Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

4. Una Mina Tomada al Asalto.

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31/05/2014, 01:03
Khaled

No eran cazadores de daedras, pero era su comarca, y su lucha. Podía haber entendido las dudas ante combatientes bisoños, portando armas limpias y armaduras nuevas. Rechazar la cooperación de un grupo experimentado como el suyo era estúpido.  Y, a pesar de las palabras de la impresionante mujer, ofensivo.

—No voy a quedarme aquí, dejándoos morir en los niveles inferiores mientras os enfrentáis a los daedras —La mirada de Khaled tenía ahora un brillo diamantino y afilado. Cruzó losbrazos frente al pecho antes de continuar—. No somos novatos que nunca hayan combatido como parte de un grupo, custodio. Podéis liderar la ofensiva si os es más cómodo. Nos adaptaremos.

Había empezado hablando por sí mismo, y terminado hablando por todos. Otra jodida mala costumbre. No esperaba que estuvieran en contra, pero qué sabía él sobre lo que los demás querían.

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31/05/2014, 04:07
Volshyene

Volshyene no podía creer lo que oía. ¿A santo de qué sus compañeros se ponían en plan suplicante, casi rogando a la custodio que les permitiera -sí, les permitiera- colaborar? ¿Qué se les había perdido a ellos con aquellos cultistas? ¿Acaso habían olvidado que sólo iban a limpiar aquella mina porque necesitaban un sitio seguro y aislado donde descansar? Eran los Vigilantes, y no ellos, quienes tenían verdaderas razones para querer limpiar esa mina… y el auténtico derecho. Más valía que ellos se ocupasen de que el secreto de Aerin no fuera descubierto, y pudieran partir cuanto antes... Mjoll, Delphine, la misión del jarl... ¡como si no tuviéramos que preocuparnos por solucionar cuanto antes uno solo de esos problemas, los tres son a cual más urgente!

Dirigió una mirada exasperada a Elynea y Thadeus, que parecía concentrar toda su exasperación "niños…"

—Compañeros —dijo sosegadamente, intentando hacerles entrar en razón—, los Vigilantes están sobradamente capacitados para lidiar con este pequeño problemilla. No olvidéis que ésa es la finalidad de su organización, después de todo. Hemos ofrecido nuestra ayuda, y ha sido rechazada. Sin duda, si se encuentran con problemas inesperados, la custodio recurrirá a nosotros. Mientras tanto, deberíamos plantearnos descansar un poco, de forma que podamos partir cuanto antes.

Dirigió una mirada disgustada hacia Karin, desaprobando su actitud infantil, y otra idéntica hacia Khaled. Acabas de llamarles inútiles, al considerar que sin nuestra ayuda van a morir a puñados. Bravo, Khaled, a eso se le llama diplomacia. Aunque creas que es cierto, ¡no se dice a las claras!

En fin, no importaba. Probablemente la Custodio fuera de esos guerreros directos a los que esas sutilezas les resbalaban. O eso esperaba, al menos. Además, qué diablos, la custodia también estaba haciendo demasiadas presunciones acerca de ellos.

—Mis compañeros son excesivamente entusiastas —comentó a la custodio, con una sonrisa cortés-. Estoy segura de que vuestra experiencia se impondrá. Nos alegramos de saber que la situación está controlada. Por supuesto,  nuestra oferta de ayuda sigue en pie. Si en algún momento consideráis que os sería beneficioso una colaboración, estaremos encantados de echar una mano. En caso contrario... partiremos en cuanto hayamos descansado.

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31/05/2014, 13:55
Elynea

«Si pretendes pincharme, buena suerte, querida... »

Elynea miró con indiferencia a la mujer. Si "les conocía" probablemente supiese a qué deidad rendía su fe, y así parecía estar tratando de dárselo a entender. Por si se le había olvidado la verborrea anterior que el otro Vigilante les había cascado sobre lo mucho que odiaba su orden a los malos, malísimos, malvados daedra hace medio minuto. ¿Aquella gente nunca se cansaba de repetir lo mismo? ¿Qué esperaba que hiciese? ¿Sisearle como una serpiente de cascabel?

De todos modos, no era la primera vez que se encontraba con aquel tipo de actitud, ni sería la última, eso seguro. Así que optó por lo de siempre: ignorarla. Cuando ella hizo la pregunta retórica sobre los juguetes, se encogió de hombros.

—Eso dicen.

