Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

5. Enemigos en Casa.

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23/10/2014, 17:10
Uthgerd

—Como si sólo los Compañeros supieran cómo blandir un arma...— gruñó Uthgerd, cruzándose de brazos.

La nórdica había interpretado las últimas palabras de Vilkas como un ataque a su persona. El rechazo de los Compañeros aún pesaba sobre sus hombros, y la discusión que había tenido con Elynea no había mejorado su humor.

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23/10/2014, 17:15
Vilkas

Vilkas decidió hacer como si no hubiera oído a Uthgerd y posó su mirada en Elynea.

—Las calles estaban vacías cuando llegamos, y los thalmor habían tomado la posada. Pensé que habrían ajusticiado a ese pobre diablo por adorar a Talos, y que sólo estaban de paso por el pueblo. El Gigante Dormido es la única posada que podía acogerlos a todos —frunció el ceño—. ¿Por qué preguntas por Delphine? ¿Qué tiene ella que ver con esto?

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23/10/2014, 17:26
Thyra

A Thyra le pareció extraño el exabrupto de Khaled, y cuando Suro fue a seguirle le preguntó abiertamente:

—¿Os váis? La posada está cerrada —dijo—. ¿Y quién diablos es éste? ¿Un fugitivo? Parece muy enfermo.

Akin, Masca, confirmadme en el off si no queréis hacer ninguna pregunta más y os vais.

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23/10/2014, 17:36
Elynea

Suro, en serio, libera tensión. No creo que las gallinas de la entrada hayan planeado emboscarnos—suspiró Elynea. La pregunta de Vikas no obstante la hizo volverse de nuevo hacia él y Thyra—. Y no, el jarl no nos ha mandado a matar thalmor.

No tenía muy claro si Kodlak le había contado algo al Compañero pero si no lo había hecho seguramente ellos tampoco deberían hacer muchas especificaciones. Miró un instante atrás al escuchar las voces que daba Khaled en el exterior. No tenía ni idea de si Delphine seguía allí, lo más probable fuera que no, pero tampoco podía culparle por intentarlo.

—Delphine es amiga de Khaled—dijo finalmente retornando a la conversación—. Está preocupado porque los Thalmor puedan haber esgrimido alguna de esas creativas y absurdas excusas suyas para acusar a alguien de lo primero que se les antoja.

El último comentario de Suro no obstante hizo que la ceja derecha de la dunmer sufrieera un extraño tick. No sabía si había sido pro hacer la gracia pero a ella no le hacía gracia, y desde luego si él dejaba caer así el estado de su amigo, ella no iba a preocuparse por hace rlo contrario.

—Un amigo de Suro—contestó—. Y sí, podría decirse que está...  muy enfermo.

Miró a Karin con gesto interrogante. Elynea había creído en un principio que, en efecto, la casa era solo de ella y no había nadie más pero ahora la cosa cambiaba. No creía que fuese justo encasquetarle a Anerim a Thyra sin decirle si quiera "por cierto, la enfermedad en convreto que sufre es vampirismo".

Pero ella no conocía a la Thyra como podía conocerla la bardo así que no sabía si era del tipo de persona que apechuga por ayudar a un amigo o te echa con los pies por delante ante una situación así.

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23/10/2014, 20:34
Karin

"Mierda" se lamentó Karin. El Señor Prisas y el Señor Brusco habían cogido la puerta, dejando a Aerin sin explicación ninguna en casa de Thyra. Por lo que ella recordaba, la Hermana de Escudo podía tomárselo bien y sentarse en el porche a ver el jaleo con una cerveza o podía cargarse a Aerin para evitar estorbos y no perderse la gresca, dependiendo de cómo le diera el aire. Y lo peor de todo era que la Señora Escueta no había concretado nada sobre la...especial condición del "bulto". Y Uthgerd seguramente estaría rumiando un buen rato o seguiría a Khaled para demostrar a quien ella creyera que tenía que impresionar que era una buena luchadora. "En fin", pensó la bardo, "es mejor un tajo en el cuello que dos en la tripa, terminemos cuanto antes".

