Partida Rol por web

El combate no terminaba, la lucha continuaba. Eneera quería proteger a todos, algo imposible -Debo ser fuerte, si la fuerza crece en mi, algún día podré hacerlo- Sajuuk, aguanta un poco, voy hacia ti- Se desplazó junto a Maya mientras se concentraba. Sus manos emitieron una tenue luz blanquecina que no todos podían apreciar. Un ligero aumento de la temperatura fue percibido por Eneera sobre sus manos. Cada vez le resultaba más sencillo el proceso, no como cuando comenzó su aprendizaje con aquellos sudores que le recorrían la espalda intentando lograr los efectos que ahora era capaz de realizar sin dificultad.
Desde aquí soy más útil, me ofrezco de blanco y puedo llegar a más compañeros- Posó finalmente sus manos sobre Maya y vió como sus pupilas se dilataban y sus ojos se abrían, estaba hecho. La primera vez que un ser veía como la fuerza entraba en su organismo, como lo llenaba de energía mientras sus heridas se cerraban, la sangre no salía más. Un ligero calor se traspasaba de un cuerpo a otro, un pequeño picor en las heridas y un ligero dolor que se trasladaba a Eneera. Una sensación que en otras ocasiones le había hecho gritar, ya no, las batallas curtían los corazones.
Un ligero vistazo a su alrededor, no había tiempo para mucho más, hizo ver que todos estaban aportando el máximo. El brillo de algún sable láser, el arma de los Jedi, realizaba destellos mientras producía heridas. Sables como el que ella portaba al cinto, un objeto que en situaciones como la que estaban viviendo, la cónsul lo notaba más y más pesado, era una carga para ella

Poco a poco el número de enemigos disminuía más todavía con la acción combinada de los héroes. Voltor había usado su sable láser para dejar fuera de combate al granuja que tenía delante mientras que Sajuuk recurría a sus propios poderes para golpear a otro, pero el granuja logró agacharse salvando así su feo rostro.

Opal se había unido al combate. La mujer se mostraba como una luchadora letal que usaba sus propias manos y piernas como armas. De algún modo debían de estar reforzadas pues sus golpes eran feroces, capaces de destrozar a los desgraciados que habían terminado delante suyo.

Desde atrás, Liakbev emitía un gruñido de placer esta vez, tras causar otra baja más y demostrar su buena racha. Errol había terminado ya de recargar. Por otra parte, la única persona que no parecía ansiar la batalla - salvo los droides y el guardaespaldas Twi'lek - era la joven Eneera, quien llegó hasta el lado de Maya y con suaves palabras más su contacto logró que las heridas de la mujer fueran desapareciendo, para sorpresa de la educada mujer, quien no atinó esta vez a decir gran cosa.

- Pero...

Tan sólo una expresión de sorpresa mientras hacía un gesto a la Jedi para que la siguiera arriba hasta la cobertura, lugar desde el que disparó y también con buena fortuna, atravesando a otro de los rivales.

Los gángsters de Lor lanzaron sus andanadas de blaster y varios de ellos devolvieron las afrentas causadas: los láseres hirieron a Voltor, Opal e incluso a la protegida Liakbev. Quizá porque Voltor parecía herido, o porque el sáble láser lo delataba como Jedi, su líder apuntó el blaster pesado hacia él logrando desgarrar su carne con el haz color rojo.

- Vaya, veo que sois duros pero no os tengo miedo. ¡La recompensa merece el riesgo!

Se jactaba el enorme bruto.

Switch contaba con sus propios truhanes quienes quisieron estar a la altura de los desconocidos pero tan sólo uno de ellos pudo colgarse la medallita, eliminando a un oponente y entonces siseó mientras a la vez raspaba sus mandíbulas.

