Partida Rol por web

Symbaroum I: Oscura ambición.

Aldea de Sivero.

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21/07/2019, 19:15
Caos, perro de Seragoi.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

El perro de Seragoi se interesa en el camino que han tomado el trocado y el bárbaro, y con su trote es el primero en entrar en el granero, que debió pertenecer a la granja que allí había, y de la que queda bastante menos que del propio almacén.

El interior no está demasiado bien iluminado, pues los ventanucos situados a la altura del altillo son pequeños, y están algo sucios.

Hay sacos por todas partes, en cuyo interior se adivinan distintos cereales. Huele a polvo, a madera, a oxido y a ropa sucia.

Caos se detiene con actitud observadora, solo un momento, antes de terminar su trote hasta casi el fondo, una de las zonas más oscuras del lugar. Olisquea con ahínco lo que parece ser un gran bulto, y finalmente, comienza a ladrar, y a intentar escarbar debajo de dicho bulto.

Los ladridos pretenden llamar la atención, pero no parece una amenaza. Seragoi es capaz de reconocer la actitud de su amigo: ha encontrado algo, que quiere recuperar casi con desesperación.

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22/07/2019, 12:09
Zazer.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.


Zazer centró su vista en el enorme bulto del granero. Su concentración fue tal que las huellas pasaron a un segundo plano. Los ojos del trocalengo que podían escrutar la oscuridad sin problema alguno, distinguieron lo que parecía un enorme ogro, más grande lo que correspondería a alguno de su especie. Zazer se acercó a él, distinguiendo una piel manchada y malformada. 

Prestó especial atención a lo que sus sentidos le dictaban. El pecho de aquel engendro no se movía, quizá sus pulmones silenciados para siempre, y el aire estaba marcado por el ferruginoso hedor de la sangre. De una gran cantidad de sangre. 

-¡Venid! -gritó a sus compañeros con urgencia-. Hay un gran ogro muerto -informó-, y parece que le perro ha olido algo bajo su cuerpo. Quizá el humano que intentaba escapar de él. Ayudadme a mover esta mole de carne. Peñasco, necesitamos tu fuerza -dijo al tiempo que miraba alrededor intentando detectar algo que les sirviera de ayuda. 

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22/07/2019, 12:44
Peñasco.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.


Las voces del granero de Zazer hicieron que Peñasco se moviera en esa dirección. Parecía grave, y además, sentía una profunda curiosidad por ver a alguien como él. Aunque desgraciadamente estuviera muerto. Por otro lado, reflexionó mientras avanzaba con ese paso peculiar suyo, era una desgracia relativa. Peor, sin duda, sería que estuviera vivo, y tuviera que enfrentarse a él. ¿Qué sensaciones hubiera provocado tener un enfrentamiento tan directo con alguien como él? ¿prácticamente con el primero como él que conocía? Peñasco no lo tenía claro. De un lado pensaba que podía ser algo banal, puesto que los hombres peleaban y se mataban entre sí constantmente y eso no parecía volverles especialmente locos, o inestables. Pero, por otro lado, había muchos. ¿Era distinto cuando se trataba de una especie con pocos miembros? ¿o la diferencia era de cual era el comportamiento normal? ¿de cuantas veces los encuentros eran violentos o pacíficos?

Esas disquisiciones ocupaban su mente cuando entró en el granero y, viendo el perro y escuchando sus ladridos, se acercó para tratar de apartar el ogresco cadáver.

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22/07/2019, 16:00
Kanghmer el Mediohierro.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Kanghmer había permanecido con la mirada fija en el perro. Caos ladraba con mucha intensidad a un montón de escombros y lonas, y el bárbaro no comprendía por qué se comportaba de aquella manera. 

Habitualmente el animal era mucho más útil, o se comportaba de cierta manera... casi racional... así que por un momento observó a su amigo Seragoi, tratando de discernir qué demonios le ocurría al can.

