Partida Rol por web

Se recoloca para dejarle vía libre a sus senos, disfrutando de sus atenciones, sus pezones reaccionan a ella como se esperaba, endureciéndose y empequeñeciéndose deliciosamente.

-¿Todos los días?- pregunta, con un temblor en la voz que oculta con una sonrisa. Ahí estaba otra vez...esa loca idea, dando vueltas a su cabeza, amenazando con marearla...-Entonces nunca trabajaríamos...jeje- le dice medio en broma, decidiendo disfrazar de humor, tal y como había hecho ella, su revelador comentario. O puede que no tanto, tal vez se estaba montando castillos en el aire...tampoco era el momento ahora de pensar en eso.

La petición de Michelle aleja esas ideas de su mente y su sonrisa se ensancha, toma sus mejillas con ambas manos para elevarla y besarla:

-Me encanta la idea, me encantas...confía en mí, es genial...yo te ayudo ¿si? Muy suave...- le promete mientras se recoloca para incorporarse junto a ella, empieza a preparar otro plug, una colita blanca...sonríe y le acerca una copa de vino- Tranquila...relajate...- y para apoyar sus palabras empieza a acariciar su trasero, a besarlo, a sobarlo, la toca poniéndose de rodillas tras ella...y luego se lo introduce suavemente, muy despacio, usando el lubricante natural, lo coloca en su sitio- Ya está...¿estás bien?

Tu amante rubia se bebe de un trago largo el vino que le ofreces. Tan deprisa que le cae por las comisuras de la boca. Riéndose, te besa, nerviosa. No puede ocultarlo ni quiere, es muy evidente y sería tonto que lo hiciese. -Trabajar y follar, trabajar y follar, trabajar y follar -repite, igual que un mantra, sonriente, mirándote a los ojos -Un equlibrio adecuado, sin pasarse de lo uno ni de lo otro. Jajaja.

Está muy tensa, lo notas. -Espera- Se sienta sobre sus rodillas, desciende sus párpados. Ella misma se masajea y presiona con los dedos en las palmas de las manos y después en las sienes. Un par de minutos de espera, su respiración se relaja, hasta que su pecho apenas se agita más de lo normal. Ella se coloca en posición, y las vas preparando y excitando con tus besos y caricias.

-Bien…Me ha molestado un poco…pero ahora…Es como ponerte zapatos nuevos…Nunca…nunca antes…Lo noto ahí...-Levanta un poco más el culo. Lo cierto es que tú misma te empiezas a poner cachonda de nuevo mientras le introduces el plug y ahora con la visión de su culo y su coño tan expuestos para ti. Y esa cola blanca y graciosa. Es toda una tentación.

-Va…

Y tú le das al uno…

Observa, curiosa como Michelle se prepara, verla haciendose a sí misma uno de sus masajes trae recuerdos a la mente de Alice, no puede evitar estremecerse de placer al recordar su sesión de dolor con ella...se muerde el labio inferior, solo con recordarlo es casi como volver a sentirlo...aunque sólo sea un uno por cierto de todo aquello. Sacude la cabeza, sacándose aquello ahora; no no podía ser, no volvería a pasar y cuanto antes lo aceptase, mejor.

Vuelve al momento presente, suspira y le da al uno mientras sus manos masajean las nalgas de Michelle, se inclina para besar su piel, esta siendo muy delicada, pero se está excitando muchísimo, la erótica del poder, tener el mando...no esperaba despertar estos sentimientos con ella, no así. Pero está bien, es agradable y nuevo...todo controlado.

-¿Qué tal...? Si es muy desagradable lo paramos ¿vale? Tu me dices...- y su mano se desliza entre sus piernas y alcanza su sexo expuesto, comienza a frotarlo por fuera suavemente, delicadamente.

Level tres. Alice pulsa el botón sin dudarlo, ella misma está sudando y poniéndose muy húmeda pero no se distrae... ahora está disfrutando solo con ver a Michelle así...tan entregada, tan embriagada por el placer. 

La morena no ceja en su empeño con sus dedos pero no va demasiado rápido, no quiere que la rubia se corra antes de llegar al nivel cinco, va captando sus estremecimientos, sus jadeos...va calibrando para no darle todo de golpe ni quedarse corta. Es realmente excitante para Alice llevar así el control de la situación...otra novedad en sus fetiches...¿Cómo podría gustarle tanto tener el control y a la vez, perderlo? O más que perderlo...entregarlo. No importa...se sentía bien, más que bien...

