Partida Rol por web

Sueños de glamour y metal (+18)

1-Dean Green. Escena de inicio

Cargando editor
25/05/2019, 22:38
Jorge

Nada molesto, te obsequia con otra de sus impactantes palmadas.

—¡Tranquilo, este fósil no rinde ante nada! —anuncia sin que puedas notar ya ese tono amargo— Ya cumplí mi sueños de de niño y ahora cumplo los de adulto. Renunciar no es mi consigna y veo que tampoco es la tuya. ¿Sabes Dean? Creo que lo lograrás. Veo muchos muchachos todos los años añorando lo que tú persigues, pero les falta coraje y tú lo tienes de sobra muchacho. ¡No te olvides de mí cuando llegues a la Liga! 

Tras unos pocos saludos extra y varias paradas más, llegáis a la casa de Jorge. Os recibe su mujer, una belleza rubia con un cuerpo tan generoso como el de su marido, que no duda en lanzarse hacia ti y envolverte entre sus curvas. Sable hace un sonidito de envidia y pasa a la casa donde se reúne con Timeoteo, organizando un gran jolgorio. En el ambiente flota el olor de algo asado, algo dulce y algo especiado, tres olores que se combinan para atraer la atención de tu estómago con gran éxito.

Cargando editor
26/05/2019, 10:44
Dean Green

Estoy empezando a temer que me quede alguna marca con esas muestras de afecto. Pero no puedo más que sonreír al percibir que ese deje de amargura se ha ido.

-¡Ah! No lo sé. Aun me asustan muchas cosas. Pero si me detengo… bueno, terminaría mi viaje, mi aventura; y aún es muy pronto para eso.- De todas formas, siento un leve orgullo ante aquel alago.

 

Otro abrazo asfixiante, aunque esta vez por motivos muy diferentes. -En... encantado.- Noto el rubor en mi cara y orejas, cuando Sable se marcha tras obsequiarnos con un gemido de protesta. No obstante, todo pierde importancia cuando noto el olor de la comida, tan delicioso y con un ambiente familiar. Mi estómago se hace notar, anunciándome el deseo por aquellos platillos que aún no he visto; y calentando mi cuerpo ligeramente ante la expectativa de dicha comida.- !Ooh! Huele de maravilla.- No se ni como puedo hablar de lo mucho que se hace la boca agua.

Cargando editor
26/05/2019, 18:21
Director
Sólo para el director

Los dos hijos llegan algo después, cubiertos de polvo negro. Al pareccer etrabajan en una de las minas. La madre los envía a lavarse y va disponiendo los manjares: tortas de maiz, lonchas ddecarne y queso y pastel de frmabuesa y moras. La familia la copleto se arremolina babeando alrededor de los platos, pero ninguno de ellos siquiera los toca. La mirada de la madre es lo bastante intensa para que sepas que es una mala ida.

-Bien, comencemos. Abre las pokeball y aparecen un X y un X. Todos obtienen un asiento y rezan a Arceus. No es la primera vez que lo has visto aunque no es muy común.

Así que... piensas marchar pronto? Es un entrenador pokémon-explica al resto de la familia. Los ojos del pequeño Tim no podrían lucir más fascinados. 

Cargando editor
26/05/2019, 21:01
Jorge

—Gracias. Por favor, toma asiento —dice la mujer.

Jorge comenta que necesita comprobar algo y se retira a su habitación. Entretanto Tim te saluda, contento de volver a verte y después vuelve a jugar con Sable y su Taillow. Poco a poco la mesa se va cubriendo de manjares humeantes: tortas de maíz, pan recién horneado, rosbif y dos pasteles, uno de queso y otro de moras y frambuesas. Como invocados por el banquete, los hijos no tardan en aparecer, presentándose como Antonio y Gabriel respectivamente. Son tan altos y fuertes como su padre y aunque parecen simpáticos se les nota el cansancio y apenas hablan. Vienen cubiertos de hollín y ante la amenazadora mirada de su madre se excusan para ir a lavarse. Jorge vuelve a aparecer, llevando una mochila en sus manos.

—Mujer, ¿queda mucho?

—Solo un poco más. En cuanto los chicos se sienten pondré la última bandeja.

Asintiendo, echa mano de sus pokeball. Un Larvitar y un Sudowoodo salen, desperezándose y saludando a su dueño.

—Este es Agarre y este Empuje —dice señalando al Sudowoodo y a su compañero en segundo lugar—. Llevamos juntos casi veinte años, ¿no es así chicos?

