Partida Rol por web

Oh, parece que ha llegado la caballería... justo a tiempo.

Angelo asiente y se incorpora lentamente, sin hacer movimientos bruscos que puedan parecer un ataque. Lo habrá, eso ténganlo por seguro, mierdas. Pero mientras no recupere la totalidad de sus reflejos no volverá a actuar impulsivamente, ya que tal vez esta sea la única oportunidad de escapar que se le vuelva a presentar.

Trato de pensar en alguna opción o salida, pero no consigo verla. No me va a quedar otra que pagar el "precio" estipulado. Necesitamos información útil ya, antes de que se vaya todo más a pique. Así que cuando hace su movimiento de "avance" simplemente me dejo llevar y rezo porque Angelo no se entere nunca. O que si lo haga, entienda que es por nosotros, por un futuro cercano mejor... O eso me digo a mi mismo, mientras pongo el piloto automático, el de tantos años como Acompañante. No es algo que se olvide fácilmente. Así que simplemente compartimento mi mente y dejo que esa parte de mí tome el control de la "nave" y haga su trabajo: complacer a la Viuda.

Un rato más tarde, tras dejar una clienta satisfecha adormilada en el sofá de su despacho, aprovecho para vestirme de nuevo. Como si no hubiera pasado absolutamente nada. Vuelvo a compartimentar mi mente y guardar lo pasado en un cajón mental, cerrado con llave. Ahora toca avanzar.

-Espero que haya quedado satisfecha con el "pago", Mrs Devonshire. Qué me dice de esa "pequeña" ayuda prometida?- sonrío leve pero seductoramente.

-Joder, joder, joder, joder, joder, joder -R-D-X recitaba eso como un mantra mientras intentaba fundir ese Hielo que se acababa de activar. Estaba con un ojo en las cámaras y con otro en su defensa, y en ese momento ya le daba igual que la pillaran, porque ya sabían que estaba allí, le daba igual su discreción y acabaría dejando una firma de "R-D-X estuvo aquí o algo así", ya puestos.

Luchó con toda la habilidad que podía mientras intentaba seguir pensando y rezaba porque L pudiera ver el mensaje que le había mandado.

Puede que debiera intentar contactar de nuevo con Daanel.

Aprovecho la multitud para acercarme a mi oposición colocando mi arma en una discreta guardia baja. En cuanto su compañero empieza a tener a los civiles entre nosotros y el empiezo a empujar a mi prisionero contra la multitud.

-Voy a hablar a solas con uno de los dos. Tu eliges quien se desangra y quien habla. -Aclaro mientras lo guió con mi zurda a la distancia de un antebrazo.

Un metro antes de la garita del aburrido segurata oculto el arma. E inmediatamente después empujo a mi prisionero de vuelta a otra linea. El tren rápido con destino a la zona de copas a estas horas esta tan vació como abarrotados los que vuelven con su carga de noctámbulos y juerguistas. Derribo a mi sombra sobre uno de los asientos y compruebo que no nos sigan antes de sentarme en el banco frente a el.

-Ya puedes empezar a hablar. -Afirmo mientras con mi arma le indico que no necesita levantarse.

La viuda se retoca el carmín de sus labios, completamente corrido después de vuestro rato en el sofá y te mira sonriendo. - Me alegra ver que hay cosas que siguen funcionando tan bien como siempre... - dice con una sonrisa. Se levanta abrochándose la blusa y colocándose la ropa mientras se acerca por otra copa.

- Por supuesto - dice cuando insistes en pedirle información. - Ray Nguyen... No tenía enemigos conocidos dentro del laboratorio ni de la compañía - dice mientras ves un nuevo destello en sus ojos. Seguramente esté consultando la información en tiempo real - al menos, ninguno dispuesto a acabar con él. - Te tiende un vaso lleno y le da un sorbo al suyo, pensativa. - Al parecer se ha comprobado que el asesino es un freelance... Si no me equivoco, alguien os ha encargado encontrarle y acabar con él, ¿no? - Comenta, mirándote de nuevo con una sonrisa. - No os molestéis en buscar quién le contrató, dudo que podáis acceder a esa información, porque no lo harían directamente - señala. Nada que no sepas, por supuesto. Además, no está en el trabajo de Katie buscar nada sobre su contratista.

