Partida Rol por web

Como quieras, eso ya es cosa tuya. También tienes una pestaña de notas en tu ficha de personaje, clickeando en la imagen del personaje.

he intentado hacerlo todo lo mas coherentemente posible (es verdad que es muy forzado que un crio pobre esté aqui) si hay algo que no te cuadra dímelo

Ya te digo xD
Pero no pasa nada, el gancho de la partida es lo bastante amplio como para cubrir todo tipo de personajes. Y una vez empiece esto alguien como tú personaje puede ser útil también.

¿Como lo llevas? Te he intentado esperar para actualizar pero ya había pasado mucho tiempo y quiero darle algo más de dinamismo a la partida para intentar hacer dos o tres mensajes a la semana.

Tras abandonar el carro vuelves a casa de la tía agatha intentando evitar al resto de niños. Tardas un rato en el que se te enfría el culo de estar escondido pero finalmente entras por la cocina cuando ves que ella esta allí y le entregas tu premio. La mujer te sonríe agradecida y sabes que al menos esta noche te has ganado tu sitio en este lugar.

Un rato largo más tarde, ya agotado tras un día largo y con la carencia de sueño que tienes últimamente, te tumbas en el salón tapándote con una alfombra y te quedas dormido. El sueño vuelve a ser el mismo de siempre, nada ha cambiado, aunque el resto de los niños se meten contigo por despertarles con tus voces. Rápidamente pides perdón y te pasas el resto de la noche mirando el techo con miedo de volverte a dormir hasta que la voz de la tía agatha tras daros un te caliente para desayunar os invita a abandonar la vivienda para ganaros la comida y el alojamiento.

Observas a la gente en la calle intentando averiguar algo sobre el borracho de ayer del que te sonaba la calle. Estas seguro de haberlo visto en la calle, borracho y pidiendo limosna, pero de eso hace tiempo. Seguramente haya dejado la calle, tal vez algún familiar o un benefactor como la tía Agatha se hayan hecho cargo de él. Quien sabe, puede que también estén dispuestos a aceptarte a ti también.

Esta es tu escena personal, puedes usar para cualquier consulta que quieras hacerme. Ya que acabas de heredar el personaje lo ideal sería que te leyeras las escenas anteriores, no te preocupes que aunque veas varias escenas tampoco es tanto y hay escenas que son solo para algunos personajes. Con que te hagas una idea de lo que ha pasado antes es suficiente, lo más importante es la escena de los sueños al inicio de cada nuevo turno.

Y en tu caso, la conversación que tuviste con el señor del sanatorio, el que te ataco.

Susie permanece callada en presencia del señor Vólkov. Pero cuando os alejáis lo bastante de él, se vuelve hacía ti y te empuja contra una pared, con fuerza.

-La tía Agatha esta enfadada contigo. Últimamente no cumples la cuota, y molestas por las noches a los demás niños. Pero ha prometido un buen plato de sopa caliente a quien te lleve con ella. Así que no voy a desaprovechar esa oportunidad. ¡Tú vienes conmigo! - te dice acercando su cara a la tuya, mientras te retuerce el brazo.

Desde aquí hasta la casa de la tía Agatha queda un buen rato andando.

Iván se estremece ante las palabras de la pequeña Susi. No sabe como lo recibira la tía Ágatha. Lo que si sabe es que tendrá que pagar con "sus ahorros" la cuota de la que hablaba la muchacha. Los chelines que le había dado el señor Vólkov para tomarse un chocolate caliente también le servirían, pensaba el pequeño. - Me quedaré sin probar el chocolate, otra vez... - Pensaba interiormente el joven, mientras caminaba tras los paso de la chica en busca de la casa de tía Ágatha.

- Y dime, Susi. ¿Está muy enfadada? Déjame al menos que entre por detrás, por la habitación. Así tendré tiempo de prepararme. Por favor, ya vas a ganarte un plato de sopa a mi costa... - Replicó Iván.

Susie avanza detrás tuya, así te vigila para que no huyas, así que no puedes verle el rostro. Pero te parece que se esta alegrando de esa situación.

-Esta tan enfadada como siempre. Pero algunos de los muchachos se han quejado del ruido que haces por las noches, y tienen miedo de que estés enfermo o algo de eso. No todos saben lo de tus pesadillas, y por tu cara parece que sigues sin poder dormir por las noches.
No intentes jugármela, ya veremos cuando llegues a casa. Venga, avanza más rápido.

Avanzáis por las calles del viejo Londres victoriano. La gente no os hace caso, los más pudientes se cambian de acera al veros y los demás ni se molestan en apartarse de vosotros. Un viejo mendigo te coge de la mano y tira con fuerza de ti.

-Niño, ven conmigo. ¡Te daré una golosina!

Susie le golpea en la rodilla con su pie mientras le grita que te suelte. El problema es que el viejo no te ha soltado, mientras intenta coger a susie con la otra mano. Puedes ver en el suelo un platillo con unas pocas monedas.

- ¡Suélteme, suélteme...! ¡Policía! - Gritaba el joven.

Iván forcejeó todo lo que pudo para que aquél pordiosero, que le tenía fuertemente sujeto por el brazo, le liberase de la presa de su brazo. Al mirar al suelo y ver el platillo de monedas, pensó en algo lo más rápido que pudo, lo primero que le vino a la cabeza. - Es más fuerte que yo, no podré soltarme... - Pensaba interiormente el joven chico. Deshechando la idea de gastar sus fuerzas, inferiores a la de un adulto, el chico trató de recurrir a su intelecto y ver si podía distraer al tipo para conseguir que le soltase. Sabía muy bien que el sustento, y prácticamente la supervivencia, de los mendigos dependían mucho de las monedas que recogían. Así que obró en consecuencia, tratando de dar un pisotón al plato de monedas, de forma que pareciera algo accidental por el forcejeo. Su idea era la de desparramar las monedas en la acera para que el mendigo se distrajese y consiguiera soltarse.

