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LOS CAMINOS DE AMBRIA.

De polvo y tierra. De hierba y hojarasca. De madera y piedra. Los senderos, rutas y caminos de Ambria, bien construidos por el hombre o marcados por el uso con el tiempo, son peligrosos. Si bien cualquier viajero sabe dónde comienza su camino, ni el más sabio sabe con certeza a dónde le llevará.

AÑO 21.

MES ONCE: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO.

SENDERO MARCADO DESDE EL CAMPAMENTO NORTE A SIVERO.

MAÑANA TEMPRANA.

Como Hassern prometió, el sendero estaba marcado por el paso del tiempo y los carros, formando sobre el suelo mayoritariamente de tierra con algunas rocas aquí o allí, fruto de la cercanía de la montaña, un camino bastante practicable.

A los lados de dicho camino la hierba crecía salvaje. No había gran cantidad de árboles altos, con lo que el horizonte era visible, y podían verse Los Titanes perderse a este y oeste, si se miraba hacia atrás o a los lados, y la extensa meseta de Yndarien, si se miraba hacia adelante.

La escarcha, fruto del rocío de la mañana aún cubría buena parte de la vegetación y el camino, mientras el viento cortaba y azotaba de sur a norte, frío y libre tras su paso por las montañas, y por ratos logra llevar hasta el oído de los viajeros el sonido del caudal de un río cercano.

AÑO 21.

MES ONCE: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO.

SENDERO MARCADO DESDE EL CAMPAMENTO NORTE A SIVERO.

MAÑANA TEMPRANA.

Una mirada perdida daba a Bashabarana un aspecto pensativo. Si bien la violencia y la rapiña no le eran ajenas, nunca se había visto envuelta en un aparente acto de matanza indiscriminada, sino guerra declarada. Según el de Viruta los elfos habían matado indiscriminadamente a los habitantes de la aldea de Sivero sin distinción de género o edad. La bruja se caló el sombrero para que el viento no se lo arrancara además de hacer otro nudo a la bufanda para asegurarla de manera efectiva.

A pesar de que Puck solía trotar tras Stajä, una vez subió a su lomo en orden de viajar más descansada y alerta, tendió una mano al pequeño trasgo, izándolo a la grupa de su poderosa compañera. Entre los dos no hacían el peso de un hombre adulto, y Basha sabía que Stajä podía cargar con ellos sin problemas.

- ¡Arriba Puck! Será mejor que de momento cabalgues conmigo. No te emociones, esto es algo temporal. No queremos que los callos de tus pies se ablanden, ¿verdad? Estate atento por si ves algo peligroso. -

No le había gustado la última frase de Hassern sobre la posibilidad de una huida rápida. Peñasco no podría mantener el ritmo de una montura hasta donde ella sabía y no creía que el Espadero dejara a su acompañante a su suerte. Dejó que el pequeño trasgo se aferrara a su capa mientras dejaba su arco encordado en su regazo, preparado por si era necesario. El nivel de íntima comunicación que tenía con la hermosa elkat hacía que sintiera que eran una a la hora de moverse así que cualquier tipo de riendas eran completamente innecesarias. Una vez algunos de sus compañeros les precedieron, comenzaron a avanzar con un suave trote tras Hassern de Viruta.

AÑO 21.

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MAÑANA TEMPRANA.

Zazer se subió a su montura y la espoleó suavemente con los talones, para que se pusiera en marcha. Habida cuenta de que el campesino parecía saber muy bien por dónde quería ir, dejó que unos y otros le fueran superando hasta quedar en la retaguardia, concentrado en sus pensamientos, tan azotados por un ficticio viento como su rostro lo era por un viento real. 

Los elfos. Un enigma. ¿Víctimas? ¿Depredadores? En su longevidad, toda línea de pensamiento de un mortal cualquiera, era como comparar un cuesco con una tormenta. Ellos también estaban en el origen de su propia existencia, cuyo sentido aún trataba de buscar. 

Decidido a vaciar su mente de lo que amenazaba con ser una funesta sucesión de pésimos pensamientos, miró en derredor. Vio a Peñasco avanzar a pie y decidió acercarse a él. 

-Hola. ¿Vas bien?

AÑO 21.

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SENDERO MARCADO DESDE EL CAMPAMENTO NORTE A SIVERO.