Después de recibir varios impactos seguidos cualquiera diría que Voltor se reagruparía con sus compañeros para acabar de rematar la faena fácilmente. Pero claro, Voltor no era cualquiera.
Quedaban pocos de los matones, y el lider se había dado cuenta ya que estaba intentando retirarse. Por lo que el Jedi Guardian se lanzó a por el enorme ser. Su movimiento era dificil de seguir, y no porque se moviera rápido. Si no porque se iba apoyando y saltando por las cajas y mamparos que había, dificultando que alguien le disparase. Cuando llegó a la altura de Ganga, en lugar de saltar por encima suyo como antes se tiró al suelo y rodó por su lado quedandose justo a su espalda.
Lamentablemente el hecho de haber tenido que moverse con tanto malavarismo desincronicó su ataque y no pudo alcanzar al competidor del robot.

  Errol contó rápidamente hasta tres y salió corriendo hacia delante:

  ¡AAAH!... Gritó.

  Sin ponerse a cubierto, se dirigió al lugar donde parecía que se encontraba la fiesta y todos sus fuegos de artificio.

  Pero se dio cuenta que los adversarios se encontraban en franca inferioridad.

  Mientras disparaba en frente de donde se encontraba, intentó convencer a Ganga Lor para que desistiera de combatir más, gritando:

  ¡GANGA LOR RÍNDETE INCONDICIONALMENTE! ¡SÓLO ASÍ PUEDE QUE SALGAS DE ESTE ENCUENTRO PARA PODER ENFRENTARTE EN OTRA OCASIÓN CON SWITCH!

  ¡NO VALE LA PENA QUE MALGASTES MUNICIÓN Y ESFUERZOS EN UNA BATALLA QUE YA TIENES PERDIDA!

La situación para a Eneera se volvió más complicada, miraba a ambos lados viendo como varios de sus compañeros eran heridos. Maya le hizo señas para que la siguiese pero no podía hacerlo, la cónsul Jedi debía continuar haciendo lo que mejor sabia, ayudar a los demás.
La joven se movió con celeridad colocándose junto a Sajuuk -Ve con Voltor, nosotros entretenemos al resto- Sus palabras se entrecortaron al trastabillar con un pequeño agujero del suelo, el brillo blanquecino de sus manos perdió intensidad y casi se apagó por completo antes de tocar la espalda de Sajuuk. Viendo que no surtiría efecto, abrió sus brazos completamenteara ofrecerse como blanco ante los posibles disparos mientras cerraba sus ojos. No era por miedo, ni para soportar las descargas de los blasters. Eneera se estaba concentrando porque no quería volver a fallarles. Un Jedi no se podía permitir eso fracasos

"¡Ay!" El disparo de uno de los matones me hizo ahogar un grito de dolor. "¡Concéntrate, maldita sea!"

Escuchó a sus compañeros y echó un rápido vistazo a su alrededor. Parece que las cosas estaban algo mejor y ahora tenían superioridad numérica, pero no tenía muy claro qué podía llegar a hacer ese Ganga Lor. En seguida me volví para enfrentarme al matón que estaba a mi lado, lanzándole un golpe a la boca del estómago con el dorso de la mano. Sin embargo, el hombre ya me ha visto pelear y seguramente estuviera esperando algo así, por lo que no tuvo demasiada dificultad en evitarlo.

"¡Joder!", maldije de nuevo, aprovechando la inercia del golpe fallido para moverme ligeramente y colocarle entre mí y uno de sus compañeros que aún estaba libre.

Eneera comenzó a sentir un ligero temblor, la fuerza era fuerte en ella y podía sentir como le llenaba. El pelo de su cabeza se comenzó a elevar y al abrir sus ojos, estos estaban completamente blancos. Unió sus manos, dedo a dedo con las palmas tocandose y La Luz blanquecina volvió a ellas, más intensa, más cálida -No os fallaré- Incluso antes de tocar la espalda de Sajuuk, este ya pudo sentir la mejoría y el ligero picor de las heridas cerrándose -Ni ahora, ni nunca. No volveré a fallar- Apretando los dientes, Eneera liberó la fuerza y se la transmitió a su compañero.

A lo lejos se escuchaban los silbidos binarios de R5 quien ahora parecía animar a los intrépidos combatientes, su dueño, Switch, asomó la cabeza para ver cómo marchaba todo.

- Ustedes llevan la ventaja. No dejen a ninguno con vida, no la merecen.

Comentaba el droide esta vez sin emoción alguna en la voz.