Fueron las palabras de Zazer quienes le sacaron de su ensimismamiento. ¿Un ogro muerto? ¿En serio? Se frotó los ojos como si estuviera despertando de un sueño y se forzó a entrecerrarlos para fijarse bien en aquel bulto enorme. Vaya, sí que parecía un gran ogro.

Apresuró sus pasos tras Peñasco, y se dispuso a ayudar al ogro para apartar al cadáver de su congénere... aparentemente más grande que el propio Peñasco.

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23/07/2019, 00:13
Seragoi Karadas.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Mientras avanzamos, veo como Caos se mete al granero, por lo que apuro el paso en esa dirección. Me preocupa que mi amigo se separe demasiado y salga de mi vista pues temo que corra un peligro y yo no alcance a asistirle. Apuro el paso en esa dirección y veo como señala con desesperación aquel sitio, abajo de aquel bulto.

 - "¿Que encontraste, campeón?"

Veo que rasca con ansias y que otros llegan para ver qué es lo que oculta aquel lugar, que Zazer indica que es bajo un ogro muerto. Tomo a Caos del collar y lo sostengo, para que se mantenga alejado mientras el resto trabaja para ver si es algo útil lo que hay ahí o solo algo que al perro se le apetece comer.

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28/07/2019, 20:01
"SYMBAROUM"

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Sólo trastos inútiles, pesados sacos y suciedad es lo que encuentran los ojos de Zazer al buscar una palanca o utensilio que pueda ayudar en la tarea que, por suerte, Peñasco es capaz de llevar a cabo con apenas esfuerzo, reducido aún más por la ayuda de Kanghmer.

Caos obedece a Seragoi y se aparta del cuerpo del enorme ogro pero no sin lloriqueos que siguen denotando urgencia. Y es que bajo el cuerpo de aquel engendro se puede ver otro cuerpo, inmóvil, y totalmente cubierto de sangre de un rojo muy oscuro, la misma que cubre por completo el pecho del ogro y que despide un olor muy fuerte. Es un cuerpo humano, por sus rasgos lo más probable que un bárbaro, aunque también podría ser un ambrio que ha tenido una vida más ruda de lo normal, o un mestizo, como Bashabarana-Yaga.

Viste con pieles, y junto a su mano derecha hay una pica ensangrentada. Sujeta al cinto, luce una ballesta.

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28/07/2019, 20:38
EL ETERNO SEGADOR.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

AL ALBA.

El sol apenas asomaba por encima de las montañas que intentabas atravesar con premura. Querías llegar lo antes posible, volver a la civilización, bárbara o ambria, pues estabas cansado y hambriento, y el frío aún era cruel mientras el sol no estaba alto en el cielo, así que tras decidir que dormir a la intemperie podría matarte, caminaste toda la noche con la esperanza de encontrar un techo bajo el que cobijarte.

Y fue en ese momento, cuando los primeros rayos hicieron acto de presencia, que llegaste a lo más bajo de la ladera y tu olfato captó un olor fácilmente reconocible: el de la madera quemada. ¿Una chimenea? O al menos una hoguera. Un asentamiento. Se veían luces titilantes, pero muy suaves, a lo lejos, en dirección suroeste, a través de la penumbra que provocaba la sombra de la montaña.

Decidido a descansar en un lugar de relativa seguridad, seguiste caminando a pesar del agotamiento. Para mantener la mente activa y no caer dormido allí mismo de puro cansancio, comenzaste a hacerte una idea de dónde estabas. No recordabas que a aquella altura de Los Cuervos hubiera ninguna población, al menos la última vez que estuviste por allí, lo cual podría remontarse a varios años, así que lo que allí hubiera o era relativamente reciente, o era ambulante. Pero daba igual. Si no había comida al menos habría compañía, y por unas monedas, un lugar donde dormir.

A medida que te acercabas podías distinguir estructuras: casas, y graneros probablemente, un par de torres de vigilancia, un sendero más o menos marcado. Un asentamiento pequeño pero estable. Sin embargo algo no marchaba bien. No sentías ajetreo, y las columnas de humo que ascendían aquí y allá eran muy densas para ser chimeneas.

