Partida Rol por web

El brazo de Erik es fuerte y aunque estoy agarrado a la mesa siento como empiezo a doblar el brazo mas de lo que me gustaría, en un momento mi mano choca contra la tabla de la mesa. - Dita sea. Digo mientras empiezo a masajearme el brazo ahora dolorido. - Por ahora eres el campeón Bruskotter, trae ese agua ¿Jankovic? ... como perdedor, no merezco ni una  mísera cerveza. Tras un trago de agua, vuelvo a sonreír. - Ha sido una buena competición, a nuestro regreso, tendré que fortalecer los biceps. 

Miro a nuestro joven compañero y recuerdo el tiempo en que yo mismo había sido tan joven e inexperto como él, había que mantener vivo a ese muchacho. - Lo mas seguro es que nos descargen en el planeta y los bichos se lancen con ganas contra nosotros, ahí es donde tenemos que darles lo suyo antes de que se metan al cuerpo a cuerpo, entonces amigo mío esquiva. Hablaba de un caso hipotético, pues recordaba lo que nos habían explicado sobre Klendathu y lo que habían tenido que hacer nuestros camaradas de armas para sobrevivir. - Tras eso, un rápido paseo de vuelta a la nave y a degustar esa botella de vodka.

-Saludos soldados os apetece practicar antes de pedir el equipo?- dice adentrándose en la sala de entrenamiento - Supongo que puedo explicaros un par de cosas sobre como disparar eso- dice refiriéndose a la morita que sostiene el infante 

A mí tampoco me vendrá mal recordar los principios básicos...piensa armándose con una Morita TW-203-a y encarándola mostrando el dorso a los nuevos examinándola de un modo familiar por todos lados.

-En realidad no es tan complicado. El sistema de disparo tiene tres posiciones, Sencillo: disparas un proyectil en una sola acción de ataque. Semiautomatico: disparas uno por ataque (2 por ataque con Double Tap) y mi especial recomendado si te encuentras manteniendo la posición, el automático: diez balas por ráfaga en un ángulo de 60 grados (5 con Burst Fire). Si os veis amenazados por un gran número de bichos no dudéis en vaciar el cargador. La munición puede volver a solicitarse en la armería pero si alguno de esos bichos se os planta delante...bueno, mejor no llegar a ese punto- A continuación introduce un cargador de 30 balas y arma la morita.

-Para ello el fuego supresivo o de contención es nuestra mejor arma..Funciona igual que el fuego automático. Eso te ocupará un ataque completo pero hay una posibilidad de que los bichos impactados se queden paralizados en el sitio retrasando su avance. Lo que permitirá seguir disparándoles.-

Mientras examina el arma recuerda que en cualquier caso lo dicho siempre puede verse truncado si el casquillo de una bala ha quedado mal colocado cuando el arma expulsaba las vainas.

-Afortunadamente a mi nunca se me encasquilló ningún arma pero en el caso de que os ocurriera no os pongáis nerviosos y tratad de desencasquillara lo antes posible. Hacerlo rápido puede permitiros seguir combatiendo (1 acción de movimiento, Repair dificultad 15) pero hacerlo seguro suele tener mejores probabilidades de éxito (2 acciones de movimiento, Repair dificultad 10). Supongo que si no corres un gran peligro siempre es mejor hacer bien las cosas a cagarla por querer ser más rápido, ahí os lo dejo dependiendo de lo buenos que seáis reparando cacharos-

-Bueno, ahí vamos. Coges aire lo retienes y...- Dicho esto efectúa una simple ráfaga automática sobre la diana.

