Partida Rol por web

Loatheb empezó a prepararse para lanzar su ataque cuando uno de los miembros más pequeños hizo un ataque sorprendente, Thorin cargó con una fuerza increíble contra el hongo y logró tirarlo contra la pared de la habitación en la que estaban.

Para sorpresa del todos, el brujo volvió a cargar una bola de fuego inmensa que impactó contra la criatura haciéndola calcinarse casi en el acto. Con Loatheb muerto el grupo empezó a avanzar por las alcantarillas que rodeaban este lugar y pudieron ver desde arriba un rectángulo con 4 caballeros de la muerte esperándolos.

Al ver a los caballeros de la muerte Darion se quiebra y cae de rodillas llorando.

¿Padre?... ¿Que te pasó padre?

El paladín queda mirando el suelo y empieza a apretar con fuerza su espada.

Se suponía que eras el guerrero de la luz, el Ashenbringer. El paladín que nos salvaría de la plaga y ahora eres uno de ellos.

Darion se gira y los mira con seriedad.

No pueden pedirme que levante mi espada contra mi propio padre, quiero luchar por los vivos pero no puedo liderarlos a la guerra contra la sangre de mi sangre.

Al ver a los caballeros de la muerte, y como Darion casi se rinde sin luchar. Dice que no puede luchar contra los de su sangre. 

- Darion! Vine aqui porque creo en la causa del Alba Argenta, a pesar de los viles poderes que subyugo. Creeme cuando te digo que tu padre está muerto. Y la voluntad de ese ser es la de la plaga. Ya nada queda de tu valeroso padre. Tan solo una carcasa por la que ya ni fluye sangre. No puedes rendirte ahora! - Le dije al joven comandante de la expedicion. Sin él los demas flaquearian. - Como crees que al gran Alexandros Mograine le sentaria que le utilizara la plaga para sus fines? Como crees que le sentaria que su hijo, del que podria sentirse bien orgulloso, se rindiera por una nimiedad como que su enemigo se parece a su padre? Levanta Darion, aferra esa espada y demuestrale a la Plaga que nunca nos dominarán. Esa, es la voluntad de los renegados! 

Todavía con la imagen de aquella mole de setas derrumbándose bajo mi martillo, veo como la voluntad del joven paladín flaquea, por todos los dioses, no hay visión más dura que la que tiene delante el pobre Darion, sangre de tu sangre, corrompida.

La ira se enciende en mí, para los enanos, la familia y su honor es lo más importante, y la plaga a arrastrado a un noble guerrero fuera de su descanso eterno, simplemente, eso no esta bien.

me acerco al paladín arrodillado y vencido y apoyo mi mano en su hombro

Te entiendo chico, la plaga le ha arrebatado su honor, su descanso, su gloria, pero mírame Darion, se lo debes a tu padre, le debes devolverle su honor, permitir que su alma viaje con sus ancestros y descanse, que entre en los salones sagrados con la cabeza orgullosa del guerrero que cumplió su deber, ¿acaso podrás tener paz sabiendo que en la hora más oscura de tu padre, cuando más te necesitaba, le fallaste?

Levántate paladín, hay almas que devolver al camino de la sagrada luz.

Mientras cargo contra los caballeros de la muerte, grito 

¡POR LOS ANCESTROS, POR IRONFORGE!

El hongo cae y entiendo que es una creación de la Plaga, una terrible consecuencia de la corrupción que se ha cernido sobre la flora de Azeroth y que ha dejado cicatrices que serán muy difíciles de borrar del mundo. Me duele el alma pensar en cuanto se ha dañado el equilibrio por culpa de esta atrocidad.

Luego avanzamos y nos cortan el paso cuatro caballeros de la muerte. Darion se derrumba y me inspira mucha pena ver a un joven fuerte y decidido, quebrarse por la imagen dolorosa de su padre sumido en las tinieblas. Veo que otros empiezan a hablarle para darle ánimos, pero yo nunca he sido bueno para las palabras, por lo que me concentro en que tenemos enemigos que derrotar.

Saco una bala de mi honda y le doy un par de vueltas antes de lanzarla contra uno de los enemigos para ver si le impacta.

Darion mira a Wayland con pena en los ojos.

¿Tu te liberaste del control de la plaga verdad? Ahora, me estás pidiendo que le evite a mi padre esa posibilidad, si lo destruyo nunca va a poder liberarse del control del Rey Exanime como tu lo hiciste.

Se gira y mira a los jinetes.

Señores, esto es algo que pensé que nunca diría pero tenemos que luchar contra el Ashenbringer. 

Saca su espada y carga contra el que una vez fue su padre.

¡Alexandros Mograine preparate a ser purificado y a tener un entierro justo!

Los 4 jinetes también empiezan a moverse.

Detrás de ellos un ejercito de no muertos empieza a entrar por las puertas pero se mantienen al margen.

- Si. Eramos meros peones y por eso el maldito Rey Exanime no nos prestaba demasiada atencion. Pero esos caballeros de la muerte son sus comandantes. Y los dirige con mano de hierro. - Le expliqué a Darion. No queria darle falsas esperanzas. 

No tenia mas magia poderosa a mano asi que simplemente señalé a mi diablillo a Alexandros, que era el mas peligroso, y alcé mi ballesta para dispararle. 