Por puro instinto, decidiste resguardarte tras unos montículos cercanos, y observar. No tardaste mucho en ver cómo de aquella aldea y en dirección norte, atravesando lo que parecían extensos campos de siembra, salía un pequeño grupo de criaturas, bastante curioso: había seres del tamaño de un niño pero que caminaban renqueantes como viejos, ataviados con lo que parecían armaduras de cuero y metal, otros, sin armadura y con un aspecto parecido al de los ogros, pero más grande y grotesco, que arrastraban carretas con grandes fardos cuya forma no consigues discernir desde aquella distancia, y dirigiendo todo aquel cotarro, elfos. Estabas casi seguro de que eran elfos, por su forma de vestir y moverse.

Ellos no repararon en tu presencia y la extraña comitiva siguió su camino. Cuando todo pareció tranquilo, decidiste echar un vistazo. Quizá había alguien vivo, o algo recuperable. Puede que hubieras llegado tarde para la aldea, pero si debías continuar tu camino, era mejor descansar y comer algo, al menos.

Para tu sorpresa, aunque todo estaba revuelto y roto, y casi ningún edificio conservaba todas sus paredes, no había cuerpos, ningún cadáver pero muchas marcas de lucha. Incluso había objetos que te parecieron que cualquier saqueados se habría llevado. Llevabas apenas cinco minutos deambulando por el lugar y ya habías encontrado algo que llevarte a la boca, y a punto estabas de recogerlo cuando sentiste un movimiento, lento y pesado, pero demasiado cercano. Por suerte el edificio más cercano a ti era de los que mejor aspecto presentaba: un viejo granero que conservaba incluso las puertas de madera. Era un buen lugar para esconderse.

A través de una rendija pudiste observar lo que ocurría fuera. Unos instantes después, una extraña comitiva inundó tu campo de visión: varias figuras enormes de paso lento cargadas con sacos y tirando de carretas, que parecen estar llenas de cuerpos sin vida. No repararon en ti, al menos todos los que iban ya cargados, los cuales caminaban como autómatas en dirección norte, pero uno que aún prestaba atención a su alrededor reparó en tu rastro.

En apenas unos segundos, se acercó a la puerta del granero y la derribó. Ya habías preparado tu lanza, y a la figura, que te recordaba a un ogro pero muchísimo más grande y bastante deformado, no le dió tiempo a gritar. Murío, con tu lanza atravesándole el pecho, y por desgracia cayendo sobre ti, empapándote de su sangre.

No te sentiste con fuerzas de quitártelo de encima. Al menos, no hasta después de descansar un rato...

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30/07/2019, 09:16
Bashabarana-Yaga.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Cuando el resto se dirigen hacia el granero y comienzan a interaccionar con lo que quiera que haya dentro, Basha se acerca y desmonta de Stajä, tendiendo una flecha en su arco. Una nunca sabía cuándo se presentaría un problema. Por el rabillo del ojo vio como movían al enorme y presumiblemente muerto ogro, revelando el cuerpo de alguien que parecía fuera de combate. Podía ser una conmoción y probablemente la imposibilidad de llenar los pulmones adecuadamente lo que había conducido al caído a la inconsciencia, si es que no estaba muerto ya.

- Comprobad si está vivo, no parece un elfo y si respira tal vez nos pueda contar algo sobre el misterio de la ausencia de cuerpos en todo Sivero. -

Basha había agotado su poder curativo así que si el hombre estaba malherido o moribundo poco podría hacer por él, al menos hasta que transcurriera un tiempo prudencial. Ay de aquellos que jugaban con los sobrenatural más allá de lo recomendado, ya que la Sombra era un enemigo invisible que siempre acechaba a aquellos que corrían esos riesgos.