Una de cien dando el coñazo era mejor que los cien, especialmente cuando lo hacía con aquella especie de educación fría así que se daba con un canto en los dientes. Si realmente la conocía como Elynea de Azura, thane de Carrera Blanca, fijo que Carcette preferiría enfrentarse al mismísimo Alduin armada tan sólo con una magdalena que pedirle ayuda.

La custodio les había llamado indisciplinados educadamente, Khaled les había llamado inútiles indirectamente. Por lo que a ella respectaba, estaban en paz.

Ellos no se meten en nuestros asuntos, nosotros no nos metemos en los suyos—dijo, dejando aquella afirmación como telón de fondo. Luego miró al grupo y añadió:—. Nadie quiere que esto se convierta en un hervidero de criaturas de Mehrunes Dagon... Estoy segura de que los Vigilantes son suficientemente profesionales como para pedir nuestra colaboración si así lo necesitasen. Y nosotros estaríamos encantados de ofrecérsela.

En realidad volvió a pensar lo de Alduin, pero eso no lo dijo en voz alta. Ella opinaba que no necesitaba una razón para ayudar a nadie al igual que opinaba que los prejuicios no eran otra cosa que escollos. Pero había gente verdaderamente particular sobre la faz de Tamriel, eso era indiscutible.

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31/05/2014, 21:33
Suro

- Necesitamos descansar, con algún túnel accesorio ya limpio nos bastamos.

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03/06/2014, 22:10
Khaled

Qué sabía él sobre los deseos de los demás, o de su valor o su calidad moral. Algunas personas eran capaces de quedarse en la seguridad de sus casas, observando con el dedo metido en la nariz mientras un pobre hombre recibía una paliza bajo su ventana.

—¿Es que se os ha aguado la sangre? — escupió la pregunta Khaled—. Hay que ser un cobarde para dejar que otros luchen en su lugar, cuando es capaz de hacerlo por sí mismo. Porque esta también es nuestra responsabilidad. ¿Habéis olvidado que Sigvart es un bandido en búsqueda y captura por la comarca?

Escuchar a Khaled hablar de responsabilidad era un fenómeno inusual. Las responsabilidades aparejadas a su título de thane le importaban bien poco. Para él no era más que un reconocimiento de que, fuera cual fuese la opinión de los necios, lo que hacía era bueno para la comarca. Y Khaled no podía hacer otra cosa que aquello que consideraba correcto.

—Si os demostráis como cobardes, os daré un argumento para cobardes —espetó—. Si la amenaza resulta ser demasiado para los Vigilantes, ¿esperaremos aquí, descansando, a que decidan subir a terminar de limpiar las minas? ¿Recibiremos a los fanáticos y los daedra apiñados en un rincón, dormidos y despojados de nuestras armaduras? ¿Nos ocultaremos y los dejaremos marchar, para sembrar de muertos los caminos?

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03/06/2014, 22:31
Volshyene

—No soy cobarde ni dejo que otros luchen en mi lugar. Esta lucha ES la de los Vigilantes, no la nuestra. Si ellos quieren ayuda, se la ofrezco con gusto. Pero no pienso suplicar que me dejen ayudarlos —replicó la maga serenamente—. Ya sea porque tienen la situacion controlada, ya sea por otras razones intolerancia religiosa, pensó, sin decirlo en voz alta— han rechazado nuestra ayuda. No saques las cosas de contexto, Khaled. Si la situación se les escapa de las manos por supuesto que ayudaremos. La Custodio tampoco va a ser tan necia como para rechazar nuestra ayuda en ese caso.

Le dirigió una mirada de advertencia. —Nunca vuelvas a llamar cobarde a un aliado, Khaled. Y, específicamente, no oses volverme a llamar a mí cobarde.

Ignorando al impulsivo guardia rojo, se volvió hacia la Custodio. —Perdonad este pequeño desacuerdo, Custodio. Como os decía, estamos a vuestra disposición si nos necesitáis, en caso contrario recuperaremos fuerzas y partiremos tan pronto como podamos.

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04/06/2014, 21:46
Elynea

Elynea suspiró y se pellizcó el puente de la nariz. No. Aquél no era el momento para que nadie empezase a lanzarse los trastos a la cabeza, ya bastante mal estaban las cosas. Si podía soportar los insultos encubiertos de la Custodio, podía soportar un arrebato de vehemencia por parte de Khaled.

Lo que ya no estaba tan segura era de qué imagen estaban dando, o la que podían dar si había una discusión, pero con respecto a eso poco más podía hacer que simplemente mantener la calma. Así que respiró hondo mientras ponía todo su empeño en no sonar hostil.