- Pero me habías dicho que tu hombre estaba retenido ahora mismo, ¿no? Una pena, pobre Angelo... - dice sonriendo y llevándose la mano a la comisura de los labios una vez más. Ya se ha retocado el pintalabios, pero parece recordar con cierto placer morboso dónde ha estado su boca no hace demasiado. - De eso sí te puedo dar información fresca, que no creo que conozcas aún. En unos diez minutos le van a transladar a un edificio de Sun-Security - una de las empresas afiliadas a BlueSun, dedicada a la seguridad. Se da la vuelta y abre uno de los cajones de su escritorio, saca un móvil y empieza a teclear. - Este es la ruta del tanslado... - dice tendiéndote el terminal. Seguramente se haya fijado en que no llevas ninguno cuando te arrancaba la ropa.

Sonríe confiada y estás a punto de corregir su error diciendo que no es a Angelo a quien han atrapado, pero su gesto de superioridad te hace dudar un momento. Frunces el ceño y, despreocupándote por lo que pueda pensar sobre tu profesionalidad o la información que ese terminal pueda transferir a la base de datos de la viuda, coges el teléfono que te da y compruebas el mensaje que has recibido de RDX:

¡EMERGENCIA! ¡EMERGENCIA!

¡TIENEN A ANGELO! He visto como dos tipos se lo llevaban a una sala cerrada fuera de la vista de las cámaras del edificio en donde murió el científico. No puedo daros demasiados datos, pero puedo activar alarmas y hacerles salir o algo si váis para allá. Creo que desde aquí valgo más que en presencia física. ¿Qué hacemos? ¿Qué hago? ¡NECESITAMOS UN PLAN Y PARA ANTEAYER!

Las luces empiezan a hacer cosas raras y supones que RDX se ha colado en el sistema de seguridad del edificio. Pero si los guardias lo saben, las cosas no deben ir demasiado bien.

- Preparad el transporte, lo llevamos a la central - dice el guardia a tu espalda al chico más joven que entró a buscarle antes. Ahora tienes algo de tiempo para observarle y no tienes una luz en la cara que te impida ver los detalles, como el emblema de Sun-Security, la filial de BlueSun encargada de la seguridad de esa megacorp.

¿BlueSun? ¿El asesino utilizó un edificio de esa corporación para cargarse a uno de sus científicos? Parece que se la tenía bien jurada a alguien dentro de esa compañía si ha intentado joderles por duplicado.

Pero la voz del guardia y un empujón en el hombro rompen tu hilo de pensamiento. El tipo es lo suficientemente experimentado como para empujarte con la mano izquierda mientras mantiene la pistola separada de ti para no darte la oportunidad de desarmarle con un movimiento brusco. - ¡Andando! - dice con voz seca. - Hacia ese ascensor no, vamos por las escaleras - señala con sarcasmo, como si estuvieras intentando pasarte de listo. Tal vez un hacker pueda hacer bastante daño a la seguridad del edificio como para que no quiera arriesgarse a utilizar un ascensor que pueda estar conectado al sistema de alarmas con conexión al exterior.

Te encargas del hielo de forma seca y definitiva. No tienes que preocuparte por hacer saltar las alarmas, pues parece claro que el sistema de seguridad ya ha avisado a los guardias del intento de hackeo, así que borras de forma permanente cualquier rastro del sistema de contramedidas.

Sin embargo, no consigues hacerlo tan rápido como para que el hielo no te llegue a afectar. Al parecer dejó ejecutando en background una subrutina para encargarse de los programas que corren en tu consola y ves cómo el software de protección de identidad se para con una excepción no controlada. Rápidamente compruebas el nivel de rastreo, pues si llegase a superar el nivel de sigilo de tu consola podrían rastrearte físicamente hasta tu apartamento. Aguantas la respiración al ver que no falta mucho para que te detecten. Si quieres seguir en esta red tendrás que ser un auténtico fantasma para pasar desapercibida, lo cual choca de frente con las acciones directas que deberías tomar para intentar ayudar a Angelo.

