Partida Rol por web

-Hasta mañana señor Cassidy-respondo escueto, dejando que se vaya sin retenerle más para luego mirar a mi compañera. Las primeras palabras me hacen sonreir levemente-si claro, ni Michael Myers puede compararse como mi habilidad con el cuchillo de cocina no te digo..-comento con un ligero tono casi divertido.

A continuación mi rostro se ensombrece al escuchar su pregunta, a lo que primero contesto con un pequeño bocado al sandwich-Sinceramente es un puto lío Amber, yo solo quiero pirarme a casa y olvidarme de todo, sé que Mel estará protegida por el viejo pero Leo...es un bala perdida y aunque no somos amigos del alma no me gustaría que le pasara algo malo..-comenté dando otro bocado-quizás lo mejor sea quedarse del lado de los menos malos de momento, pero quedarnos a su lado no creo que sea bueno del todo, esos...cazadores que decían, no creo que tengan compasión con ellos y no teno ni idea de cómo se tomarán nuestra presencia...¿tú que piensas?-pregunté a Amber con curiosidad y ligeramente preocupado.

Escucho a Jason con más seriedad mientras ceno, quedándome pensativa sobre su último comentario. - Ya. Es una buena pregunta para plantear mañana. - Reconozco. - A ver, yo no le deseo el mal a nadie, pero Leo tampoco es mi super amigo, y por eso mismo no voy a tomar una decisión tan importante para mí misma en base a que él ya esté vinculado a esto. - Opino, con una mirada que en cierto modo pide disculpas por admitir que deja de lado a alguien, a pesar de ser por mi propio bien. -Yo... Tampoco veo esto claro. Quiero saber protegerme, está claro, pero ni de coña quiero volver a verme en una situación de locos como la de esta noche, y estar cerca de estos tiene pinta de que va a ser de todo menos tranquilo, viendo la que se les viene encima. - Hago una pausa, frotándome el entrecejo con cierta frustración. - La verdad es que no creo que vaya a tener nada claro para mañana, ni para pronto... Pero tenemos más tiempo para decidir, ¿No? Tal vez podemos hablar con Leo mañana, a ver cómo lo va viendo él... - 

Jack llegó antes que tú a la casa demostrándote al final que un hombre lobo era algo más que la edad. - Eres joven e impetuoso, pero aprenderás. - Te sonrió y cambió de forma según se acercaba a la luz del exterior de la casa.

Se quedó bajo una farola y te miró. - Antes de entrar, debes cambiar de forma. - Te dijo. - Es algo que debes aprender a hacer ya. Nadie, salvo los tuyos, puede verte así. Es fácil, solo cierra los ojos y céntrate en un pensamiento feliz. El que más anheles y desees...

Y tras unos segundos observándote rompió a reír. - No eres el único que sabe gastar bromas aquí, chico. ¿No has visto Peter Pan? - Te dijo entre risas.

- Ahora en serio. Debimos correr algo más, no se que prisa tuviste por volver, pero ya que estamos aquí, será un buen ejercicio que vuelvas a tu estado de humano. Cierra los ojos y trata de relajarte. Y sí, esta vez es así. Debes controlar tu temperamento. Ponerte nervioso, enfadarte demasiado, podría hacerte cambiar en cualquier sitio... en casa, en el colegio... la calma es lo que hará que vuelvas a ser tú mismo.

» Aún sin poder controlarte, alcanzar la calma es lo que te hará controlar a la bestia que ahora convive contigo. Relájate y visualízala durmiendo... te ayudará a canalizar el cambio. - Te dijo sin quitarte los ojos de encima.

