Partida Rol por web

-Que genio!!- dijo Alan sonriendo casi a punto de aplaudir, pero no lo hizo, cuando hablo al agente Kennedy lo hizo con calma pero como si todo aquello le pareciera divertido- ve le dije que era mejor hablarlo tomando algo tranquilamente.-luego se puso mas serio y añadio- por mi parte, me gustaria puntualizar un par de cosas antes de retirarme de la combersacion. Uno,solo trabajo para mi, hago esto gratis, asi que le ruego que no diga que he sido reclutado por nadie, simplemente estoy de paso y hecho una mano, nada mas.- Alan sonaba seguro y educado- dos, aunque comprendo su postura, me parece razonable lo que dice y pide la señorita Diana, algo de intimidad, si tiene sospechas me ofrezco a vigilarla, si hace falta.- Alan sonrio- Y bueno a parte de un cafe creo que ya esta todo.

Despues Alan se retiro junto a Eduard sin esperar respuesta de kennedy y le ofrecio la mano junto con una sonrisa amigable- Encantado Eduard yo me llamo Alan, lamento la confusion de antes, le ruego me perdone, aunque, el de conserje es un trabajo respetable como otro cualquiera, no cree?

Con cara de sorpresa acepte la mano que me ofrecía el tal Alan, y asentí a sus palabras quitándole importancia a la confusión.

No… digo si… es decir…

Me detuve azorado por mi lamentable indecisión, y pensé mis palabras antes de decirlas.

No tiene importancia… dije tratando de sonar relajado y seguro de mi mismo no tengo nada contra los conserjes… pero soy contable ¿sabe? bueno… ya no... ahora estoy en el paro… es decir... soy agente… osea…

Recordé lo que solía decir mi madre cuando me veía comenzar a balbucear:

¡CALLATE EDUARD!

Era una sugerencia razonable.

Por fin nos empiezan a contar algo. Era algo que iba necesitando ya que estaba pensando seriamente que tal vez lo  mejor era tomar el otro camino antes que juntarme con una empresa tan...desorganizada.

Pero por lo que dice Kennedy, nos necesitan. Ser necesario en un sitio, aportar algo, que confíen en ti y que puedas cumplir con tu cometido es una de las mejores cosas que hay. Cuando trabajas como freelance eso cambia y sinceramente, pierdes el apetito por las cosas, pero hacer algo porque alguien necesita que tu lo hagas.

Sonrío ante el discurso de la chica  -vaya, esa chica no se achica ante nadie...casi me da pena Kennedy si no fuera porque lo más probable es que si no aceptamos lo llevemos mal- pienso durante un instante mientras interviene Alan.

-Sin duda ellos llevarán la voz cantante, se les da bien hablar...aunque ¿qué gilipollez es esa de "no he sido reclutado por nadie"?...

Observo como Eduard se sigue bloqueando cuando Alan se dirige hacia él. Un tipo curioso y sin duda alguna con muchas sorpresas que revelar, si no, no estaría aquí.

-Así que nosotros seis formaremos una especie de equipo para trabajos sucios...suena bastante mal la verdad y probablemente mandemos todo a tomar por...ejem...-es la primera vez en mucho tiempo que me corto con un taco y ni se por qué lo he hecho-lo que quiero decir, es que somos unos completos desconocidos y pretendes que trabajemos juntos...¿por qué cojones lo íbamos a hacer?

Sí, Kenny, ¿por qué? repitió la pregunta el gigantón, que apoyado en la pared y cruzado de brazos, asistía divertido a los intercambios entre el verdadero agente, el no conserje, la muchacha salvaje y el intelectual que intentaba ligársela. Y sobre todo ¿qué es tan jodido que necesite a gentuza como nosotros para conseguirlo? Cada vez estoy más intrigado...