En ningún momento deja de cubrir todo el trasero y la baja espalda de Michelle con besos, lamidas e incluso suaves mordiscos...pero nota crecer algo en su interior, una necesidad de más...se muerde el labio inferior y mira al techo para controlarlo...su brazo libre rodea la cadera de su amante, sosteniéndola para que no se caiga por flojera en las rodillas y aumenta un poco el ritmo de la masturbación, penetrándola ya con dos dedos.

La escena, más allá de tu excitación, de tu asombro, de tu satisfacción por el goce de Michelle, te fascina. Te maravilla el control que ejerces en el placer de ella.  La dosificación a tu voluntad de tus caricias, de tus besos, de tu masaje suave, incluso el control sobre tus propios instintos, el conocimiento del cuerpo de Michelle, el grado y signifcado de cada uno de los estremecimientos de su cuerpo. La tienes poseida te dices a ti misma, podrías acelerar o dismininur tus ataques...

La penetras. Recuerdas, o no, la confesión de la mala experiencia por detrás en su juventud de la rubia, pero esto es diferente. Se está derritiendo ante tus ojos. También la revelación de que no le iba demasiado la penetración, sino sobre todo el sexo oral, sin embargo se acompasa sus caderas a tus delicados movimientos. 

Y subes al cuatro. La sensibilidad se intensifica en ese nivel, lo sabes por descontado. A Michelle se le escapa un agudo gemido, y después la escuchas jadear y sollozar y gemir como nunca antes. Su garganta no cesa de emitir pequeños grititos de placer.

Te sientes completamente húmeda por el sudor y lo que no es el sudor.

Level cuatro.

La morena vibra de emoción, a duras penas evita dejarse llevar, su instinto le pide pasar todas la líneas, darle algunas cachetadas, morder más fuerte, arañar y penetrar con violencia. Aprieta los dientes y sabe que no puede hacer eso...pero la disyuntiva va a acabar con ella. Tiene que cambiar de posición para dejar de verlo así...se sentía demasiado elevada, demasiado poderosa desde ahí atrás...no la estaba sodomizando pero lo parecía. 

Level cinco...y con ello, Alice saca la mano del interior de Michelle, pero solo un momento, el tiempo justo que necesita para cambiar de postura y situarse bajo ella, sujeta con ambas manos su cadera y empieza a devorar su sexo con ferocidad e incluso con algo de desesperada violencia contenida...ahora sí la estaba llevando al clímax, dándoselo todo, al máximo, ahora ya no sentía poder sobre ella, no iba a volver a tocar el mando, ahora solo...volvía a ser sólo Alice adorando a la mujer de la que, probablemente...se estuviera enamorando.

-Q...Qué...Q...me...haceees...Alice…
Nivel 5 y tus atenciones, quiebran por dentro a Michelle. Fragmentan su razón en miríadas de puntos de luz y placer. La descarga eléctrica que tú conoces bien, recorre su sistema nervioso, a ella, que domina sus secretos con detalle.
Grita desesperada cayendo al abismo de frenesí que has abierto para su deleite.
No sabes cuánto le dura esa tempestad de gemidos, convulsiones y temblores. Tan excitada estás que te tocas y es inmediato tu nuevo y alucinante orgasmo.  

Te has podido controlar. Has estado al límite. Y has disfrutado mucho. Apagas el plug. Te tumbas a su lado, casi temerosa de que le haya dado un yuyu. 
-Abrázame.

Alice también tiembla...de excitación, de miedo...en sus ojos hay preocupación cuando ve a Michelle derrumbarse de esa manera...pero también una supina excitación que acaba en sus manos cobrando vida propia y acudiendo a su fuente del placer para rematar la tarea. A su manera, acompaña a Michelle en su orgasmo y, agotada por la tensión, la pasión y el autocontrol que ha tenido que ejercer sobre sí misma, acude sobre la rubia casi antes de que ésta reclame su atención...

En silencio, la cubre de besos, le saca el plug delicadamente y deja ambos a los pies de la cama...dos colitas, una blanca y otra negra, como el yin y el yang. Y finalmente se recuesta con ella, la abraza dulcemente y besa sus cabellos al tiempo que se las arregla para echar las sábanas sobre ellas.

-Aquí estoy...deja que te tape, no deberíamos quedarnos frías...- musita cuando logra cubrir sus cuerpos- ¿Cómo estas...? ¿Bien...?- pregunta, dubitativa...casi temiendo una respuesta negativa.

