, pero sus galones eran de teniente, así que tampoco era nadie importante.

Se mantuvo en silencio, observando a su alrededor, su mente trabajaba lo mas rápido posible; buscando alguna ventaja que les diese la posibilidad de escapar de allí.

- JAJAJAJA, o sea que se ha tomado la molestia de cruzar la galaxia, llamar a nuestra puerta y urdir esta estratagema de encubrimiento, todo ello... en pos del pragmatismo.

Así que no estan aqui solo por la información que puedan sacarnos, también pretenden suplantar a miembros del comando, por suerte había un buen sistema de seguridad, esperemos que no hayan escarbado tan hondo como nos pretenden hacer creer. De todos modos ya han estado dentro de la base ho sea que hay que tomarlos en serio. 

- Digame pues, señor françois, que original plan tiene en mente, y espero que sea mas sutil que su nombre falso y ya puestos que su acento francés, ne pas induire en erreur ou à un enfant. 

la mesa cercana me pone de los nervios, no es que le tenga miedo a las ajugas, pero los viales de colores ya son otro cantar.