Cargando editor
27/05/2019, 01:20
Dean Green

Haciendo caso de lo que la mujer me dice tomo asiento. Estar en la casa me produce una cálida sensación de familiaridad. Ver al pequeño Tim, jugando y a salvo también me reconforta enormemente. Según llegan los platillos, me los quedo mirando con creciente apetito. Mentiría si dijera que no es algo que estoy deseando.

Los hijos de Jorge llegan, con un físico muy similar al de su padre, pero ahora mismo sucios y cansados. Puedo entender esa sensación, recuerdo llegar muy cansado algunos días cuando trabajaba en la granja. Espero que mi presencia no les resulte inconveniente.

Cuando Jorge regresa, porta una mochila ¿Para qué será? Pero pierdo mucho interés cuando saca dos pokémon, un Sudowoodo y otro que no había visto antes. No eran frecuentes pero había visto en alguna ocasión a ese pokémon que imitaba a un árbol. El otro me resulta completamente nuevo y lo miro con mucha atención.- Eso… es mucho tiempo.- Ahora mismo no le quito el ojo al pokémon verde que tan curioso me resulta.

Cargando editor
27/05/2019, 20:41
Jorge

—Pronto aprenderás que veinte años pasan volando. Venga chicos, saludad. 

Agarre se adelanta y hace una reverencia. De cerca puedes comprobar que su cuerpo es de roca, pero imita tan bien la madera que hasta puedes ver las vetas y rugosidades de la corteza. Encantado de tener compañía se acerca a ti, cauteloso, como pidiendo permiso para aproximarse más.

Empuje parece pensar lo opuesto a su compañero, pues su saludo se limita a un asentimiento y una mueca que no acabas de descifrar. La madera del piso suelta un fuerte crujido cuando avanza un par de pasos hacia su entrenador.

—¡No pongas esa cara! Es un nuevo amigo que acabo de conocer, sé educado —suelta un suspiro de derrota y te mira—. ¿Qué opinas? ¿Habías visto Pokémon como ellos durante tu viaje?

Cargando editor
28/05/2019, 13:23
Dean Green

20 años. Aun no tengo esa edad, me cuesta pensar cómo será mi vida dentro de tan largo tiempo. Pero claro, quizá debería hacerlo. Por ahora prefiero pensar en el presente, o como mucho, un futuro más cercano.

En cuanto a los pokémon, no había visto un Sudowoodo tan de cerca. Su camuflaje esta logrado incluso de cerca parece un árbol.- ¡Oh! No me extraña que apenas viéramos ninguno excepto cuando se movían. Me parece que sería imposible.- Imposible o al menos terriblemente complicado.

El más pequeño debe ser muy pesado. El suelo se queja bajo su peso y se muestra más bien reservado. Jorge lo insta a mirarme, y lo hace con reticencia.- Solo he visto a alguno similar a Agarre. Pero ninguno como Empuje.- Lo miro con curiosidad. La verdad tengo ganas de tocarlos a los dos para saber más de ellos, pero… no sé cómo de correcto seria.

Cargando editor
28/05/2019, 20:40
Jorge

—A Empuje lo encontré por accidente. Me había perdido en la montaña Calco, me caí en un hoyo y me encontré de cara con este pequeñajo. ¡Fue una suerte que su madre no estuviera por ahí o no habría vivido para contarlo!

Su carcajada se vio acompañada por una mirada maliciosa de Empuje al oír la palabra "pequeñajo".

—¡No te lo tomes tan a pecho! Verás, los Larvitar evolucionan a Pupitar y después en Tyranitar, un pokémon terriblemente poderoso. Por eso desde pequeños son ya tan orgullosos. Si Gyarados es el rey de las aguas, Tyranitar puede decir lo mismo de las montañas. ¿Verdad, Empuje?

Más alegre tras los halagos, este responde con una sonrisa pícara.

—A mi querido Agarre ya lo llevaba conmigo cuando salí de mi ladea. Era un pilluelo travieso que se colaba en el jardín de mi casa y mi madre lo echaba siempre con grandes alaridos. Me hacía tanta gracia que un día lo seguí y nos hicimos amigos. 

Durante el relato el resto de la familia ha empezado a sentarse, listos para comer. Servidos ya todos los platos, cierran los ojos y cierran las manos formando puños, juntándolos y dejando los pulgares fuera apuntando hacia adelante: el gesto tradicional del rezo a Arceus. En tu familia se emplea, pero es cada vez menos común en todas partes. Tras terminar, Jorge pregunta:

—¿Cuando planeas volver al camino?