-Pues hay que joderse. El daño que recibirá la cucaracha siempre más alto cuantas más balas le impacten. Por ello no abráis fuego si el enemigo se encuentra a más de 125 ft. Pasado el rango las balas no hacen tanto daño (-2 al ataque) y así exponencialmente (-4, -6...) hasta que solo conseguiréis gastar una munición muy valiosa.-

- AH! - Erik con la cara roja del esfuerzo consigue empujar el brazo de Tony hasta la madera. - Maldita seas, tienes más fuerza que un toro, un poco más y me saltan las venas.- Dice sonriendo - No te preocupes seguro que consigues que te tenga que pagar la ronda, aunque no pienso ponértelo fácil. - Sonríe pero no echa el trago al agua. Aún no era momento de saborear aquella bebida del infierno, lo reservaba para cuando estaba rodeado de bichos. - Tu tranquilo Sydney, seguro que nos mandan a un infierno lleno de bichos, pero no te preocupes la flota vigilará desde el cielo. - Dice con una mueca, aquellos de la flota no sabían lo que había fuera de sus navecitas. Mira alrededor - maldita sea, no veo a casi nadie de nuestra unidad, están todos los tuyos ahí Tony, estaría bien conocer las caras de los que tienen que cubrir nuestro culo verdad? 

Al entrar el oficial, todos se ponen de pie incluyendo a Erik, luego se sienta al ver que sólo les están haciendo un recordatorio de los rifles. El infante había visto algunas demostraciones previamente por lo que sólo fingió escucharlas. 

Ginebra fue de los primeros en presentarse en la zona de solicitudes, corria el "rumor" de que el material era bastante limitado y el echo de ser la unica nave en la zona, aun reforzaba mas la paranoia de los infantes.

Asi que directamente fue a ver la pantalla de inventario y empezo a buscar la TW-99-S sin exito asi que paso a la siguiente opcion, el 408...tampoco sin existencias....la cosa no pintaba demasiado bien...ademas la asignacion para coger la bandolera y cargadores suficientes....digamos que era lamentable...asi que se aparto y empezo a divagar que era mejor llevarse...

con el saludo de martes, miro al grupo que se está formando, reconocia algunos nombre, pero no a todos, solo a trizie por su marauder y puede que al de comunicaciones, "Una pregunta, ¿quienes están en el grupo Beta?" pregunto en alto, así por lo menos sería mas fácil distinguir a mi grupo del otro, por lo menos antes de entrar en la sala de entrenamiento.

Bueno, bueno, ya tendremos oportunidad de demostrar quien es mejor piloto de los de aquí presentes- responde ante la pulla amistosa de Martes. A decir verdad, durante el tiempo que llevaban juntos, siempre había existido una sana competición de quien era mejor piloto, una competición que nunca ponía en peligro ninguna misión, pero que siempre sacaban a colación cuando tenían oportunidad de ello.

Tras esto, hace un gesto con la cabeza en señal de saludo a Sam- un placer conocerte. Nos habremos visto pero no hemos hablado mucho. Es un gusto tenerte en mi escuadra.  

Martes señaló uno a uno a los integrantes presentes de Beta cuando Yu preguntó - Adriana es nuestra médica - dijo apoyando una mano en su hombro. - Jens nuestro tirador - señaló al alemán - Daught es nuestro explorador, el de pelo negro - dijo señalando la mesa donde los dos Pathfinders acababan de pulsear - aún no he visto a Vinter y a su perro. - buscó con la mirada nuevamente y meneó la cabeza con gesto de preocupación al no verlo. - Y luego estamos tu y yo, y ese es hasta nuevo aviso todo el equipo.

Apuró de un trago el resto de su cerveza y se levantó del taburete - En fin, hora de ir a buscar el equipo, nos vemos en la sala de informes para el Briefing. Cassius, prepara el contador de bichos. - saludó en general y se dirigió a la armería para asegurar el equipo para la misión.

¡Lamento la demora, Sargento Friday!-Dijo Jack mientras entraba apresuradamente a la cafetería y se cuadraba para saludar al Sargento, quien comenzaba a retirarse a la Armería.-He sido asignado a Beta como técnico de comunicaciones, mi nombre es Jack Heyter, "Vic" si lo prefiere Sargento-Dijo mientras mantenía el saludo.

Jack aún parecía recien levantado, el uniforme impecable pero su rostro revelaba que no podía tener más de diez minutos despierto. Si bien Jack era eficiente y sabía hacer su trabajo, también dejaba algunas cosas de último momento -¡bah!, tengo otros diez minutos antes de comenzar-solía decirse, cosa que ya lo había metido en problemas antes-Funciono mejor bajo presión-era su excusa, o mantra si se lo preguntabas a él. En este momento sabía que podía haber metido la pata hasta el fondo, así que esperaba que el Sargento Friday siguiera de buen humor o que al menos no estuviese de humor para sanciones ahora que estaban a punto de enbarcarse a una misión.
-Es la última vez que me confío en medio de una licencia-Pensaba para si, aunque lo más seguro es que lo volvería a hacer si regresaba vivo-, si todo sale bien prometo no volver a confiarme y dormir a tiempo.