No. Khaled, no tienes que darme razones—dijo finalmente, no sin cierto alivio  al descubrir que lograba el propósito—. Ni de cobarde, ni de valiente, ni de nada. No necesito una razón para ayudar a nadie.

Volvió a bajar la mano.

Si alguien necesita ayuda, voy a ser la primera en ofrecérsela—le dio un par de golpes suaves pero sonoros al escudo con los nudillos—. Pero cada uno asumimos esa responsabilidad que dices como buenamente podemos.

Lo último lo dijo mirando de reojo hacia el grueso de Vigilantes de más al fondo con disimulado gesto de fastidio.

«O como la mentalidad de algunos nos deja... »

Quizá si no fuesen Vigilantes de Stendarr podría haberse planteado el insistir. O el discutir. Quizá si ella no fuese una sacerdotisa de Azura y la Custodio no fuera a abominar cualquier cosa que hiciese. Quizá si aquello no fuese una estupidez. Pero no era el caso, y simplemente no podía intentar obligar o imponerle nada a aquella mujer sin que las consecuencias negativas salpicaran a todo el grupo poniendo las cosas aún peor.

Así que tenía que conformarse con esperar cual perro guardián a que aquellos cretinos tuvieran un mínimo desliz que le diera una excusa para saltar a morder cráneos de clannfear. Y ojalá se la diesen. Esperaba que Khaled al menos intuyera aquel callejón en el que estaba, pero con lo alborotado que estaba todo el mundo la verdad es que no estaba segura de que fuera a ser así. ¿Qué diablos? no tenía ni idea de si iba a ser así. Nunca se le había dado bien darse a entender. Y menos indirectamente.

Lo que sí tenía claro era que no pensaba soltar el hacha hasta que aquella mina estuviese totalmente limpia.

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06/06/2014, 07:43
Carcette

—He oído suficiente —dijo la bretona, alzando la voz para interrumpir la discusión—. Aprecio vuestro valor, thane Khaled, y os agradezco de nuevo a todos la oferta de ayuda. Respecto vuestra autoridad en la Comarca, pero como ha dicho vuestra compañera, esta es una batalla de los Vigilantes.

Se echó el martillo al hombro.

—Y esa recompensa por Sigvart vendrá muy bien para extender la fe de Stendarr por todo Skyrim —dijo, e hizo un gesto con la mano a sus hombres—. ¡Vigilantes! ¡A las minas!

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06/06/2014, 07:54
Uthgerd

Uthgerd le pegó un par de palmaditas amistosas en el hombro a Khaled.

—Ha sido casualidad que hayas nacido en Páramo del Martillo, porque tienes auténtico hielo en las venas —le dijo al guardia rojo. Entonces incluyó con su mirada a Karin, por primera vez con un atisbo de respeto—. No te preocupes, bardo. Ya tendremos otra ocasión de demostrar el coraje en batalla de las Hijas de Skyrim.

Karin y Khaled han hecho progresos en la senda de la amistad con Uthgerd.

Suro ha cambiado la disposición de Uthgerd de rival a amiga.

Elynea es neutral.

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06/06/2014, 08:08
Narrador

La Custodio os indicó un pasadizo lateral que se abría a una pequeña cámara donde en su día se guardaban las herramientas de minería. Era una posición fácilmente defendible y a salvo. Después, encabezó el descenso de los Vigilantes de Stendarr hasta las entrañas de la mina.

Hubo un lapso de tiempo que se hizo eterno antes de que se escucharan los ecos de una conmoción abajo. Gritos, entrechocar de aceros y el estallido de los conjuros reverberaron por toda la Sangrera. Y después... el silencio de nuevo. Hubo una tensa espera y cuando creáis que habían muerto todos ahí abajo, se escuchó el sonido de unas botas corriendo a gran velocidad.

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06/06/2014, 08:17
Vigilante de Stendarr

—¡Thanes, ayuda! —dijo un Vigilante de Stendarr herido en el muslo—. ¡La Custodio se desangra ahí abajo y nos hemos quedado sin curación!

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06/06/2014, 08:19
Uthgerd

Uthgerd enarcó una ceja y miró a Elynea, preguntándose qué haría la sacerdotisa de Azura.

Uthgerd: momento importante. Lo que Elynea diga y haga en este punto inclinará la balanza hacia la amistad o la rivalidad con la nórdica.

