Partida Rol por web

Cuando se asomó a la puerta sacó una mano del bolsillo y tocó dos veces la puerta para avisarla de su llegada, pensando que quizás debía de haberse cambiado los vaqueros por algo más cómodo si ahora iban a tener algo de tiempo libre, aunque no sabía muy bien en qué lo usaría.

- Bonito bungalow. ¿También querrás una foto del interior?

- ¿Os dáis cuenta que todos parecen sacados de un anuncio de Tommy Hilfiger? -susurró a sus nuevos compañeros mientras señalaba a los monitores.

Estaba convencida de que había hecho bien acercándose a estos dos, sobre todo Lenny parecía la persona adecuada para soportar sus bromas sin poner mala cara. Quizás al final esta mierda esté bien y todo.

- Genial Lenny, me apunto. Voy a dejar mis trastos y luego nos vemos en el lago, quizás tengamos oportunidad de ahogar a los pijos.

Les guiñó un ojo mientras se alejaba cargando con la maleta en dirección a la recepción, sólo tenía que dejar el móvil ya que no había traído nada más, y no creía que fuera a tardar demasiado. Después fue en busca del bungalow que le había tocado... el 3.

Espero que mis compañeras no sean tan pedantes como esa rubia de ahí.

Cuando entró en la cabaña asignada pudo comprobar que ya había alguien allí, y que por fortuna había elegido una de las literas. Se acercó a la cama individual y soltó la mochila encima, mientra dejaba la maleta al lado.

Vaya, parece que me va a tocar con la mocosa. Espero que no sea demasiado pesada.

- Hola, soy Lizzy.

No se había acercado cuando los monitores habían empezado a dar explicaciones, simplemente se había quedado en el lugar tras bajar la mirada ante la sonrisa que le había dirigido Alex, arrastrando un pie por el suelo mientras formaba dibujos en la tierra.

Por supuesto, no necesitaba escuchar lo que estaba segura que era una copia del reglamento de todos los campamentos. Prefería estar sola durante unos instantes más, sintiendo la ligera brisa despeinar su cabello y darle ánimos para alzar el rostro.

Lo logró. Cuando todos habían empezado a dispersarse ya en dirección a sus bungalows Penelope levantó la cabeza y se puso a seguir mansamente a la muchedumbre. Y entonces se dio cuenta de que cada uno se metía en un edificio diferente. Se dio cuenta, momentáneamente horrorizada, de que ya habían dicho con quién compartirían dormitorio y ella ni siquiera había estado escuchando.

Recorrió el claro con la mirada y al localizar a la chica que antes hablaba con el fotógrafo la siguió, con la esperanza de poder preguntarle.

Cuando entró vio que también estaba el chico de las fotos y otra muchacha en la que antes ni siquiera se había fijado. Sus cejas se juntaron con una expresión azorada al darse cuenta de que iba a dejar claro su despiste ante tanta gente. Se mordió el labio, algo preocupada, antes de empezar a hablar.

- Ah...esto...soy Penelope...me preguntaba si habríais escuchado por casualidad dónde me toca dormir, es que...bueno...no lo escuché bien...

Dylan no cambió su expresión en ningún momento, casi ni se movió, mientras los monitores lo asignaban a su bungalow y le daban indicaciones de dejar sus dispositivos electrónicos. Por dentro por eso se sintió aliviado, Lenny le caía bien y el de las fotos, llamado Hugo por lo que parece, no tenía pinta de ser demasiado problemático, un poco solitario pero aquello era más bien una cualidad que un defecto. Y respeto a los dispositivos electrónicos no tenía problema, dejaría su móvil y su reproductor de música allí. Papa ya le había enseñado a no confiar en ellos, demasiado frágiles y dependientes para ser útiles en caso de catástrofe.