Ustedes dos había formado parte del primer grupo que se había metido en Naxxramas y desde ese momento habían ayudado a las fuerzas conjuntas del Alba Argenta, la Horda y la Alianza. Desde que entraron a la necrópolis pasaron por muchos peligros, el primero fue el Arrabal Arácnido donde se enfrentaron a Anub Rekhan un nerubian gigante que protegía la puerta, luego de eso se encontraron cara a cara con Loatheb un ser tan poderoso como horrible.

Ahora, se encontraban de espaldas a la única puerta de salida mientras un grupo de nomuertos liderados por los cuatro jinetes empezaban a abalanzarse sobre ustedes.

Mientras los cuatro jinetes empezaban a hacer que su ejercito avanzara lentamente hacia ustedes, Alexandros Mograine se frenó en seco y gritó.

¡Darion sacalos de aquí!

Para luego volver a ser dominado por las fuerzas del Rey Exánime y cargar hacia ustedes.

Fue en ese momento que el paladín se despertó de su indecisión y preparó un hechizo de luz que derrumbó una parte del techo separandose a él de ustedes. Del otro lado de la montaña de escombros logran escuchar la voz del joven paladín.

¡Archimagos subanlos al centro de la fortaleza!

Antes que nadie pudiera hacer nada una luz los teletransportó hacia otro lugar sin Darion. 

Ese lugar era increíblemente frío. En el centro de la habitación pudieron ver una montaña de huesos que se empezaron a mover como si tuvieran vida propia. Al cabo de unos segundos se dieron cuenta que lo que antes parecía una montaña de muerte era una criatura vivita y coleante que se extendía por casi toda la habitación.

Fue en ese momento que escucharon una voz fría y penetrante.

Lograron llegar hasta mi guarida héroes, pero mi mascota se encargará de eliminarlos. Luego seguiremos por el resto de Azeroth!

Argul estaba confundido, todo eso era una locura pero sabía en el fondo que, de no detener a las huestres de muertos vivientes todo su mundo peligraba.

Preparó su ballesta y se quedó estático, cualquiera pensaría que paralizado a causa del miedo generado por el esqueleto dracónico que frente a ellos se alzaba como un heraldo de la muerte próxima.

No disparó a la criatura...

Iba a replicar a Darion cuando me vi teletransportado. Gruñí de enfado, ese joven no tenia nada que hacer contra esos caballeros exanimes... 

En la siguiente sala hacia frio, pero nada que mi muerto cuerpo no pudiese soportar. Y los huesos... Se estaban moviendo para formarse en alguna criatura, una criatura hecha de magia de muerte y huesos de dragón. 

- Un Dracoliche! - Exclamé sorprendido. Maldito Arthas... Pervirtiendo la vida de formas cada vez mas horribles. - Globop! estate atento! - Le dije a mi siervo demoniaco mientras empuñaba mi ballesta. 

Por la luz , estos horrores necesitan ser expulsados de la tierra!- Mientras digo esto me coloco detrás de Argul , bastante aterrada y con mis ojos fijados en la criatura recién formada ante mis ojos .
Trato de buscar fuerzas en un rezo interno (a modo de susurro me digo a mi misma)- Ilumina la oscuridad de nuestros miedos y permite que pueda seguir brillando la esperanza para mis compañeros

Empiezas a hacer un esfuerzo para identificar de donde sale el sonido, pero por más que como guerrero estés acostumbrado a las amenazas del mundo físico esa voz suena totalmente diferente, como si se hubiera proyectado directamente en tu mente. De todas formas tus instintos te dicen que sea quien sea no puede estar muy lejos.

Sapphiron ya estaba completamente formado y empezó a moverse lentamente, mientras hacía esto todos notaron como la temperatura de la habitación descendió un par de grados. El resto de las fuerzas del Alba Argenta también se prepararon para atacar a la criatura al primer movimiento que hiciera el Wyrm.

La voz de algunos de los comandantes del grupo era decidida y todos gritaban lo mismo.

¡Mantenganse fuertes, preparense para matar a la bestia!

Los Caballeros de la Muerte cargan contra nosotros cuando Darion nos dice que salgamos de allí. Iba a dar un paso para negarme y no dejarle solo apenas entendí lo que aquella frase significaba, pero fui transportado con el resto a otra sección sin poder soltar las palabras de mi boca.

Es entonces que veo que nuestra amenaza es quizás mayor que la que dejamos atrás pues un Dracoliche se para ante nosotros, amenazante y dispuesto a comenzar una batalla mortal.

El grupo se prepara para plantar cara contra este terrible enemigo y yo no planeo ser menos. Me alisto, preparado para comenzar la lucha y sin darle paso para vencer. Es un temible oponente y debe ser derrotado antes de tener cualquier oportunidad.

Como druida recuerdas la batalla del monte Hyjal, ese nefasto día en el que las razas mortales de Azeroth se unieron para enfrentar dos amenazas mezcladas, las fuerzas de la Legión Ardiente y de la Plaga. Recuerdas haber visto a estas criaturas luchar del lado de la plaga, son antiguos dragones azules que fueron revividos como sirvientes sin voluntad de la plaga.

Según tus recuerdos estas criaturas tienen la capacidad de congelar cualquier cosa y de lanzar rayos de hielo de gran potencia.