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06/06/2014, 17:48
Suro

Suro corrió hacia la custodio, no estaba seguro de que se la pundiese considerar una aliada, pero sí sabía que no dejaría morir a una mujer que no le había causado daño pudiendo evitarlo.

Notas de juego

Vamos a evitarle la decisión a elynea.

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06/06/2014, 18:12
Khaled

—Te sorprenderías, Uthgerd —Khaled sonrió. En realidad no había nacido en Páramo, sino en un pueblecito al sur de la Ciudad Imperial, en una bonita casa con varios criados. No recordaba nada de todo aquello, pues era todavía un bebé cuando su madre murió y su padre lo llevó al lugar en el que pasó la infancia, mientras combatía contra los thalmor en su tierra—. Es una nación de arena y fuego, pero su espíritu está más cerca de Skyrim que el de ninguna otra tierra en el continente.

Quizás por esa razón se sentía a gusto en Skyrim. Las costumbres y creencias podían ser diferentes. Pero un hombre era juzgado por su coraje, su fuerza, su arrojo y su capacidad de aportar a su comunidad, no por lo que tenía en sus arcas o lo que aparentaba, como ocurría en otros territorios humanos del Imperio. Los ocupados por no humanos eran otra cosa, demasiado diferentes, ajenos a la naturaleza de la humanidad.

—Me gustaría volver a visitarla algún día —anunció de repente—. Apartarme de los caminos costeros que frecuenté años atrás para aventurarme hacia lo más inhóspito del Alik’r. Y regresar a casa, a Carrera Blanca, con nuevas historias que rememorar.

Se demoró un instante más junto a Uthgerd, antes de seguir a sus compañeros.

—Un par de brazos fuertes más serán bienvenidos.

La Custodio dio la orden y sus hombres y mujeres se pusieron en marcha de inmediato. Khaled resistió el impulso de seguirles y se dejó guiar hacia el viejo almacén.

Mientras los vigilantes se dejaban la piel abajo, él caminaba entre las paredes de la cámara, deteniéndose cada vez un instante antes de que su agachada frente golpeara la piedra para proseguir su camino a ninguna parte en otra dirección. Frustrado por dejar que otros lucharan mientras él quedaba a la espera, por eso espero no engendra nunca un hijo, pero sobre por la ignorancia sobre el destino de Delphine y el inexorable paso del tiempo. Todavía tenía la esperanza de que todo fuera parte de un plan de la mujer. Era demasiado dura, demasiado astuta como para dejarse atrapar. Es casi una anciana, ya no es la que fue cuando la conoció padre. Si es que sigue viva, joder, si no la han matado ya.

La llegada de uno de los vigilantes interrumpió su deambular. Se había desatado el infierno, y ni siquiera la imponente Carcette y la disciplina de sus soldados sagrados había sido suficiente para detenerlo. Al menos, no sin sacrificios.

Elynea había afirmado no necesitar una razón para ayudar a nadie. El momento de demostrar lo que había tras sus palabras había llegado, con seguridad, antes de lo que esperaba.

Él tampoco necesitaba razones para ayudar. Y solo una para enfrentarse a los fanáticos y sus criaturas, si todavía quedaba alguno con vida.

Suro se echó a correr sin esperar respuesta. Khaled lanzó una breve mirada a la sacerdotisa dunmer antes de seguirle, caminando a largas zancadas.

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06/06/2014, 18:37
Elynea

A Elynea solían gustarle los sitios tranquilos en los que se podía sentar a pasar el rato, o leer algo, o terminar de escribir la lista de ingredientes alquímicos para alguna poción. Pero una cueva llena de seguidores de Mehrunes Dagon y Vigilantes de Stendarr dándose de palos mientras ella esperaba en plan perro de presa no era su idea de sitio tranquilo en el que se podía sentar a pasar el rato, o leer algo, o terminar de escribir la lista de ingredientes alquímicos para alguna poción.

La clériga había estado todo el rato caminando de un lado a otro con parsimonia, como si no tuviese prisa por llegar al otro lado de la estancia sólo para darse la vuelta y venir por donde había venido. No quería terminar cavando una zanja.

Sin embargo, el aumento de las explosiones y sonidos de lucha la había hecho pararse y cruzarse de brazos, había estado mirando fijamente la puerta aun incluso después del silencio mortal... el cual rompió con un suspiro que no se sabía muy bien si era de alivio o de resignación cuando vio aparecer al solitario y herido Vigilante. Aquél día no había salido nada bien lo raro había sido que aquello fuera la excepción.