Se negaba a hablarle a ella, a llamarla por su nombre. Miró a Vilkas, a Uthgerd, a Aerin y a Elynea. ¿Qué culpa tenían ellos de cualquier historia anterior? "¡Sé nórdica, niña, hay gente que te necesita!".

- Efectivamente Aerin está muy enfermo y sería bueno que le encerráramos, de momento, si nadie quiere perderse la bonita pelea que se está fraguando; o que algún alma caritativa se quedase a vigilar que no le pase nada

Karin sabía que ella no iba a quedarse. La Indómita no era la única que tenía algo que demostrar a alguien. "Aunque ella es capaz de sostener la mirada y llamar por su nombre a cualquier Compañero". Miró a sus dos compañeras de viaje. "!Por Kyne, por Azura y por todos vuestros malditos muertos! ¡Que alguien diga algo!".

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23/10/2014, 22:29
Elynea

Elynea primero arqueó una ceja como si esperase algo más, algo que no llegó, y por tanto le hizo volver a fruncirla. Uno se iba y la otra daba largas. Qué bien.

Aerin iba a empezar a comportarse como lo que era más pronto que tarde y no iba a decir mucho en favor de su sentido de la confianza que no dijesen nada hasta entonces, tan solo iban a meter a Thyra en el berenjenal quisiera o no.

Pero bueno, ¿es que nadie piensa enfrentar los hechos con un poco de honestidad?—gruñó. Luego cogió aire y se pellizcó el puente de la nariz. Al diablo con todo. Si nadie decía nada, lo haría ella—. Bien.

Miró a la Compañera.

Thyra, como ya he dicho... Aerin es un amigo de Suro, y compañero de viaje de Mjoll la leona que también lo es. Fueron atacados por vampiros y trató de ayudarla, con tal mala suerte de que lo hirieron a él y contrajo la enfermedad—soltó de golpe—. Aun así prefirió sacrificarse a si mismo con tal de buscar ayuda para Mjoll que rendirse. Si existe algún modo de curarlo tal y como está ahora, yo no lo conozco, pero...

Soltó el aire, acababa de darse cuenta de qu eno había respirado ni una sola vez.

Suro no ha querido abandonar a su amigo a su suerte, y nosotros no hemos querido abandonar a Suro. Además, Aerin es la única esperanza de Mjoll porque es el único que sabe dónde está—terminó cruzándose de brazos al más puro estilo "ya está, ya lo he dicho"—. Si esto va a suponer un problema, no queremos arrastrarte a él. Nos iremos y ya está. Pero yo por lo menos me niego a meter "sorpresas" en la casa de nadie que nos abra sus puertas sin que lo sepa.

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25/10/2014, 15:34
Suro

Suro salía ya por la puerta, sin añadir nada, otros darían las repuestas. En estos momentos Khaled necesitaría a alguien que le cubriese las espaldas.

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27/10/2014, 10:45
Uthgerd

Uthgerd giró sobre sus talones y, sin decir ni esta es boca es mía, salió de la casa detrás de Suro.

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27/10/2014, 10:46
Thyra

Thyra miró a Aerin y después a Elynea, de hito en hito.

—¿Qué? —fue lo único capaz de articular.

Instintivamente se echó la mano a la cintura, buscando un puñal que no estaba ahí.

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27/10/2014, 10:47
Vilkas

Vilkas en cambio se mantuvo impasible, como si le sucedieran cosas así todos los días.

—Lo siento por él. Y por Mjoll. Y por Suro —dijo el Compañero lentamente, como si estuviera midiendo sus palabras—. Hay destinos más aciagos que la muerte.

Se acercó al muchacho, que apenas se tenía en pie. Le tiró del párpado para mirarle los ojos y le movió la cabeza de un lado a otro cogiéndole de la mandíbula. Después le abrió la boca para mirarle los dientes como a un caballo. Aerin balbució algo en tono ininteligible.

—Éste aún no ha probado la sangre —gruñó—. ¿Cuándo os lo habéis encontrado? ¿Y cuánto tiempo lleva Mjoll desaparecida?