-Si...tienes razón, tampoco nos pueden dan un ultimátum así joder, tienen que darse cuenta que todo ésto nos sobrepasa, no es ninguna puta película...- mascullé mirando a la morena con cierta tensión.-A ver, Leo tampoco es mi amigo del alma, de hecho es bastante capullo y desde luego si me dan a elegir entre él o tú... osea quiero decir, entre estar al lado de esa bestia o al de una persona normal, pues que quieres que te diga, no quiero que me arranque una mano de un bocado si un día me estoy comiendo una hamburguesa..- dije con gesto serio, podía sobar a coña, pero no lo era-No te voy a mentir Amber, si pudiera volver atrás en el tiempo, seguramente no habría ido a es fiesta en el bosque-dije con voz apagada.

-Ése Alfa..lo cazadores...una guerra entre hombres lobo...que puta mierda joder..-mascullé con disgusto mirando por la ventana, observando la oscuridad de la noche. Me encogí de hombros ante la sugerencia de Amber sobre Leo-Si claro, a ver qué opina él aunque creo que tras lo de hoy él ya no va a ser el mismo, está en otra liga diferente y nosotros somos los tristes humanos que corren despavoridos en mitad del fregado- chasqueé la lengua con fastidio y frustración, entonces miré el pitillo de Amber-Que coño..-

-¿Puedo probar una calada? Si voy a morir, que luego no me diga San Pedro que no probé de todo- solté el estúpido chascarrillo sin saber por qué mientras miraba a Amber con una leve sonrisa nerviosa.

Llegué jadeando a la casa.

Me había costado bastante el llegar y casi estaba sin aliento. Aun así casi sonrío ante la buena forma que tenía estando en aquella forma. Joder, podría ser Quaterback.

-En serio? ¿Un lugar feliz?- Sonaba como cuando alguien e dice 2 chico, vas a morir. Piensa en algo alegre para tus últimos momentos". Estaba claro. Cerveza! Moría por una cerveza. ¿Tenía sed y eso alegraba a cualquiera.¿Tendrían cerveza para nosotros los King?

No lo conseguí. El intento de cambiar se pareció mas a cuando uno caga en el WC y el truño no le sale.

- Madita sea!- Refunfuñé soltando la tensión y oyendo las palabras de Jack.- ¿Peter Pan? Pregunté malhumorado.- Soy mas de Vin Diesel, tio.

Intenté visualizarme como un animal a medio convertir y algo así, pero ese animal gruñía. Me sentía encadenado y eso me ponía mas furioso.

-Argg!!!- Frustrante, di un zarpazo a una columna cercana. Tan solo la hice unas marcas pero seguro que a Lance no le gustaría.

- Casi siempre estoy enfadado, Jack...eso va a ser un problema!-

Intenté relajarme, como quien está a punto de salir al escenario pero igualmente me ponía nervioso. Me imaginé tocando un solo de Yngwie Malmsteen y cantando como Bowie. Me hizo reir y sentí como mis manso empezaban a cambiar. Poco a poco. Pero no era suficiente. Tan solo me estaba relajando. Quizá eso me sirviera para pensar en algo mejor.

- Un puto pensamiento feliz, pensamiento feliz, un ... pensamiento...feliz...- Deje de respirar fuerte y lo encontré.-... Rylee...- Me quedé como empanado.

En mi cabeza se formó su imagen. De ella mirando las estrellas. Le gustaban las estrellas. Su pelo rubio que olía tan bien... esos labios tan jugosos y su cara inocente. Me entró nostalgia y pena. Nunca mas la volvería a ver. Pero ella seguiría ahí, dentro de mi. Una de las pocas personas que me habían dado una oportunidad. Suspiré mirando al cielo.

No se cuanto pasó, Un minuto. Dos. Para cuando me di cuenta empecé a sentir frío en mi torso y descubrí al mirarme que había cambiado. Ya no tenía esa pelambre en el pecho ni en los brazos. Me toqué la cara y era la del mismo capullo de siempre.

Miré a Jack. Y bajé la vista, decepcionado o avergonzado. Daba igual debía de ser el peor alumno lobo de su vida.

- Tampoco lo hiciste tan mal. A mí me llevó más tiempo. Entremos en la casa. - Miró la hora. - Tus amigos deben estar cenando, si es que tienen hambre y, seguramente, en las habitaciones superiores. ¿Quieres que paremos a por algo para comer o te llevo directo con ellos?