Voltor había alcanzado a la gigantesca mole y abalanzado bajo ella para intentar después herirlo, sin embargo el chevin se echó hacia atrás evitando el sablazo. Eneera asistía preocupara al combate pero al menos pudo alcanzar al otro miembro de la orden y recurriendo a la poderosa Fuerza sanó las heridas de Sajuuk.

- Gracias, amiga. Es el momento de apoyar a Voltor.

El Jedi avanzó en busca del enorme gangster y lanzando un fuerte puñetazo hizo que el bestia se encorvara, observando al hombre con asombro.

- ¡NO PODRÉIS CONMIGO, NADIE PUDO NUNCA!

Exclamaba con ira consiguiendo resistir el duro golpe contra todo pronóstico. Opal entretanto quiso golpear con el lateral de la mano a uno de los granujas pero éste justo en ese momento echó a correr dejándola tirada. Así hizo también el otro humano. Su jefe seguía en pie pero ver tantos enemigos yendo hacia ellos les había convencido de que era preferible buscar su propia seguridad.

Errol había tratado de herir a uno de ellos pero el blaster rozó la cobertura que le protegía y causó un leve rasguño en su objetivo. Menos suerte tuvo la wookie cuyo potente disparo esta vez no llegó a buen puerto. Maya, sin embargo, rodeó al que amenazaba a Eneera y pudo ponerlo fuera de combate con su pequeño blaster.

Lor pudo advertir que el escenario no estaba a su favor pero parecía convencido de poder aguantar.

- ¡Ven danzarín, a ver cómo corres cuando te aplaste contra el suelo!

Y con su puño impactó en la cabeza de Voltor quien ya había recibido varias heridas y no soportaría muchas más. El chevin se carcajeó al ver su estado.

Los insectoides al servicio de Switch echaron a correr detrás de los dos que huían, tratando de darles caza.

Voltor recibió el golpe del granuja. Un golpe más fuerte de lo que esperaba, pero al menos lo esperaba. Por ello logró rodar con el impacto y volver a ponerse en pie, como si no hubiese sufrido daño alguno.
Sabía que estaba en las últimas, pero confiaba en la Fuerza. Sabía que ésta no le fallaría y podría usarla para recobrarse en caso de necesidad. Pero tampoco le haría falta.

Tuviste tú oportunidad de marcharte. No la aprovechaste.

El jedi guardian saltó para tener impulso darle más potencía a su golpe. La inercia junto a su habilidad hicieron el resto. En esta ocasión cortó armadura, ropa y carne. Pocas cosas podían detener una hoja Jedi.

  Esta batalla está ganada. Pensó, después de la lluvia de disparos y de que los esbirros de Ganga Lor que quedaban en pie huyeran.

  No había sido una mal batalla, y a estas alturas, Errol pensó en que Switch debía entregarles el cargamento que Malla les había encomendado "rescatar". Éste y el twi'lek no se habían movido para nada mientras ellos guerreaban contra sus simpáticos "amigos".

  No sé si fiarme de Switch pero no hay otra alternativa debemos confiar en que no cogerá y huirá. Sus pensamientos giraban alrededor de esa duda, cuando volvió nuevamente a la batalla.

  En principio parecía que habían ganado la lucha pero Ganga Lor seguía en pie y con ganas de seguir adelante.

  Errol corrió para colocarse en una posición optima para el disparo, cerca del chevin, apuntó y disparó.

  RÍNDETE.

En vez de seguir disparando, el tipo que tenía al lado aprovecha para irse corriendo. "Muy inteligente por su parte", pienso, algo aliviada al ver que el hombre que estaba unos metros más atrás hace lo mismo. Los insectoides de Switch salen en su persecución, así que me tomo un momento para respirar.

Durante un instante me planteo esperar a ver cómo reacciona el gangster, pero al darme cuenta del estado de Voltor, corro hacia él, poniéndome a su lado.

- ¡Retírate, Voltor! - le sugiero mientras lanzo una serie de puñetazos y patadas al Chevin. - Le tenemos controlado...