Y ahora la Custodio de los Vigilantes se estaba desangrándose y la única fuente de curación que tenía a mano era la sacerdotisa de una Princesa Daédrica.

—El destino tiene un retorcido y ácido sentido de la ironía... —resopló mientras descruzaba los brazos.

Podría echarse a reír a carcajada limpia, o podía negarse en rotundo a ayudar a alguien que no había hecho más que tratar de molestarla desde que la había visto.Motivos no le faltaban y no es que sintiese precisamente un afecto arrollador por Carcette. Pero hacía mucho que se había propuesto mostrarle al mundo que aquella creencia de que todos los Príncipes Daedra y sus seguidores eran una panda de criaturas diabólicas no era más que una estrechez de miras del tamaño de Cyrodill.

Pues llévanos hasta allí. Y por el camino cuéntanos que rayos ha ocurrido—dijo. Luego esperó a que el Vigilante echarse a correr para volverse a los demás y se encogió de hombros defensivamente—. ¿Qué? ¿Alguien esperaba que me echase a reír con regocijo malévolo? No voy a dejar morir a alguien solo porque sea un ignorante con la cabeza de granito.

Sacó el hacha de su funda y afianzó el escudo en el antebrazo. En honor a la verdad, sentía curiosidad por ver en qué desembocaba aquello. En el mejor de los casos, igual ocurría un milagro y Carcette se lo pensaba dos veces antes de empezar a meter gente en un saco. En el peor pues igual le daba un infarto de puro estupor... a saber.

—Que mis actos hablen por mí—fue a dar un paso pero se detuvo y miró un segundo a Khaled y pensó unos instantes antes de concluir:—Aunque igual necesito que la sujetes para que no se líe a patadas conmigo con tal de evitar que la toque.

Y entonces, sí, echó a correr.

Tranqui, Suro. No pasa nada. Ely tiene las ideas claras; ella dio su palabra de que iría. Que la custodio se trague las suyas si quiere y vea con sus propios ojitos.

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07/06/2014, 10:48
Karin

Karin no podía estarse quieta. Como un gato encerrado en una jaula muy pequeña. O como...¿Cómo la llamaban en Soledad? "Un mono loco del este que ha bebido demasiado". Escuchaba los ruidos de abajo y se moría de expectación. Deseaba unirse a la batalla y entrar en la leyenda con sus propios versos. Daedra, Vigilantes, una mina encantada...¡Quería bajar, maldita sea!

Y entonces el señor cazador-estirado-pomposo hizo su aparición y dijo algo así como "¿Recordáis que nos hemos puesto muy chulos con que no os necesitábamos? Fallo nuestro, ¿Sabéis la elfa a la que he insultado porque adora a los daedra? Pues necesitaríamos su ayuda". Karin por menos de una disculpa no habría movido el culo, pero Suro al parecer tenía un skeever metido en el culo y, como si lo hubiera estado esperando, se levantó y se dirigió a la lucha. Khaled, tranquilo como siempre, echó a andar.

- Seguro que ha sido una flecha en la rodilla...bueno, aún podría trabajar de guardia

Karin se puso detrás de Elynea, decidida a guardarle las espaldas en aquella cueva en la que iba a luchar del lado contrario a su fe...o bueno, no, porque los daedra no eran exactamente una fe unificada. Puso la mano en el puño de la espada, como una auténtica sicaria, y siguió a la elfa oscura. Podría haber delegado en Uthgerd aquella labor, probablemente, pero la cuasi Compañera era mejor luchadora que Karin.

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09/06/2014, 09:58
Narrador

El pasillo de la mina se abrió a un gran espacio abierto, iluminado desde un tosco tragaluz. Os deslumbró el repentino rayo de luz, ya que vuestros ojos estaban aún acostumbrados a la noche y a la tenue iluminación de las antorchas.

Pero cuando se os hizo la vista a la claridad, visteis con todo detalle la masacre.

Por doquier había cadáveres ensangrentados de Vigilantes, bandidos y cultitas. Si combatieron daedras, debieron ser desterrados de vuelta a Oblivion porque no había rastro de sus restos mortales. Habían restos de cables-trampa rotos, y cadáveres aplastados bajo cascotes. Los bandidos también habían volcado las antiguas carretillas para usarlas de cobertura. Los Vigilantes habían luchado con valor, pero Sigvatr había organizado una defensa profesional, como si hubiera tenido formación militar.

Sólo quedaba otro Vigilante más, arrodillado junto a Carcette. La Custodio yacía acodada en un charco de sangre, y se agarraba el abdomen como si se le fueran a escapar las tripas.