Tras estas palabras, entró en la mansión contigo detrás. No hablaba y caminaba bastante tranquilo. Al sonido de vuestros pasos, recibísteis las voces de Lance pidiendo clemencia y que liberáseis de su cárcel de acólito. Jack ni se inmutó.

Unos metros más adelante, llegásteis a las escaleras, donde Cassidy descendía con cara de pocos amigos. Os saludó y confirmó que Amber y Jason ya estaban arriba y le dijo a Jack que estaría con Rose en "la enfermería", donde descansaban Revok y Mel.

- Esta bien. Le dejaré con ellos y me reuniré con vosotros en breve.- Indicó Murray a Cassidy. - ¿Cenas o no? - Te preguntó antes de caminar hacia un lado u otro.

Mientras hablabais, la puerta sonó y se abrió. Era Jack, que venía con Leo. Al mirar la hora vísteis que no eran más de las diez y media de la noche.

- Os echaba de menos. - Os dijo. - Tengo cosas que hacer, buen provecho. - Dijo al ver que Amber y Jason estaban cenando algo.

- Descansad. - Tras esto, cerró la puerta tras de si y os dejó a los tres a solas.

Terminaba de comer el sandwich junto a Amber cuando aparecieron Murray y Leo de nuevo, ahora trasformado en persona normal de nuevo, asentí a las palabras de Murray y miré a Leo con una mezcla de curiosidad y espectación-Eh tío....¿cómo te encuentras? ha sido todo muy...intenso verdad?-dije con una sonrisa algo nerviosa, verle de nuevo en forma humana, era tranquilizador-desde luego va a ser toda una experiencia para ti..-

Miré a Amber buscando su reacción, desde luego seguro que le costaría recuperarse de todo aquello, pero si permanecíamos juntos, lo sobrellevaríamos mejor.

- Vaya, tú sí que sabes hacer un cumplido. - Bromeo después de que compare entre elegirme a mí como persona normal con una bestia. El chascarrillo sin embargo no me dura mucho, pues parece que va en serio con lo de temer ahora al chaval. Al fin y al cabo lo entiendo. Tampoco conocemos con detalle cómo le va a afectar esto de ahora en adelante. - Ya. Yo tampoco. Salir aquí parece que sólo trae problemas... Pero eh, a mí tampoco me hace falta salir tanto para pasarlo bien, con ir a sitios tranquilos de buen rollo o quedar en casa me vale. - Intento levantar un poco los ánimos, dándome cuenta de que mis palabras sólo me reafirman más sobre lo poco que me atrae meterme en todo este rollo, aparentemente peligrosísimo, y que ni va conmigo. 

- De todas formas tampoco es cuestión de compararse. No veo cómo Leo está en una situación 'mejor' que la nuestra. Nosotros al menos tenemos la opción de elegir. - Opino, para después sonreír cuando me pide el cigarro, sorprendida y disimulando mis dudas sobre, ¿Segundas intenciones? Igual soy yo malinterpretándolo, osea... El chaval tampoco va a estar pensando en rollos después de lo que acabamos de pasar. Creo. - No seré yo la que te diga que no. - Levanto los hombros. - Pero lo más seguro es que no te guste, y menos sin alcohol de por medio, hay mejores... Cosas, que probar. - Le advierto, sin querer mencionar directamente otra droga al no saber si eso cambiará la opinión u aceptación que Jason tenga sobre mí, aunque ha continuado permaneciendo a mi lado después de la que he liado antes, pero es precisamente por eso por lo que no me siento completamente segura de mí misma como para arriesgarme a cagarla más.

Inmediatamente me doy cuenta de lo malinterpretables que también son mis palabras. - En plan, de fumar y eso, sabes... - Aclaro a lo que me refería con una sonrisa nerviosa, ligeramente avergonzada. Luego me pongo el cigarro, aun sin encender en la oreja para dejarlo listo y a mano. - Cuando acabe de cenar. - Digo antes de disponerme a acabarme el sándwich. No me queda mucho, y justo para cuando me lo voy terminando llega ya Leo. No imaginaba verlo tan pronto, la verdad. 