MAÑANA TEMPRANA.

Karlio avanzaba a lomos del caballo prestado, siguiendo un paso tranquilo y a la par de Peñasco, al que por supuesto no iba a dejar atrás. En situaciones como aquella, el tamaño y el peso de su compañero eran un problema, aunque sin duda sus zancadas eran más similares a las que podría dar un caballo que las de un humano. Pero claro, no tendría capacidad de avanzar al trote de ser necesario... ¿O quizás sí? La verdad es que nunca le había visto correr. 

El caballero de momento guardaba silencio, preocupado por lo que encontrarían. ¿Una emboscada elfa? ¿O habría algo más? Cuando Zazer se acercó a Peñasco y le preguntó, se giró para ver qué respondía. No iba a forzar al pobre a avanzar a un paso que no pudiera sostener, y si tenía que retrasar la columna, lo haría. 

AÑO 21.

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MAÑANA TEMPRANA.

El trasgu se había encargado de preparar lo necesario para el viaje, no quería que a su ama le faltara ningún detalle o que echara en falta algo. Como era su costumbre se mantuvo cerca de Stajä esperando a que el grupo iniciara la marcha y durante la espera comenzó a brincar alrededor del animal. Cuando Bashabarana-Yaga le tendió la mano miró a su alrededor incrédulo, no había nadie más así que debía ser para él. Dio un par de brincos enérgicos para acercarse.

-Buena idea ama, yo puedo vigilar y si alguien se acerca gritaré para que todos lo sepan. Y no se preocupe por mis callos, tampoco les tengo mucho cariño. Además le taparé el viento y así tendrá menos frío. -Se dejó aupar y desde la grupa de Stajä miró al resto del grupo como si acabara de conquistar una gran cima.- Vaya... Se os ve a todos distintos desde aquí. Bueno. ¿Ya estáis todos listos? Mi ama está preparada.

No quería que el grupo demorara mucho la partida y allí parados pudiera quedarse fría, tampoco es que tuviera muchas ganas de iniciar aquel viaje pero parecía algo inevitable.

-De momento no veo nada peligroso ama. -Dijo mirando a su alrededor, dejando claro que no iba a distraerse y cumpliría la función que le habían asignado.- ¿Necesita una manta o un poco de bebida caliente?

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MAÑANA TEMPRANA.

- "¡Guau, guau! ¡Grrrr...!" -

El mastín persigue, ladra y gruñe a Puck hasta que se cansa, después trota cerca de su dueño, Seragoi.

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MAÑANA TEMPRANA.

Habiendo terminado el desayuno y preparado todo el equipo, salimos de aquel campamento improvisado de caravanas y refugiados camino a Sivero. Mi caballo preparado, mi equipaje en los morrales y todo mi equipo en sus fundas es la forma en la que estoy listo y preparado para aquella misión que puede tornarse en una matanza muy rápidamente. Respondo al gesto severo de Kanghmer pues también estoy listo para una lucha, si es que llega el caso.

Caos juega entre los caballos e incluso persigue a Puck, a lo que río y luego le regaño:

 - "¡Malo, chico malo! Aunque parezca una rata, no es una así que no te lo comas."

Casi pareciese que el perro sonríe en respuesta a mi regaño pero la verdad es que considero sumamente graciosa la situación.

Me pongo en marcha, junto a mis compañeros para así poder llegar a aquel lugar. Hago caso de lo que recomiendan, de no agotar las monturas por si debemos huir, aunque eso generalmente no es parte de mis estrategias.

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MAÑANA TEMPRANA.

Puck se agarró a la capa de su señora y se medio ocultó con ella mientras lanzaba patadas al aire intentando alejar al perro. Por alguna extraña razón le había cogido manía, aunque por fortuna solo era a él y no a su ama.

-Vete... vete... vais... vais...

Por fin el mastín se cansó y volvió con su amo dejando a Puck más tranquilo, poco a poco fue soltando la capa de su señora y le pasó sus manos en un intento de quitar las arrugas que se habían producido.