FIN MISION 1 y 2 . Los 2 grupos consiguen su objetivos y tienen derecho a reunirse  solicitar equipoen base a sus puntos de experiencia acumulados 

-Fiestacaaaaaa

Grito uno de ellos y es verdad que lo habian conseguido , en un camping en mitad de un agreste planeta, los heroes de la federacion volvian a reunirse por instrucciones nuevas y nuevas misiones, pero antes tenian derecho a un merecido descanso, lamentablemente los jefes al mando , sustrajeron los equipos de altisima tecnologia como los marauders dejando a sus condutores huerfanos, en su lugar les dieron una version mas pequeññas de este , ya que su fuego estaba malaprovecado en este sector o almenos en estas misiones, , pero tal vez mas tarde se lo fueran a encontrar

En su lugar dieron elementos reccreativos , cartas de familiares, musica una fogata y un bidon entero de aguardiente de planeta Pi como compensacion , mas una buena fista de bienvenida , hasta la proxima mision que llegara y juntos festejaron con alchol la victoria , ademas promocionados y mas cerca de conseguir la ciudadania, tuvieron armamento nuevo que al ascender tenian mas derecho como buenos soldados recomendados , aumentando sus solicitudes 

- ¡¡¡¡¡Siiiiiii!!!!!... - la palabra fiesta le encantaba, en esta vida no todo era pelear o estudiar estrategias, debían haber tiempos para el disfrute, o eso o acabarían todos con los niveles de moral por los suelos. No había alma que deseara soledad en todo momento, de lo contrario más le valía que un bicho lo reventara.

No era una nave, ni un gran salón, un triste camping tirado en el culo del mundo, pero qué más daba, ¿acaso iban a perder la posibilidad de relajarse?

Los equipos tecnológicos fueron retirados, pero Sam no deseaba nada de eso, habían recreativos, música y el calor del fuego, aunque su foco de atención lo llevó el bidón de aguardiente, se sirvió una copa y la bebió, estaba fuerte como el demonio, pero dejaba un regusto agradable cuando pasaba un rato.

- Oh no me lo puedo creer, tienen balones, palos de hockey, y hasta una máquina de pinball.... Joder así da gusto matar bichos... - comenta ella animándose por una vez, mientras daba otro sorbo a su bebida. Oteó quienes estaban alrededor de la fogata leyendo cartas. Ella no tenía a nadie que le escribiera, era una pérdida de tiempo acercarse a comprobarlo, lo sabía.

Erik dejó el equipo de batalla y se acercó a por una buena copa de aguardiente que la federación les daba como compensación. - Disfrutad de lo ofrecido señoritas, si nos dan tanto es que nos quieren enviar al infierno después. - Por desgracia decía lo que pensaba, la federación les iba a enviar a limpiar túneles más que a reconocer terrenos. No se le ocurría algo más peligroso que buscar al cerebro por los túneles infestos de bichos. 

El otro equipo también se unió a la fiesta. - Me alegro de veros, escuchamos que os fue bien en vuestra zona, Tony espero que hayas contado cuantos has matado. No puedo dejarte ganar. - Comenta mientras le pasa un vaso lleno de alcohol al otro pathfinder. - No ha habido bajas y eso es lo importante. - añade tristemente mientras vacía su copa, estaba demasiado acostumbrado a ver a compañeros caer bajo las garras de bichos. - Vamos quién se anima a echar una partida, no vamos a dejar estas gangas pudrirse en el suelo verdad? 

¡Ya estaban en la base! Había sido un visto y no visto, tal y como lo previeron los especialistas. Sólo que esta vez no hubo imprevistos y todo fue bien. Misión cumplida y 0 bajas. Además, Adriana no tuvo que curar ni siquiera un rasguño. Una misión perfecta.