Michelle tarda en responderte. Sospechas que se ha podido dormir. Pero no.
-Estoy muy bien, Alice.- susurra. Ahora toma tu mano y besa sus dedos.- Se puede alcanzar y sentir este placer, ahí, con los masajes. Pero no la felicidad de haber compartido esto contigo. -besa de nuevo las yemas de tus dedos y se acurruca en tu joven y escultural cuerpo.
-Extrañamente avergonzada de haber disfrutado tantísimo. -confiesa después de una larga pausa- Avergonzada...de las ganas que tengo de repetir -una risa curiosamente adolescente se filtra entre sus labios. -Me has hecho descubrir algo nuevo... diferente. Singular y...y muy placentero. 
Se gira y une sus labios a los tuyos con esa melosidad característica en ella- Gracias. Buenas noches...gatita. 

Suspira aliviada...cierra los ojos y la besa suave, amorosa...tierna... Acaricia sus cabellos y la envuelve en sus brazos:

-Ni se te ocurra decir gracias...ha sido genial para mi también.- confiesa, encantada, sincera...aleja sus demonios, al menos por esta noche. No sabe si le contará a Michelle lo que ha estado apunto de pasar. No quería mentirle pero...¿para qué contárselo? Tal vez sólo sirviera para que tuviera miedo...se había controlado, había manejado la situación...y había sido espectacular para las dos. Tal vez eso y nada más, fuera lo importante.

-Buenas noches...Michelle.- musita en respuesta a sus ultimas palabras, aprieta su cuerpo contra el de ella y se deja llevar por el agotamiento, acompasa su respiración con la de la rubia. Y se queda plácidamente dormida.

De madrugada te asaltan sueños húmedos, extraños, oscuros. Te ves entre las piernas de Michelle y al principio todo es lujuria y delirio, pero el entorno cambia. Se repite la escena con Robby y Will para de pronto verte con el dildo eyaculando y varios hombres de rodillas mamando de su lluvia, pero las caras estás borrosas, no sabs quienes son. Tú ríes de forma macabra, perversa, Frisbee te acaricia la espalda, los pechos, aquí pierdes el control, lo necesitas, lo deseas. Notas un beso negro, una lengua reptante que entra y penetra al fondo en tu culo. Aparece Brenda que también se arrodilla ante ti para beber de tu sexo. Después, al momento, estás en una cama, a oscuras, atada, amordazada, y Will te folla duro e intenso dentro de tu vagina.

Aparecen y desaparecen rostros conocidos y desconocidos, quizá incluso Sey y Bern, sodomizas a Henry, pero no es un dildo, tienes polla y le rompes el culo y él lo goza. Frisbee te devora tu sexo, ahora de nuevo mujer y, a lo lejos, Michelle, reptando en una cama enorme con su colita de zorro. Ella desaparece y te ves de nuevo follando a Robby…no, ahora es Will…

Te remueves y te abrazas a Michelle, hueles sus pechos, hueles la fragancia a sexo de su cuerpo, y, en sueños y en el mundo real, terminas por correrte en la cama…Despiertas, sudorosa, gozosa de ese orgasmo, temeroso de tus sueños. Tienes hambre, recuerdas que no habéis cenado nada, y decides ir a la cocina a prepararte algo.

¿Qué quieren decir esos sueños, Alice? ¿O, solo son tus fantasías

Con una extraña mezcla entre excitada y asustada, Alice se queda mirando un momento a Michelle para asegurarse que duerme. Cuando se asegura de ello, se le dibuja una tonta sonrisa en la cara y se levanta muy despacio.

¿Qué hora sería? Bua...que hambre...

La morena va hacia la cocina y empieza a prepararse un sándwich frío, no quiere hacer ruido para no despertar a Michelle. Coge también un vaso de agua fría y ¿Porque no? Cubierta sólo con una camiseta sale a la terraza, necesita tomar el aire y enfriar su mente.

¿Que había sido eso ..todo? No creía posible haberse corrido sin tocarse y sin los masajes de Michelle...y sin embargo así había sido y había sido increíble...pero el sueño. El sueño había sido de lo más desconcertante. No es que tuviera miedo pero si estaba... inquieta por lo que había visto y sentido...Will...Henry...Michelle, Robby...Frisbee..uff por el cielo bendito Frisbee ¿Que le había dado aquella motera? Si no habían hablando de eso ni de...bueno de nada en realidad. Traga saliva y come, sumida en sus pensamientos, con la vista fina en el cielo.