-Ese perro me quiere comer, deberíamos dejarlo aquí vigilando. -Cualquier cosa menos viajar con el, en cualquier momento temía que le diera un mordisco y las palabras de Seragoi tampoco le tranquilizaron mucho.- Jejejeje. Un buen chiste Señor Seragoi, los trasgus no somos ratas, somos mucho más guapos -Puck sonrió con una expresión no demasiado agradable.- y más útiles, además sabemos mal, a su perro no le gustaría.

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MAÑANA TEMPRANA.

- "Grrr… grrr… ¡Arf! ¡Warf!" - El perro menea la cola y se queda junto a su amo.

AÑO 21.

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MAÑANA TEMPRANA.

Basha frunció el entrecejo mientras se sucedía la escena con Caos, el perro que parecía seguir a Seragoi. No tenía nada en contra de que el de natural vago Puck diera un par de carrearas delante de un animal de su peso preocupado por que no le mordieran los tobillos, pero de ahí a que nadie lo calificara de nada iba un paso largo.

Si bien entre ellos había un constante cruce de puyas y duelos verbales, no pensaba permitir que nadie más entrarara en esa íntima relación que los dos sostenían. Se podía decir que se habían ganado el derecho a tratarse así, pero nadie más debía ni podía hacerlo.

- Guárdate tus parecidos para ti Seragoi, ten algo de la civilización de la que hacéis alarde los ambrios. No te gustaría que yo te llamara lechuguino pomposo y estirado, así que dejemos las lenguas en nuestras bocas cuando pensemos en insultar a los demás. Al menos a Puck, yo sé cuidarme sola si te pica la curiosidad.

Hermano, deberías escoger con más cuidado tus aliados, asociados, patrones, o lo que quiera que sea o al menos explicarle que insultar a un bárbaro es algo que sueles hacer una sola vez. Aunque suele quedarte aliento para disculparte... normalmente. -

No es que Puck fuera un bárbaro ni nada de eso, pero al estar al servicio de su familia Basha había acabado tomándolo como una extensión de su persona o la de su madre, lo cual era aún más importante.

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MAÑANA TEMPRANA.

- Caballos al paso van a mi ritmo. Si fueran más rápidos me retrasaría. Así... voy bien, Zazer, gracias por preguntar- como de costumbre Peñasco había tardado unos instantes en responder- Es extraño, ¿no te parece? Avanzamos en dirección al lugar de donde tantos huyen. En busca ¿de qué? ¿de respuestas? Algunos sí, no hay duda. Pero en otros casos otros son los motivos. ¿Y no va eso contra el fundamento básico de toda vida, buscar la propia supervivencia? Y aquí nos ves, de diferentes razas, todos en la misma dirección a donde, por razón, no deberíamos acercarnos.

Vio mientras hablaba el ogro la mirada de Karlio y asintió. Todo estaba bien, al menos, por ahora.  

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MAÑANA TEMPRANA.

Me río de las palabras que dice Puck en respuesta a mi broma. Es ingenioso y me simpatiza, aunque exteriormente sea considerablemente desagradable a la vista. Le sonrío y voy a responder cuando las palabras de su "Ama" me llegan con toda esa mala energía que es capaz de expeler. Enarco una ceja y le respondo:

 - "Puedes llamarme como quieras, linda. No tengo la piel tan suave como tú, al parecer. Parece que tu compañero tiene mucho mejor sentido del humor que tú y, si necesitase defenderse de mis palabras, estoy seguro de que lo habría hecho él solo."

Miro a Puck y le hablo:

 - "Si te ofendí, lo lamento. Efectivamente era mi intención burlarme de tu aspecto, pero si eso te causa molestia, no se volverá a repetir."

Mis palabras son sinceras, con un tono de voz serio, que deja en claro que no hay ni mentira ni sarcasmo oculto. Luego dirijo mis ojos hacia la bruja nuevamente y le contesto acerca de su último comentario:

 - "A mí me extraña que para ser una bárbara libre tengas tanta desconfianza de lo que no entiendes, como es mi relación con Kanghmer. Lamentablemente, la familia no se elige por cuidado que uno tenga. ¿No?"

Mi mirada es intensa, desafiante, pero no abiertamente hostil. Una sonrisa incipiente saluda por la comisura de mi boca, en señal de que realmente me estoy divirtiendo y eso es algo que siempre se agradece al momento de viajar. El paso de mi caballo es lento y constante, lo que me aburre después de mucho rato. Un buen intercambio de palabras siempre ayuda a amenizar el camino.