Antes de que pudiera dirigirse a ningún sitio las manos de Lenny en sus espaldas y como se subía a ellas. Aquello le desconcertó, nadie había hecho nunca aquello y no sabía muy bien como actuar. Así pues para evitar cualquier enfrentamiento decidió dejarlo pasar y analizarlo más adelante. Sin duda aquel chico estaba lleno de energía.

-Mejor tener un objetivo que no tener ninguno. Dijo medio suspirando Dylan. -Nos vemos allí. Se encogió de hombros a la hora de contestar la invitación de Lenny a Lizzy, aunque se sintiera incomodo con ella dentro de el "grupo" que se había formado no era nadie para decir nada. Aunque se volvió a cuadrar cuando escuchó la conformidad de la chica y su posterior guiño de ojo.

Hecho a caminar con su aparentemente normal tranquilidad hacia recepción donde dejó los aparatos y se dirigió al Bungalow donde encontró maletas en el suelo. Pasó por encima sin prestarles demasiada atención y se dejó sus cosas en la litera de abajo. Su padre había insistido mucho, se podía proceder a huir desde la litera de abajo más fácilmente que desde la de arriba. Además seguro que Lenny quería la de arriba.

Se colocó un bañador de pantalón completamente negro a la par que cogía una de sus toallas y empezó a dirigirse hacia el lago donde se sentó a la orillas mientras tiraba piedras disimuladamente hacia el, esperando a Lenny y la aparición de Lizzy, ajeno a aquello que lo rodeaba. Quizás aquello sería mejor de lo que esperaba.

Tras terminar la pregunta, notó las manos de un chaval sobre sus hombros.

yo, te ha tocado con el negro, chaval - exclamó sonriente mientras le ponía la mano en el hombro - Carl, Carl Rogers. Intentaré no robarte muchas cosas - bromeó y, acto seguido, se echó la mochila al hombro y se dirigió a su bungalow - Veamos qué suit nos han preparado...
 

Andrew le sonrió como quien sonríe en una feria en La Casa del Terror. Joder, el negro...
Pero su semblante desapareció al verlo dirigirse al Bungalow, e ignoró por completo al tercer compañero. Tenía que llegar antes como sea, así que le persiguió al Bungalow.

Andrew llegó prácticamente al mismo tiempo que Carl y observó la escena. Rápidamente había que mirar distribución de camas, ventanas y puertas. La elección estaba clara. ¡Cama individual!
Carl y Andrew se miraron a los ojos cuales fieras tanteando la presa y salieron corriendo por la posesión.
 

Jane, que era excesivamente expresiva, pareció que le hubieran apagado la luz al oír el nombre de una de sus compañeras de cuarto. Genial, pensó con fastidio. Seguro que Jenny era de las que, una vez cogida confianza, intentaban peinar a sus compañeras, les aconsejaban como cuidar su "piel estropeada" para que fuera como la suya, las maquillaba y esas cosas.

Bueno, en realidad nunca había sido una chica popular y podría ser divertido...No, nada de eso Jane Li, tú eres una muchacha humilde y no fingirás ser nada que no eres, le regañó la voz de su consciencia, que era exactamente igual a la de su madre.

Con un aspecto mucho más mustio siguió a Alex hasta el bungalow que compartirían, dejando por el camino su móvil. Una vez allí no tuvo demasiadas dudas de quién sería la afortunada ocupante de la cama individual.

- ¿Arriba o abajo?

Jhon no corrió hacia su cabaña como habían hecho algunos de los chicos. No tenía ganas, y la verdad, con aquel macuto militar que pesaba casi lo mismo que el no habría podido. No tuvo que dejar ningún aparato electrónico, su padre y su madre lo había registrado a conciencia antes de montar en el Hummer de su tío Peter.  Se habían asegurado de que fuese igual que un hombre de la edad de piedra.