Miras de nuevo las cámaras: El guardia ha salido empujando a tu compañero y le hace un gesto para señalarle las escaleras cuando Angelo hace amago de ir hacia el ascensor. Una pena, podrías haberles dejado encerrados si al guardia no le hubiera apetecido hacer ejercicio. El otro guardia más joven se separa de su jefe y Angelo y coge un teléfono fijo para hablar con alguien, seguramente en un circuito cerrado dentro del propio edificio.

Entras en el tren y ves cómo el compañero del tipo al que te estás llevando hace lo mismo un par de vagones más atrás. Está prácticamente vacío, tan solo hay cuatro o cinco viajeros en tu vagón, pero igual que has podido utilizar a la multitud de la estación para pasar desapercibido, notas cómo la mirada despreocupada de alguno de los viajeros se pasea por los otros, así que cualquier cosa que hagas aquí llamará sin duda la atención de todos los presentes.

- Joder, tío, ¿qué quieres que te diga? - pregunta el hombre. - Nos pagaron para que te siguiéramos y eso estábamos haciendo... ¿Qué vas a hacer con esa pipa, colega? - Dice tras dudar un momento. - Este lugar está lleno de cámaras, lo sabes bien - dice alzando la mirada un momento hacia una de las esquinas del vagón donde Ubiqus tiene instaladas cámaras de vigilancia.

Tras acabar de vestirme, me ajusto la corbata dorada y me vuelvo a poner mi chaqueta elegante. De reojo voy mirando a la Viuda, esperando que la información que me dé por lo menos haya valido el volver a caer en antiguos hábitos "comerciales" y traicionar a mi marido. Esta no me la perdona. Me doy media vuelta para mirar de lado a la mujer madura y poderosa que es Miss Devonshire. Veo que vuelve a ofrecerme otro vaso de licor del caro y lo acepto. Creo que necesitaría una botella entera para acallar mi conciencia (la poca que me queda), pero tendré que conformarme con un vaso. Bien, puedo hacerlo. Doy un largo trago, saboreándolo, mientras escucho lo que me dice la Viuda. La información que me da sobre el encargo apenas me vale de nada. Mierda.

Enarco una ceja, alarmado, cuando nombra a Angelo. No es él el retenido, era Daanel... Pero su seguridad, sobretodo esa sonrisa de superioridad me frenan a la hora de decir nada. Angelo está atrapado y todos sabemos lo mal que lleva lo de estar encajonado... Pero entonces, ¿qué demonios ha pasado con el veterano?

"Dos detenciones en el mismo sitio... Raro. Está más vigilado que Fort Knox ese sitio", pienso para mis adentros. Entrecierro los ojos cuando me tiende el terminal. Lo cojo con suavidad y afirmo con la cabeza a modo de agradecimiento. Leo el mensaje de RDX y el de Daanel, que me habían llegado hacía un rato y que no miré por no romper el contacto visual con la Viuda y perder una oportunidad de obtener información útil.

"Eso me pasa por paranoico y romper mi móvil... Sigh, no se puede ser guapo y listo a la vez, está claro", me digo cínicamente a mí mismo, mentalmente. Releo por segunda vez el mensaje de RDX y me pinzo el puente de la nariz, tratando de evitar la enorme migraña que me va a entrar con tanto desastre continuado. Después trato de memorizar la ruta de traslado que me ha enseñado.

"Maldita sea, se supone que tenía que ser un trabajo relativamente sencillo y cada vez estamos más hundidos en la mierda, joder."

Borro todo rastro de los mensajes que he revisado del terminal de la Viuda y se lo devuelvo, impoluto.

-Muchas gracias. Parece que las cosas nunca van como uno quiere.

Tras devolverle el aparato, conecto mi Cibercomm para intentar ponerme en contacto con RDX y Daanel.