La parte en que estaba...en la cama...que fantasía de frustración y de perdida de control...joder, se estaba humedeciendo otra vez ¿Es que su cuerpo no tenía límites?

joder... Se acaba el sándwich, recoge todo y se vuelve dentro...primero comprobaría si Michelle seguía dormida y luego se daría una ducha.

El sándwich que has devorado y la ducha te sientan bien. Son cerca de las seis de la mañana del sábado, Michelle sigue dormida y no te apetece meterte de nuevo en la cama, el agua te ha despejado mucho y te sientes en forma. Tienes otro mensaje nocturno de Frisbee, todo intrrrogantes, ??????? Te comes otro bocadillo, preparas café, y así estás cuando la rubia te abraza por la espalda. Estás desnuda, cálida su piel, tiernos sus besos en tu cuello.

-Qué madrugadora. ¿Me preparas algo? Gracias.

Consulta su iphone.

-No recuerdo si te lo mencioné. Mierda. Lo siento. Tengo comida familiar. Más bien fin de semana de familia. Vuelo a Escocia, a ver a mi madre y mis dos hermanos. Una vez al mes quedamos. Cuando vaya para el aeropuerto te dejo en la pensión o donde quieras. -arruga la boca en una mueca de malestar – De verdad que lo siento. El lunes recuperamos. O el domingo por la noche. Jugamos a las zorritas...[/B- sonríe muy traviesa y muy sensual.

Te mira con cierta intención - [B]¿Qué planes tienes? No, no me lo digas. -rectifica-  Pero se buena, como decía ET.

Fin de semana sin ella, no será el primero, pero...¿qué piensas hacer, Alice? Tienes ganas de Will, sin duda. Pero tu cuerpo te pide desahogo a ese control, te pide dominación, te lo exige casi. Lo notas en la piel que te abrasa por dentro cuando imaginas esas escenas. Y el sueño erótico y surrealista. Como todos los sueños, eso no es nada nuevo ni raro. O Frisbee, ¿desmelenarse con ella?  También tienes pendiente la cita de BDSM. Tal vez…O no hacer nada, relajarte de paseos y punto. ¿Qué decides, Alice?

-Umm me desvelé...- réplica estirándose entre los brazos de Michelle, alza la cabeza y le da un beso entre el cuello y el hueso de la mandíbula. Un gesto tierno y meloso.

-Está bien no te preocupes. ¿Así que tienes familia en Escocia? Que bien ¿Me traerás un souvenir?- pregunta con una mueca inocente mientras se levanta para prepararle un café y un zumo. También prepara tostadas y mantequilla de cacahuete. Mientras tanto ella también revisa sus mensajes. Frisbee...si...Frisbee era lo que necesitaba. Tal vez no estaba siendo muy razonable, seguro que no era una buena idea...pero tenía una necesidad creciendo en ella y su "monstruo" le pedía satisfacerla.

¿Hoy? Tú dirás la hora. Tengo ganas de ti.

-No te preocupes... estaré bien, te lo prometo, me cuidaré.- pretende sonar sincera su sonrisa es confiable aunque...Michelle ya la conocía. Algo tenía en mente.

-No te digo de que me acompañes porque…no solo que mi hermano y hermano son muy atractivos, y temo perderte -bromea- sino que son reuniones estrictamente familiares. Una tradición, solo hermanos y mi madre. Ni los nietos. -sonríe- Tengo una mezcla de sangres.

Desayuna contigo. Parece que también se quedará en pie. Muerde de manera agresiva una tostada -Un souvenir…Te traeré muchas ganas de ti, ¿qué te parece? -Acompaña sus palabras de un beso pasional y encendido.

Se ducha luego, tú recoges la cocina y la casa. Guardas los plugs, riéndote para ti misma, pensando en que te aguardan muchos placeres con esos juguetitos. Transcurre el tiempo, Michelle incluso trabaja un poco, un par de llamadas, tú entretienes mirando noticias y mensajes. Te has decidido y quieres quedar con Frisbee. Pero aquí vas de…¿sumisa?  ¿Piensas rebelarte? La tatuadora no parece alguien a quien le guste someterse.  Es un peligro.

Michelle te deja a la puerta de la pensión. Ya son las diez de la mañana. Menea la cabeza, pensativa. Te besa. Mucho y bien.

-No te pases. Eres mayorcita, Alice. Me…me caes genial y…y lo pasamos muy bien juntas. Tenemos algo, ¿no? Va, corre. Que no llego.