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27/10/2014, 13:58
Elynea

Elynea aún no había descubierto nada capaz de sorprender a Vilkas por bizarra que fuera. Por suerte o por desgracia.

Y en aquella ocasión no fue una excepción, aunque excepción de las de suerte porque no le apetecía nada que nadie se arrojase sobre Aerin enarbolando un mandoble estando ella en medio.

No la ha probado y es evidente que le está empezando a pasar factura—suspiró—. Pues... le encontramos ayer pero llevaría horas muerto y vampirizado cuando lo hicimos. Se había separado de Mjoll hace tres días, cosa que cuadraba porque es justo lo que tada la enfermedad en... bueno, matarte.

Carraspeó.

—Así que, resumiendo, no hay noticias de ella desde hace cuatro días.

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27/10/2014, 15:19
Karin

- Y por eso hemos venido - completó Karin mirando únicamente a Vilkas -, tenemos que ayudar aquí y se me ocurrió que podríamos mantenerle seguro en esta casa hasta que hubiéramos terminado

"Y puedo jurar por Talos que de haber sabido que estabais aquí le hubiera arrancado la cabeza con las manos desnudas antes de acercarme"

Lo cierto es que la bardo esperaba que el estallido de Thyra ocurriera de un momento a otro. No era precisamente tan fría como el Señor Oscilación. O bien se pondría en plan nórdico, con lo que Elynea y Vilkas podrían manejarla sin necesidad de que Karin hiciera gran cosa ni rompiera su voto de ignorancia, o bien querría hablar con ella en privado. Tenía que asegurarse de cargar los dados de la situación. Por nada del mundo quería hablar con ella.

- Parece que podrían necesitarnos fuera con lo de los thalmor y eso, ¿No podemos dejarle aquí un rato y que los que queden vivos después decidan qué hacer?

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27/10/2014, 16:01
Elynea

—¿Qué Thalmor ni qué cuernos de drémora? Ya dijo antes que se largaron hace horas—refunfuñó Elynea encogiéndose de hombros. Luego se rascó la cabeza cayendo en la cuenta de algo con lo que volvió repentinamente al tema sobre Mjoll y los días—. ¿Por qué lo preguntas, Vilkas?

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28/10/2014, 08:45
Orgnar

Salisteis de la casa de Thyra con Uthgerd pisándoos los talones. Por amistad con Khaled o queriendo alejarse de los Compañeros, la Indómita decidió rápidamente acompañaros a El Gigante Dormido. El cuerpo de Faendal seguía colgando de una viga del porche, meciéndose bajo el gélido aire de la noche.

La posada estaba cerrada, su puerta atrancada desde dentro y todas las luces apagadas. Cuando llamasteis a la puerta, no obstante, se encendió una pequeña luz en las dependencias de Orgnar. El cocinero de El Gigante Dormido descorrió la mirilla y soltó una maldición al ver a Khaled del otro lado.

—¡Por Shor, Khaled! —dijo en un tono quejumbroso cuando abrió la puerta.

Orgnar tenía muy mal aspecto. Bajo la luz de un candil se veía la cara devastada por el maltrato al que los thalmor le habían sometido. Tenía la nariz rota, un ojo morado, la oreja llena de sangre reseca y un derrame en el labio. El cocinero levantó su mano izquierda. Algún vecino se la había vendado, pero le habían cortado todos los dedos.

—Lo siento... no he podido... mira lo que me han hecho... —dijo el hombretón nórdico, a punto de echarse a llorar.

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28/10/2014, 08:54
Thyra

Thyra se cruzó de brazos. Tenía una idea muy concreta de por qué quería largarse Karin, pero decidió morderse la lengua al ver que la poetisa no le dirigía la palabra.

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28/10/2014, 08:56
Vilkas

—Cuatro días en un nido de vampiros —recalcó enfáticamente Vilkas, como si lo que siguiera fuera obvio—. He oído grandes cosas de la habilidad de esa mujer. A estas alturas puede que se haya abierto camino a golpes o que la hayan matado. Tal vez la han convertido en una de los suyos.