- Joder, tío, ¿qué quieres que te diga? (...)

-Si no sabes que contarme no me sirves para una mierda. -Afirmo antes de volarle la cara con la tranquilidad de saber que las cámaras acaban su ciclo de grabado, y sobreescriben los archivos de las ultimas dos semanas, en menos de un minuto. Tal y como puntualmente me recuerda mi TacCom.

Rápidamente cruzo el vagón encañonando a mi otra sombra. -¡Como toques el arma te rompo la madre hijoputa! ¡Tu tienes algo que contarme o te reviento también para poderme irme de una puta vez a la cama!

Soy mas que consciente de que lo que estoy haciendo no es profesional. En realidad es como si alguien demasiado agotado tirara con brusquedad de unos hilos invisibles que me controlan. Pero estoy hasta los cojones de los desvarios de esta noche. De coincidencias absurdas. De aunque fortuna y el entrenamiento me sonrían, permanecer atrapado en este absurdo que aparenta no llevarme a ningún lado. Si ese matón tiene que soltar algo lo hará ahora. O le reventare la cabeza a el también y mandare a tomar por culo cualquier posible consecuencia.

Respiro hondo y activo la señal mentalmente, dejando que el implante haga el resto del trabajo. Selecciono RDX de mi lista de contactos. Ella podrá contactar con Daanel y confirmarme que está bien.

[¿Princesita? ¿Estás ahí? No he podido responder a tu mensaje antes. ¿Está Daanel libre y bien? Si es así, contacta con él por favor, necesitaremos su ayuda para liberar a Angelo. Tengo su ruta. Volveré a contactar contigo en breve.]

Disparas al hombre que te perseguía sabiendo que las cámaras no guardarán datos de tu acción. Ignoras los gritos de los pocos pasajeros, que no tardan en esconderse como pueden detrás de los asientos, y te diriges a la puerta de paso entre vagones. Un pequeño salto te permite saltar las placas que los separan y, mientras avanzas hacia el vagón en el que entró el otro hombre, tienes un momento para comprobar tus mensajes, dejando que los pocos pasajeros que van en este tren te eviten como pueden mientras avanzas pistola en mano.

El texto de R-D-X te preocupa, pero no tienes demasiado tiempo de atenderlo antes de pasar al siguiente habitáculo:

¡EMERGENCIA! ¡EMERGENCIA!

¡TIENEN A ANGELO! He visto como dos tipos se lo llevaban a una sala cerrada fuera de la vista de las cámaras del edificio en donde murió el científico. No puedo daros demasiados datos, pero puedo activar alarmas y hacerles salir o algo si váis para allá. Creo que desde aquí valgo más que en presencia física. ¿Qué hacemos? ¿Qué hago? ¡NECESITAMOS UN PLAN Y PARA ANTEAYER!

Cuando llegas al vagón, el tipo que ha visto cómo matas a su compañero está apuntando a la entrada con su arma. La gente a vuestro alrededor se esconde e intenta escapar por la puerta del lado opuesto a la que tú estás ocupando. El hombre parece dudar un momento.

- Vale, tío... - dice sin bajar su arma. - Este curro no está tan bien pagado como parecía... Nos llamaron por teléfono para decirnos que te siguiéramos desde ese edificio medio abandonado de BlueSun. No tengo ni puta idea de quién eres ni de quién contactó con nosotros - dice. Quienquiera que sea, debía saber que tú estabas por esa zona y que estos dos aspirantes a runner trabajan por allí. - Teníamos que dejar la información y recibir el pago a primera hora de la mañana en la estación Macintosh, taquilla 487.

La luz de la siguiente estación empieza a verse en el túnel y el tipo mira un instante por encima del hombro. - Vale, colega, ¿qué va a ser? - pregunta. - ¿Me bajo aquí y quedamos tan amigos o intercambiamos plomo a ver quién de los dos sale de esta?