- Pijo de los cojones- se sorprendió musitando mientras arrastraba el macuto hacia el bungalow. Bueno, dentro de lo malo, no era lo peor se consoló. Vale, iba a estar con un pijo, pero lo más probable es que directamente le marginase. Y  un negro, bueno, el color no importaba, al fin y al cabo asiáticos, blancos y negros le habían despreciado siempre por igual. Eso sí, Carl, el campechano y aparentemente hiperactivo muchacho de color seguramente tendría entretenido al pijo. si... si se odiaban entre ellos le dejarían en paz.

 Sudando como un pollo, Jhon se paró en el marco de la puerta de entrada del bungalow y saludó timidamente -¿Carl y Andrew supongo?- 

En la cabina de recepción Jenny comienza a perder la sangre fría contra la impasible anciana del moño.

- (...) Que me parece muy bien lo de la naturaleza señora, pero le insisto en que necesito revisar mis mensajes una vez al día. Ya que he sido seria y se lo he traído en vez de andar escondiéndolo, podía confiar en mí cuando le digo que se trata de asuntos importantes (...) Pues el club de debate, el comité de fiestas, el grupo de las animadoras… ¡Solo le pido diez minutos al día!

Algunos pensaran que Jenny es una niña pija típica que va a ponerse a patalear y lloriquear o amenazar con llamar a su padre o decirles que arruinara la reputación del campamento…

Peno no es así, intenta razonar con la vieja, y conforme se hace evidente que la vieja está más allá del bien o del mal asentada en su trono/mecedora tras la mesa de poder y que este asunto le resbala va perdiendo las ganas de discutir.

Carl soltó la mochila y esprintó hacia la cama, pero tuvo la mala suerte de tropezar con un tablón salido y cayó rodando sobre el suelo del bungalow. Tras unos segundos y de mala gana, levantó la cabeza y echó una mirada malhumorada hacia su compañero de cuarto.

- Tienes suerte de que sea un pato, chaval - dijo de mala gana incorporándose lentamente.

ya decía yo que algo se me pasaba. Lo siento, como dijiste que era como vampiro mi cerebro relleno el resto xD

Repetida la tirada pues

Alex dejó escapar una carcajada ante el repentino comentario de la chica, que le pilla por completo de improviso.

- Yo iba a preguntarte lo mismo.- Dice entre risas mientras se adelanta hacia las literas.- Y la verdad es que no me importa demasiado. ¿Cual prefieres tu?

La joven se peinó la melena hacia atrás con los dedos, sin poder evitar mantener una mueca divertida en el rostro. Sin prisa, esperó a que su compañera eligiera cama y dejó su pequeña mochila sobre la otra para girarse de nuevo hacia la maleta.

- Eso si, creo que lo mejor sería que dividamos los armarios antes de que llegue. Si no, nos arriesgamos a que nos deje con poco más de medio cajón para cada una...

Recuperándose de golpe de su caída, Carl se levantó de un brinco y se giró al oír la voz extraña que venía de la puerta del bungalow. Borrando todo signo de enfado debido a su reciente derrota en un segundo, le dedicó su radiante y habitual sonrisa a su nuevo compañero.

- Si él es Andrew... - señaló con el pulgar al chaval tumbado sobre la cama - Tú debes ser Jhon - concluyó dubitativo - Pues me pido la litera de abajo, si no te importa. Soy propenso a tener... - carraspeó - accidentes mientras duermo, soy incapaz de quedarme quieto incluso en la cama - concluyó mientras recogía de nuevo su mochila del suelo y se dirigía a su cama - aunque respecto a ese tema no he recibido quejas por parte de las señoritas - dijo riendo.

Dejó su equipaje al lado de la cama y de un salto se tumbó boca-abajo sobre ella, suspirando sonoramente.

- eh no, eh, ningún problema- respondió tímidamente Jhon. Tratando de no parecer descortés hizo un exagerado saludo con la mano derecha en dirección a Carl, Andrew y de nuevo a Carl.