- Muchas gracias. - Contesto a Jack tapándome la boca tras dar el último bocado, antes de bajarlo con un poco de Coca Cola para inmediatamente dirigirme a Leo después de que el hombre se marche, secundando a Jason. - ¡Leo! ¿Cómo estás? ¿Quieres un piti? ¿O algo de Coca Cola? - Le pregunto, cogiendo un cigarro para mí y sacando otro para él mientras se lo ofrezco junto al refresco en la misma mano. - Oye, siento lo de antes... Bueno, lo de esta noche en general. Pero me alegro de que estés aquí. - No sé si bien, o mal, pero aquí. Dentro de lo extraordinario de la situación, para él no es ni de lejos el peor escenario. 

Tenía hambre, y así se lo indiqué a Jack cuando me preguntó por ello.

Esperaba que fuera a traerme algo, pero no estaba seguro que quisiera hacer tambien de mayordomo, por eso entré en la habitación apesadumbrado. Aún estaba sin camiseta, roto anteriormente por la transformación, pero no me importó me senté frente a mis amigos, en la mesa, con una mirada que preguntaba muchas cosas.

Me había visto cambiar. No era agradable. Sore todo cuando frente a ti tienes una bestia que puede matarte de un mordisco. O algo peor.

- Hey.- Dije mientras me dejaba caer sobre la silla.

Amber me ofreció algo de beber junto a un piti. Alergué la mano para cogerlos y me paré a escasos centímetros de sus manos y la miré asustado de mi mismo. Tan solo fueron unos segundos, pero tarde en volver a moverme. Miré a Jason, teniendo miedo tambien. ¿Por qué? Quizá proque si les arañaba les haría pasarlo tan mal como a mi? Supongo que pensé finalmente que asi no se prodiciría el cambio, que debía ser algo mas complicado.

- Si...- Dije mientras cogía ambos.- Gracias. Yo...lo siento chicos... no se si os hice algo o... no recuerdo mucho.- Chasqueé la lengua y me recosté en el respaldo de la silla.- ¿Por que te disculpas?- Pregunté a Amber.

- No te preocupes. - Me esfuerzo por sonreír. Conozco poco a Leo, pero es raro verlo así. Hasta sabiendo que esta noche se debatía entre la vida y la muerte ha estado soltando chascarrillos, pretendiendo que todo era normal, pero ya parece que ni fuerzas para eso tiene. - No nos hiciste nada. Al final pudieron mantenerlo todo bajo control. Aunque... Yo no del todo. - Aprieto los labios y desvío la mirada, sin saber qué decir. - Pero vamos, que... Todo salió bien dentro de lo que cabe, ¿No? Nos fumamos uno contigo. - Digo para sacar un cigarro y acercarme a la ventana, mirando a Jason después de encendérmelo y echar el humo. - Bueno, y... ¿Qué tal la experiencia? - Pregunto a Leo, que parece necesitar apoyo. Aunque de nuevo, puede que no haya aclarado bien mi pregunta. - Quiero decir, después de... Bueno, la movida y eso. - Evito mencionar el momento inicial de la transformación. - Si no te apetece hablar del tema tampoco pasa nada. - Doy otra calada al piti y extendiendo el brazo hacia Jason, ofreciéndoselo y mirándolo con media sonrisa curiosa durante un instante. Tampoco lo quiero presionar, y Leo parece necesitar apoyo ahora, así que aún con mi ofrecimiento al rubio en alto, devuelvo mi atención al nuevo 'cachorro'. - Pero si quieres hablar de cualquier cosa o dormir o lo que sea aquí estamos, para charlar o... Dejarte tranquilo. - Digo levantando los hombros, sin tener claro lo que prefiere y simplemente deduciendo que seguramente esté cansado.