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30/07/2019, 16:36
Kanghmer el Mediohierro.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Kanghmer gruñó levemente por el esfuerzo mientras ayudaba a Peñasco. Comprobó la facilidad con que el ogro empujaba la inmensa mole y sintió cierto alivio de no tener que estar echando un pulso con él. La verdad era que daba cierta tranquilidad tener a alguien como Peñasco de su lado en una batalla.

En cuanto el cuerpo del ogro rodó y se apartó, Kanghmer se hizo a un lado para que los expertos echaran un ojo al cuerpo de aquel otro hombre. Le parecía imposible que nadie hubiera sobrevivido a algo así... No quería ni pararse a tratar de pensar cuántos kilos podía pesar el ogro muerto, ni cuánto tiempo podría sobrevivir alguien debajo suyo. Parecía que aquel tipo se había enfrentado al ogro, lo había herido de muerte, y luego había caído bajo el peso de su rival. Una muerte muy poco heroica.

Factible, y real, pero poco heroica. Aunque como decía su hermana, quizá el tipo aún seguía vivo y podía desvelarles los misterios de Sivero. Fuera como fuera, Kanghmer no era un sanador así que se hizo a un lado y dejó que Zazer o algún otro examinaran al hombre tumbado. Mientras él vigiló los alrededores, a la espera de algún ataque o emboscada que confiaba en que no llegara.

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01/08/2019, 21:06
Puck.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Desde que descubriera las huellas y se las mostrara a su ama, el trasgo había permanecido en un segundo plano, agazapado tras la esquina derruida de una de las chozas. Desde allí había observado con atención los descubrimientos del resto sin exponerse en ningún momento a los numerosos peligros que asomaban a su efervescente imaginación. Pero aquello duró lo que tardó Bashabarana en necesitar ayuda.

Bamboleándose y llamándola a gritos, Puck se acercó a su ama.

- ¡¡Ama, ama!! Puck puede comprobar si está vivo. Oh, sí... Claro que puede. Puck puede pincharle un poquito- dijo sacando espada y daga, y dejando ver una amarillenta ristra de dientes.- Si chilla está vivo. Si no... Pobrecito. Tan joven y tan... Muerto. Oh, sí... Pobrecito. Pero quizá tenga algo útil guardado- añadió con pragmatismo.

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02/08/2019, 19:02
Peñasco.

AÑO 21.

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DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.


Peñasco procedió a apartar el cadáver de su congénere con mayor facilidad de la esperada, asintiendo a Kanghmer para agradecer su ayuda. Hecho esto, observó el hombre ensangrentado debajo y, luego, miró el cadáver del ogro. Finalmente sonrió con la pregunta cruel de Puck y tomando su nueva arma, limpió el filo, y lo colocó al lado de la boca del hombre, para comprobar si se empañaba con la respiración de este y, por tanto, seguía vivo.

Tras hacer esto se puso en pie, dando conocimiento a todos de lo que su prueba hubiera descubierto, y registró el cuerpo del ogro.

- ¿Alguno sabe si los ogros solemos hacer ritos para nuestros difuntos?- preguntó con curiosidad- Temo que no he tenido ocasión de hablar con ninguno de los míos sobre ese particular, y este, hiciera lo que hiciera, ya no puede hablar.

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04/08/2019, 01:37
Zazer.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.


Como un convidado de piedra, Zazer contempló, sin molestar, los esfuerzos de Peñasco por mover el cuerpo de su enorme congénere, esfuerzos que tampoco parecieron tales dada la facilidad con la que operó. Su atención pronto se centró en el cuerpo del humano, aplastado por el cuerpo del gigantesco ogro.

Una vez más, Puck logró provocarle un visceral rechazo y conducirle al porqué de su infame existencia y a las razones de su servicio a aquella mujer. Contuvo fácilmente un exabrupto y más difícilmente un golpe, mientras observaba cómo Peñasco intentaba comprobar si el cuerpo vivía o yacía muerto. Ante su pregunta, no pudo sino fruncir el entrecejo. A todas luces era un atacante, un depredador, pero las cuestiones morales acerca de su proceder habían quedado relegadas a un segundo plano por algo tan inane como su paz de ultratumba.