-Joder, joder, joder, joder, joder... ¡CHISPI! ¡QUÉ HAGO! ¡NO SÉ QUÉ HACER! -gritaba, y entonces en su cabeza pudo ver todo lo que tenía que hacer, como si el propio sistema la estuviera guiando para poder desarrollar su plan- os vais a cagar -dijo y se puso a manipular el sistema para poder apagar las luces de todo el edificio, y si podía cortar toda la electricidad lo haría.

Y entonces recibió el mensaje del Dios de Ébano.

¡Te quería avisar de eso! ¡Estoy empantanada y me están intentando rastrear, pero tengo a Angelo controlado por las cámaras y está mal! ¡He apagado las luces de todo el edificio, pero no se cuanto tiempo más aguantaré conectada! ¡Necesita ayuda! ¡Intentaré contactar con Daanel de nuevo!

¡Daanel! ¡Dime que estás bien! ¡Empezamos a estar de mierda hasta el cuello!

Lo bueno de ser ella era su capacidad para que los mensajes se transcribieran según hablaba.

Y ahora tenía que dominar un edificio por completo.

¡Te quería avisar de eso! ¡Estoy empantanada y me están intentando rastrear, pero tengo a Angelo controlado por las cámaras y está mal! ¡He apagado las luces de todo el edificio, pero no se cuanto tiempo más aguantaré conectada! ¡Necesita ayuda! ¡Intentaré contactar con Daanel de nuevo!

¡Daanel! ¡Dime que estás bien! ¡Empezamos a estar de mierda hasta el cuello!

-CANTA UNA CANCIÓN DE MOTIVACIÓN, AH, EH.... NO LO SÉEE, MIRA AL POBRE ACELGO, ¡EL DIOS DE ÉBANO SE VA A ENFADAR UN MONTÓN!-RDX estaba alterada y Chispi estaba histérica y no paraba de estirarse las rastas lumínicas de desesperación.

Súbitamente, todas las luces de la escalera se apagan de golpe y las suaves luces de emergencia que marcan las puertas de salida tardan un momento en empezar a parpadear. Titubeas al bajar un escalón y encontrarte en total oscuridad, pero sabes que el guardia que tienes a tu espalda se habrá sorprendido tanto o más que tú. Si quieres hacer algo, seguramente sea el mejor momento para intentarlo, aunque él sigue teniendo un arma y tú no tienes ni idea de dónde habrán puesto a Missy.

Mierda, mierda, mierda. Me pinzo el puente de la nariz, exasperado y desesperado con la situación. Miro de reojo a la Viuda, se lo debe estar pasando en grande. Y encima le he salido barato para lo que me ha ofrecido a cambio. Pero ¿qué podía hacer? Si uno de mi familia cae, me toca hacer lo que sea por salvarle, incluido arruinar mi propio matrimonio.

"A ver, Adisa, ahora no es momento de lamentarse por el precio pagado. Toca salvar a tu marido de una ejecución casi segura. Piensa qué debes hacer ahora..." intento pensar con algo de calma y frialdad. Si llego a saber que los de BS iban a jugárnosla de esta manera, no le habría mandado allí, y más sabiendo lo que hizo. "Cubrí sus huellas lo mejor que supe, pero algún cabo, que no vi, debió quedarse suelto, si no, ahora no estaríamos en esta situación". Necesito a Daanel y un buen plan de subterfugio. "Piensa, a quien conoces de seguridad? de fiar, a nadie. Sólo a Jed y es un agente recuperador. No me sirve...".

Vuelvo a mirar a la Viuda, esta vez con algo más de frialdad.

-Debo irme, como bien sabe, asuntos urgentes- Estoy tentado de soltarle un: "y espero que la próxima vez sea algo más generosa con el pago", pero me muerdo la lengua, no es el momento ni el lugar -Gracias por lo del traslado, aunque me habría ido bien añadir un contacto entre los de seguridad, al fin y al cabo, estamos trabajando para su Compañía...- me cierro la chaqueta, abotonándola con un gesto elegante y me dirijo hacia la puerta para marcharme. Mientras, le mando la poca info que tengo de Angelo a RDX via cybercomm.