Miré a Amber frunciendo el ceño.

-Y quién se puede mantener mentalmente estable viendo lo que viste.- Era una pregunta retórica.

En realidad yo no lo vi, pero lo sentí, así que me podía hacer una idea. Joder, si tenía miedo hasta yo de no poder controlarme y cambiar de un momento a otro. Lo bueno que los ánimos de Amber fueron suficiente para que empezase a sonreír. Estará arropado y no por viejos hombres lobo me hacían sentir mejor.

Me bebí de un trago la Coca-Cola y me levanté para fumar, apoyándome en el marco de la ventana, justo frente a Amber.

- Gracias- Dije mirándola directamente a los ojos.- Ha sido...ha sido...- suspiré y miré al techo.- La ostia, sinceramente. Al principio recuerdo, que dolía. Es como si los pelos fueran agujas e intentasen salir desde dentro. Pero después...- Mire por la ventana y amplíe mi sonrisa.-... Es como estar libre de todo. Me sentía… Lleno de energía. Podía ... ¡Podía con todo! ¡Lo sentía todo!

Incluso ahora me daba la impresión de estar oliendo el aroma de Amber. Puede que fueran imaginaciones mías.

- No sé explicarlo, Amber. Y sin embargo también me da miedo. Me costó mucho controlarme y ... ¿Y si os hago daño? ¿O a mis madres? ¡Joder, mis madres! ¿Qué les voy a decir?- me llevé las manos a la cabeza. - Jack me dijo que podría cambiar con cualquier cosa que me hiciera enfadar y... ¡Maldita sea! Siempre estoy enfadado!

-Leo tiene razón Amber, la situación no era para nada normal y cualquiera hubiera reaccionado como tú-dije mirándola con comprensión al igual que a Leo-Desde luego tú te llevas la peor parte tío, pero supongo que ahora empieza una nueva etapa en tu vida...-comenté intentando buscarle un lado positivo a toda aquella situación entonces veo como Amber me alarga el cigarro mientras me mira con curiosidad. Durante un instante dudo, miro a Leo y al final me encojo de hombros. -Que coño, vamos a probar-sin tener ni idea cojo el cigarro por el filtro con los dedo índice y pulgar para darle una pequeña calada aspirando el humo y en cuanto llega a mis pulmones empiezo a toser como un viejo a punto de morir-¡JODER!-digo entre toses-¡es como chupar un cenicero!-digo dándome un par de palmadas en el pecho intentando recobrar la compostura, siento un ligero mareo que se disipa poco a poco-todo tuyo Amber, puedes acabártelo-le acerco el cigarro de nuevo que milagrosamente no ha terminado entre mis piernas por el ataque de tos. Al escuchar los miedos de Leo, asiento comprensivo, en parte aunque no puedo ponerme en su situación obviamente-Creo que a partir de ahora tendrás que tomarte la vida de otra manera tío, deberás tirar mucho de la concentración e intentar relajarte para no perder el control, pero creo que estos hombres lobo, te podrán ayudar en todo eso...-digo pensativo mirándole y luego de reojo, la cabrona sonreía, pero aunque fuese a mi costa, al menos conseguiría desconectar un poco de todo aquel infierno.

Sonrío tímida pero agradecida a los chicos cuando dicen comprenderme una vez más. No sé si Mel va a pensar igual que ellos, pero ver que la reacción de todo el mundo no es rechazo instantáneo es un alivio. 

Al final se anima Jason se anima a probar el tabaco, con esperado desenlace. Me tapo la sonrisa con la mano, al ver que el chaval lo está pasando mal. - Va, que después de una noche como esta un poco de tos es lo de menos. - Trato de animarlo con unas palmadas en la espalda mientras termina de luchar por incorporarse, volviendo a coger mi piti para darle una calada y echar el humo mientras le echo una mirada que dice; Se hace así. - Gracias. - Digo cuando me lo devuelve.