Ahora tocaba relajarse. Tras la información nueva que tenían, lucharían contra los bichos en poco tiempo, y vuelta a empezar con todo otra vez. Esperaba que fuese igual que en esta ocasión.

Antes de ir a la sala de reunión, la médico limpió y entregó el equipo sobrante en la furrielería e hizo lo propio con el suyo. Luego se duchó, se arregló y se vistió con un mimeta limpio. Ante todo, coqueta.

Ya en la sala vio que sólo había gente del Grupo Alpha, así que se acercó con intención de saber cómo les había ido:

—¡Hola niños!—dijo efusivamente—Ya me han dicho que todos vivos, ¿no? ¿Cómo os fue contra los bichejos?

La misión había acabado y habíamos vuelto con el soldado perdido, lo cual significaba que ibamos a vivir otro día, ahora tocaba una fiesta, y para nuestra desgracia, habían quitado los marauder, lo cual no era bueno, ya que esto significaba que no ibamos a tener una potencia de fuego muy importante, aunque tampoco es que nos hayamos encontrado con algo que sea especialmente peligroso, pero ahora tocaba relajarme un poco y beber algo y descansar, para luego ponerme a arreglar y revisar todo el equipo para saber que estaba todo en su sitio y no había nada que no fuera funcional.

por otra parte escucho las palabras de fondo de Erik, el explorador tenía razón, si esto no lo daban es porque tarde o temprano nos iban a mandar a una misión suicida, aunque ya sabíamos a lo que nos uniamós, ya sea por la ciudadanía o los beneficios de esta.

Una vez acabado el combate, Mart aseguró la zona mientras recuperaban al soldado Sanchez y lo llevaban al vehículo, y después escoltó al vehículo sin incidencias hasta el punto de extracción, sólo para verlo convertido en zona de desembarco.

En el tiempo que a ellos les había tomado recuperar a un soldado, la SICOM había armado un campamento provisional que, si todo marchaba bien para los altos mandos, se terminaría convirtiendo en base temporaria y finalmente en cuartel general para la campaña... claro, si no la habían pifiado y lo habían montado sobre un nido. Desde fuera se veía todo como un gran hangar, algo que serviría para mantener la atmósfera venenosa fuera del complejo, pero sabía que dentro habría varias carpas con funciones específicas.

El paquete de datos que había llegado a su cabina cuando ya tenían a la vista las estructuras del campamento le hicieron fruncir el ceño, al menos habían tenido la decencia de dejarles un par de horas de D&R antes de lanzarlos a las fauces del enemigo, algo que él tenía muy claro que aprovecharía al máximo.

Cuando llegaron se encargó de controlar que cada uno de sus hombres y mujeres entregara su equipo, acompañó a Sanchez a la enfermería para que lo controlaran antes de que lo interrogaran los de arriba. Luego dió su reporte al oficial al mando, mision límpia, sin bajas, nivel de enfrentamiento ligero y todos los objetivos cumplidos, y tras entregar su equipo y tomar del compartimiento de carga de Mort su macuto se fue para las duchas. Ya se encargarían los techs de pintar las nuevas bajas en el lateral de la cabina junto a su nombre.

Dejó que el agua arrastrara el sudor del combate y relajara sus músculos, muchos creían que al ir sentado en una cabina su trabajo era sencillo y que no la pasaba tan mal como los soldados en tierra. Todo aquel que pensaba eso se desengañaba la primera vez que subía a la cabina, descubran que el Marauder funcionaba como una extensión del piloto y que era necesario un estado físico excepcional para poder sacarle buen partido. Como resultado uno salía de la cabina exhausto, con los músculos hechos tan papilla como los de cualquier soldado en el terreno, afortunadamente la misión había sido corta.