Heridos por todos los lados a los que miraba Eneera. El olor de las heridas cauterizadas por los blaster iban inundando el ambiente. La joven Jedi vio como caía ante sus pies el enemigo abatido por Maya -Esa chica si que sabia disparar- Sus ojos se dirigieron hacia Voltor, ver su estado no fue sencillo. Habia sido un valiente o quizás un necio, solo el resultado final lo determinaría.
La distancia a recorrer era demasiado larga para utilizar la fuerza y sus habilidades, así que Eneera hizo lo que había ya realizado en múltiples ocasiones, ofrecerse como posible blanco y acercarse a sus compañeros -Sabes que eres muy feo ¿no? No era una gran insulto, pero quizás fuese suficiente para desviar su atención y que Voltor le asestase el golpe final.

A pesar de los intentos de Errol, el ganster mastodóntico no hacía caso a sus palabras y es que en la expresión de su rostro el chevin parecía creer que no érais rivales para él.

- ¡Vosotros os rendiréis cuando asistáis a mi irrefrenable poder! ¡Yo soy el amo de esta estación!

Motivado por lo que parecía una firme creencia en su invencibilidad, logró apartarse para evitar los ataques de Errol, Voltor y Opal, aunque el rayo blaster rasgó sus vestimentas produciendo una quemadura en su piel y el sable tuvo que ser explícatamente repelido con un rápido golpetazo en el brazo de Voltor. Entretanto, vuestra amiga Eneera aprovechaba para correr deseando llegar hasta el Jedi antes de que fuera tarde.

Aprovechando que Lor prestaba toda su atención a sus compañeros, Sajuuk rodeó y se lanzó hacia él de cabeza, en efecto golpeándole con el cráneo y ahora sí, causando que el bruto gritara de dolor, por primera vez.

- ¡Cómo te atreves, pequeñajo!

Espetaba el chevin sin entender cómo ese hombrecillo podía causar golpes de tal potencia. Queriendo devolver la afrenta, le trató de propinar un puñetazo pero Sajuuk logró cubrirse anteponiendo sus brazos, evitando así que el daño llegase hasta su rostros.

Maya trataba de buscar un hueco para disparar pero cuando apretó el gatillo no hizo sino llevar el disparo demasiado hacia arriba. Y Liakbev trató de llegar también hasta vosotros, de manera que pudiera emplear la poderosa ballesta para reventar a ese gigantón creído.

Más atrás, el droide se asomaba para contemplar el espectáculo.

- Acabad con él, es la oportunidad perfecta de eliminarlo.

Decía sabedor de que podría ser el final de su enemigo.

A Voltor le había sorprendido la capacidad del gangster para resistir el impacto de su sable. Había que tener una gran resistencia para aguantar algo así. Por fortuna Sajuuk tuvo más acierto y sí que logró herirlo.

A pesar de las bravatas estaba claro que la inferioridad númerica le iba a pasar factura. Ya sólo el Jedi podría acabar con él, pero si además se metían sus compañeros la cosa era inminente.

Tienes una bocaza a juego con el cuerpo por lo que se vé. Eres estúpido si crees que tienes alguna oportunidad.

  Ganga Lor, eres grande e incluso valiente, PERO SOMOS MUCHOS MÁS QUE TÚ. Así que ya estás deponiendo esas armas y esa actitud.

  si no simplemente TE COLGAREMOS DE CUALQUIER SALIENTE EN UN LUGAR ALTO y a ver cómo te las apañas.

  Hasta ahora estamos siendo indulgentes contigo PERO NO HAS VISTO NADA DE LO QUE PODEMOS HACERTE.

  Así que ya sabes lo que tienes que hacer si quieres salir entero de ésta, RÍNDETE.

  Errol soltó todo esto en un momento, sabiendo que no las tenían todas con ellos, era un enemigo fabuloso y valiente incluso temerario.

  Tengo que intentarlo para parar la lucha. Pensó.

  Vamos amigos A POR ÉL.

  A pesar de su determinación, en principio le pareció no haber convencido a Ganga Lor.