-No -dijo más secamente de lo que igual hubiera deseado.

Dicho aquello y más por evitar más palabras que otra cosa, se arrodilló junto al cuerpo y puso su oreja sobre el pecho del yacente.

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04/08/2019, 16:08
Karlio Advento, el Espadero Real.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Los nuevos sucesos eran toda una novedad, y una de gran calado, no solo en términos literales dado el tamaño del cuerpo, si no también figurados: cadáveres y cuerpos. Toda la aldea, al menos hasta donde habían registrado, estaba libre de ellos. Encontrar ahora nada más y nada menos que un ogro muerto... ¿Por qué le habrían dejado? Y más después del esfuerzo que parecían haber realizado en limpiar a conciencia aquel lugar. Aquello no tenía mucho sentido para Karlio, pero tampoco es que pudiera presumir de comprender las razones de otros pueblos. 

-Deberíamos estar atentos... ¿Soy el único al que le resulta extraño que precisamente se hayan dejado olvidado un cuerpo tan grande? O se fueron con prisa de aquí... O no se marcharon tanto como parece. Por mi parte no conozco rito alguno de los ogros, Peñasco, lo lamento. 

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05/08/2019, 21:54
Seragoi Karadas.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

Abajo del cuerpo de aquel ogro se esconde un humano inconsciente o muerto, pero yo no soy experto en saber si está vivo o no. Caos no hace ademán de desobedecerme pero Peñasco y Zazer se han acercado a ver si está vivo, por lo que pienso que lo mejor es brindarles espacio para sus maniobras.

"Más ayuda el que no estorba."

Miro a Kanghmer antes de hablar:

 - "Iré fuera a ver que todo esté bien."

Acto seguido, salgo con mi perro para asegurarme que los caballos y Hassern estén bien. No sería divertido que caigamos en una emboscada como dice Karlio solo por concentrarnos demasiado en este hallazgo, que podría perfectamente ser el cebo. Si ese es el caso, ya caímos en él.

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14/08/2019, 09:17
Bashabarana-Yaga.

AÑO 21.

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DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

La bruja mira a Puck de reojo y le dirige unas asertivas palabras.

- Deja esos pinchos quietos un rato Puck. -

Basha observa a Peñasco con el ceño fruncido tras que el ogro lance su pregunta. No tenía ni idea de cómo procedían para con sus muertos esa raza, aunque no podían diferir demasiado de los ritos de otros pueblos.

- Primero atendamos al superviviente y luego nos podremos preocupar de eso, Peñasco. Apuesto a que una tumba para volver a la tierra no iría muy desencaminada, pero no puedo ofrecer información veraz a ese respecto, la verdad. -

Viendo que el enorme ogro se inclinaba sobre el hombre inconsciente, la bruja reprimió su impulso de acercarse a evaluarle.

- ¿ Cómo lo ves Peñasco, está muy mal? -

Parecía que la presencia de la Sombra se había retirado por el momento después de su esfuerzo anterior, y Basha sentía que si era necesario podría usar sus dones curativos sin peligro a ser mancillada por ella. Eso sí, preferiría dejarlo para una verdadera emergencia.

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14/08/2019, 12:08
Puck.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.

El trasgo meneó la cabeza hacia arriba y abajo con rapidez e insistencia antes de contestar a Bashabarana.

- Sí, ama. Puck dejará los pinchos quietos un rato. Sí, un rato...

Además, ¿por qué molestarse en pinchar cuando veía como el enorme ogro acercaba su flamante y gigantesca espada a la cabeza del hombre que podía o no estar muerto? Eso era mucho mejor que pinchar. Más efectivo y, también, más definitivo. Por ello el trasgo se frotó las manos con expectación esperando ver lo que nunca llegó. Fue toda una decepción, aunque le quedaba un consuelo.