Se vistió con el pantalón del uniforme de fajina y los borceguíes reglamentarios, pero su camisa de estilo hawaiano iba abierta, dejando ver su cuerpo trabajado y sus tatuajes. Cuando entró en el recinto donde habían puesto la barra y los recreativos sonrió de oreja a oreja, SICOM podía llevarlos al borde de la muerte, pero al menos sabía como compensarlos. Se acercó al bidón de aguardiente y se sirvió un vaso, recorriendo el recinto con la mirada mientras daba sorbos al mismo. Luego se acercó al equipo de música, puso algo de rock'n roll de los 70's y se acercó a la zona libre alrededor de la fogata. - ¿Quien quiere empezar con la tanda de baile? ¿Alguna dama quiere acompañar a este caballero a "mover el esqueleto"? - dijo lanzando el desafío mientras empezaba con unos pasos ligeros y bien coordinados. - Caballeros, no sean tímidos y salgan a la pista.

El grupo había trabajado bien, bastante bien a decir verdad, aunque algunos no hubiesen funcionado tan bien como me hubiese gustado nada mas descendimos al planeta, muchos deberían replantearse si querían seguir sirviendo en el ejercito o volver a ser un simple civil. Una vez dejo las municiones sobrantes en la tienda de suministros, me dirijo a paso ligero a las duchas, aun tenía el sabor de la arena en la boca y la sensación de estarla masticando.  Cunado el olor a combustible quemado, la pólvora, sangre y carne de insecto al fin abandonan mi cuerpo, vuelvo a enfundarme en el mono de combate y se que al fin estoy listo para dirigirme a la zona de asueto. 

Las miembros de las compañías ya trastean entre los bidones de bebidas, y los juegos que el mando a tenido a bien a proveernos, me acerco a Bruskotter para hacerme con unos de esos brebajes y para ver quien ha sido el afortunado esta vez. - Bien sabes Erik, que cuando al soldado le dan de comer, o le han jodido o le van a joder ... creo que nosotros estamos entre medias de las dos. Levanto la mano señalando un cuatro con los dedos. - Esos son los que me llevo, el sargento no nos dejó muchos mas. ¿Como se os dio a vosotros?. Bajando un poco la voz. - Se portaron bien los novatos. 

Todo aquello no tenía lógica para Jericó. Les habían detenido en su inicio de marcha de reconocimiento para indicarles que tendrían un vehículo y algo más de material y tras eso una espera para que montaran una pequeña base operativa desde la que desarrollar las misiones. Cojonudo. Su fe en el espíritu de la federación en esos momentos le decía que debería solicitar informar de todo aquello, pues era algo totalmente contraproducente y sin duda alguna, una cagada de algún mando intermedio indeciso y que la cagaría. Cosas como aquella daban muy mala publicidad. Los allí presentes no eran novatos recién salidos de la academia precisamente.

Observó como Friday organizó rápidamente a los suyos con sus equipos, aunque todos tenían bastante claro lo que hacer y se dispuso a hacer lo propio con su material -joder, la asignación de cadena de mando de esta misión parece que va a ser permanente- pensó mientras dejaba atrás todo los pertrechos de guerra. Aprovechó también para dar su código de acceso del SICOM, si aquello se alargaba, sin duda alguna sus compañeros necesitarían del servicio postal para recibir su correo y tal vez algún paquete que otro.

En cuanto se aseó y comió algo volvió a solicitar su arma y su equipo para tenerlo todo dispuesto y organizado y se dirigió hacia la zona de recreo. Se paró en la zona de acceso, observando a los allí presentes sin comprender muy bien lo que veía. Alcohol, divertimentos, música...

Avanzó hacia el grupo en silencio y permaneció allí observando, con una botella de agua en la mano para hidratarse, cosa muy necesaria cuando se va enfundado en una armadura por mucho que regule la temperatura. Observó como su cabo asignado bebía y comentaba con alegría sobre la lucha que acababan de tener. También observó otra vez a Friday con una camisa de personal. Jericó no tenía objetos personales en su equipaje, la federación le daba todo lo necesario, el resto no lo veía así.

-Aquí están...los guerreros de la humanidad-pensó con tristeza.

Sam estaba observando las variantes de juego que les habían proporcionado para su divertimento, aún no se había decidido a qué iba a jugar, escuchando en ese momento al Cabo Bruskotter para animar a que los soldados se decidieran. La mujer estuvo a punto de coger un balón de rugby cuando escuchó una oferta tentadora.... Bailar...