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09/06/2014, 16:26
Suro

Suro fue el primero en llegar, simplemente porque era el más rápido. Arrodillándose al lado de la custodio la tocó suavemente y dejó que una de las cargas de su cinturón curativo se abriese paso a través de sus dedos. De inmediato, la herida del abdomen dejó de sangrar.

- Debísteis aceptar nuestra ayuda, habrían muerto menos de los vuestros. 

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09/06/2014, 19:45
Khaled

Khaled llegó a tiempo de encontrar a Suro arrodillado junto a Carcette, usando en ella algún tipo de magia curativa. La mujer estaba tendida sobre la tierra empapada de sangre, la mayor parte propia, procedente de una herida en su vientre, que aferraba entre sus dedos como si soltarla significara dejar ir su propia vida.

El suelo de la caverna estaba cubierto por los restos del combate. Cadáveres de vigilantes, bandidos y sectarios; escombros, vagonetas derribadas y restos de trampas activadas. Apretó las mandíbulas para contener una ráfaga de ira que le subía por la garganta, ardiendo. La muerte había reclamado la mina para sí, como temía que ocurriría. Malditos sean todos, joder.

—No tiene sentido ya, Suro —murmuró cuando el cazador hizo su apreciación—. Suficiente lección es la que nos rodea.

Aunque la vista ya casi se le había acostumbrado por completo a la luminosidad de la caverna, si había indicios de que algunos bandidos hubieran retrocedido, o un grupo de vigilantes supervivientes hubieran ido más allá, no los encontró a primera vista.

—¿Acabasteis con todos? —se volvió a preguntar al vigilante superviviente, o a la propia carcette, si es que tenía suficientes fuerzas para hablar—. Desconozco el aspecto de Sigvart. ¿Es uno de los cadáveres?

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10/06/2014, 14:47
Elynea

Elynea recorrió la distancia que la separaba de los únicos tres supervivientes. En principio la había irritado un poco el gesto de Suro, aquello no se iba a sanar con algo diseñado para salir del paso y era malgastar cargas de un objeto mágico estando ella ahí, aunque la sensación se diluyó rápidamente al observar el escenario mientras avanzaba. Lo que había alrededor hablaba por sí solo así que en su fuero interno agradeció que Khaled dijera algo bastante parecido a lo que ella tenía en mente.

¿Qué ha pasado?—repitió agachándose junto a Carcette y el otro Vigilante. Antes la habían ignorado flagrantemente pero no se le caían los anillos por preguntar dos o dos millones de veces más si hacía falta con tal de poder enterarse qué había provocado que algo "bajo control" se torciese tanto.

Ni aun con las tripas fuera aquella mujer dejaba de mirarla como quien observa a una tarántula en el límite de la cercanía aceptable. Bien. Pues le daba lo mismo; no era la sádica psicópata que la tachaban de ser y lo pensaba demostrar.

Tendió las dos palmas sobre la herida sin tocarla y miró fijamente a la otra mujer.

He venido a ayudar—dijo recalcando a propósito la última palabra para dar a entender que aquella vez sí que no aceptaba un "no".

Puede que les entrase en la cabeza que no todos los daedra eran unas bestias sedientas de destrucción y había muchos matices entre ellos, puede que no, pero si no lo intentaba si que nada iba a cambiar de modo que cogió aire y se mentalizó para la rasgada de vestiduras que seguramente iba a venir a continuación por parte de los otros dos vigilantes en cuanto abriese la boca para murmurar la plegaria.

Mientras la luz plateada brillaba entre sus dedos, pensó por un instante que si el motivo de que la Custodio hubiera rechazado la ayuda de todo el grupo era verdaderamente el que había dado... o era porque simplemente ella estaba allí. Una punzada de inquietud le recorrió el espinazo en forma de escalofrío.

«No seas idiota» se amonestó en su fuero interno, molesta por aquel desagradable sentimiento intruso «Tú no has hecho esto»

No. Ni si quiera un vigilante de Stendarr podía ser tan estúpido

Creo que no he sacado una sola tirada de dos cifras en lo que va de partida.

En fin, la idea es que dejen de salírsele las tripas por la boca, deje de sangrar, etc. Y se pueda tener en pié al menos, jefe. Si hace falta más para eso (si veo que la herida no cierra o algo) dilo y miro de intentar echarle otra cura.

PD: Elynea lanza Curar Heridas Moderadas y gasta 3 PC. 14 PGs pa la Custodio.

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