Partida Rol por web

Michael respiró con dificultad a causa del dolor intenso que lo recorría,parpadeó varias veces con la vista desenfocada hasta que el dolor lo hizo mantenerse consciente,su mirada se clavó en el cañon que lo apuntaba y en el hombre que la sostenía.-Sabes conducir?...entonces montate en esa mierda y sigue mis indicaciones...si no...aprieta el gatillo,no me fio de que nos dejes aquí tirado mientras te piras...

Michael no tenía nada ma que decir,su arma estaba lejos de el,sus heridas le impedian hasta casi respirar,su cabeza se giró y miró a Emile,se arrastró como pudo hacia este y gritó al tipo.-¡TU!Disparame o ayudame a curarlo...hemos dado la vida por intentar ayudarte...y tu solo nos has disparado...-Michael respiró hondo y escupió a los pies del tipo.-vamos...dispara si es lo que prentendes...Emile..aguanta tio,te sacaré de aquí.-Michael ignoró al sujeto y a la bestia que lo acompañaba,su mirada se centró en los hermanos que dieron la vida por ayudarle y en las bestias que probablemente serían atraidas por el sonido de las explosione y los disparos.

Tras desinfectar la herida del costado, lo suficiente como para que se cure sola, Donald me llama. Me levanto y camino hasta su lado.

Parece estar limpiando las heridas de uno de los hombres, aunque en lugar de usar la lengua usa objetos cuya funcion se me escapa. Como un fugaz recuerdo vuelve a mi memoria la imagen de un hombre de bata blanca envolviendome una pata con un material blanco y flexible, pero pronto se difumina.

Donald sigue con el hombre hasta que este abre los ojos, y luego comienza a hablar con los demas en esa especie de lenguaje a base de sonidos guturales que usan los humanos. No entiendo la conversacion, pero el tono no parece amigable, y cuando el hombre del suelo responde le muestro mi dentadura, para que entienda que cualqueir accion contra Donald le costara la garganta.

-Tranquilo Michael, tranquilo -dijo André sin perder de vista al inmenso lobo.

Se volvió hacia el que parecía ser el amo de la bestia, alzando la mano en gesto conciliador.

-Necesitamos tu ayuda para volver al refugio. Mi hermano necesita atención médica, y tenemos que llevarles armas y suministros. No te voy a engañar, es muy peligroso; están siendo asediados por una banda de necrófagos bien organizados, pero morirán todos sin nuestra ayuda, y allí podrás encontrar al resto de supervivientes del barco. Por favor, baja el arma.

El hombre pone el arma en la cabeza de Michael pero justo cuando va a apretar el gatillo André comienza a hablar, contándole la situación.

El hombre se cuelga el arma en el hombro y os responde con más amabilidad -siento ser tan brusco pero desde que llegué a este continente en el barco todo lo que he visto a tratado de comerme o matarme -dice señalando los restos del monstruo gigante -todos menos mi buen Testigo que me salvó la vida -dice acariciando al lobo gigante y alejándolo de Michael para que no le muerda. A continuación le da una tira de carne seca y le susurra al oido -buen chico, ahora debes portarte bien y te daré más comida -le da otro trozo de carne y comienza a subir las armas y artilugios a vuestra furgoneta.

Mi nombre es Donald, vine en un barco a este continente hace menos de un día pero una cosa gigante nos atacó y la hundió. Me muero de ganas por volver con la gente del barco ¿cuantos han sobrevivido? -pregunta Donald mientras sigue cargando cosas -lo mejor será que tu hermano se acomode en el asiento del copiloto mientras yo conduzco y vosotros os coloqueis detrás, junto con Testigo.

Me comi la carne tumbado aunque sin perder de vista a los desconocidos. No bien habia acabado cuando Donald dijo esa palabra, la que usaba para llamarme, mientras miraba a la maquina movil de los humanos, pero al no añadir ningun gesto ni nada mas, me quede en mi posicion sin moverme.

Mis seguian totalmente erectas y mi cola se movia con movimientos lentos y acompasados de izquierda a derecha.

No sin esfuerzo, André levantó a su hermano en brazos y lo llevó hasta el camión, dejándolo en el asiento del acompañante.

Ya se estaba subiendo al remolque cuando de pronto recordó lo que los había traído hasta aquí.

-No, los suministros.

Saltó del remolque y se dirigió al almacén.

-¿Qué es lo que hay ahí dentro? -preguntó a Donald.

Muerte y ruinas -te contesta mientras continua subiendo la carga al vehículo -si con suministros te refieres a armas aqui están todas, explosivos, subfusiles, pistolas, he incluso una ametralladora fija como la que llevas en la furgoneta. Pero si te refieres a comida y alimentos debo decirte que dentro no hay nada. Tal vez en los pisos más inferiores pero esa cosa -dice señalando a los restos podridos -debía encontrarse en esos pisos y me niego a volver allí.

-Bueno, entonces carguemos esto y vayámonos -respondió André ayudando a Picker a subir las armas al vehículo.

Los humanos hablan con donald, y este les responde. Sentado sobre mis cuartos traseros inclino la cabeza hacia un lado y otro, preguntandome de que hablan. Algo me dice que querian entrar dentro, pero finalmente han cambiado de idea, y comienzan a cargar cosas en esa caja de metal.