Ella no sabía bailar, de hecho no tenía ni idea de cómo hacer un par de movimientos coordinados, pero... ¿qué diablos?... No tenía sentido del ridículo, quería desconectar, reír y olvidar que cada día se jugaba el pellejo por un objetivo que para su gusto, estaba desorbitadamente lejos, y aunque cada paso debía animarle, era consciente de que el día menos pensado podría dejar de ver la luz. Luchaba cuando correspondía, pero también iba a divertirse, y a lo loco, en las pocas oportunidades que les brindaban.

- ¿Bailar dices?.... ¡Soy experta!.... - No, lo que tenía era muy poca vergüenza -....Señor Friday, va usted a experimentar lo que es "mover el esqueleto" de una manera única y original... Si no puede seguirme..., siempre puede imitarme.... - le coge de la mano y tira de él, casi sin darle tiempo a que pudiera negarse, cierto grado de ímpetu había en su interior -....¡Y hágame el favor, cabo!...¡Sáquese el palo del trasero!....¡Nunca hemos salido del infierno!... - oh estaba deseando decirle eso, era tan negativo... Al menos eso sí, respetaba una cosa de él, cuando erraba lo reconocía sin interponer el orgullo, al menos antes lo había demostrado.

Sam giró sobre sí misma sin soltar la mano de Mart, y él ya podría comprobar que el equilibrio de la joven distaba mucho a ser profesional. Iba a hacer el idiota con ganas, y no porque ella lo fuera, si no porque la moral de sus compañeros no parecía ser la mejor, si la existencia de aquellos dos escuadrones había sido óptima hasta la fecha, en cualquier momento la suerte podría cambiar e ir contra ellos. Morir en aquel planeta inhóspito podía ser un hecho, haber aprovechado bien una vida, era cuestión de inteligencia.

La mujer comenzó a bailar, obviamente de manera arrítmica, con nada de sensualidad y pisando en un par de ocasiones a su pareja de baile, del cual debía reconocer, tenía un estilazo espectacular, pero a ella se la veía motivada, excesivamente -... ¡¡Jefe parece que no me sigue el ritmo!!!... - y encima le retaba, ya dependía del sentido del humor de Mart seguirle el juego o cambiar de pareja de baile por alguien más... normal...

Y justo entonces la muchacha efectuó los siguientes pasos, saltando posteriormente sobre su pareja de baile, al más puro estilo "cómo desgraciar un rock and roll"

Cassius se mantenía observando con suma tranquilidad aquel espectáculo. Este tipo de situaciones eran buenos para los soldados. Un poco de descanso, relax y hacer el bobo para quitarse el estrés del combate. Desde luego. La tropa agradecía esos momentos. 

Vio como Sam comenzaba a hacer un intento de baile y sonrió al ver sus molineros:

Sam- le gritó- espero que se te de mejor matar bichos que bailar. 

Mart se adaptó rápidamente al estilo "descontracturado" de baile de Sam, sabía que no conseguiría nada intentando hacerla seguir los pasos estipulados. Lo importante era pasarla bién y hacer el idiota en la pista de baile era una forma tan buena como cualquiera... además de que las botas de combate absorbían muy bien los pisotones. - Vamos Cassius, todos sabemos que lo de Sam son las máquinas, no critiques lo que no haces. - le respondió a su amigo haciéndole señas para que saliera a la pista

- Tu ritmo es particular... mente difícil de seguir, pero me gusta tu estilo - dijo intentando imitar sus pasos, y lo que siguió podría haber terminado en desastre de no ser por los reflejos del piloto.

Cuando Sam saltó hacia él, la recibió en sus brazos instintivamente y su cuerpo aguantó la embestida inicial, retrocediendo unos pasos pero manteniendo la vertical. Recordaba haber visto el paso en alguna holocinta vieja e intentó recrearlo, sin embargo la falta de coordinación entre ambos terminó en una especie de trompo tras intentar el primer despegue de caderas.

Dos giros más tarde Mart reía a carcajadas de espaldas en el piso con una Sam aún abrazada contra su pecho. - Definitivamente me gusta tu estilo Sam ¿Seguimos? - dijo aflojando los brazos para permitirle levantarse, pero sin soltarla del  todo.