Las objeciones que la mayoria pone no le parecen hacer mucha gracia a Kennedy, quien les dice:

- Pues me parece que la razón para crear una unidad de novas asalta a la vista ¿Acaso no vieron lo que pasó hace un rato? Las calles están llenas de facistas con armas demasiado sofisticadas para haberlas comprado en el mercado negro, están las bandas de delicuente y uno que otro nova que no usan con mucha ética sus poderes. El gobierno necesita quienes le ayuden a combatir fuego con fuego. Claro que les necesito, aunque la señorita Walker parece caída del cielo. De todas maneras ustedes deciden si se quedan o no, aunque si dicen algo de lo que hemos hablado en este lugar tendrán grave problem...

Kennedy no logra terminar con lo que estaba diciendo, pues detras de él aparece un sujeto con un delantal blanco y con cara de loco, como el estereotipo de un  científico loco. A su lado se encuentra una chica joven, casi adolescente, con cara de extraviada y pelo rojo furioso. El científico carraspeo interrumpiendo a Kennedy y, cuando contó con la atención de todos, les dice:

- Para los que no me conocen soy el doctor Stein. Solo quiero informarle al agente Kennedy que he identificado el agente radiactivo con el cual fueron envenenados los chicos de la guardería. Según el rastro de radiación puedo decir con una seguridad de un 80% que se trata de deuterio. Ese material puede usarse en un dispositivo de fusión termonuclear, o para los menos entendidos, una bomba atómica.

Observo en silencio la escena...y me quedo observando a la "chica guapa", la miro a los ojos, luego pongo atención a las palabras del Doc...

-...Deuterio?????....nivel 80%????......Bomba atomica!!!!!....- pensaba...ya que lo unico que entendia era lo de la bomba....y eso era "MALO"...

Kennedy se queda con la cara desencajada ante la información que le entrega Stein. Luego saca un cigarro y lo enciende, da una larga calada y les dice:

- Ahora tenemos a un loco construyendo una bomba que puede hacer humo Londres y todos los que vivimos aquí en cuestión de segundos. El mundo se ha vuelto demencial y peligroso.

Después piensa por un momento, los miraa cada uno fijamente y les dice:

- Ustedes tienen dones extraordinarios que pueden ser de gran ayuda para mucha gente. Si quieren pueden irse de aquí sin mirar atrás y olvidar lo que han escuchado. Seguir siendo fenomenos de circo a los que los facistas usaran como diversión y para lanzarles tomates podridos. Pero también pueden hacer algo importante y demostrar que sus poderes son dones que ayudan a la nación.

- Vaya eras contable? me parece algo aburrido, aunque si visitara alguno de vez en cuando, seguro que no estaria tan al dia con mi dinero.-Alan diguio hablando Eduard ignorando las palabras de Kennedy, el ya habia dicho que ayudaria, no queria combertirse en agente, pues le gustaba su vida, pero ayudaria en todo lo que pudiera, y si alguien tenia quejas, le daba igual el era asi.

El doctor no fue lo primero que vio Alan cuando este aparecia, sino a su peliroja acompañante, razon por la que dejo de hacer caso a Eduard, se fijo en ella mientras el Doctor los ponia al dia, y su cara de sorpresa al escucharlo le indico que debia de ser nueva.

-Entonces lo de la bomba ya no es una sospecha, es una certeza-Dijo Alan dejando el lugar en el que estaba apollado- bueno, como he dicho aunque no quiero ser agente, pienso ayudar. Con algo de dinero para pagar un par de favores y un viaje a algunas calles podria encontrar la pista de lo que buscamos, conozco a algunas personas, de diferentes ambitos de la ciudad, de las que consiguen cosas... Aunque me sentiria mas seguro con compañia.-Alan miro a los presentes.- venis? no creo que sea tan dificil, no hace falta ser agente del gobierno para ayudar a alguien, hay mucha gente que corre peligro, hombre, mujeres y niños podrian morir,  no es por la nacion, es por la gente que vive en ella,y aunque aqui el agente Kennedy sea un poco antipatico quiere asegurarse de que eso no pase, asi que... vosotros direis- Si habia alguien fabricando una bomba nuclear el tiempo apremiaba.