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MAÑANA TEMPRANA.

La situación vivida por Puck era realmente extraña para un trasgu y que su ama lo defendiera lo sorprendió pues los esclavos como él apenas solían tener importancia para sus amos.

¡¿Ves madre?! ¡Ella se preocupa por mi, me cuida!

Aquella noche volverían a discutir, como casi todas, pero esta vez Puck tendría buenos argumentos, no había nada que le pudieran decir para quitarle aquella alegría. Incluso se emocionó un poco, aunque intentó que no se notara.

Snif... Snif...

Quizás alguien podía pensar que le habían sentado mal las palabras de Seragoi, aunque no era así para nada, como trasgu estaba acostumbrado a que se metieran con él y lo tenía asumido.

-Oh sí ama, claro que sabe defenderse. Tiene la lengua tan afilada como una espada. -Su ama lo había defendido y Seragoi se había disculpado. ¡Con él! Aquello era insólito y no sabía muy bien que hacer o que decir.- Yo... Yo... -Algo le decía que aquello podía traerle problemas en el futuro y los humanos le guardarían rencor por aquello.- No me ha ofendido Señor Seragoi, pero solo puedo ser una rata cuando la Señora Bashabarana decida que lo sea, usted no puede... no debe... no... Pero no me ha ofendido, Puck no se ofende a no ser que la ama lo desee. ¿Debo ofenderme ama? 

No tenía claro que aquella conversación fuera a terminar bien, le hubiera gustado retroceder en el tiempo y no verse en medio de la discusión entre dos humanos. Quizás lo mejor era intentar cambiar de tema, sí eso era lo que necesitaban, centrar su atención en otra cosa, en otro que no fuera Puck.

-¿Han escuchado a Peñasco? Creo que tiene mucha razón. -Le seguía fascinando aquel ser tan grande y de aspecto tosco y lento pero que tenía tanta curiosidad y capacidad de raciocinio.- Igual deberíamos pensar bien lo de ir a ese lugar. ¿Verdad ama?

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MAÑANA TEMPRANA.

Miró un segundo a Peñasco antes de volver a mirar al frente. El gigantón se complicaba en exceso la vida pero era interesante y conversar con él podía considerarse de todo menos aburrido.

-¿Y qué es la propia supervivencia? Día a día todos tratamos de vivir. Es por ello que comemos. ¿Es eso un ejericicio de supervivencia? No lo creo. Trabajamos para obtener los medios o el dinero que nos permitan conseguir la comida que necesitamos para vivir. ¿Es eso supervivencia? No lo creo. Nos puede gustar la música, la lectura, el arte, que pueden alimentar nuestra alma y hacer de nuestra vida algo más que un negro agujero. ¿Es eso supervivencia? Tampoco lo creo. Todo ello es vivir -dijo Zazer-. Debemos distinguir entre vivir y sobrevivir. Y la supervivencia se enmarca en este último aspecto. En cuanto a nuestro destino, no lo considero contrario a mi deseo de vivir. Poseo mis razones y son importantes para mí, para mi vida, para mi futuro inmediato. Esas razones quizá sean lo que me permitan vivir mejor o incluso sobrevivir a determinadas situaciones. Como conclusión diría que este viaje, en mi caso, es un ejercicio de supervivencia.

Seragoi se había disculpado, así que tan pronto como vino el temporal, remitió. Bashabarana era una mujer temperamental, pero salirse con la suya solía aplacarla. Al menos momentáneamente. Se dirigió a Seragoi con ánimo más templado.

- Puck es un trasgo y está acostumbrado a que la gente lo trate a patadas, lo cual no significa que le guste. Y efectivamente, no, no puede defenderse él solo, para eso estoy yo aquí, ¿lo pillas?

Supongo que "linda" te funcionará en la mayoría de las tabernas, no dejes de intentarlo amigo. - Una sonrisa algo venenosa se esbozó por un momento el pálido rostro de la bruja, haciendo que sus rojos labios se fruncieran levemente hacia un lado.