- ¿Está muerto? ¿Podemos buscar ya en su cadáver? Los muertos no necesitan cosas. Oh, no... Los muertos no necesitan nada. Pobrecitos.

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17/08/2019, 19:49
Peñasco.

AÑO 21.

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DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE.


Con mirada llena de perplejidad Peñasco volvió a mirar el filo de su arma, y tras esto, examinó con más cuidado al hombre que tenía frente a sí. Luego miró a la bruja.

- Para mi sorpresa, no solo no está mal. Está bien. O sea... agotado, sin duda. Pero fuera de eso, en cuanto descanse, beba algo de agua, coma un poco... no una herida tiene. Creo que debe ser el hombre más afortunado que conozco, para que no se le rompiera hueso alguno, ni ninguno de los golpes acabara con su vida. O con una herida al menos. Pero así es. Está perfectamente sano.

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01/09/2019, 16:05
Hassern de Viruta, aldeano.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE

Hassern se acercó al lugar, escuchando el diagnóstico de Peñasco.

- Entonces, recojámoslo. Por favor, no perdamos más tiempo. Ya no llegaré a tiempo para recibir a mi familia, pero al menos, quiero llegar  a Hoyt antes de que anochezca.

Después, vuelve al exterior y sigue el camino que había tomado para llegar a su granja.

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01/09/2019, 19:57
Kanghmer el Mediohierro.

AÑO 21.

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA,  PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14.

SIVERO.

COMENZADA LA TARDE

Kanghmer lanzó un vistazo a Peñasco, casi como si no estuviera seguro de cómo iba a proceder el ogro con el cuerpo del hombre inconsciente. Hassern tenía razón. Debían ponerse en movimiento, y cuanto antes. Si los elfos atacaban, lo harían mientras estaban en camino. Y en ese caso, era mejor recibir un ataque de día, y no de noche.

El bárbaro se dirigió hacia el cuerpo inconsciente y se lo cargó al hombro.

- Yo me encargo. - Dijo a Peñasco principalmente para que el ogro no se preocupara. Kanghmer prefería que Peñasco estuviera en disposición de luchar si eran atacados, y si estaba cargando con el cuerpo de un moribundo, perdería unos segundos valiosos en soltarlo y armarse.

Tras sus palabras, Kanghmer se dirigió hacia su corcel y depositó el cuerpo atravesado en la parte trasera con sumo cuidado. Luego se aupó a su caballo y se dispuso a seguir las indicaciones de Hassern para llegar al hogar del aldeano.

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03/09/2019, 10:59
Peñasco.

Peñasco se remueve, inquieto, al escuchar las palabras del aldeano Hassern. No deja de comprender la premura del aldeano, pero realmente quiere poder dedicar unos segundos al ogro fallecido, cuyo nombre ignora, y que desconoce si quedará alguien que le llore, o le eche de menos.

O se alegre de su falta.

¿Queda algo de nosotros cuando nadie nos recuerda? ¿Son esos ritos que tanto gustan a los humanos un medio para dar consuelo a quienes quedan o un medio para tratar de conjurar el temible olvido que hay más allá del frágil espejismo de la vida? ¿Queda algo de nosotros aún cuando no seamos recordados? ¿Algo de ese aliento mínimo y sin embargo tan precioso?

Entrega el cuerpo inconsciente del humano mientras asiente a las palabras de Kanghmer. Pero no se pone en marcha de inmediato. Con un gesto ceremonioso agarra al ogro muerto por los brazos y lo saca del lugar, hasta colocarlo fuera del pueblo, junto a los árboles más cercanos.

- Yo tampoco conozco los ritos funerarios de mi gente. Ni siquiera si existen. Pero que el cielo y el bosque le contemplen, y que los animales coman su carne muerta, y vuelva al ciclo perpetuo de lo que nace y muere, y crea y se destruye- luego con un gesto casi tierno pone su enorme mano sobre el pecho sin vida del otro ogro- Descansa y si ese es el deseo de los dioses, sigue vivo de otra manera o en otra realidad.