Si... cont...

Fue todo lo que tuve tiempo de responder antes de que el joven dejase de prestarme atención, devolviendome a mi apreciado anonimato.

Observe a los recién llegados, prestando atención al doctor, hasta que hablo de la bomba. Me quede paralizado al oirlo. Totalmente aterrado ante la idea de que alguien pudiese estar construyendo una bomba atomica en Londres, y cuando Alan dijo que si alguien le acompañaba me falto tiempo y me sobro ímpetu.

¡YO! es decir... yo voy contig... con usted.

No podia permitir que una bomba destruyese lo poco que me quedaba en la vida. Desee tener un móvil, pero hacia meses que me habian cortado la linea por falta de pago, y habia visto suficientes películas para saber que Kennedy no permitiría que llamase a nadie, por mucho que lo intentase.

Luego de mi minuto de sorpresa, vuelvo a mi extraña normalidad y noto que uno de los presentes me observa, le miro a los ojos y me pongo tras la espalda del Stein, ya que no le gustaba que la miren por mucho rato...su experiencia con extraños no siempre era de lo mejor ya que siempre se acercaban por su color de pelo y luego le seguia un sin fin de preguntas incomodas.

- Si necesitan ayuda pueden contar conmigo...soy una Agente Freelance...y tengo mi multipace...- dice sonriendo y mostrando una targeta blanca sin nada impreso o escrito en ella... - Ademas con el Doc hacemos buena pareja....el se ensimisma en plena batalla, mientras yo le cuido la espalda...-

Recuerdo que el Agente Kennedy fue lastimado en la guarderia me aserco a el...

-Jefe...esta Ud. bien??...no lo vi muy bien en la guarderia, incluso temi por Ud. pense que ese gorila nos mataria a todos...me tenia preocupada....Como esta?- dije sacando de contexto la reunión...

Parecía que el grupo comenzaba a formarse y eso era precisamente lo que necesitaba. Sin duda alguna existían muchas probabilidades de que nos lleváramos como el perro y el gato, pero por algo se empezaba

-Yo también me apunto ya que si hay una bomba nuclear, no me van a proteger los muros de la cárcel...

Ciertamente eso no me preocupaba, a todos nos llegaría la hora y a mi me daba igual estar en un lugar que en otro, pero tengo un nuevo objetivo, una nueva función y para alguien como yo, eso ya es suficiente.

Escuché con poco interés el intercambio de palabras que hubo, excepcionando las palabras "gobierno" de Kennedy y "bomba" del científico que acababa de aparecer.

Me fijé con algo más de atención en la chica de pelo rojo. Era algo extraña, parecía...un animalillo asustado, pero peligroso a la vez.

"Podría ser una aliada muy interesante..."

Cómo no, el señor guaperas ya había empezado su circo de seducción.

"Hombres"

- Señor agente Kennedy - contesté finalmente - No tengo ningún interés en trabajar para ningún gobierno, pero tampoco me parece divertido que derepente todo explote con una bomba nuclear, sobretodo porque los efectos posteriores me parecen de lo más horrible. Así que, si le parece bien, esta chica "caída del cielo" - dije citando sus palabras - o tal vez subida del infierno, colaborará hasta asegurarse de que no hay más amenazas de bomba. No obstante, mis condiciones siguen siendo las mismas, añadiendo que yo no trabajo para ninguna organización gubernamental y qué cuándo acabemos esto tengo libertad de irme si es lo que me apetece.

Estiré mi mano para "firmar" el pacto.

- ¿De acuerdo?

Blablabla... ¡Joder, qué remilgados sois! exclamó Charles haciendo una mueca que más que una sonrisa resultaba algo aterrador, habida cuenta de que le faltaban varios dientes y que sus ojos estaban inyectados en sangre. Mientras pueda partir brazos y reventar cabezas de fachas, ¡a mí me vale!  anunció poniéndose al lado del agente Kennedy.