Ya se encontraba junto a Voltor, el Guardián no se quedaba parado, sus heridas eran graves y aún así no se rendía. Su fuerza de voluntad era admirable y Eneera lo envidiava por ello.
Con sus manos aún envueltas en esa luz cálida, blanca y sanadora, rozó la espalda de Voltor transmitiéndole energía, fluyendo hacia Voltor para tratar de parar el dolor ¿Como podía soportarlo y seguir en pie? Una vez más, Voltor, la fuerza es poderosa en tu interior y ahora tienes energías renovadas- Los ánimos de Eneera realmente no eran necesarios. Con los integrantes del equipo rodenado al enemigo y sin que ninguno estuviese ya en grave peligro, este combate estaba ya ganado y si no se rendía sus días en este mundo habrían terminado. La furia de los Jedis sumado a la lluvia de blasters no dejarían más que un cadaver sobre el suelo.

Miro al enorme mafioso, vigilando sus movimientos para tratar de evitar cualquier golpe.

- ¿De verdad eres tan orgulloso como para meterte en una batalla que no puedes ganar y en la que el único beneficiado será el droide? - pregunto con sarcasmo.

Sin embargo, no pretendo hacerle entrar en razón. Eso es algo que debería valorar él solito, que nosotros no hemos venido para eliminar a los enemigos de Switch y sólo nos hemos comprometido a proteger al comerciante a cambio de unos descuentos. Quitar de en medio a Ganga Lor sin duda requeriría un pago mayor por parte del androide.

Pese a todo, parece que mis palabras le hacen dudar un momento, que aprovecho para lanzar una patada baja hacia su tronco. Uso la fuerza del golpe para impulsarme hacia atrás y dejarle algo de espacio para largarse, al mismo tiempo que pretendo alejarle de la joven Eneera.

Para desgracia del jefe criminal de la estación, estaba viéndose rodeado por un numeroso grupo de enemigos bien armados. El mastodonte pudo usar su bastón para apartar una vez más el sable de Voltor, quien poco después recibía el suave contacto de Eneera y lograba curar parte de sus heridas.

Errol trataba de imponerse mediante el uso de convincentes palabras. Al principio el chevin le miró con desprecio pero sus facciones mostraban las primeras dudas sobre sus actos, más aún cuando Opal le propinaba una fuerte patada bien colocada, el tipo de los cabezazos insistía en pegarle pero más peligrosos eran todavía los blasters de la mujer y la wookie, que le lograron herir a pesar de la pesada capa de piel que le protegía.

La ropa del enorme alien estaba humeando y terminó por asumir la realidad.

- ¡Fuera de mi camino, bastardos!

Exclamó empujando a Sajuuk e iniciando una carrera, si es que se podía llamar como tal a los fuertes pisotones que daba contra el suelo. Ganga Lor era, a pesar de su tamaño, lento a más no poder. Tanto que le resultaría imposible escapar de vosotros si os lo propusiérais.

- ¡Esta vez ganaste, droide, pero veremos quién ríe el último!

Switch justo seguía acercándose hacia la parte Oeste del hangar cuando escuchó aquello y comenzó a hacerle señas a su mano derecha, el Twi'lek. El droide no tardó en manifestar sus intenciones.

- No tiene opciones de escapar. Mátenlo y les entregaré el cargamento sin coste.

Su sicario ya estaba corriendo blaster en mano y tendría tiempo para dispararle mientras la mole trataba de ascender por aquella empinada rampa que en efecto, podía convertirse en una trampa mortal para él.

Voltor vio marcharse al enorme ser. Podría haberlo detenido, pero no sin matarle. Y una cosa era el fragor de la batalla, donde era cuestión de supervivencia. Y otra muy distinta a sangre fria. Por lo que lo dejó marchar.

A él le guíaba el lado luminoso de la Fuerza. Y así seguiría. Eso no iba a cambiar por mucho que el Imperio se propusiera a ponerle trabas.

Está derrotado y tú a salvo. Eso es lo que habíamos pactado. Ahora te toca cumplir tú parte. Danos el cargamento.

El Jedi incluso había apagado el sable. Pues la lucha había terminado. Miró, no obstante, a Enara. La cual a todas luces no parecía una combatiente pero se había metido en el fragor de la batalla para curarle.

Muchas gracias por la ayuda. No tenías por qué arriesgarte tanto, pero te lo agradezco.