Partida Rol por web

El estruendo de las armas de los humanos amenaza con dejarme sordo, pero pese a todo lo que deben haberle hecho el ser sigue moviéndose. Es demasiado grande, demasiado duro, y no parece tener ningún lugar sensible.

Necesito encontrar otro lugar donde atacar, y mi atencion se centra en las piernas de la criatura. Si puedo desestabilizarla por lo menos no podrá devolver los golpes con la misma eficacia.

Clavo mis patas traseras en tierra, y me impulso con fuerza en dirección a la bestia. Mis patas impactan haciendo saltar la tierra a mi alrededor, hasta que llego a donde esta el ser, y lanzo una nueva dentellada contra sus tobillos.

-¡¡Michaaeel!!

Puesto que aquel ser estaba llevándose a su compañero, André siguió disparándole, con la esperanza de acabar con él antes de que él acabara con Michael. De momento, el lobo era un aliado, aunque estaba por ver si no se encararía con ellos cuando acabaran con la criatura.

Michael profirió un grito de dolor ahogado cuando el garfio atravesó el chaleco antibalas y e hundió en la carne,soltó el volante e intentó quitarse el garfio y el chaleco del pecho para que si se llevaba algo fuera el chaleco y no su esternón.-Suelta HIJO DE PUTA¡.-profirió un grito mientras escupía sangre en su intento de quitarse el garfio

La abominación parece tropezar ante el ataque del lobo y hecha la mayor parte de su peso en la pierna no herida. Mientras las balas de la ametralladora fija siguen abriendo agujeros en su cuerpo, pero el monstruo apenas parece notar los disparos.

Centrado en su objetivo la bestia atrae a Michael hacia si. Este, tratando de librarse del garfio se quita la chaqueta pero el arma se encuentra agarrada a su piel y cualquier intento por resistirse a la fuerza del monstruo solo le provoca más dolor. Finalmente la bestia cuelga a Michael ante sí, preparada para atacar con su gran cuchillo de carnicero.

El ataque a la pata de la bestia apenas a servido para desestabilizarla, pero por lo menos ha sido un comienzo. Me dispongo a repetir el ataque cuando veo que ha cogido a uno de los humanos y parece a punto de golpearle con algo metalico.

Rapidamente cambio de objetivo, me muevo al rededor de la bestia desde mi ubicacion a su espalda, hasta llegar al lateral desde donde tengo el brazo libre de la bestia al alcance, y lanzo una dentellada, cerrando mis dientes en torno a su brazo con fuerza, y muevo mi cabeza a un lado y otro desgarrando la carne y tratando de llegar al hueso. No voy a soltar a mi presa.

André siguió disparando a la criatura.

-!Maldita sea, maldita sea...!- murmuró entre dientes.

El hombre de la chaqueta de cuero negra se gira, con un lanzacohetes sobre el hombro y dispara sobre el gigante de carne podrida.

El cohete recorre rápidamente la trayectoria hace el monstruo, explotando contra su cuerpo y desperdigando sangre, carne y artilugios de metal oxidado sobre todos vosotros.

La explosión hace que el monstruo se tambalee y caiga al suelo, gravemente herido.

Sin embargo no es el único que sufre las consecuencias del disparo destructivo. Michael es liberado por la explosión pero el gancho atraviesa gran parte de su pecho, abriendolo prácticamente en canal. Por suerte para él este impedimento ha frenado la velocidad con la que se veía impulsado y cae a unos cinco metros de la explosión, inconsciente, gravemente herido y desangrándose sin parar.

-¡¡Emile!! -gritó André haciendo una pausa entre ráfagas para hacerse oir- ¡Trae a Michael para acá mientras yo mantengo a raya a esa bestia!

La explosión me deja aturdido, pero con la adrenalina latiendo por todo mi cuerpo me levanto como un resorte y miro a mi alrededor buscando a la bestia. Pese al estruendo el ser sigue vivo, y por mas que mis ataques desgarran su carne apenas le infrinjo ningún daño.

Uno de los humanos esta en el suelo, sangrando y por su aspecto debe estar muriéndose. Si no puedo hacerle daño al ser al menos podré apartar al pobre desgraciado de su camino, así que me lanzo a la carrera a por el hombre y le agarro de las ropas tratando de no perforar su carne con mis colmillos. Una vez lo tengo bien sujeto, estiro del hombre alejándome de la bestia.

Sorprendido por la ayuda del lobo a su compañero, André descargó otra ráfaga contra la aberración para cubrir su retirada.

El hombre que casi mata a Michael tira el lanzacohetes usado al suelo y recoge otro que apunta contra el monstruo y lo acciona casi sin pensar.

El monstruo, ya alerta ante los ataques con el lanzacohetes, se cubre con varias piezas metálicas para tratar de parar el golpe y, aunque no lo consigue, logra disminuir la potencia de la explosión

La piel del ser se cae a pedazos, varias partes de su cuerpo están completamente quemadas, muchas de sus armas descansan en el suelo, completamente destrozadas y uno de sus brazos permanece inmovil.