Un pase para dar palizas gratis no se consigue todos los días...

Alan sonrio al ver que todos querian ayudar, incluso la chica nueva peliroja del multipase, a la que Alan no le pregunto el nombre ni se presento porque estaba hablando con el agente Kennedy, y parecia estar preocupada por el.

No hay satisfacción en la cara de Kennedy, quien se mantiene en todo momento frío y distante. Simplemente les dice:

- Espero que no se arrepientan de su decisión. Mañana han de estar aquí en la mañana y les diré cual será las primera de sus misiones. Aprovechen el tiempo libre para hacer sus compras navideñas.

Y era algo que parecía extemporaneo, pero ya mañana era 24 de diciembre.

-Es verdad, mañana es navidad, y yo tengo a medio organizar una fiesta para esta noche, si quereis estais invitados, si os apetece codearos con un monton de chicos y chicas bien de la ciudad, solo teneis que saber que hay que ir bien vestido - Despues Alan se acerca a la chica pelirroja nueva , sonrie, como es normal en e,l no presentarse seria una groseria- Por cierto señorita multipase, mi nombre es Alan, y creo que todos estariamos encantados de saber su nombre.

Un martillo golpeo mi cerebro, convirtiendolo en un monton de escombros. ¡Mañana!

Eh... señor... comence a decir mientras me acercaba a Kennedy, mi voz perdia volumen a cada palabra, y mis manos se frotaban la una a la otra de forma nerviosa. Yo... bueno... me preguntaba...  Mis ojos fueron bajando hacia el suelo, donde se encontraron con mi dignidad seria posible que... bueno... si nos pudiesen adeltantar algo...

Deje las palabras en el aire. Si me pudiesen adelantar aunque fuesen veinte o treinta libras podria comprar un par de regalos, por lo menos para que Melissa tuviese algo que abrir.

"Perfecto, me voy a casa. Mal, tengo que volver mañana."

Nunca había sido lo mío esto de los tratos y horarios, no estaba segura de que esto fuera a funcionar.

- Entonces...¿Nos vais a dar un mapa y las llaves de la puerta de atrás? Perdona si no recuerdo exactamente cómo llegar por los túneles del metro y tal y cuál, estaba un poco ocupada en no marearme mucho ni golpearme demasiado... - dije con algo de sarcasmo.

-Navidad...joder que mierda... 

Esa palabra me ha dejado pensando un instante. Clara se marchaba estas navidades a ver a su hermana y a sus sobrinos a Gales y no volvería hasta el año que viene.

-Compraré pizza, alguna lata para los gatos...tal vez de esa que trae trozos de salmón y mañana pasaremos una nochebuena genial...

Las palabras de Eduard me sacan de mis pensamientos

-Eduard, puedes acompañarme si quieres joder, tengo que ir a una joyería y te puedo prestar algo de dinero cuando pasemos por un cajero, ya me lo devolverás cuando cobremos.

Con mi cara de pocos amigos no es el mejor ofrecimiento del mundo, pero por lo menos se nota claramente que no es en broma.

Asiento ante las palabras de Diana, ya que nos tienen que comunicar una forma más sencilla para acceder a este lugar.

Me giro hacia Ian con los ojos abiertos de par en par.

De… de verdad… quiero decir… gracias, yo… te prometo que te lo devolveré.

Parecía increíble que un hombre al que acababa de conocer estuviese dispuesto a prestarme unas libras. Sin duda es navidad. Me permití pensar que quizá mi suerte estaba cambiando, que a lo mejor esto se me acababa dando bien, y que no tendría que seguir vistiendo con la ropa de hace cinco años, ni mendigando unas monedas para poder tener algún detalle con mis hijos.

Mi mirada era de absoluta gratitud. Ni siquiera sabia como se llamaba.

Gracias… de verdad, se lo agradezco mucho. Yo... no se que decir… ni tampoco se su nombre.