Se alejó de Aerin unos pasos y después se dio media vuelta.

—La fe nunca ha sido lo mío —se excusó Vilkas. Tal vez no se acordaba del nombre de Elynea, pero sí parecía recordar que era una sacerdotisa—. Pero hay que tener mucha para pensar que podéis hacer algo por Mjoll después de los días que han pasado. En cambio, habéis dejado con vida a éste, que es un peligro real y andante para todos los que le rodean. 

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28/10/2014, 09:25
Thyra

—Puede quedarse aquí esta noche en nombre de nuestra amistad... —dejó la frase en el aire, como había hecho antes Karin—... con Suro. Pero no más tiempo. Tenemos un contrato que cumplir. Y si trata de escapar, o si nos ataca, haremos lo que debe hacerse.

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28/10/2014, 09:26
Vilkas

—Lo que debisteis hacer con él desde el principio —asintió Vilkas—. Pensaba que Suro tenía más agallas.

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28/10/2014, 16:24
Elynea

Elynea miró en la dirección en la que se había ido Suro cuando Vilkas mencionó el tema de las agallas aunque quizá no exactamente por el mismo motivo que había dicho el Compañero. ¿Por qué en un principio se había plantado como un poste en el camino decidido incluso a mandar al infierno la misión del jarl si no le echaban una mano y ahora se desentendía de Aerin tan alegremente?

Gracias, Thyra—dijo sintiendo que debería ser Karin quien dijera eso, no entendía por qué la bardo se empeñaba en quedarse callada como si tuviese una rabieta o algo así. Luego volvió a mirar al interior de la casa—. No es cuestión de fe, más bien de lealtad.

Elynea sabía que Aerin era un peligro con patas, uno que estaba más allá de toda salvación (convencional al menos) La única razón por la que no lo había calciando en su momento era por Suro. Y porque no tenía nada claro que ella en su lugar hubiese sido capaz de abandonar a su suerte cuando peor lo estaba pasando a alguien que considerase amigo.

Pero la reciente actitud despreocupada del explorador conr especto al tema la ponía de mal humor.

No puedo culpar a Suro por tratar de intentar rescatarla por pequeña que sea la posibilidad—suspiró—. Si abandona a Mjoll a su suerte el sacrificio de Aerin no habría servido para nada. Habría abandonado a dos amigos.

Gruñó y sacudió una mano en elaire como quien aparta una mosca que la está incordiando.

Y estaría bien saber para qué me molesto. Quien tendría que estar aquí explicando los motivos de las decisiones de Suro es Suro, no yo. Yo dije algo bastante parecido a lo que ha dicho Thyra y lo mantengo.

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28/10/2014, 20:16
Khaled

Casi no reconoció al hombre que abrió la puerta del Gigante Dormido. Los thalmor no se habían contentado con propinarle una paliza. Un nórdico no se arrugaba ante los simples golpes. Bajo la venda, la mano izquierda solo era un pedazo de carne y hueso inútil. Le habían cercenado cada uno de los dedos de la mano izquierda.

Sorbió con fuerza, tratando de tragar saliva. Lo que bajó por su garganta seca, fue basto como un trago de arena. Sujetó al hombre por los brazos, bajo los hombros, con firmeza pero ternura, como si no fuera más que un niño.

—No te culpes de nada, Orgnar —susurró—. No tienes la culpa. Siéntate y cuéntame lo que ha pasado, si te acompañan las fuerzas.

Antes de conducir al camarero al interior, giró la cabeza para comprobar quiénes le habían seguido. Uthgerd, su fiel amiga, de quien no podía esperar otra cosa. Y Suro, que debía haber dejado atrás a Aerin.

—Uthgerd, por favor, baja de ahí el cadáver de Faendal y éntralo —pidió—. No tiene por qué verlo nadie más.

Por el hombre que había sido, y por los ciudadanos de Cauce Boscoso, que no necesitaban encontrárselo allí cuando se atrevieran a salir de sus casas de nuevo.