Iván intenta soltarse pero no puede librarse del brazo del mendigo. Viendo que el otro brazo esta cerca de coger a su amiga decide golpear el platillo con las monedas. El viejo inmediatamente se lanza sobre ellas, con desesperación, mientras intenta recuperarlas rápidamente.

Susie e Iván se alejan mientras otro mendigo se acerca hasta la zona. Ambos acaban enzarzados en una pelea mientras Susie tira de su compañero. Unos minutos después estáis en la entrada de la vieja casa de la tía Agatha. Susie aún no ha soltado la mano de su compañero Iván.

- Vamos, Susi... Déjame al menos que entremos por la parte de atrás, por la habitación. - Iván sacó la moneda que le dió el señor Vólkov y se la mostró. - Mira esto, si me dejas entrar por la habitación, te daré esta moneda. No me escaparé, tu misma entrarás conmigo y luego iré a ver a tía Agatha. ¿Trato hecho?

La idea de Iván era simple. Si conseguía acceder a la habitación antes de ver a tía Agatha, podría coger parte del dinero que guardaba escondido para "emergencias". Así, tal vez, podría dar una explicación a la vieja y salir del paso.

Susie suelta inmediatamente a iván, y se lleva la moneda a la boca para comprobar que sea auténtica.
- Esta bien, vayamos por allá. Pero esta moneda ahora es mía, la tía Agatha me dará ración doble esta noche.

Os coláis por la parte de atrás de la casa. Pese a intentar no hacer ruido os ven otros muchachos, que saludan a Susie y se ríen de ti. Pero nadie os molesta, ni os impide el paso. Llegas hasta la habitación que compartes con otros niños, allí engañas a Susie diciéndole que te vas a cambiar de camisa. Por pudor o vergüenza ella vuelve la mirada, y aprovechas la ocasión para sacar un par de monedas que tenías escondidas.

Cuando os dirigís al salón comedor donde descansa la tía Agatha puedes notar el cálido ambiente de la estufa de leña. Susie te agarra de la mano con fuerza pero entonces aparece uno de los muchachos más grandes, le da un manotazo a Susie que la derriba y te coge antes de que puedas echar a correr. Tirando de ti con una mano abre la puerta del salón con fuerza, la puerta golpea con la pared, y te arrastra hasta lanzarte a los pies de la tía Agatha. Detrás tuya puedes escuchar las quejas de Susie pero el chico, un muchacho muy agresivo llamado Peter, le da una sonora bofetada que la calla al instante.

Tú permaneces asustado delante de tía Agatha, temiendo que esta sea la vez en la que te expulse de su casa. Casi te haces pipi encima pensando en esa posibilidad. Pero ella eleva la voz con esa delicadeza tan característica en ella.
- Iván, iván, iván. Llevas tiempo sin pasar por aquí, ni cumplir tu cuota. Muy mal, muy mal. Y encima he tenido que pedirle a los niños que te busquen. ¿Acaso huías de mi? ¿Es eso lo que esta pasando?

Iván, que miraba al suelo con la cabeza gacha, aprovechaba la parsimonia de las palabras de la vieja para pensar en como contestarle. Templó sus nervios como buenamente pudo y, al hacerlo, apretó con fuerza las monedas que llevaba en el bolsillo. De ahí, recordó su idea inicial y como llevarla a cabo. El chico levantó la cabeza y miró a la tía Agatha a la cara para contestarle.

- No, tía Agatha. Yo nunca huiría de usted... - El joven tragó saliva, sabedor de que, si pudiera, abandonaría aquel lugar, pero no entraba dentro de sus posibilidades a corto plazo. - He estado trabajandome a unos ancianos... Sintieron lástima por mí y conseguí unas monedas, e incluso me dieron algo de comer... - Volvió a tragar saliva, esperando que aquello surtiera efecto en la anciana. Iván, trató de apoyar su propia historia, tendiéndole las monedas a tía Agatha, a la vez que tratando de cumplir con su mencionada cuota. - Mañana me han invitado a su casa para comer. Pensaba ir y tal vez conseguir más monedas y tratar de hacerme con algo de valor. Es por eso que estuve algo desaparecido y tendré que estarlo mañana. Si usted lo aprueba, tía Agatha... - Volvió a bajar la mirada, esperando una contestación positiva, tratándose de una ganancia para aquella vieja.

  La tía Agatha sonríe cuando iván pone las monedas sobre su mano. No es mucho, pero si más que suficiente como para contentarla. Sobretodo con la promesa de que pueda conseguir algo más de su casa.

-Bien, bien. Tú pórtate bien, hazles creer que quieres que te adopten. Luego irán los muchachos a casa de esas personas, y tú seras quien les abra la puerta de la casa.

Cuando dice esto puedes ver como Peter, el muchacho que golpeo antes a Susie, golpea su cachiporra en la mano vacía. Ese muchacho es una mala bestia, siempre dispuesto a desatar la violencia. No puedes evitar estremecerte al pensar lo que le haría a tus compañeros de terapia de grupo.

- Iván, nos has dado muchos problemas. Los otros muchachos se quejan de ti, no les dejas dormir con tus pesadillas. Te voy a permitir quedarte aquí, pero si en casa de esos ancianos no sacamos algo de valor. Ya no me resultaras útil, y ya sabes lo que pasa con la gente que no me sirve. ¿Verdad?

Tras soltar esa amenaza te permite tomar un poco de caldo caliente y quedarte a dormir aquí. Pero tendrás que informar a Peter sobre la ubicación de esa casa para asaltarla mañana por la noche.