Cargando editor
29/05/2019, 11:58
Dean Green

Desde luego he escuchado historias de los Gyarados. Siempre he pensado que deben ser exageraciones, pero claro… tampoco me quiero encontrar con uno salvaje. Y escuchando a Jorge hablar de lo peligroso que habría sido encontrarse con su equivalente en las montañas, me pregunto qué otras cosas habrá ahí fuera. En todo caso, el pequeño y duro pokémon no hace sino, resultar más interesante ahora.

Su historia de cómo salió de un pueblo me recuerda un poco a mí. Por supuesto, no sé si en las mismas condiciones, y yo encontré a Sable aquí en la ciudad. Una suerte puesto que el la conoce mejor yo.

Sigo su ejemplo a la hora de rezar, hace un tiempo que no lo hago en compañía. Se echa en falta un gesto tan sencillo, lo que me saca una ligera sonrisa.- Pues… tan pronto como pueda. Pienso reunir de nuevo lo que necesito para viajar, y… esperaba ahorrar algo, pero es complicado. Todo es muy caro.- Admito con una mano en la nuca y riéndome de mi propia situación.- De cualquier forma, espero hacerlo lo antes posible.

Cargando editor
29/05/2019, 20:21
Jorge

La mesa tiembla mientras las manos de los hijos se pelean por servirse las mejores porciones de comida y el aire se llena con el sonido de mandíbulas devorando de forma implacable. Parece ser una estampa común, pues la madre pone los ojos en blanco y se limita a servirse su propia porción con estudiada parsimonia. No te sorprende que Empuje y Agarre no se unan; a fin de cuentas los tipo Roca no suelen interesarse por la comida normal.

Previendo la avalancha, Jorge ya había apartado algo para ti. Una imponente ración para una persona normal, pero viendo a sus hijos -y muy posiblemente él- comer en grandes cantidades, resulta lógico. Sable se coloca a tu lado y después de recibir tu permiso empieza a come. Dos lágrimas caen por sus ojos y empieza a tragar a casi tanta velocidad como los hijos de Jorge.

—¡Un brindis por nuestro invitado! —Jorge agita la copa consiguiendo que se detengan por un segundo— ¡Por Dean, un muchacho modesto, trabajador, con corazón de oro y que pronto será el nuevo Campeón de la Liga!

El resto de copas se alzan al unísono y se unen a las carcajadas de su padre. La madre te mira un poco avergonzada, pero también alza su copa y bebe lento, sin apartar la mirada. Sus ojos están llenos de gratitud.

Cargando editor
30/05/2019, 14:44
Dean Green

Lo cierto es que también siento como si se me fuesen a caer las lágrimas. El sabor de la comida casera sienta genial. Aunque me sorprende mucho la forma de comer de los hijos de Jorge, dado su carácter afable. Se ven acostumbrados en todo caso a esta estampa.

Ante el brindis no sé dónde meterme. Miro a todas partes incomodo ante tanta atención, incómodo y a la vez extrañamente arropado por la calidez de una familia. Sonrió, avergonzado por la muestra de gratitud.- Gra… gracias. Yo… yo también espero poder cumplir ese sueño.-  Alzo mi propio vaso para acompañarles y doy un trago.- Es un placer compartir mesa con tan agradable y cálida familia.- Supongo que es normal que me mire asé después de lo que paso con Tim, pero no hice aquello para recibir una recompensa. Simplemente me alegro de que este bien, y esto es mas que suficiente para sentirme gratificado.

Cargando editor
30/05/2019, 23:19
Jorge

—¡Espero que te acuerdes de invitarnos a unas rondas cuando llegues a lo más alto!

—¡Eso, eso! Y a ser posible en un hotel de lujo... con muchas chicas... ya me entiendes.

—¿Por qué chicas? Son aburridas y no saben jugar a nada divertido. ¡Es mejor cuando solo hay chicos! ¿Verdad, Dean?

Desde los más mayores al más pequeño, los hijos parecen compartir el entusiasmo de su padre. Sin embargo este no ha terminado de hablar y se lo hace saber con un gesto. Ellos callan de inmediato.

—Yo comencé desde lo más bajo. Las experiencias difíciles forjan el carácter, solía decir mi padre. Aun así, creo que no está mal tener ayuda... de vez en cuando —con una sonrisa toma la mochila que antes había traído y la coloca a tu lado—. Aquí tienes mi viejo equipo. Tienda, mantas y otros útiles de supervivencia. Sé que les darás buen uso.

Los ojos del pequeño Tim brillan cuando ven la mochila. Los otros dos parecen sorprendidos, mirándose entre sí y luego a su padre, pero la expresión calmada de este termina por hacerlos sonreír. La mujer, por el contrario, parece que ya lo intuía, pues hace un signo de aprobación.