Jhon arrastró su mochila e intentó levantarla por encima de su cabeza repetidas veces sin éxito. Finalmente lo consiguió, aunque estaba seguro de que la imagen que había dado era patética. Tratando de distraer la atención sobre su forcejeo con el macuto, Jhon trató de seguir la corriente a Carl - Bueno, espero que sea movido pero no muy rápido, ya me entiendes- sonrió. No sabía si el compañero habría entendido la broma y no quería ofenderle - es una broma, quiero decir que bueno, esto... 

¡Si! ¡Bien! ¡La cama individual para mí! ¡JA! ¡He ganado! ¡SÍ! Se le pudo escuchar en alto mientras aún defendía con piernas y brazos la cama.
Y observó al tercero. Maaaaaaaaadre mía, Ronald tenía razón en que en este campamento me podría encontrar cualquier cosa. ¿Qué carajo es eso con gafas?

Solo dijo Hola porque por suerte ya Carl le presentó. Y observó la escena con la maleta y sin duda sonrió con malicia sin ninguna intención de ocultarlo.

Aunque no entendió bien la broma sobre la rapidez y los movimientos y como en esas situaciones en que no entendía nada se sentía incómodo, comenzó a hablar.
¡Ey chicos! ¡Deberíamos esconder nuestros iPhones y iPads para que no nos los vean! Tengo unos juegos chulísimos que podemos divertirnos bastante. Así que uno vigile fuera que no vienen los monitores y los otros dos elegimos un sitio para esconderlos bien ¿vale? Aunque rápidamente mira las zapatillas de ambos instintivamente y pregunta Porque tenéis iPhones y iPads ¿no? ¿O algún móvil ¿no? Con el mismo tono que quien preguntaría si saben leer

 Jhon se revuelve incómodo en su litera, no quiere decirle a Andrew que pasa de meterse en problemas por jugar con una maquinita electrónica sobrevalorada, pero tampoco quiere hacerse enemigo de Andrew desde un principio. Medio tartamudeando responde

- Bueno, ehh, ¿sabes como piratearla?, me refiero para bajarte todo lo que quieras sin restricciones, no solo de dinero, ejem, ya sabes, ehhh- se limpia el cristal de las gafas nerviosamente. - Se me dan bien estos aparatos, si quieres puedo hacerlo...-

- ¿Penélope? Entonces te quedas en este bungalow. Yo soy Lizzy y lo siento, pero por ser la última te ha tocado la litera de abajo.

Vaya, otra pitufa. Me ha tocado la cabaña de las canijas. Bueno Liz... al mal tiempo buena cara, seguro que son majas.

- Ey, creo que tú te has equivocado de cabaña. -Apuntó con un dedo acusador a Hugo mientras esbozaba una de sus pícaras sonrisas.

Abrió la maleta rebuscando algo en su interior. En un segundo el orden del interior acabó destrozado, quedando camisetas, pantalones y demás prendas todas revueltas. Sacó un bañador de tonos oscuros, una toalla y las chanclas dispuesta a cambiarse para ir al lago donde había quedado con los chicos.

- He quedado con Lenny y con... -se quedó pensativa unos segundos intentando recordar el nombre del otro chico- Dylan en el lago. ¿Os apuntáis alguno?

Tras dejar sus cosas en el bungalow sobre la litera de arriba - ¡Genial! ¡Fue capaz de conseguir la litera de arriba!- corrió para dejar también el aparato de música que había olvidado entregar y de nuevo otro sprint para llegar de una vez por todas al lago. Allí, sentado, se encontró a Dylan ya esperando.

- ¡Qué rápido!

Comentó pasando por su lado y sin esperar más se lanzó en bomba al agua.

- ¡Wiiiii!

Se sumergió en el agua durante unos segundos, notando que estaba bastante más fría de lo que se había imaginado, pero cuando salió fue con la mejor de sus sonrisas.

- ¡Está genial el agua! ¡Anímate, Dylan!