- Sí Puck, deberías ofenderte, pero este amable señor se ha disculpado, así que como buen tipo que eres puedes aceptar sus disculpas y dejar el asunto pasar. -

La familia. No sabía cuál eran los conceptos que los ambrios daban a ese tema más allá de el poco contacto que había tenido con algún otro mercenario mercader. Baba-Yaga apostaba a que la mitad de ellos venderían a su madre por medio talero, y la mitad de la otra mitad lo harían si les doblaran el precio.

- Bueno, algunos lamentan no poder elegir a su familia, y otros lamentan las elecciones de sus amigos y asociados. Está por ver cuál es el caso señor Seragoi. En todo caso y en nombre de Puck aceptamos sus disculpas. - Se volvió atrás para dirigir unas palabras al trasgo.

- No Puck, no tiene pinta de que vayamos a volver. Pero no te preocupes hay aquí un montón de aguerridos hombres de armas que no permitirán que te ocurra nada. Siempre queda el asunto de los elfos arqueros mata-trasgos pero... ¡Ya lo solucionaremos! -

Se volvió en la silla con un brillo en la mirada, algo que parecía una mezcla entre malicia y diversión, dedicándole un gesto a Seragoi que parecía dejar todo zanjado en cuanto al asunto que habían tratado.

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MAÑANA TEMPRANA.

Peñasco no pretendía hacer de la lentitud una virtud y, desde luego, desconocía esos versos del poeta clásico que decían "Todo es tan lento como el pasar de un buey sobre la nieve// todo tan eterno como las bayas rojas del acebo". Aunque, por otro lado, de llegar alguna vez esos poemas a sus manos, sin duda le gustarían. No había por tanto, en la lentitud en sus respuestas, engaño u artificio sino, meramente, la velocidad que daba a sus actos. Un ritmo reposado que permitía macerar cada respuesta, no desproviéndolas de pasión sino, sencillamente, dándoles un tiempo de enfriamiento.

Mientras tanto, mientras pensaba, escuchó la conversación entre Puck, Bashabarana-Yaga y Seragoi Karadas. Le resultó curiosa la esgrima verbal desplegada por los humanos, y entrañable el obvio deseo del trasgo de sentirse querido por quien consideraba su ama. Algo para lo que reflexionar, más adelante.

- Comer es una necesidad. Para la mayor parte de los humanos que conozco, tener dinero es otra. No creo que sean parámetros similares. Me llama la atención, sin embargo, que los hayáis incluido junto a la música, la lectura o el arte que, como bien decís, son alimento para el alma. Creo que se trata de dos categorías distintas, pero comprendo vuestro razonamiento, o eso pienso. Tratáis de la diferencia entre la mera supervivencia, basada en la obtención de aquello que es imprescindible, y la vida cuando se satisfacen impulsos más nobles. Y este viaje, para vos, es vivir. Lo comprendo. Pero no deja de ser curioso que, en esos supuestos, vivir pueda implicar un riesgo cierto de acortar la vida-  una sonrisa apareció en la pétrea cara del ogro- ¿No os parece acaso una peculiarísima contradicción racional? Aunque puede que en las contradicciones se esconda más verdad que en la aparente perfección de la lógica. ¿Cómo saberlo sin un elemento perfecto e indiscutible con que compararlo?

Era evidente que la última pregunta (más autopregunta que pregunta, en realidad) había sumido a Peñasco en un estado de curiosa preocupación. Por espacio de unos segundos no pareció que fuera a decir nada más. De hecho, su mente aunque no abandonaba su pesquisa anterior, ya avanzaba en otra distinta.

- Zazer, ¿no pensáis que esa pregunta pudiera ser el germen del deseo del ser racional de comprender a lo divino? ¿buscar una medida cierta con la que poder juzgar lo verdadero y lo falso? ¿qué opináis?

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MAÑANA TEMPRANA.

Zazer miró a Peñasco, confiando en el paso firme y cadencioso de su montura que seguía al resto del grupo sin necesidad apenas de manejar las riendas. Aquella no era una conversación fútil y en la que uno pudiera sentir la necesidad de vencer. Era un intercambio enriquecedor con una inteligencia no humana. 