Y te quedas en la pensión, perpleja y con cara de lela.  Pensativa. Con ganas de Frisbee…releyendo tu mensaje. Quien primero te saluda es Brenda, con exaltado optimismo.

-¡Estás viva! Ya no te voy a reconocer. Oye, esta noche salgo con mis colegas, ¿qué dices, te apuntas? Vamos de disco y baile.Me lo tienen que confirmar, bueno

Cara de tonta es poco decir...¿Qué acababa de decir Michelle? ¿"Lo pasamos muy bien"? ¿"Tenemos algo"? Qué mierda significa todo eso...

Significa que no siente nada por ti, como sospechabas. Un capricho, una empleada, una amiga, una amante...Michelle es buena persona, se preocupa por ti...pero ya. Baja de la nube Alice. Deja de perseguir al conejo blanco y mira el lugar donde estás. La vocecilla de su cabeza es tajante, pero su tono es casi condescendiente y amargo, como una madre cuando explica a su hijo a donde fue el perro después de ir al veterinario.

La morena suspira y se queda viendo cómo el coche se aleja...por un lado se siente aliviada de no haber dejado que algunos sentimientos crecieran...por otro...por otro siente que algo se ha roto en ella. Afortunadamente "solo" la ilusión de una niña tonta. 

Es mejor así...

En su mutismo autocompasivo, es asaltada por Brenda que se le echa encima como un huracán y su energía logra arrancar una sonrisa de la cara de la morena.

-Brenda, que susto jaja no se si me apunto, he quedado...-¿le dice con quién?- con Frisbee, bueno le he mandado un mensaje, aún no sé si querrá.- se muerde el labio inferior- Si no me confirma, te digo algo vale ¿hay algo de tarta o dulce que hayas hecho tu? Vengo con muchas ganas de azúcar jaja

Te has quedado muy perpleja con las palabras de la rubia. Las interpretas a la tremenda. ¿Y si te equivocas? ¿Y si tienes razón? ¿No has pensado que tal vez Michelle no quiere, o evita, quedarse colgada de una jovencita? Te queda mucho con ella, si funciona el trabajo y la amistad. En todo caso, ¿no es bueno lo que tenéis?

De pronto, te da un bajón.

-Siempre hay pastel en esta casa, claro. ¡No me ofendas! -la vitalidad y dinamismo de Brenda te sacan de tu ensimismamiento. Brenda, ahí la tienes, esta chica sí sería una buena “esclava”. ¿Qué no haría Brenda si cayese bajo el poder de tu seducción? No…Es Brenda.

El tira y afloja siempre presente.

Te conduce a la cocina. Rose no está, ha salido a comprar. Te parte un gigantesco trozo de tarta de queso -Ya haré otro- afirma, tan risueña.- ¿Con Frisbee? ¿Habéis quedado finalmente? Yo quiero ir. ¿Adónde? O…o quizás no. No se. He salido alguna vez con la gente de Frisbee, y es todo muy loco. Menos mal que conmigo no se pasa. No se, ¿tú qué dices, en qué plan vas tú?

-Umm tarta de queso que delicia...- comenta al probar el primer pedazo y lo saborea gustosa.- Tienes un don, chica, deberías montarte una pastelería...-dice con la boca llena.

No no no...Brenda no. Tiempo había tenido la chica de ver mundo y de acercarse o alejarse de todo lo que quisiera o dejara de querer. Claro que podría seducirla...pero no lo haría porque no podía tratarla como a una conquista más. No sería justo.

Aparta esos pensamientos de su mente, las imágenes estallan en su cerebro, el sueño, Frisbee, Will...la noche con Michelle había sido una pasada, pero ahora quería...necesitaba volver a sentirse pequeña...irresponsable, dejarse hacer...desconectar el cerebro. Que otro tomase las riendas y no pensar...

Vuelve al momento presente, se había quedado embobada. Echa un vistazo al móvil de pasada, por si hubiera entrado algún mensaje.

-Frisbee es...muy alocada...hazme caso, no sería bueno para ti.- le dice, trata de no sonar paternalista- Ya sabes cómo se las gasta y sus amistades, yo me lo pasé muy bien pero fue...como si me atropellara un tren. y se ríe un poco, intentando quitarle hierro al asunto- Si ella no me contesta, me apunto contigo a la disco esta noche. ¿Qué qué plan tengo? Pues no lo se Brenda jaja...yo solo...fluyo por lo que quiero en cada momento. No se que tal me irá pero hasta ahora he tenido bastante suerte.