Me acerco y lo huelo. Tiene cosas circulares que huelen distinto, no bien, simplemente distinto. No parece comestible, pero apuesto a que podria limpiarme los colmillos con esas cosas.

Parece que los humanos se van a ir con esa cosa, y Donald y yo seguramente iremos con ellos, asi que decido reclamarla como mia. Levanto la pata trasera derecha y marco el lugar para indicar a cualquier otra criatura que ese lugar es mio. Cuando termino compruebo el resultado con mi olfato. Un olor reconocible. Ahora me sera facil localizar esta cosa aunque me aleje de ella.

Una vez cargada la furgoneta, André se acercó a Michael -que seguía tendido en el suelo, aparentemente superado por el dolor de sus heridas- lo ayudó a levantarse y lo llevó hasta la parte de atrás.

-Vamos, Michael, no hay tiempo que perder. Emile morirá si no nos damos prisa.

Michael agradeció la ayuda de André y comenzó a cojear con su apoyo.-Gracias...cuidaré de él...todo lo que duremos...

Terminais de montar todo en la furgoneta y Donald os da diversas órdenes.

¡Tu! El tipo de aspecto desnutrido -dice señalando a André -encargate de la ametralladora. El medio muerto este te ayudará con la munición y si hace falta te dejo aquí un par de granadas -se acerca a la parte trasera de la furgoneta, donde están la mayoría de las mochilas y deja una medio abierta, llena de explosivos -yo me llevaré otra delante y se la dejaré a tu hermano en el asiento del copiloto, no creo que se queje mucho -añade señalando a Emile, que yace medio muerto en la cabina.

¡Testigo! Aqui chico -Donald consigue subir al lobo a la furgoneta y dejarlo tras la ametralladora. Le da un trozo de carne y lo acaricia con cariño, una muestra de afecto extraña en un hombre como él -quedate aquí hasta que lleguemos. Si le haceis algo al lobo os vuelo la cabeza ¿entendido? -pregunta amenazadoramente sin esperar una respuesta por vuestra parte.

Subo a donde Donald me indica y observo a los otros dos humanos que hay alli con curiosidad. Barajo por un momento la idea de marcarlos como a la cosa de metal, pero algo en mi memoria me dice que a los humanos no les gusta que los marquen, asi que abandono mis intenciones, y me centro en disfrutar de la carne sin perderles de vista.

-Y si tú le haces algo a mi hermano te abro en canal, imbécil -respondió André con una sonrisa y en tono muy tranquilo, para no alterar al lobo.

Acto seguido, comenzó a recargar la ametralladora y a asegurarse de que seguía en buen estado después de tantos disparos.

Donald sonrie antes la amenaza de André y pone el coche en marcha mientras hace un comentario -no se lo que le habeis hecho al coche, la carrocería está reventada.

Partis hacia la ligera seguridad que os da el otro edificio. Durante un tiempo marchais tranquilos, sin ver nada raro, ninguna presencia, ningún ruido. Sin embargo tras unos veinte minutos notais un ruido a vuestra espalda, un ruido demasiado fuerte.

Detrás vuestra, a más de veinte metros, el suelo parece plegarse sobre si mismo, levantándose y formando grandes olas que arremeten contra los árboles y rocas que se encuentran a su paso.

El estruendo hace que me levante. Desconozco si es causado por este aparato, pero a la luz del rostro de los humanos, parece que no.

Me asomo por el final de esta cosa que se mueve y observo tratando de ver que es lo que ocurre.

Michael sonríe ante la amenaza del tipo¨ajustaremos cuentas cuando me encuentre mejor,hijo de puta¨.-No le pasará nada a tu chucho tranquilo.-Sonríe al monstruoso lobo cansado y se deja caer cerca de este echando la mano a la bolsa con explosivos.

El viaje se presenta sin dificultades cosa que agradece Michael tras tanto tiroteo en el viaje.-Oh..no me jodas....-Michael comienza a ver el suelo levantarse y su expresión se tuerce molesta.-André...puta compañía...encárgate de la ametralladora..-Dave echó mano a la bolsa con granadas y miró al lobo cuando se acercó a este.-tranquilo,solo voy a lanzar bombas contra eso de ahí...-señaló al suelo que comenzaba a levantarse y bajó la mano para relajar al monstruoso cánido.-agacha la cabeza y no te alteres...vale?...-Michael echó mano a una de las granadas y apuntó con ella al montículo de tierra.

-¡Acelera, Donald!

André pareció dudar sobre la utilidad de disparar a una ondulación en el suelo, pero finalmente decidió que la situación bien valía invertir unas pocas balas, aunque fuera por probar.

La furgoneta acelera tras el fogonazo de los disparos de la ametralladora de André. La montaña de arena que iva saltando parece detenerse tras el impacto de las balas y todo parece estar tranquilo, aunque Donald sigue pisando a fondo.

Una gran cantidad de arena sale volando a unos diez metros a la derecha de la furgoneta, como un geiser de tierra.

Un gusano gigante, igual que el que atacó vuestro barco pero algo más pequeño sale de la arena y se dirige hacia vosotros.

André volvió a disparar, esta vez sabiendo a qué se enfrentaba.