Aun así el monstruo lanza un rugido y se dispone a atacaros.

Gracias a la acción protectora del monstruoso lobo Michael se encuentra lo suficientemente alejado como para no correr peligro ante las armas del ser. Sin embargo Emile no corre la misma suerte. Siguiendo las órdenes de su hermano se baja del vehículo y corre hacia Michael.

Sin embargo un arma del monstruo lo intercepta y, tras clavarse en su estómago, lo lanza contra el suelo. Su cuerpo se desploma contra la tierra, con el arma, un cuchillo gigantesco de aspecto oxidado, clavado hasta la mitad en su estómago. Su sangre comienza a regar el suelo, poco a poco.

La aberracion golpea a otro humano. Son tan fragiles, que apenas pueden hacer nada ante los ataques de la bestia, y con dos de ellos en el suelo el siguiente puede ser Douglas.

Un instinto desarrollado durante mis años en el laboratorio hace que se me revuelvan las entrañas ante la idea, y me lanzo contra la bestia con fuerzas renobadas, quiza no pueda acabar con ella, pero si tratar de que me ataque a mi, y confiar en que mis reflejos y mi velocidad dificulten que me acierte con sus golpes.

Las piedras saltan de nuevo bajo mis patas cuando me impulso hacia la criatura, tratando de alcanzar su cuello.

-¡¡Emileeee...!!

André reprimió el impulso de acudir al rescate de su hermano. Tenía el arma más poderosa y primero tenía que abatir a la criatura, o probablemente ésta los mataría a todos.

El hombre con el lanzacohetes recoge del suelo el último de ellos y vuelve a apuntar contra la monstruosidad. La aberración trata de protegerse nuevamente del disparo usando el resto de sus armas como cobertura.

Sin embargo André descarga su rabia en forma de una lluvia de disparos que desequilibran al ser. En ese momento el gigantesco lobo se lanza a su cuello, seccionandole varias arterias y provocando una lluvia de sangre.

Antes de que el monstruo pueda recomponerse un cohete le impacta en el estómago y se introduce dentro de este, explotando en su interior y provocando una lluvia de sangre y carne putrefacta.

Del monstruo no queda nada reconocible más que un gran charco de sangre y visceras que pintan el edificio y varios metros alrededor del lugar en el que se encontraba.

AUUUUUUUUUUUUUUUUUU

Apoyo en tierra mis cuartos traseros mientras recupero el resuello tras el combate, y de pronto una punzada de dolor en el costado me recuerda el impacto de la bestia, por lo que dirijo mi atencion y mi lengua al punto herido, mientras espero a ver que ocurre con los humanos a mi alrededor.

André corrió hacia donde yacía su hermano, para intentar socorrerle. Se tiró de rodillas a su lado.

-¡Emile! ¡Emile! ¿Me oyes? Saldrás de ésta. Yo te voy a sacar -dijo mientras extraía de su mochila las únicas herramientas con las que podía atenderle: su cuchillo, su cantimplora y un mechero.

Tenía eso y los jirones de ropa que pudiera cortar.

-Atiende a Michael, por favor -dijo volviéndose al desconocido del lanzacohetes.

André está centrado tratando de salvar a su hermano. Con la ayuda de sus conocimientos médicos logra sacar el cuchillo del estómago del hombre gravemente herido y con ayuda del mechero y de trozos de ropa trata de cauterizarle la herida y de parar la hemorragia. Sin embargo la herida es demasiado grave, en menos de una hora Emile morirá si no es asistido por algún experto y con los medios adecuados.

¡Testigo, aquí! -grita el hombre del lanzacohetes al gigantesco lobo mientras se arrodilla junto a Michael. Con rápidos y aparentemente expertos movimientos el hombre limpia la mortal herida y trata de cerrarla con ayuda de vendajes, pomadas y otros útiles que saca de una mochila, la cual se encontraba junto al resto de utensilios y armas, amontonados junto a la pared del edificio. Finalmente la herida de Michael es cosida, aunque bastante mal y sigue desangrándose con frecuencia.

Incapaz de salvar a Michael el hombre murmulla enfadado mientras rebusca en la mochila -puto mierda, ya podía recuperar la consciencia él solo. Le pondré cualquier cosa que encuentre. Saca de la mochila un total de tres jeringuillas, cada una con un nombre extraño que no es capaz de reconocer, y mucho menos André. Le clava la primera en el brazo pero Michael ni se inmuta. Con la segunda consigue que el cuerpo del hombre sufra varios calambres y convulsiones, lo que abre algunos de los puntos recientemente hechos. Sin embargo la tercera parece funcionar y Michael recupera la consciencia.

El hombre de la chaqueta de cuero deja a Michael en el suelo sin decirle nada y vuelve al montón de armas que tiene acumuladas. Coge una ametralladora de mano y os apunta a los tres con ella -ahora me vais a contar de donde venís, que haceis aquí, y tú -dice señalando a Michael con el arma -me dirás donde están los demás supervivientes del barco.