- Vale vale, pues tranquilo, tranquilo. - Digo con una sonrisa medio en broma. Medio, tras escuchar a Leo con una mezcla de emoción y malestar. - Qué movida. - Contesto escueta, sin saber muy bien qué decir. La parte del empoderamiento suena muy guay, pero lo que todo eso conlleva... No. 

- No sé tío. Tampoco te conozco tanto, pero eras el que estaba en la peor situación y has tenido los huevos de estar bromeando y de buen rollo hasta el último momento. - Doy una calada, mirándolo con cierta admiración, aunque nada de envidia. - Es verdad, los notas estos van a ayudarte a controlarlo, ¿No? La cosa es ver qué te inventas para lidiar con esto con tus madres, por que entiendo que contarles nada de esto está fuera de la ecuación, ¿No? -

Eché una bocanada al viento escuchando a mis amigos y no pude evitar sonreí por dentro. ¿Realmente merecía amigos como ellos? Esperaba que la vida me diera una segunda oportunidad y ahora… Me sentía como si fuera mi tercera vida extra. Una que no merecía.

Desde luego tú te llevas la peor parte tío, pero supongo que ahora empieza una nueva etapa en tu vida...

 - Seh!- Levanté ligeramente la vista hacia Jason.- Y vosotros dos...- señale con la misma mano en la que sostenía el pitillo.-... Me vais a tener que ayudar.- Chasqueé la lengua como dejando claro que no iba a admitir un no por respuesta.- Según Jack, si cambio, voy a necesitar algo que me haga volver a ser este pibonazo casi depilado- Alcé una ceja.- Eso no va a ser facial, porque soy un tío que tiendo a... Enfadarme demasiado.

Ene se momento Jason empezó a toser a causa del cigarrillo y yo a reirme.

- Jajjajaja. Vale, vale... Jason. Gracias tío. Con eso puede que me valga. ¿Te importaría repetirlo cuando haga falta?- Bromeé.

La cosa es ver qué te inventas para lidiar con esto con tus madres, por que entiendo que contarles nada de esto está fuera de la ecuación, ¿No? -

- Otro problema.- Suspiré apesadumbrado.- Admito sugerencias porque no tengo ni P. Idea.

- ¿Cómo... Algo? ¿En plan qué? - Pregunto a Leo, confusa al respecto. Osea, el chaval tiene mi apoyo, pero si en algún momento me veo en peligro no me voy a acercar a darle una palmadita en la espalda y a decirle que todo está bien. 

En seguida bromea con la reacción de Jason al tabaco como ejemplo. - Está claro que somos una mala influencia para Jason. - Sonrío, mirando al rubio casi con gesto de disculpa, para volver a centrarme entonces en el nuevo hombre lobo. - Pero entonces cuando te transformes a partir de ahora, ¿Tendrás más control sobre ti mismo? ¿Sería la transformación en sí sobre lo que se te escape de las manos? - Pregunto.

- Respecto a lo de tus madres... Si no tienes que pasar aquí TODA la noche, podrías decirles que has conseguido un trabajo nocturno, o algo así, y echarte siestas para que no se quejen si lo quieres complementar con el insti... Que igual las vas a necesitar de todas formas si vas a tener que pasarte las noches liado. - Levanto los hombros, no muy convencida. No conozco la situación familiar de Leo con detalle ni cómo sus madres se tomarían algo así, por lo que posiblmente haya lagunas en el plan, pero bueno, es una idea.

Las dudas de Amber eran prácticamente como las mías, aunque me habían dado algunas pautas.

-Pues...- empecé rascándome la cabeza.- .... Supongo que me convertiré ante situaciones de estrés, o si me enfado. De momento eso de controlarlo me da que va a estar jodido.- Me encogí de hombros suponiéndolo. Si para revertirlo necesitaba algo feliz o relajado, imaginaba que para activarlo era lo contrario.- Además está la Luna llena. Imagino que ese cambio no será voluntario, precisamente.