-¿Perfección de la lógica? No creo en tal cosa. Porque si hablamos de lógica, ¿a la lógica de quien nos referimos? ¿A la de los humanos, la de los elfos, la de los ogros, la de los trasgus o la de los trocalengos por mencionar algunas? No hay una única lógica y consecuentemente hablar de perfección en un proceso mental supondría la superioridad de un grupo frente a otro. Además, en mi opinión no todo es racionalidad pues también están los sentimientos y emociones que, en ocasiones gobiernan nuestros actos, a veces con resultados funestos y otras con resultados maravillosos -dijo el explorador-. Respecto a lo divino, Peñasco, es un terreno peligroso. Nuestros límites, nuestro desconocimiento de las leyes que lo gobiernan todo, desde lo pequeño a lo grande, nos lleva a pensar en una voluntad o voluntades superiores. Algo que excede y supera nuestra realidad física. Por lo tanto, tratamos de aprehender un hecho metafísico con las reglas y procedimientos de lo físico, y eso es un error. Además, presupondríamos que sólo las entidades divinas estarían en posesión de la verdad absoluta acerca de lo que está bien o mal, lo cual ha llevado a muchos a erigirse en portavoces de los dioses y a hablar en su nombre, mostrando a los demás, con mejor o peor voluntad, cuál debe ser nuestro comportamiento en base a ese frágil fiel que establece qué está bien y qué no. Y sin embargo, la experiencia demuestra que no hay absolutos. El bandido que mata para robar comete un crimen a los ojos de la ley. Pero el padre que defendiendo a su familia de dicho bandido, lo mata, no comete un crimen aunque en ambos casos se ha robado una vida que es imposible devolver.

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MAÑANA TEMPRANA.

Como era costumbre la respuesta de Peñasco no es inmediata, sino que llega tras casi un largo minuto en el que, el único reflejo de la conversación que están teniendo ogro y trocalengo es algo parecido a una sonrisa entre satisfecha y cordial en el rostro casi mineral del ogro.

- Matices. Sin matices el discurso cae, y se corrompe. No creo que la perfección de la lógica sobrepase la apariencia, aunque discrepo en que sea distinta la lógica humana de la de ogros, trasgus, trocalengos o elfos. La lógica es un idioma de resolución de problemas. En definitiva hay tantas modalidades como personas si nos referimos al uso concreto de la  lógica que hace cada ser racional. Pero la lógica como método sujeto a reglas y a consideraciones es una. En cualquier caso... coincido en el fin de vuestro argumento. La lógica por si sola no sirve para dar respuesta a todos los problemas. Es un instrumento, un gran instrumento, para resolver dudas y problemas, pero no es la solución. La razón es afectada por los sentimientos, y estos por la razón. En cuanto a lo divino, lejos de mi intención está hablar de los que dicen ser enviados por los dioses. Sería siempre generalizar. Hablo del sentimiento de lo divino. Tampoco pretendo conocer el pensamiento o motivación de tales seres divinos, pues estaría condenado al fracaso, ya que su paradigma y el mío, como bien has indicado, Zazer, están completamente alejados. Lo que me refiero es a lo que late bajo la religiosidad de las razas con pensamiento. 

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MAÑANA TEMPRANA.

Kanghmer no tenía muy claro dónde meterse. Por un lado el camino no había empezado con buen pie, con su amigo y su hermanastra discutiendo con las lenguas afiladas que ambos poseían. Frunció el ceño. Tampoco le hacía gracia la idea de que se enemistaran entre ellos cuando por delante seguramente tendrían un enemigo común mucho más peligroso.

- Puck es de Bashabarana. Eso ha quedado claro. - Dijo a Seragoi. - Y mi hermana es una bruja... de las de verdad. - Añadió a su amigo a modo de advertencia. Pero luego miró a Basha. - Y Seragoi es, en efecto, mi amigo. - 

Les miró a los dos alternativamente. - Haya paz entre vosotros porque no quiero tener que continuar este viaje solo. - Conminó. - El camino es largo y los peligros seguramente numerosos. -

Su posible discurso se vio interrumpido por el zumbido de la conversación cercana entre Peñasco y Zázer. Kanghmer les miró con los ojos abiertos como platos. ¡Quién iba a pensar que sería testigo de una discusión metafísica entre un ogro y un trocalengo! Parpadeó un par de veces, incrédulo, y apretó un poco el paso de su montura. Si se quedaba mucho rato escuchando algo tan aburrido seguramente la propia conversación le mataría antes de que aparecieran los elfos, los fantasmas o quienquiera que había atacado a los aldeanos.