Cargando editor
31/05/2019, 14:02
Dean Green

La confianza que depositan en mi resulta tan alentadora como abrumadora. Aunque no me siento aplastado por las expectativas, ya que su apoyo resulta un combustible excelente para el fuego de mis sueños. Además, no me esperaba el regalo de Jorge. Miro con enorme sorpresa la mochila sin saber cómo expresar mi agradecimiento por tamaña ayuda.- Esto es… No sé ni que decir.- Me seco un poco las lágrimas. Ahora podré salir tan pronto como quiera, y lo cierto es, que saldría ahora mismo. Pero no quiero hacer el tonto como hice la primera vez.- Muchísimas gracias de vedad.- Abrazo la mochila como si fuese lo más valioso del mundo. Ahora mismo lo es.

Empiezo a pensar que más necesito. Seguramente, lo primero sea pensar donde ir a continuación. Quizá fortalecer un poco el equipo. Buscar donde está el siguiente gimnasio, que tipo son, y sus debilidades. Capturar algún podemos nuevo. Quizá pueda capturar alguno como Mysthios… ¡Oh! Es verdad también tengo que buscar acerca de lo que me dijo. Los Marcados. Uhm… mañana tendré que buscar una biblioteca o algo así.

 

-Acabe como acabe. No olvidare esto.- Digo con una enorme sonrisa en el rostro.- Y os devolveré este enorme favor.- Si, claro que lo hare.

Cargando editor
01/06/2019, 01:08
Director

Jorge sonríe. Su familia también. Una imagen feliz acompañada por un alarido que quedará por siempre en tu memoria.

Al principio nadie parece saber de donde viene. Al resonar de nuevo, Jorge reacciona y abre la ventana, seguido por sus hijos mayores. Como si esa fuera la señal esperada, un nuevo grito inunda la estancia, y después otro y otro. Notas un picor en tu nariz antes de que el olor a basura quemada alcance tu cerebro.

—Fuera. ¡Fuera todos!

No tienes elección. De repente te encuentras en las escaleras, bajando de forma atropellada con el resto de vecinos, entre miradas de miedo y confusión. Solo una vez llegas a la calle te das cuenta de lo que ocurre.

Cuatro edificios en llamas. La gente se aleja de ellos corriendo, arrastrando entre sus brazos niños y pequeñas pertenencias. Entre el humo, hay gente que pide ayuda y ves figuras saltar al vacío. Los niños gritan y lloran en una interminable cacofonía a la que se une el sonido de las sirenas de bomberos. 

—¡Vosotros permaneced aquí! —la voz de Jorge sigue siendo como un trueno, haciéndose eco entre aquel concierto de misera—. ¡Voy a tratar de solucionar esto!

Agarra sus Pokeball y se dirige directo hacia los incendios, sin que lo detenga la marea de gente que se arrastra en dirección contraria. Un quinto edificio está empezando a arder. Demasiados incendios al mismo tiempo. ¿Los bomberos serán capaces de manejarlo?

Cargando editor
02/06/2019, 00:39
Dean Green

Los gritos, el humo, el nauseabundo olor mezclado con este, el sofocante calor que llega arrastrado por el aire, el caos que produce. Todo parece una pesadilla. Como si estuviese en un sueño y de pronto se hubiese tornado en algo horrible. Observo, aterrado e impresionado por todo la trágica situación.

Jorge se marcha a ayudar, desapareciendo antes de que pueda reaccionar. Pero miro a mi alrededor y luego a la familia de Jorge. Me muerdo los labios.- Escuchad. Protegeos y proteged esto. Iré… iré a ayudar a vuestro padre…- Les dejo la mochila y salgo corriendo tras Jorge.

Me siento culpable por no poder estar en dos sitios a la vez ¿Estoy traicionando a Jorge o ayudando? En todo caso, siento que tengo que hacer algo.-Vamos Sable.

Cargando editor
02/06/2019, 01:09
Jorge

Para ti no es tan fácil como para Jorge. Querer avanzar se convierte en una lucha contra la marea humana que a punto está por arrojarte al suelo. Solo tu empeño y constitución consiguen mantenerte en pie hasta que la gente se dispersa lo bastante para que puedas moverte con libertad. Sable se aferra con fuerza a tu hombro. Su miedo es evidente pero también su voluntad de ayudar.