¿En realidad querían ayudarme? Tener nuevos amigos era difícil. Amigos de verdad me refiero y estas cosas, eran de las que o haces amigos para siempre o bien los espantas. Lo sabían muy bien.

- Así que ya sabes, Amber. - Puse cara de pícaro e inocente- Si me convierto lo mismo me tienes que enseñar las tetas para que vuelva a ser yo mismo.- La guiñe el ojo. Luego la di un leve empujón en el hombro para indicar que era una broma.

Su idea del trabajo no era mala del todo, salvo por el tema de ... La pasta. Más bien la falta de ella.

-¿Quizá...- miré al techo buscando la respuesta en la pintura de gotelé.-... Que necesito ayuda con los estudios?- Era más factible, de hecho, aunque no toooodos los días.- Puede que Revok me deje quedarme en la biblioteca esos días de cambio que no pueda controlar.

- Tampoco sé cuanto de los cuentos es verdad o no, la verdad. - Comento respecto a lo de la luna, levantando los hombros en señal de desconocimiento mientras doy una calada. 

Luego sonrío, dejando escapar algo de humo entre dientes cuando bromea sobre cómo traerlo de vuelta a su humanidad. Echo el humo y luego me río por derecho. - Capullo, no me hagas reír. - Comento sonriente. - Normalmente te la estarías jugando, pero si la vida me va en ello ni me lo pienso, para qué engañarnos. - Niego con la cabeza con una sonrisa tímida mientras miro al suelo y luego a él, como si no diese crédito a su descaro. - Tampoco te vayas a aprovechar, eh. - Le advierto, señalándolo con el dedo. 

Escucho su posible excusa a sus madres, pero no me cuadra mucho. - ¿Y no te dirán que estudies por las tardes mejor? Es como raro salir por las noches para estudiar. Además no tiene sentido. Si duermes menos rindes peor y no absorbes al día siguiente en las clases, ni en general con el cansancio acumulado. - Lo miro, poco convencida por su idea, rodando mis ojos hacia el suelo, y después hacia arriba mientras doy otra calada, pensativa. 

- ¿Por qué no les dices lo del trabajo, tío? Diles que quieres ahorrar para viajar ahora que eres jóven, o algo así. Igual hasta te puedes venir a la mansión un par de semanas para pasar el tiempo como el que está en el viaje, y si piden fotos pues... Aprende algo de Photoshop, o que te lo haga un colega. - Levanto los hombros una vez más, cómo si hubiera humildad en mi idea, pero también una ceja, más convencida con esto, diciéndome a mí misma que soy la puta ama. 

Tras calmar la tos miro a Amber y sonrío-hay veces que las malas influencias vienen bien, idiota-digo con tono desenfadado-desde luego fumar no es lo mío, creo que prefiero ser fumador pasivo con vosotros-tomé aire y respiré aliviado mirando a ambos con una divertida mirada intentando buscar soluciones a los nuevos y graves problemas de Leo.

-Creo que deberíamos de alejarnos de las teorías que siempre hemos visto en las pelis, por lo que he visto se pueden transformar a voluntad ya sea para ser más fuertes como dejándose llevar por la ira, por eso hace falta que trabajes tu autocontrol y para ello tener a Revock y los demás lobos cerca te vendrá de fábula para poder controlarte al principio-comenté mirando a Leo específicamente para luego continuar con la idea de Amber-ella tiene razón, lo del trabajo es más plausible, colará mejor y se lo creerán más, ahorrar y ganar dinero extra para comprarte tus cosas o viajes, así ellos no tendrían por qué sospechar-afirmé el acertado comentario de la morena para luego reir brevemente ante el comentario sobre como relajarse con la delantera de Amber-y oye, eso es tener mucha jeta tío, Amber, creeme, seguro que se aprovecha, seguro que si se ve un pelo más en el pecho te pedirá que le enseñes las tetas por si acaso-solté una buena risa para intentar relajar el ambiente, al menos parecía que aquella noche tendría un final pausado y tranquilo pero el gran problema sería a partir de mañana...