Hallas a Jorge frente a uno de los edificios. Las llamas que desprende alcanzan al menos dos metros de altura y tu boca se reseca con solo abrirla. El humo te llega por la cintura y te envuelve como las nubes de vapor venenoso de un pantano. A Jorge nada de eso parece importarle; solo escucha los gritos que provienen del interior del edificio.

Agarre se ha desecho de los escombros que bloqueaban la entrada y entra con Empuje siguiéndole la pista. Jorge va a seguirlos cuando se da cuenta de tu presencia.

—¡¿Qué diantres haces aquí!? ¿¡Quieres morir sepultado!? ¡¿Abrasado!?

Cargando editor
03/06/2019, 17:59
Dean Green

El calor es agobiante… no, sofocante y abrasador, mucho más intimidante cuanto mas me acerco. Las llamas resultan aterradoras, la reacción de mi cuerpo ante ellas me recuerda que debería huir de allí.

El humo es denso y tengo que agacharme muchas veces para poder respirar. Me alegro de tener la bufanda para poder cubrirme un poco. Cada paso cuesta más que el anterior, y solo una firme resolución por ayudar… o una inconsciencia absoluta… quizá las dos; me ayudan a avanzar.

Jorge me reprende al darse cuenta que estoy allí.- No puedo dejarte solo. Hemos venido a ayudar tanto como sea posible ¿Verdad?- Haciéndole una señal a Sable a mi lado.- Vamos. No hay tiempo que perder.- ¿Como podria irme dejando a la gente a su suerte?

Cargando editor
03/06/2019, 21:16
Jorge

Su boca se queda medio abierta, buscando una réplica que se transforma en una carcajada. Empuje y Agare os miran con un nuevo respeto adquirido.

—¡Los tienes más gordos que un Tauros, sí señor! ¡Vamos!

Al entrar te das cuenta de que no será fácil. La escalera se halla bloqueada partes del techo que han caído desde el último piso. Las partes de madera ya están medio negras y las vigas crujen, astillándose y quebrándose por segundos. Cada pedazo que cae al suelo levanta nubes de ceniza incandescente. Incluso moviéndote con cuidado notas como los pelos de tu brazo se ha chamuscado sin siquiera rozar las llamas. Jorge examina la escena con desagrado.  

—¡Nosotros despejaremos las escaleras, vosotros mirad en cada piso y guiadlos hacia abajo!

En cuclillas, coloca sus manos para formar un punto de apoyo sobre el que auparte y llegar hasta el primer piso. La baranda de uno de los lados ha caído, de modo que deberías poder aferrarte y pasar sin problemas. A partir de ahí... estarás solo.

Notas de juego

Hazme tirada de Notar y otra de Trepar. Y reza para no pifiar... la dificultad mínima es 12.

PD: hazlas también por Sable. Su Trepar es de 5 y su Notar de 7.

Cargando editor
04/06/2019, 11:14
Dean Green

Halagado por la actitud de Jorge, me envalentono un poco. Aunque en cuanto entro, ese orgullo propio queda rápidamente consumido ante el bochorno llameante en el que nos encontramos. Todo a nuestro alrededor se ha convertido en pasto de las llamas, crujiendo y amenazando con caer. El lugar se ha teñido de rojo brillante, naranja y negro.

Asiento a las instrucciones de Jorge y le hago una seña a Sable.- Vamos.- Tomando pie en sus manos consigo alcanzar el primer piso. Miro alrededor, buscando pero es complicado con tanto humo… incluso tratar de escuchar algo es difícil.- Hay que encontrar a la gente.- Le indico a mi amigo, aunque imagino que sabe para qué estamos ahí.

- Tiradas (4)
Cargando editor
04/06/2019, 21:11
Director

Sable se separa y asciende al siguiente piso, cumpliendo tus órdenes. Hay cuatro pisos y solo uno conserva la puerta; las otras yacen rotas en el suelo. Un nuevo grito de auxilio llega a tus oídos desde al apartamento con puerta. Un niño. La madera de la entrada resiste un par de empellones y después cae al suelo cuando los goznes saltan. Una llamarada súbita te obliga a retroceder. El humo es cada vez peor y por si fuera poco el abrasivo olor de carne carbonizada llena el aire.

En el salón ves dos niños, hermanos quizás. Arrinconados, han usado el sofá como escudo para frenar las llamas mientras su Squirtle hace lo que puede para ganar tiempo, lanzando agua a todas partes. Las ventanas están cerradas y eso ha impedido que el fuego se avivase demasiado hasta tu brusca entrada. A tu derecha ves a los padres tendidos en el suelo del dormitorio, donde debió iniciarse el incendio. No han tenido tanta suerte.